VIETNAM 1: Hanoi I

22 de diciembre de 2019 La mañana de nuestro en primer día en Hanoi visitamos el complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh y el Templo de la Literatura. Después nos acercamos a ver la Torre de la Bandera y a visitar la ciudad imperial de Thang Long. Acabamos la tarde callejeando por el caótico barrio antiguo. Realmente llegamos a Vietnam el día anterior por la tarde, en un vuelo proveniente de Luang Prabang (Laos). En el aeropuerto de Hanoi los trámites de inmigración fueron bastante ágiles. Nosotros nos habíamos tenido que sacar previamente una e-visa ya que íbamos a estar mas de 15 días en Vietnam (los españoles tienen visa on arrival si permanecen en Vietnam menos de 15 días). Los trámites de los visados varían mucho dependiendo de tu nacionalidad y de la duración de tu estancia, así que para saber todo lo necesario sobre éstos consultad este post del portal oficial de turismo de Vietnam . En principio había que llevar la e-visa impresa (incluso recomendaban llevar dos copias como seguridad), pero el personal de inmigración ni se miró la nuestra. Después de recoger el equipaje el siguiente paso fue conseguir Dongs (abreviado VND), la moneda de Vietnam. El cambio en una de las oficinas estaba a 25.400 dongs por euro, un buen cambio teniendo en cuenta que el oficial andaba por los 25.600.
22 de diciembre de 2019
La mañana de nuestro en primer día en Hanoi visitamos el complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh y el Templo de la Literatura. Después nos acercamos a ver la Torre de la Bandera y a visitar la ciudad imperial de Thang Long. Acabamos la tarde callejeando por el caótico barrio antiguo.
Realmente llegamos a Vietnam el día anterior por la tarde, en un vuelo proveniente de Luang Prabang (Laos). En el aeropuerto de Hanoi los trámites de inmigración fueron bastante ágiles. Nosotros nos habíamos tenido que sacar previamente una e-visa ya que íbamos a estar mas de 15 días en Vietnam (los españoles tienen visa on arrival si permanecen en Vietnam menos de 15 días). Los trámites de los visados varían mucho dependiendo de tu nacionalidad y de la duración de tu estancia, así que para saber todo lo necesario sobre éstos consultad este post del portal oficial de turismo de Vietnam. En principio había que llevar la e-visa impresa (incluso recomendaban llevar dos copias como seguridad), pero el personal de inmigración ni se miró la nuestra. Después de recoger el equipaje el siguiente paso fue conseguir Dongs (abreviado VND), la moneda de Vietnam. El cambio en una de las oficinas estaba a 25.400 dongs por euro, un buen cambio teniendo en cuenta que el oficial andaba por los 25.600.
El aeropuerto de Hanoi (también conocido como Noi Bai) se encuentra a 30 km del centro, y eso con el caótico tráfico de Vietnam es muy lejos. Para ir del aeropuerto al centro de Hanoi el taxi es la opción mas cara, costando sobre unos 15 USD por viaje. Por fortuna, hay una gran red de autobuses baratos que conectan el aeropuerto con varios puntos del centro. Dependiendo de en qué barrio te alojes tienes que coger uno u otro. Recomendamos mucho este post de gecko routes, que explica fantásticamente bien todas las opciones. En nuestro caso el bus 86 era el que nos interesaba, ya que dejaba en la estación de tren central de Hanoi, relativamente cerca de nuestro alojamiento. Al salir de la terminal había varios buses esperando y buscamos el 86; el conductor de uno de ellos nos apresuró a que subiéramos. Le preguntamos si llevaba a la estación, ya que el bus no tenía ninguna numeración y nos dijo que sí. El billete solo nos costó 45.000 VND (menos de 2 €) y aunque fuimos algo incomodos por la falta de espacio, llegamos donde queríamos, a la estación de tren, Ga Hanoi (al subir no las teníamos mucho con nosotros…).
Nuestro primer contacto con las calles de Vietnam fue todo un impacto: todo estaba lleno de gente y motos tocando el claxon formando una caótica maraña. El cambio con Laos, donde todo respiraba tranquilidad, no podía ser mas brutal. Nuestro alojamiento estaba en el barrio antiguo, a unos 15 minutos andando de donde nos dejó el bus así que decidimos ir a pie. Al final tardamos bastante mas, ya que andar por allí no era fácil: si ibas por la acera tenías que esquivar las motos aparcadas y los mercancías de las tiendas, y muchas veces era necesario andar un tramo por el asfalto, lidiando con las centenares de motos que no paraban de pitar. Lo peor era cuando había que cruzar una calle de un lado a otro o en una intersección: en Vietnam los pasos de cebra no se respetan, incluso los semáforos en rojo se saltan sin problemas. Finalmente llegamos a nuestro alojamiento en Hanoi, el Tung Trang Hotel. Es un hotel familiar con unas pocas habitaciones bastante nuevas pero algo pequeñas. Su ubicación está bastante bien, situado en un tranquilo callejón sin ruido entre el barrio antiguo y el lago Hoan Kiem, a una distancia aceptable a pie de los sitios de interés de toda esta zona. El desayuno estaba muy bien y estaba incluido en el precio, consistía en una carta donde podías elegir diferentes platos calientes y un buffet de platos fríos. Otra ventaja a tener en cuenta es la gran cantidad de ofertas de cruceros por la bahía de Halong que ofrecen; en la mayoría de agencias de viajes solo trabajan con una o dos compañías, pero allí podías escoger de entre una buena docena. La habitación nos salió por 19 € la noche, un gran precio por que obtuvimos a cambio. Es un alojamiento al que sin duda volveríamos, aunque quizás reservaríamos una habitación algo mas grande.
Nuestra habitación en Hanoi
Eran pasadas las 8 cuando salimos a cenar. Como ya habíamos tenido suficiente con el caótico tráfico, decidimos cenar cerca del hotel y acabamos en el Tung's Kitchen. Este restaurante de cocina vietnamita nos pareció ideal para gente como nosotros que acababa de aterrizar en el país, ya que en su extensa carta había un apartado de recomendaciones con los platos más típicos con fotos, algo que nos facilitó mucho la elección. Nosotros pedimos dos platos de ese apartado, bun cha (uno de los platos mas clásicos de la cocina callejera, fideos con cerdo asado) y ga nuong ong tre (pollo a la brasa cocinado dentro de una caña de bambú). La comida nos pareció deliciosa, y junto un par de cervezas Hanoi la cena nos salió por 309.000 VND (unos 12 €).
La cena de la noche anterior
El siguiente iba ser el primer día en serio para descubrir Hanoi. Mucha gente solo destina un día para visitar la capital de Vietnam, pero como nosotros teníamos tiempo decidimos dedicarle dos y hacer la visita con calma. A la hora de planificar las visitas concretas hubo algo que nos puso las cosas un poco difíciles: los lunes cierran la mayoría de lugares turísticos de Hanoi, y nuestro segundo día iba a ser un lunes. Así que tuvimos que concentrar en el primer día alguno de los lugares turísticos mas populares como el mausoleo de Ho Chi Minh, el Templo de la Literatura, la ciudad imperial de Thang Long y el templo de Bach Ma, los cuales están cerrados los lunes.
Nuestra primera visita iba a ser el mausoleo de Ho Chi Minh, un lugar casi de peregrinación por la gran devoción que le tienen los vietnamitas. Ho Chi Minh fue el líder de una guerrilla comunista (el Viet Minh) que consiguió expulsar a los franceses (que habían gobernado Indochina con mano de hierro desde el siglo XIX) y conseguir por primera vez en muchos siglos la independencia de Vietnam. Es un personaje venerado en el país, y se pueden ver retratos suyos por doquier. Para ir hacia el mausoleo decidimos coger un taxi, y como suele suceder cuando has llegado hace poco a un sitio, pagamos la novatada: el taxista no quiso poner el taxímetro y se ofreció a llevarnos por un precio desorbitado, que solo pudimos regatear hasta los 125.000 VND (unos 5 €), casi el doble de su precio normal. Para las siguientes veces aprendimos la lección: si el taxista no quiere poner el taxímetro, buscamos otro taxi. En la entrada se agolpaba una gran cantidad de gente, ya que el monumento cierra a las 11 de la mañana. Pasamos por unos controles donde tuvimos que entregar nuestra cámara de fotos, la cual nos sería devuelta a la salida. Después había una larguísima cola, pero por fortuna avanzaba rápido. Ésta se encaminó hacia un gran edificio de estilo soviético, que albergaba el cuerpo embalsamado del propio Ho Chi Minh. Éste se encontraba en una sala oscura, custodiada por unos guardias y con todos los honores que merece el padre de una patria. Aunque nos hicieron pasar rápidamente sin podernos parar, el ambiente que se respiraba era de un gran respeto, y muchos vietnamitas le hacían reverencias y saludos militares. Al salir del mausoleo recogimos nuestra cámara y pudimos dedicar un tiempo para admirar su edificio.
Mausoleo de Ho Chi Minh
A continuación visitamos el conjunto del Palacio Presidencial (entrada 40.000 VND), un edificio de estilo colonial de principios del siglo XX, antigua residencia del gobernador francés de Indochina. Solo se podían ver algunas habitaciones de la planta baja, como la sala de reuniones del politburó. Junto al palacio un recorrido nos llevó por el Palafito de Ho Chi Minh, una sencilla casa de madera en la que se dice que el líder pasó largas temporadas. El último lugar que vimos del conjunto fue uno de los mas populares, la Pagoda del Pilar Único. Es un pequeño templo construido en el siglo XI, pero que desgraciadamente los franceses destruyeron antes de ser expulsados del país. Por fortuna fue reconstruido posteriormente, de forma que pudimos disfrutar de su delicadeza estética. Con esto dimos por concluida nuestra visita al mausoleo de Ho Chi Minh, una de las más interesantes de la ciudad de Hanoi.
Palacio Presidencial
Habitación de Ho Chi Minh en el Palafito
Pagoda del Pilar Único
A continuación fuimos andando hacia otro de los lugares destacados de Hanoi, el Templo de la Literatura o Van Mieu (entrada 30.000 VND). Fue construido en el siglo XI en honor a Confucio y funcionó como Escuela Imperial, siendo la primera universidad del país. Actualmente es el mejor lugar de Hanoi donde ver arquitectura tradicional vietnamita por su buen estado de conservación. Su fantástica entrada ya es un preludio de las maravillas que esconde. Está organizado en una serie de patios consecutivos, cada uno con una decoración diferente. Los tres primeros albergan jardines y un precioso lago, comunicados por unas puertas simplemente maravillosas. En unos edificios laterales había estelas antiguas con los nombres de las personas que se graduaban en la Escuela Imperial. Tanto la arquitectura como el sistema de la Escuela Imperial denotan el dominio chino de Vietnam durante el medievo. En China y en Vietnam, los altos funcionarios que colaboraban mas estrechamente con el emperador no eran nombrados a dedo, sino que tenían que pasar largos años de aprendizaje en la Escuela Imperial, en la que solo se graduaban los mejores. Así que era un gran honor que tu nombre se esculpiera en una de aquellas estelas. Precisamente a partir del cuarto patio empiezan las dependencias de la propia Escuela Imperial, con un recinto de ceremonias y las dependencias de la escuela y el templo de Confucio (quinto patio). Encontramos muchos escolares allí, ya que es una tradición acudir en busca de buena suerte para los exámenes o para hacerse las fotos de la graduación. El Templo de la Literatura nos encantó, no solo por su valor histórico sino también por su belleza estética.
Entrada del Templo de la Literatura
Dai Trung Mon, una de las puertas entre patios
Khue Van, la puerta mas bonita del templo
Diversos lugares del Templo de la Literatura, incluyendo las estelas antiguas (dcha.)
Templo de Confucio
Luego nos acercamos caminando hasta la Torre de la Bandera, otro de los símbolos de la ciudad. Antiguamente formó parte de la ciudad imperial de Thang Long, la morada de los emperadores vietnamitas en Hanoi. Se accede a ella por el Museo de Historia Militar de Vietnam; en teoría hay que pagar para el museo, pero nosotros accedimos cruzando el “Highlands Coffee” que hay al lado. Después nos hicimos los despistados y aprovechamos para visitar el exterior del museo, donde se exponen todo tipo de antiguos vehículos militares franceses o americanos, y nadie nos dijo nada. Los vietnamitas exhiben con orgullo aquellas piezas militares incautadas a sus enemigos durante las guerras, incluyendo una gran escultura hecha de distintos fragmentos de metal de aviones abatidos.
Torre de la Bandera
Museo de Historia Militar
La siguiente visita iba a ser precisamente a la ciudad imperial de Thang Long (entrada 30.000 VND), Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Habíamos estado haciendo tiempo porque en la Lonely ponía que abrían por la tarde a partir de las 14 h, pero al llegar vimos que en realidad el horario era de 8 a 17 h. Alzada en el siglo XI a imagen y semejanza de la Ciudad Prohibida de Pekín, fue la residencia de los emperadores vietnamitas hasta el siglo XIX, momento en el que la capital del reino fue movida a Hue. Sus instalaciones quedaron en desuso y en tal grado de abandono, que los franceses tuvieron que demolerla casi por completo en el siglo XX. Solo quedaron unos pocos restos que ahora os explicaremos. Al entrar a Thang Long encontramos una extensa explanada con una gran puerta al fondo, la Doan Mon, la puerta sur de la ciudad imperial, su principal resto actual. La explanada fue muy usada en la época comunista para desfiles propagandísticos, con el gran fondo que ofrecía la Doan Mon. La puerta daba acceso al palacio Kinh Tien, el lugar mas importante para las ceremonias en la ciudad imperial. Hoy en día solo quedan en pie las antiguas escaleras de acceso al palacio, con unas formidables esculturas de dragones. Puede parecer poco, pero estos son los restos mas importantes de Thang Long. En el recinto hay otros edificios, modernos pero con historia, ya que fueron el cuartel general durante la Guerra de Vietnam de Giap, el militar norvietnamita mas importante y mano derecha de Ho Chi Minh. Se pueden visitar las salas de reunión y de mando y un par de búnkeres. Hay mucha gente que sale decepcionada de la visita de Thang Long, y realmente queda muy poco para ver de la antigua ciudad imperial. Pero nosotros ya lo sabíamos así que no nos decepcionó. Eso sí, si se tiene poco tiempo es una visita prescindible.
Doan Mon, la puerta de la ciudad imperial de Tang Long
Escaleras del antiguo palacio Kinh Tien
Cuartel general de Giap durante la Guerra de Vietnam, presidido por el retrato de Ho Chi Minh
Nuestro siguiente objetivo iba a ser el Barrio Antiguo, el corazón milenario de Hanoi. Para ir hacia allá paramos un taxi con el objetivo que no nos timaran (al menos tanto) como en el viaje de la mañana, y logramos regatear una tarifa de 60.000 VND (algó más de 2 €, la mitad que por la mañana). Le dijimos que nos dejara delante del templo de Bach Ma, el mas importante del barrio antiguo, pero al bajar vimos que estaba totalmente en obras. Para consolarnos decidimos comer algo en un puesto que había enfrente, donde se podía probar una de las comidas callejeras mas típicas de Vietnam, el banh mi. Se trata de un bocadillo, herencia de la presencia francesa en el país, que se rellena con encurtidos, verduras y carne (en nuestro caso, cerdo asado). Son bastante baratos (25.000 VND, 1 €) y son una forma fantástica de comer barato y bien en Vietnam.
Banh mi, el primero de los muchos que comimos en Vietnam
Después de reponer fuerzas fuimos a dar una vuelta por el barrio antiguo. Es una de las zonas más animadas de la ciudad, con un tráfico caótico y mucha gente para arriba y para abajo. Precisamente este aspecto hacía que el paseo fuera todo menos fácil: las aceras estaban invadidas por motos aparcadas y mercancías de las tiendas, haciendo que caminar fuera una carrera de obstáculos. Y cuando había que cruzar una calle te jugabas un poco la vida, por el torrente de motos que no paraban de pitar constantemente, obviando cualquier norma de circulación (incluyendo semáforos). Por aquella zona vimos muchos turistas intentando pasear como nosotros, pero después caímos en la cuenta que precisamente los extranjeros éramos los únicos que íbamos a pie, todos los vietnamitas iban en moto. Incluso acudían a las tiendas en moto a comprar, sin apearse de ellas. Para escapar un poco del caos nos acercamos al mercado de Dong Xuan, donde deambulamos un rato por sus puestos.
El caos de barrio antiguo
Típica calle del barrio
Callejeando por el caos
Puesto de verduras cerca del mercado de Dong Xuan
El resto de la tarde lo pasamos visitando diferentes agencias de viajes para reservar el tour a la bahía de Halong, donde iríamos al cabo de dos días (ya os contaremos nuestras pesquisas en el post correspondiente). Volvimos al hotel a ducharnos y a descansar un poco. Para cenar nos acercamos a Tong Duy Tan, una calle peatonal que vimos el día anterior llena de restaurantes. De entre todos ellos elegimos el Lau Nuong Quang Anh, especializado en hot pot, una especie de fondue de origen chino. El hot pot viene con un caldo muy rico donde cocinar la comida y un surtido de verduras. A parte puedes pagar por raciones de carne o marisco para cocinar en el hot pot. Nosotros pedimos carne de ternera, albóndigas y fideos, que quedaban muy ricos con el caldo del hot pot. Junto a unas cervezas, la cena nos salió por 450.000 VND (unos 18 €), un precio algo caro pero hay que tener en cuenta que los hot pot suelen serlo.
Nuestro hot pot vietnamita

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