27 de julio de 2017
Empezamos la jornada dando una vuelta por los bonitos centros históricos de Celje y Maribor. Por la tarde llegamos a Ptuj, un bonito pueblo medieval en el que deambulamos el resto del día e hicimos noche.
Aquella jornada haríamos una ruta por la parte oriental de Eslovenia, lo que se conoce como la Baja Estiria. Tras una hora de coche desde Liubliana llegamos a nuestra primera parada, Celje. Ahora es una ciudad pequeña, pero durante la época romana fue un importante centro administrativo de la provincia de Noricum. Dejamos el coche en el parking de la estación de tren (1 € por 2 h) y fuimos a visitar su cercano centro histórico. Éste es peatonal y es ideal para pasear sin rumbo.
27 de julio de 2017
Empezamos la jornada dando una vuelta por los bonitos centros históricos de Celje y Maribor. Por la tarde llegamos a Ptuj, un bonito pueblo medieval en el que deambulamos el resto del día e hicimos noche.
Aquella jornada haríamos una ruta por la parte oriental de Eslovenia, lo que se conoce como la Baja Estiria. Tras una hora de coche desde Liubliana llegamos a nuestra primera parada, Celje. Ahora es una ciudad pequeña, pero durante la época romana fue un importante centro administrativo de la provincia de Noricum. Dejamos el coche en el parking de la estación de tren (1 € por 2 h) y fuimos a visitar su cercano centro histórico. Éste es peatonal y es ideal para pasear sin rumbo. Entramos en él por la plaza Krekov, donde se alza el imponente edificio del Celjski Dom, construido originalmente a principios del siglo XX como sede de las asociaciones de la importante comunidad alemana de la ciudad. De allí partía una red de calles rodeadas por bonitas casas pintadas de colores apagados. Celje no tiene grandes monumentos, pero es muy agradable para pasear. Quizás la única excepción es la Catedral de San Daniel, a la que vale la pena darle un vistazo. Al final nos estuvimos una hora visitando Celje, que nos pareció un buen desvío si se tiene tiempo, pero que no resultaría un lugar imprescindible en un viaje por Eslovenia.
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Plaza Krekov de Celje |
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Callejeando por Celje |
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Centro histórico de Celje, con la Catedral de San Daniel al fondo |
Volvimos al coche y condujimos otra hora hasta nuestra siguiente parada, Maribor. Aunque es la segunda ciudad de Eslovenia, su población no llega a 100.000 habitantes. Habíamos leído que era complicado aparcar en su centro, así que lo hicimos en el centro comercial Europark, que está situado justo al otro lado del río y cuyo parking es completamente gratuito. El centro histórico de Maribor nos recordó mucho al de Celje, ya que es peatonal y está lleno de casitas de colores. Su principal templo religioso es la Catedral de San Juan Bautista, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII aunque a nosotros nos pareció muy reconstruida.
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Disfrutando del centro de Maribor |
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Maribor, con la Catedral de San Juan Bautista (izq.) |
Hasta ese punto habíamos visto mas o menos lo mismo que en Celje. Pero hay dos lugares que marcan la diferencia, y hacen de Maribor un destino muy recomendable. El primero que visitamos fue la Glavni Trg, la plaza mayor de la ciudad, una preciosidad que está rodeada de monumentos que ponen de relieve la grandeza de Maribor. En el centro hay una Columna de la Peste del siglo XVII, elemento muy común en muchos lugares de Centroeuropa erigido para agradecer la intercesión divina para el cese de la peste. Uno de los edificios mas reconocibles es su Ayuntamiento del siglo XVI, construido en estilo renacentista por maestros italianos que coronaron la edificación con la típica torre en forma de bulbo. Aquella nos pareció uno de los lugares mas bonitos de todo Eslovenia. El segundo lugar es menos espectacular, pero mucho mas curioso. Resulta que en el barrio de Lent, pegado al río Drava, hay una vid que se plantó hace 450 años, siendo la mas antigua del mundo. Se la conoce como Vid Antigua o Stara Trta, y se encuentra tapizando la fachada de una casa, en la que se elabora un preciado vino de sus uvas. Los habitantes de Maribor le tienen mucho cariño y organizan anualmente un festival en su honor. ¡Nos pareció una historia la mar de curiosa!
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Glavni Trg, uno de los sitios mas bonitos de Maribor |
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Glavni Trg |
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La curiosa Vid Antigua |
El último objetivo del día iba a ser la ciudad medieval de
Ptuj. Aunque queda cerca de Maribor, unas obras en su entrada hicieron que tardáramos casi una hora en llegar. Fuimos directamente a nuestro alojamiento,
Šilak Rooms, un B&B situado en un edificio histórico del centro de la ciudad. Nuestra habitación era espaciosa, aunque algo básica en cuanto a mobiliario. A parte de su fantástica ubicación, sus otras grandes ventajas eran un buen desayuno incluido y parking gratuito (algo básico, ya que en Ptuj parecía difícil aparcar). El precio fue de 69 €, algo caro para estar “en provincias”, pero bueno por lo que recibimos a cambio.
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Nuestra habitación en Ptuj |
Aunque el nombre de Ptuj puede que no suene, lo cierto es que es una de las ciudades mas antiguas de Eslovenia. Sus orígenes se remontan a la Edad de Piedra, pero se convirtió en una importante ciudad bajo la dominación romana, que la bautizaron con el nombre de Poetovio. Durante la Edad Media supo conservar su importancia, compitiendo con Maribor, una ciudad mucho mas grande hoy en día. La balanza se desequilibró a favor de esta segunda en el siglo XVIII al llegar el ferrocarril de la línea Viena - Trieste. Quizás fuera una bendición, ya que Ptuj quedó congelada en el tiempo y hoy conserva uno de los centros históricos medievales mejor conservados de Eslovenia.
Debían ser sobre las 16 h cuando nos lanzamos a descubrir Ptuj. Sus callejuelas estaban repletas de casas ajadas por el paso del tiempo. Aquello tenía el ritmo de un pueblo, con calles muy tranquilas donde la vida pasa despacio. Llegamos hasta Slovenski Trg, una de las plazas mas bonitas del pueblo, presidida por la iglesia de San Jorge, cuyo interior nos tuvimos que conformar en ver desde una reja. Muy cerca se encuentra Mestni Trg, una plaza mas señorial rodeada por algunas mansiones y donde destaca un impresionante ayuntamiento gótico. Un poco mas al sur llegamos al Monasterio Minorita, del que destaca la bonita iglesia de San Pedro y San Pablo, en su día una joya del gótico esloveno que fue reducido a escombros durante la 2ª Guerra Mundial, aunque hoy en día está reconstruida. La verdad es que el paseo por Ptuj nos gustó mucho, combinando un centro histórico muy bien conservado y homogéneo, sin construcciones modernas, con algunos lugares históricos interesantes.
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Paseando por Ptuj |
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Plaza Slovenski, con la iglesia de San Jorge |
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Disfrutando del casco histórico de Ptuj |
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Mestni Trg (izq) y la iglesia del Monasterio Minorita (dcha.) |
Ptuj tiene dos buenos lugares para contemplar las vistas del pueblo. El primero al que fuimos fue el Castillo de Ptuj, que domina una pequeña colina al norte. Dentro hay un museo regional que no nos interesaba, al contrario que las fabulosas vistas que hay desde su entrada. Se puede ver casi todo el pueblo, del que sobresale la iglesia de San Jorge de entre el mar de tejados de las casas. El segundo lugar está al otro lado del río, al que cruzamos por un puente peatonal. Desde allí se puede ver el perfil de Ptuj, de donde emerge nuevamente la iglesia de San Jorge y que está coronado por el Castillo.
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Vistas de Ptuj desde el Castillo |
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Vistas desde el otro lado del río |
Satisfechos por la gran visita a Ptuj, regresamos al alojamiento a ducharnos y a descansar un rato. A la hora de cenar no había mucha oferta en Ptuj, ya que es un lugar por el que la gente está de paso y no se queda a dormir o cenar. Al final acabamos en la
Gostilna Amadeus, un restaurante en el que parecía que habíamos ido todos los turistas que hacíamos noche en el pueblo. De entrante pedimos un plato de pršut, una variante del prosciutto italiano. Después un plato de carne para dos personas, del que parecía que podían comer cuatro. Al final acabamos llenos y satisfechos con nuestra comida. Junto con una cerveza y una radler, la cena nos salió por 42,40 €.
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Nuestra cena en Ptuj |
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