17 de octubre de 2018
Empezamos el día disfrutando de las vistas del parque estatal de Dead Horse Point. El resto del día lo dedicamos a explorar la zona de Islands in the Sky del parque nacional de Canyonlands. Allí disfrutamos de sus miradores e hicimos dos cortas excursiones en el Grand View Point y en el Upheaval Dome.
El parque nacional de Canyonlands es otro de los grandes tesoros de Utah. Sus cañones, mesetas, cráteres y agujas tienen una belleza salvaje, en medio de un entorno inhóspito y desértico. El parque es inmenso, y está geográficamente dividido en tres zonas por los cañones de los ríos Colorado y Green, las tres aisladas entre si. La mas popular es sin duda Islands in the Sky, ya que una práctica carretera panorámica recorre sus fascinantes miradores.
17 de octubre de 2018
Empezamos el día disfrutando de las vistas del parque estatal de Dead Horse Point. El resto del día lo dedicamos a explorar la zona de Islands in the Sky del parque nacional de Canyonlands. Allí disfrutamos de sus miradores e hicimos dos cortas excursiones en el Grand View Point y en el Upheaval Dome.
El
parque nacional de Canyonlands es otro de los grandes tesoros de Utah. Sus cañones, mesetas, cráteres y agujas tienen una belleza salvaje, en medio de un entorno inhóspito y desértico. El parque es inmenso, y está geográficamente dividido en tres zonas por los cañones de los ríos Colorado y Green, las tres aisladas entre si. La mas popular es sin duda
Islands in the Sky, ya que una práctica carretera panorámica recorre sus fascinantes miradores. Además, tiene la ventaja de venir de paso del parque estatal de Dead Horse Point, con unas vistas inigualables. La segunda zona mas frecuentada es
The Needles, llamada así por sus característicos pináculos de piedra; aquí apenas hay miradores, y su corta carretera asfaltada lleva a distintos puntos de inicios de trekkings. La última zona es
The Maze, mucho mas aislada y remota, y solo se puede llegar en 4x4 o tras excursiones de varios días. Así pues, las zonas que mas valen la pena son las dos primeras, y lo mas recomendable es dedicarle tiempo haciendo alguna de las decenas de
excursiones que se pueden hacer. El blog
gjhikes proporciona una lista muy completa e intuitiva.
Aquel día nos despertamos tarde y fuimos a desayunar con la calma, nos esperaba un día tranquilo. Pero al final acabamos saliendo mas tarde de lo que nos pensábamos, ya que tuvimos que solucionar un tema práctico: estábamos teniendo problemas con nuestra tarjeta de crédito, y como la habíamos usado para reservar los alojamientos con Booking, teníamos miedo a perder las reservas. Eso hizo que no pudiéramos salir hasta pasadas las 10 de la mañana. El día se había despertado muy feo, con una insistente llovizna que amenazaba con estropearnos la jornada. La primera parada iba a ser en el parque estatal Dead Horse Point, una pequeña zona que protege un gran meandro del río Colorado. Como no es un parque nacional, no entra en el Annual Pass y había que pagar 20 $ por vehículo. Lo precisamente interesante de este sitio son las vistas a ese meandro… ¡y que vistas! El meandro es espectacular, y gracias a él se puede ver como el río atraviesa unos profundos cañones rojizos. El paisaje es agreste y salvaje, con una belleza sencillamente brutal. A pesar de la mala visibilidad que teníamos y de la llovizna que caía, pudimos disfrutar un montón de las vistas.
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Panorámica del Dead Horse Point |
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Dead Horse Point |
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Meandro del río Colorado en en Dead Horse Point |
A pesar que la vista interesante es la del mirador que mira al sur (donde va todo el mundo), el parque tiene una red de senderos que conectan otros miradores. Fuimos caminando al Meander Overlook, con bonitas vistas hacia el oeste. Lo bueno de este mirador es que está orientado perfectamente a la parte mas expuesta del meandro, con lo que las vistas no le tienen nada que envidiar al anterior. También fuimos al mirador del visitor center, orientado al este, pero en este caso las vistas no eran muy buenas. El Dead Horse Point nos encantó, era todo un preludio de lo que íbamos a ver un poco mas adelante.
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Vista desde el Meander Overlook |
A continuación recorrimos los pocos kilómetros que separan el Dead Horse Point del parque nacional de Canyonlands, y concretamente de la zona de Islands in the Sky (la mas popular). El parque estaba bastante solitario, no sabemos si por el mal tiempo. Pero al menos tuvimos suerte que la lluvia cesó cuando llegamos al primer mirador, el Shafer Canyon Overlook. Las vistas eran increíbles, y pudimos contemplar en todo su esplendor este cañón lateral, que va a parar al río Colorado. El río no lo acabábamos de ver, pero sí su cañón de roca rojiza, el mismo que habíamos visto en Dead Horse Point. El paisaje era sencillamente impresionante, una buena forma de empezar nuestro paso por Canyonlands.
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Shafer Canyon Overlook |
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Panorámica del cañón |
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Shafer Canyon |
Cuando no pensábamos que Canyonlands nos podía impresionar mas llegamos al mirador de Mesa Arch. Como dice su nombre, la estrella es un gran arco de piedra. Como habíamos estado el día anterior en el parque nacional de Arches pensábamos que veríamos un arco mas… Pero estábamos muy equivocados: el majestuoso arco se alza en el borde de un acantilado que tiene unas vistas increíbles de los cañones, pareciendo una ventana hacia aquellas maravillas. Desde el arco se ve otro cañón lateral que se dirige al del río Colorado, que iríamos resiguiendo en toda nuestra visita. Nos pareció otro de los lugares imprescindibles de aquel parque.
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Mesa Arch |
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Vistas desde el Mesa Arch |
La siguiente parada fue la del mirador Buck Canyon Overlook, otro lugar con vistas de una belleza indómita. Este cañón no es tan profundo, y eso era una ventaja ya que nos permitió ver mas de los paisajes de los alrededores. Parece mentira, pero a pesar de aquellos bonitos paisajes Canyonlands es uno de los grandes desconocidos de los viajes por la costa oeste de EEUU, y mucha gente no llega a Utah perdiéndose una de las maravillas que tiene esta zona del país.
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Buck Canyon |
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Buck Canyon |
Pese a todo lo bueno que habíamos visto hasta entonces, todavía no habíamos visto lo mejor, que iba a ser el siguiente mirador, el Grand View Overlook. Este tiene una vista privilegiada, ya que ocupa el extremo sur de la meseta de Islands in the Sky. La vista no podía ser mas increíble, los escarpados peñascos se precipitaban hacia el río Colorado. Era curioso, ya que la roca de la meseta tenía un color ocre, mientras que el cañón resultado de su erosión era de un color rojizo muy vivo, lo cual producía un bonito contraste. En aquel momento no tuvimos ninguna duda: Canyonlands iba a ser uno de nuestros lugares preferidos de aquel viaje.
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Grand View Overlook |
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Panorámica del mirador |
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Grand View Overlook |
A continuación hicimos una excursión corta que parte precisamente del Grand View Point y que lleva a una cresta rocosa que se extiende al suroeste, a un punto que es realmente el mas meridional de Islands in the Sky. Es un trekking fácil, corto (una hora ida y vuelta) y sin prácticamente desnivel. La única dificultad fue seguir el sendero, ya que a veces se perdía entre las rocas, pero había gente haciéndolo así que no fue muy complicado de completar. Al final llegamos a un alto espolón rocoso que tenía fantásticas vistas hacia el oeste, una zona que hasta entonces no habíamos visto. Por allí, encerrado por su escarpado cañón, discurre el río Green, que se junta con el Colorado un poco mas al sur. El trekking nos gustó, ya que pudimos ver el otro gran cañón del parque, aunque también lo veríamos mas adelante desde otro mirador.
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Vistas hacia el cañón del río Green, al final de la excursión |
Precisamente, el mejor mirador sobre el cañón del río Green fue el siguiente al que fuimos, el Green River Overlook. Por el camino el tiempo había empeorado bastante, arreciando la lluvia y tapándose el cielo. Desgraciadamente, al llegar al mirador no se veía absolutamente nada, la vista estaba tapada por una densa neblina. Decidimos comer dentro del coche en el parking, con la esperanza que el tiempo mejorara. ¡Y tuvimos la enorme suerte que mejoró! Momentáneamente, las nubes se abrieron y dejaron pasar el sol, de forma que pudimos contemplar las fantásticas vistas. Ante nosotros teníamos un profundo cañón lateral que se precipitaba hacia el río Green, que podíamos ver ya que describía un amplio meandro. Aunque la vista de aquel mirador era unidireccional, nos encantó, así que valió la pena la espera en el coche.
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Green River Overlook |
Volvimos al coche y tomamos la carretera que lleva al extremo noroeste de la meseta. Del final de la carretera parte la excursión que íbamos a hacer, que lleva al
Upheaval Dome. Es una excursión corta (1 hora y media) y casi sin desnivel. Aquí también había un poco de dificultad de seguir el camino, ya que muchas veces caminabas sobre roca desnuda y se hacía difícil ver por dónde iba el sendero. Finalmente llegamos a un mirador sobre el Upheaval Dome, una enigmática estructura circular. Mientras unos científicos creen que es el cráter de un meteorito que impactó durante el jurásico, otros piensan que es una depresión salina, ya que se puede ver un gran depósito de sales en el fondo del cráter. La excursión estuvo bien, aunque nos esperábamos unas vistas mas espectaculares, tal y como nos había acostumbrado Canyonlands.
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Panorámica del Upheaval Dome |
Con esto dimos por concluida nuestra visita a Canyonlands, uno de los parques nacionales que mas nos gustó de todo el viaje. Quizás sorprenda lo que vamos a decir, pero para nosotros nos pareció mas espectacular que el propio Gran Cañón, en el cual los cañones se ven mucho mas lejanos. Esta opinión la compartimos con varias personas que han estado en los dos parques, así que Canyonlands debería de estar entre los imprescindibles de la costa oeste. Nos hubiera gustado disponer de mas tiempo para haber explorado un poco la región de The Needles, en las que hay unos trekkings realmente muy atractivos.
Estaba ya anocheciendo cuando volvimos al coche. El camino de vuelta a Moab se nos hizo muy pesado, ya que el tiempo volvió a empeorar y la meseta se cubrió de una densa niebla que nos obligó a circular muy despacio. Ya en Moab aprovechamos para ir a un supermercado y reabastecer nuestras existencias de comida para el almuerzo. Ya que estábamos en el centro de Moab, decidimos ir a cenar sin pasar antes por el alojamiento. Elegimos el
Moab Diner, un típico “diner” americano con una buena ambientación y platos sencillos y económicos. Pedimos hamburguesa (sin pan) acompañada de patatas fritas (a cantidades industriales), cebolla y champiñones, y algo llamado Santa Fe Platter, que consistía en pollo rebozado cubierto de una salsa sabrosa con acompañamiento de unos rollitos de maíz, “arroz español” (arroz blanco con salsa de tomate), ensalada y croquetas de queso. La hamburguesa era buena pero nada del otro mundo, las habíamos comido mejores. Pero el platter era muy bueno y variado, aunque no nos convenció el hecho que un rebozado lleve por encima una salsa. Pero salimos contentos de la cena, la cual nos costó 23 $, un gran precio.
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Nuestra cena |
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