26 de diciembre de 2016 Aquella jornada hicimos una de las excursiones mas populares de Ella, la que lleva a Ella’s Rock. Regresamos a Ella a primera hora de la tarde, y luego contratamos un tuk-tuk para que nos llevara a ver el Templo Dowa, uno de los mas importantes de la región.
Aquel día nos despertamos bien arropados bajo las mantas, era una gozada no tener que dormir con el ventilador puesto por el calor. Kamal nos sirvió el desayuno en la pequeña terraza de la guesthouse, compuesto de una especie de pancakes enrollados dulces, tostadas, tortitas, tortilla francesa… Todo muy bueno, y lo mejor es que lo que nos sobró Kamal nos lo empaquetó para que nos lo lleváramos en la excursión.
26 de diciembre de 2016
Aquella jornada hicimos una de las excursiones mas populares de Ella, la que lleva a Ella’s Rock. Regresamos a Ella a primera hora de la tarde, y luego contratamos un tuk-tuk para que nos llevara a ver el Templo Dowa, uno de los mas importantes de la región.
Aquel día nos despertamos bien arropados bajo las mantas, era una gozada no tener que dormir con el ventilador puesto por el calor. Kamal nos sirvió el desayuno en la pequeña terraza de la guesthouse, compuesto de una especie de pancakes enrollados dulces, tostadas, tortitas, tortilla francesa… Todo muy bueno, y lo mejor es que lo que nos sobró Kamal nos lo empaquetó para que nos lo lleváramos en la excursión. Antes de iniciarla teníamos que parar en la
estación de tren de Ella para solventar temas logísticos, aprovechando que la excursión a Ella’s Rock sale precisamente de allí. Queríamos comprar los
billetes de tren para los viajes que teníamos que hacer dentro de unos días. Y menos mal que lo hicimos, ya que parecía que los billetes estaban muy solicitados. Con el que tuvimos menos problemas fue con el del viaje a Nanu Oya que íbamos a hacer dentro de dos días, el horario nos pareció favorable (8:20 h) aunque no pudimos reservar sitio en el
Observation Deck, un vagón panorámico ideal para contemplar las bonitas vistas de este trayecto. El mas problemático fue el trayecto desde Hatton a Kandy de dentro de cinco días: queríamos viajar por la mañana pero tuvimos que aceptar ir en el tren de las 13:20 h. La alternativa hubiera sido no reservar, pero nos arriesgábamos a pasarnos 3 h de pie en el tren, cosa que habíamos sufrido en nuestras carnes el
segundo día de nuestro viaje y no queríamos repetir.
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Estación de tren de Ella |
Como hemos dicho antes, la
excursión a Ella’s Rock comienza precisamente en la estación de tren de Ella. Es una excursión que dura unas 4 h en total y supera unos 300 m de desnivel. No es muy exigente físicamente, pero tiene una gran dificultad en cuanto a la
orientación. Los senderos apenas están señalizados y hay tal cantidad de ellos que es muy fácil perderse. En nuestro caso habíamos hecho los deberes: nos habíamos bajado un
track de wikiloc y lo habíamos cargado en nuestro mapa de Maps.me (una app de mapas offline) para usar el gps. Gracias a eso pudimos hacer la excursión sin muchos problemas, pero por el camino encontramos a mucha gente perdida. Así que recomendamos fervientemente usar el gps para esta excursión, o contratar algún guía (por el camino es posible que algún local se ofrezca). Sin una de estas dos ayudas será casi imposible encontrar el camino correcto.
Eran las 10 cuando empezamos a caminar al lado de las vías que salían de la estación de tren de Ella. Era un poco extraño caminar por allí, pero enseguida comprobamos que la gente local usa las vías como vía de comunicación en la zona. Desde niños que iban al colegio como agricultores que se desplazaban hacia sus campos. El camino iba separado solo 1 m de las vías, lo que puede parecer peligroso, pero pasan muy pocos trenes por allí, y además son tan ruidosos que los oiríamos desde kilómetros de distancia. El paisaje entorno de las vías era muy bonito, lleno de campos de cultivo con pequeñas casas y montañas. Precisamente hacia al sur podíamos ver en todo momento la mole de Ella’s Rock… ¡¿hasta allí arriba teníamos que subir?!
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Caminando al lado de las vías |
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Paisajes que se ven desde las vías |
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Al fondo del todo, Ella's Rock |
Este primer tramo de la excursión no tenía pérdida, solo había que seguir las vías. Tras pasar por un gran puente de hierro vimos que salía un camino a la izquierda, y un señor nos dijo que se iba a Ella’s Rock por allí. En el track que teníamos indicaba que debíamos seguir un kilómetro mas, pero leímos en la Lonely Planet que aquel desvío era correcto. Como en nuestro mapa de Maps.me salían algunos caminos decidimos tomar el desvío. Inmediatamente rodeamos un gran huerto y vadeamos un río por un puente de cemento. Al empezar a subir por una pequeña colina encontramos una pareja que como nosotros llevaba un gps, y nos dijo que aquel camino no era correcto. Miramos nuestro gps y vimos que tenían razón, nos dimos cuenta que tendríamos que hacer la excursión mirando continuamente el gps, ya que había muchos caminos y era fácil perderse. Precisamente cuando tomamos el camino correcto, paralelos al pequeño valle de un río (que habíamos cruzado en el puente), encontramos a un grupo de chicas totalmente perdidas, no llevaban ni mapa ni gps ni nada. Les dijimos que nos siguieran, pero después les perdimos la pista, ya que los caminos de esta parte estaban casi engullidos por la vegetación. El camino seguía remontado el valle, pero había que desviarse colina arriba. Llegamos a una bonita plantación de te, era la primera vez que veíamos una. Las matas de te tenían un color verde increíble y una forma de almohada muy especial.
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Vistas durante la excursión |
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Atravesando una plantación de te |
Un poco mas colina arriba, la vegetación cambió y las plantaciones de te dieron paso a plantaciones forestales de eucaliptos. Luego llegamos a una especie de collado que separaba la colina que habíamos subido de la cima de Ella’s Rock. Desde allí había unas bonitas vistas de la zona. A partir de aquí el sendero se hacía más duro físicamente, superando una pendiente bastante pronunciada. Al menos el sendero estaba más marcado y era mas fácil de seguir, aparte de que nos encontramos con muchos más excursionistas que iban en la buena dirección. Este último tramo se nos hizo más pesado, ya que cuando empezábamos a estar cansados era cuando el sendero nos pedía un esfuerzo extra.
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Camino de subida entre eucaliptos |
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Vista desde el collado |
Tras dos horas desde que empezamos llegamos al mirador de la cima de Ella’s Rock. La vista era espectacular, y se podían ver todas las montañas de los alrededores. La verdad es que todas las complicaciones de la ruta y el esfuerzo de la subida se vieron recompensados con aquellas fabulosas vistas. Hacia el norte se veía el pueblo de Ella, incluso forzando la vista logramos a distinguir nuestra guesthouse (era fácil de localizar gracias al mega-hotel que estaban construyendo justo enfrente). Hacia el este se apreciaban las diferentes cimas del Little Adam’s Peak, montaña a la que subiríamos al día siguiente. Aprovechamos el bonito paisaje para comernos el resto del desayuno que nos habíamos llevado. Desde el mirador partía un sendero hacia al sur, y como vimos que en nuestro mapa llevaba a otro mirador, nos acercamos a dar un vistazo. Estaba cerca y ofrecía unas bonitas vistas hacia al sur, así que vale la pena acercarse.
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Vista hacia Little Adam's Peak |
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Vista hacia Ella |
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Mirando hacia el valle de Ella |
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Vistas desde el segundo mirador |
Después de contemplar un rato las vistas de la cima iniciamos el descenso. Al llegar al collado decidimos coger un sendero que salía hacia el oeste aunque ello suponía salir de la ruta del track. Vimos que había mucha gente que bajaba por allí y el sendero salía en nuestro mapa de Maps.me, así que pensamos que era buena idea para hacer otro camino a la vuelta. No tuvimos problemas para seguir el sendero, que fue bajando colina abajo hasta llegar a una llanura fluvial llena de cultivos. Allí empalmamos con el sendero del track y nuevamente llegamos a las vías del tren, que solo teníamos que seguir hasta la estación de Ella para acabar la excursión. Al final tardamos algo mas de 4 horas en hacerla, la cual nos pareció totalmente recomendable, siempre que se disponga de un mapa o con la ayuda de un guía.
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Huertos en el camino de vuelta |
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Regresando hacia la estación de tren de Ella |
Eran cerca de las 15 h cuando llegamos a Ella, y decidimos descansar en la terraza de un bar mientras tomábamos unos refrescos. Como teníamos todavía mucho tiempo decidimos que iríamos a ver el Templo Dowa, situado a 7 km de Ella. Regateamos con un par de tuktukeros y al final nos decantamos por un chico muy majo con rastas que nos cobró 700 rupias (unos 4 €) por la ida y vuelta y la espera. El viaje hasta allí fue una especie de rally, con adelantamientos al límite, en mas de una ocasión pensamos que tendríamos un accidente. El templo estaba emplazado en medio de un valle boscoso, alejado de la civilización. Primero fuimos a ver una enorme escultura de un Buda esculpida en la roca de mas de 2000 años, que se dejó inacabada. A sus pies hay un pequeño monasterio activo (donativo obligatorio, 100 rupias), también medio protegido por un saliente rocoso. Su interior estaba decorado con interesantes frescos con escenas de la vida de Buda. Realmente el templo es muy pequeño, en unos 20 minutos lo vimos todo.
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Templo Dowa, estatua de Buda (dcha.) |
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Frescos en el Templo Dowa |
Volvimos a Ella y para estirar las piernas estuvimos paseando un poco. Delante de una tienda oímos a unos chicos hablando castellano y nos acercamos a saludarlos. Tenemos que decir que encontramos muy pocos españoles durante el viaje, justamente aquellos eran los segundos con los que conversábamos desde el primer día. Eran una joven pareja de Cádiz muy simpática, él estudiaba el MIR de medicina y ella inglés. Hacían la ruta al revés que nosotros, con lo que nos dieron algunos buenos consejos sobre lugares que visitaríamos días después, y nosotros hicimos lo propio con la zona del sur que a ellos les quedaba por ver. Eran tan majos que el tiempo nos pasó volando y estuvimos casi dos horas hablando allí.
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Paseando por Ella |
Volvimos a la guesthouse para ducharnos y descansar un rato. Después salimos a cenar. Elegimos un restaurante un poco alejado del centro, se llamaba
Ella Village. No nos complicamos mucho la vida y pedimos arroz con curry y noodles con pollo. El arroz estaba envuelto en una hoja de banana e iba acompañado de diferentes currys (lentejas, pollo, yuca, berenjena, judías verdes y otras cosas que no identificamos). En general todo estaba bueno, aunque alguno de los currys tenía un sabor un poco extraño. Junto con un zumo de lima y una coca-cola, la cena nos salió por 1875 rupias (unos 11 €).
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Nuestra cena en Ella Village |
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