Los viajes de David y Neus: ESLOVENIA 3: Liubliana (Ljubljana)

26 de julio de 2017

Pasamos el día entero visitando Liubliana, la fascinante capital de Eslovenia. Paseamos por su bonito casco histórico y subimos a su Castillo para disfrutar de las grandes vistas que se tienen desde lo alto. Un lugar imprescindible en todo viaje por el país.

Aquel día no madrugamos demasiado, ya que teníamos una jornada mas relajada que otras. No íbamos a tocar el coche, y dedicaríamos todo el día a pasear por Liubliana, la capital de Eslovenia. Salimos sobre las 10, después de desayunar como dios manda en el buffet del hotel. Nuestro primer objetivo iba a ser el principal punto de interés de Liubliana, su bonito casco histórico. Éste es pequeño, y está enclaustrado entre el río Ljubljanica y la colina del Castillo. Accedimos a él por el este, cruzando el río por el Puente de los Dragones (Zmajski most), cuyas efigies se han convertido en un icono de la ciudad. Se construyó a finales del siglo XIX y en su época fue toda una innovación al emplear hormigón armado como elemento de construcción. Al otro lado del río se extendían las paradas al aire libre del Mercado Central, por las que curioseamos un poco, aunque a aquella hora se notaba que había bajado su actividad. Del extremo suroeste de la plaza del mercado empieza la parte mas interesante del casco histórico, que es enteramente peatonal. Visto en un mapa parece una sola calle que lo atraviesa de principio a fin, pero en realidad son diferentes plazas estrechas interconectadas, aunque paseando por allí no te das cuenta donde acaba una y empieza otra. La primera que encontramos fue la plaza de Cirilio y Metodio (Ciril-Metodov Trg), unos santos que inventaron un alfabeto para traducir la biblia del latín al eslavo y que fue precursor del alfabeto cirílico. Lo más interesante de esta plaza es que allí se alza la imponente Catedral de San Nicolás. Se trata de un templo barroco del siglo XVIII cuya cúpula es visible desde muchos puntos de la ciudad. Su interior es impresionante, toda una oda al arte barroco, con recargadas decoraciones doradas, mármoles rosados y frescos inmensos incluyendo el del trampantojo del techo.

Puente de los Dragones (izq.) y Mercado Central (dcha.)

Ciril-Metodov Trg y la Catedral de San Nicolás

Catedral de San Nicolás

La siguiente plaza que encontramos hacia el oeste fue Mestni Trg, y es sin duda el lugar mas encantador de la ciudad. Está rodeado por bonitas mansiones barrocas del siglo XVII entre las que destaca el edificio del Ayuntamiento, con su característica torre del reloj. Pasear por allí nos pareció una delicia, y no podíamos dejar de mirar aquí y allá para apreciar todos sus detalles. ¡Nos encantaba! Del extremo norte de la plaza parte el puente Tromostovje, que lleva a otro de los puntos populares de la ciudad, la plaza Prešernov. Está rodeada por elegantes edificios barrocos pintados en tonos pastel, entre los que destaca la Iglesia de la Anunciación, donde entramos a dar un vistazo. De momento el centro de Liubliana nos estaba encantando.

Mestni Trg

Puente Tromostovje

Plaza Prešernov

Volvimos a Mestni Trg y seguimos paseando por ella. Al final se transforma en la Stari Trg, que es un poco diferente que el resto de “plazas”. Ésta es mas estrecha y está rodeada por casas de un porte mas modesto, nada que ver con las grandes mansiones barrocas que habíamos visto hasta entonces. Pero esto no quiere decir que sea menos interesante, mas bien al contrario. Las casas también parecían antiguas, y en sus bajos había tiendas de todo tipo, con lo que había mas vida y no solo turistas. Del comienzo de la plaza sale el Puente de los Zapateros (Suštarski most), un buen punto panorámico desde donde se tienen bonitas vistas del río. También nos pareció un buen desvío pasear un poco por Gornji Trg, una bonita calle muy tranquila que los turistas incomprensiblemente obvian.

Stari Trg

Gornji Trg

Stari Trg

Dejamos el casco histórico y cruzamos el río para explorar algo de la parte mas nueva, o no tan antigua, de Liubliana. Nos acercamos a dar un vistazo a la calle Krakovska, llena de casitas con huertos que nos transportaron a un pueblo de la campiña eslovena. Muy cerca de allí hay restos de la presencia romana en la ciudad, ya que estos instalaron aquí un gran campamento militar que se acabó transformando en la ciudad romana de Emona. El mejor sitio para aprender sobre el legado romano de la ciudad es en el Parque Arqueológico de los Primeros Cristianos, donde se conservan los restos de una iglesia paleocristiana, incluyendo los fabulosos mosaicos de su pavimento. Un poco mas al norte dimos con la zona mas gubernamental, entorno de la plaza de la República, con feos edificios de estilo comunista. Escapamos de esta zona como pudimos y tuvimos la suerte de dar con Kongresni Trg, una enorme plaza rodeada por bonitos edificios barrocos y desde donde se veía el Castillo.

Calle Krakovska

Parque Arqueológico de los Primeros Cristianos

Kongresni Trg

Eran sobre las 14 h y le habíamos dado un gran repaso a Liubliana. Como íbamos bien de tiempo, decidimos sentarnos a tomar algo en una terraza de la plaza Kongresni, para refrescarnos un poco del calor que empezaba a hacer. Después decidimos subir hasta el Castillo de Liubliana (entrada, 7,50 €), y lo hicimos andando dando un paseo agradable, aunque hay un funicular que sale de la plaza del Mercado Central. El Castillo es un batiburrillo de estilos debido a las reconstrucciones que se hicieron en diferentes épocas, así que externamente no es nada interesante. En sus diferentes dependencias hay exposiciones y actividades lúdicas, cosa que atrae a muchas familias. En una de las torres emiten un instructivo video sobre la historia de la ciudad muy bien hecho. Uno de los lugares mas interesantes es la Capilla de San Jorge, donde se pueden ver frescos del siglo XVIII con varios escudos de armas. Aunque para nosotros el sitio mas interesante es la Torre Panorámica, desde donde se tienen unas vistas espectaculares de la ciudad. De hecho, buscamos algún otro sitio fuera del castillo desde el que disfrutar de las vistas pero no lo encontramos, así que quien quiera disfrutar de ellas tendrá que pagar entrada. Con esto dimos por acabada la visita a Liubliana, que nos gustó mucho. Su casco histórico, aunque es pequeño, es precioso, y al ser peatonal es toda una delicia pasear por él. Vale la pena dedicar todo un día para poder explorar a fondo la ciudad sin prisas. Pero quien disponga de menos tiempo, también puede planificar una buena visita dedicándole solo medio día.

Castillo de Liubliana

Vista desde la Torre Panorámica

Vista desde el Castillo, casi alineada con el puente Tromostovje, y con los Alpes Julianos al fondo

Sobre las 18 h bajamos del castillo y volvimos a pasear un poco por el casco histórico. Como no queríamos ir al hotel y volver después al centro a cenar, decidimos hacer una cena temprana. Pese a lo pronto que era (eran menos de las 19 h), encontramos ya muchos restaurantes llenos (queda claro que en otros países esa hora es mas que correcta para cenar…). Al final acabamos en el Paninoteka, un restaurante informal con platos sencillos. Pedimos pollo rebozado de almendras y un plato de carne (que resultó ser panceta y morcillas) con una especie de chucrut de guarnición, ambos platos bastante buenos. Junto con una cerveza, la cena nos salió por 33,90 €, un precio algo caro, sobre todo comparado con la exquisita cena del día anterior.