GEORGIA 9: Kazbegi II, iglesia de la Trinidad de Gergeti

9 de agosto de 2018 Para aquel día habíamos programado la excursión que lleva a la conocida iglesia de la Trinidad de Gergeti. Pero por la mañana tuvimos un tiempo horrible, con mucha lluvia, así que nos tuvimos que quedar en el alojamiento. Por la tarde parecía que dejaba de llover y empezamos a caminar hacia la ermita. Cuando estábamos cerca empezó a llover nuevamente, y llegamos a la ermita envueltos de una niebla impenetrable, con lo que no pudimos disfrutar de sus famosas vistas. La noche anterior cayó un auténtico diluvio que oímos mientras intentábamos dormir, deseando que el tiempo mejorara a la mañana. Pero nuestras plegarias no fueron oídas, y la mañana se despertó con un tiempo horrible, con mucha lluvia y mala visibilidad. Fuimos a desayunar y esperamos acontecimientos.
9 de agosto de 2018
Para aquel día habíamos programado la excursión que lleva a la conocida iglesia de la Trinidad de Gergeti. Pero por la mañana tuvimos un tiempo horrible, con mucha lluvia, así que nos tuvimos que quedar en el alojamiento. Por la tarde parecía que dejaba de llover y empezamos a caminar hacia la ermita. Cuando estábamos cerca empezó a llover nuevamente, y llegamos a la ermita envueltos de una niebla impenetrable, con lo que no pudimos disfrutar de sus famosas vistas.
La noche anterior cayó un auténtico diluvio que oímos mientras intentábamos dormir, deseando que el tiempo mejorara a la mañana. Pero nuestras plegarias no fueron oídas, y la mañana se despertó con un tiempo horrible, con mucha lluvia y mala visibilidad. Fuimos a desayunar y esperamos acontecimientos. El desayuno era tipo buffet, con huevos duros, tomates, pan, mermeladas, pasteles… bastante bueno, aunque aquellos días ya nos habíamos acostumbrado a comer algo cárnico y en el buffet no había nada de eso. Nuestro plan inicial era hacer la excursión más popular de la zona, la que sube a la iglesia de la Trinidad (Tsminda Sameba). El tiempo en completarla varía si partes de Stepantsminda o subes en coche hasta el pueblo de Gergeti, y serían unas 2-3 h, superando unos 400 m de desnivel. Una vez en la iglesia, continuaríamos caminando por el sendero que lleva al glaciar Gergeti (no pensábamos llegar a él, acabaríamos en un mirador que hay mucho antes), añadiendo unas 4 h y casi 700 m de desnivel. De forma que el trekking completo sería muy similar al de este track de wikiloc.
Pero aquel día nada iba a salir como habíamos previsto. Al terminar de desayunar seguía diluviando y no se veía ningún atisbo de mejora en el tiempo. Lo peor es que había una nebulosidad baja que impediría la visibilidad en cuanto ascendiéramos un poco montaña arriba. Así que nos lo tomamos con paciencia: nos fuimos a la habitación y pasamos el rato como pudimos, leyendo o tirando del wifi de la gueshouse (¡bendito invento!).
Hacia primera hora de la tarde cesó de llover y salió un poco el sol. Así que nos preparamos raudos y salimos con la intención de hacer al menos la excursión a la iglesia. Fuimos con el coche hasta el pueblo de Gergeti, lo aparcamos en una calle y empezamos a andar. Como en otras excursiones, nos habíamos bajado un track de wikiloc para irnos orientando con el gps. Por al poco de iniciar la caminata vimos que no nos sería útil, ya que parecía que a veces iba campo a través y además subía usando la ruta más directa e inclinada. Después de ascender por unos prados situados al oeste de Gergeti, dimos con la pista forestal que subía a la iglesia (los 4x4 pueden subir hasta ella). Pero en vez de continuar por aquella ruta tan inclinada, nos desviamos hacia el norte para tomar un camino que subía por un suave valle situado al noreste de la colina donde está la iglesia. Al principio era muy agradable, pero enseguida empezó a subir de lo lindo. Además, las lluvias habían dejado el sendero muy embarrado y pedregoso, con lo que fue muy pesado. Después llegamos a un denso bosque en el que el sendero era un poco mas cómodo, ya que habían construido peldaños de madera que facilitaban la subida.
Dejó de llover, pero una neblina cubría las montañas
Ascendiendo hacia la iglesia
Cuando no nos faltaba mucho para llegar a la iglesia empezó a llover. Era una lluvia fina, pero insistente. Dentro del bosque no nos afectó, pero pronto dejamos atrás la protección arbórea, ya que la iglesia se alza en una loma desprovista de árboles. Lo peor no era la lluvia, sino la densa niebla que nos envolvió. No veíamos nada a mas de 20 m. Dimos con una pista que suponíamos que debía ir a la iglesia, pero como estaba tan embarrada fuimos campo a través por los prados. Sabíamos por el gps que íbamos en buena dirección, pero con la niebla no veíamos nada, confiamos ciegamente (nunca mejor dicho) en la tecnología. Al cabo de unos minutos vimos como se dibujaba una silueta oscura entre la niebla. Sí, era la iglesia de la Trinidad de Gergeti, ¡habíamos llegado! Habíamos tardado una hora y media en llegar, y como seguía lloviendo, nos cobijamos en ella. La iglesia nos pareció bonita, aunque no era el mejor día para poder apreciarla con todo su esplendor. Lo que seguro que no podríamos apreciar son las famosas vistas de la iglesia y de las montañas de Kazbegi, que se han convertido en todo un símbolo del país.
La iglesia emerge entre la niebla
Iglesia de la Trinidad
No nos quedamos mucho rato, y decidimos bajar cuando antes, temerosos de que arreciara la lluvia (en aquel momento era fina y soportable). Bajamos por el camino que discurre al sur de la iglesia, por un suave valle que lleva directamente a Gergeti. El nivel de pendiente de este camino nos pareció bueno, tanto para bajar como para una eventual subida, aunque al discurrir por una solana desarbolada no sería aconsejable en días muy calurosos y soleados. Mientras bajábamos nos cruzamos con otros excursionistas que subían, seguramente gente como nosotros a los que la lluvia había tenido encerrados en sus alojamientos. Finalmente llegamos a Gergeti tras 2,5 h de haber empezado el trekking. Valorarlo es difícil con el tiempo que tuvimos, pero por lo que vimos durante la planificación del viaje, es una de las excursiones imprescindibles en Georgia.
Descendiendo de la iglesia
Bajando hacia Gergeti
Nos dirigimos al centro de Stepantsminda para hacer una cena temprana. De los varios restaurantes que había elegimos el homónimo Stepantsminda, ya que se veía muy animado. Pero pronto vimos que sería uno de los peores restaurantes al que hemos ido. Como no había sitio, compartimos la mesa con una pareja que se sentó casi al mismo tiempo que nosotros. Al venir el camarero a tomarnos nota les dijimos que no íbamos juntos y que haríamos las comandas por separado; eso le estresó sobremanera y nos dijo que teníamos que pedir las dos parejas al mismo tiempo (en una sola comanda). Como la otra pareja no había tenido tiempo de ver la carta, el camarero se fue. Al cabo de un buen rato volvió y esta vez sí que permitió que pidiéramos por separado (habíamos esperado a la otra pareja para nada). Pedimos kharcho (una de las sopas mas tradicionales del país) y barbacoa de cordero, acompañado de cerveza y agua de Borjomi. Y continuó el sainete del servicio: trajeron la sopa primero, sin haber traído ninguna de las dos bebidas, y tuvimos que reclamarlas. Después trajeron la carne, aunque no los cubiertos, que tuvimos que volver a reclamar. Fue un despropósito. Es una pena, porque la comida estaba buena, pero el servicio era horrible. Os aconsejamos que deis un vistazo a las opiniones en tripadvisor, cuyo enlace tenéis un poco mas arriba (curiosamente, uno de los que escriben una mala opinión son un grupo de Fuengirola que teníamos dos mesas mas adelante). Queríamos pedir algo mas, porque la sopa era pequeña, casi como un entrante, pero desistimos. La cena allí nos salió por 30,80 laris (unos 11 €).
Nuestra desastrosa cena
Como nos habíamos quedado con un poco de hambre, nos acercamos al cercano restaurante Shorena’s. Era pequeño y tenía un gran ambiente, y sobre todo un propietario que era el alma de la fiesta. Pedimos para compartir un curioso kachapuri, el shampurze, cuya masa se enrolla y se asa en un espetón. No nos entusiasmó ya que lo encontramos muy salado, aunque cumplió con su objetivo de llenarnos el estómago. Junto con una cerveza, pagamos 22 laris (unos 7 €).
Nuestra "segunda" cena

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