Del 14 al 21 de agosto de 2019
Este año estaban llegando las vacaciones de verano y por motivos laborales no podíamos hacer ningún gran viaje. Pero nos habíamos reservado una semanita para hacer alguna escapada y desconectar un poco. Parece mentira, pero una semana da para mucho y eso nos abría un gran abanico de posibles destinos. Por una parte no queríamos ir a lugares hipermasificados por las vacaciones. Y por otra, queríamos hacer un viaje tranquilo, en transporte público, ya que los últimos viajes que habíamos hecho juntos habían sido en coche de alquiler (Bulgaria, Costa Oeste de EEUU, Georgia y SW Inglaterra) y ese tipo de viajes suele ser mas cansado al tener la posibilidad de visitar varios sitios en un mismo día. Buscando vuelos baratos con la mente abierta un destino siempre estaba en los primeros lugares del buscador, Frankfurt. Alemania es un país al que hemos ido varias veces, y siempre nos ha parecido interesante. Así que no nos lo pensamos dos veces.
De esta forma, nuestro viaje empezaría en la ciudad de Frankfurt, conocida como la “Manhattan” alemana por sus rascacielos. En seguida decidimos que desde allí haríamos la excursión casi obligada a Heidelberg, una hermosa ciudad presidida por su famoso castillo. Desde Frankfurt pensamos en continuar nuestra ruta hacia el este, hacia Núremberg, una ciudad alemana muy interesante y popular como destino de escapada de fin de semana. Esta ciudad se encuentra en la región histórica de Franconia, situada en el norte de Baviera. Igual a mucha gente no le suena, pero Franconia en la Edad Media era uno de los ducados germanos mas importantes, y este legado es un orgullo para los actuales habitantes de la zona, que se reivindican como francones. Antes de llegar a Núremberg pensamos aprovechar para visitar dos ciudades franconas, Würzburg y sobre todo Rothenburg ob der Tauber, uno de los pueblos mas bucólicos y fotogénicos de Alemania. Después de pasar un interesante día visitando Núremberg, haríamos una excursión para visitar Bamberg, uno de los lugares mas interesantes que vimos en nuestro viaje. Y apuraríamos las últimas horas dando un paso por Fürth, la primera ciudad alemana que vio llegar un tren en el siglo XIX. De esta forma, cogeríamos el vuelo de vuelta desde Núremberg, cerrando una interesante ruta lineal.
Como hemos comentado, pretendíamos que fuera una escapada “slow travel”, así usamos el transporte público para movernos. Fue todo un acierto, ya que Alemania tiene una de las mejores redes ferroviarias de Europa. La web de DBahn fue una herramienta clave para conocer los horarios de los trenes. Aunque era agosto, la frecuencia de trenes era bastante buena, y nunca tuvimos que hacer largas esperas para coger un tren. Pero también descubrimos la red de buses de Flixbus, una forma barata y eficiente para moverse entre las grandes ciudades de la región. De esta forma visitaríamos menos lugares, pero los disfrutaríamos mas, sin prisas.
El planning con todo lo que hicimos fue el siguiente:
- Día 1 - llegada a Frankfurt: llegamos a la ciudad bien entrada la noche, así que no nos dio tiempo a hacer nada.
- Día 2 - Frankfurt: este fue un día entero para patear la ciudad a orillas del río Meno. Paseamos un poco por el barrio de los rascacielos, por la encantadora plaza de Römerberg y cruzamos al otro lado del río para ver las vistas de la ciudad y dar un vistazo al barrio de Sachsenhausen. Por la tarde asistimos al Apfelweinfestival, que se hace en honor a una especie de sidra producida en la región; pudimos probar la buena bebida, degustar comida tradicional y escuchar buena música en directo. Noche en Frankfurt.
- Día 3 - Heidelberg: de buena mañana viajamos allí con un Flixbus. Disfrutamos un montón paseando por su tranquilo casco histórico, y a continuación subimos a su castillo, con unas vistas magníficas de la ciudad. Después cruzamos el río y subimos hacia el Sendero de los Filósofos, con unas vistas aún mejores. Volvimos a Frankfurt en tren. Noche en Frankfurt.
- Día 4 - Würzburg: a primera hora de la mañana cogimos un Flixbus hasta esta ciudad, y dedicamos el resto del día a explorarla. Primero visitamos la Residenz, un enorme e interesante palacio patrimonio de la Unesco. Después paseamos por su tranquilo casco histórico, salpicado de interesantes iglesias. Por la tarde subimos hasta la base del castillo de Marienberg para ver las vistas de la ciudad, pero no llegamos a entrar en él. Noche en Würzburg.
- Día 5 - Rothenburg ob der Tauber: a primera hora de la mañana cogimos el tren y después de hacer un transbordo llegamos a este bucólico pueblo. Dejamos nuestro equipaje en las consignas de la estación y nos lanzamos a patearlo. Estuvimos unas cuantas horas descubriendo los mil y un lugares mágicos de este pueblo, que no nos defraudó pese a nuestras altas expectativas. A primera hora de la tarde volvimos a la estación de tren, y tras dos transbordos, llegamos a Núremberg. Noche en Núremberg.
- Día 6 - Núremberg: pasamos todo el día explorando la ciudad, que nos acabó gustando bastante. Paseamos por su interesante casco histórico, salpicado de lugares llenos de historia y rincones de una gran belleza. Por la tarde fuimos al Dokumentationszentrum para ahondar en el periodo nazi, ya que la ciudad tuvo una gran importancia durante el Tercer Reich. Precisamente, después pudimos visitar lo que queda del lugar donde Hitler presidía los grandes desfiles propagandísticos nazis. Noche en Núremberg.
- Día 7 - Bamberg: por la mañana nos desplazamos en tren a esta bonita localidad francona. Como milagrosamente se salvó de los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial, el casco histórico está fantásticamente bien conservado. Entre ellos destaca su importante Catedral y el Ayuntamiento, cuya estampa a orillas del río es uno de los lugares mas bonitos de la ciudad. Aunque con permiso de la Pequeña Venecia, una zona de casas tradicionales de pescadores al lado del río que es digna de ver. Regresamos a Núremberg nuevamente en tren. Noche en Núremberg.
- Día 8 - Fürth y regreso: solo teníamos unas pocas horas por la mañana, que dedicamos en pasear por la vecina ciudad de Fürth. A última hora de la mañana nos dirigimos en metro al aeropuerto de Núremberg a coger el vuelo de vuelta.
Hemos vuelto encantados, ya que hacía tiempo que queríamos hacer un viaje así, en plan mas tranquilo. Y todos los lugares que hemos visitado nos han sorprendido en positivo. Frankfurt es una ciudad muy viva, donde lo moderno y lo antiguo se unen. Heidelberg y Würzburg tienen unos centros históricos por los que es una delicia pasear. Rothenburg ob der Tauber cumplió nuestras expectativas y nos regaló unas estampas que jamás olvidaremos. En Núremberg encontramos una ciudad orgullosa de ser francona, y donde no se oculta nada del oscuro periodo nazi. Y en Bamberg hallamos una de las ciudades medievales mas bien conservadas del país, todo un viaje en el tiempo. La información que teníamos de la zona era de gente que se escapaba de fin de semana a Frankfurt o a Núremberg. Pero unir los dos viajes en uno visitando una de las regiones con mas historia de Alemania (Franconia) es una idea que recomendamos a todo el mundo.
PRESUPUESTO
| 2 vuelos Ryanair Bcn > Frankfurt | 143,32 € |
| 2 vuelos Vueling Núremberg > Bcn | 139,98 € |
| Trenes y buses | 160,00 € |
| Hoteles | 660,80 € |
| Comidas | 265,50 € |
| TOTAL | 1.369,60 € |
| Por persona | 684,80 € |
Es fácil encontrar vuelos baratos a Frankfurt gracias a la gran cantidad de aerolíneas low cost que viajan allí. En nuestro caso pagamos unos 70 € por persona, comprando los billetes con dos meses de antelación. También conseguimos buenos precios para la vuelta desde Núremberg (una alternativa a este aeropuerto hubiera sido el de Múnich, con muchas conexiones con España). Eso hizo que el capítulo de vuelos fuera menos significativo en el presupuesto.
Siguiendo con el transporte, el principal medio que usamos allí es el tren, y aunque funciona muy bien en cuanto a puntualidad y frecuencia, nos pareció un poco caro. Cuando estábamos en Baviera podíamos usar el Bayern Ticket, un bono que te permite usar todos los medios de transporte del land en un día, exceptuando los trenes de alta velocidad. Para dos personas salía por 32 €, y haciendo un viaje a media distancia de ida y vuelta ya valía la pena. Cada land alemán tiene su bono, pero solo te permite viajar dentro de su región. Por eso no pudimos usar ningún bono para visitar Heidelberg desde Frankfurt, ya que son dos lands diferentes. Para este caso nos fue muy bien la alternativa de viajar en bus con Flixbus. Si se cogen con un poco de antelación, los billetes son muy baratos, y no se tarda mucho más que con el tren. A nosotros, el bus de ida a Heidelberg nos costó 7 €, mientras que la vuelta en tren nos costó 21,90 €.
El gasto en hoteles fue el mas grande del presupuesto. Aunque había mucha oferta, los precios eran bastante altos. En nuestro caso pagamos un poco más por tener desayuno incluido y por estar bien ubicados, en un lugar donde estuviéramos cerca de la estación de tren y cerca del centro de la ciudad que íbamos a visitar. La media de gasto por noche nos salió a 94 €, pero hay que tener en cuenta que la noche en Würzburg nos salió muy cara y nos elevó la media (allí no hay tanta oferta).
El gasto en comidas puede parecer bajo, pero hay que tener en cuenta que siempre hacíamos un desayuno fuerte en el hotel. Eso hacía que pudiéramos tirar casi todo el día picando alguna cosa sencilla. Así que el único gasto importante en comidas lo teníamos en la cena, donde comíamos en condiciones. En general nos ha parecido que las cenas salen bastante bien de precio en Alemania, nos las esperábamos mas caras, y en algunos casos solo nos costó 15 € por persona.
0 comentarios:
Publicar un comentario