Del 20 al 24 de junio de 2015
En el puente de San Juan habían pasado ya un par de meses de nuestro último viaje a Malta. Hacía poco que habíamos comprado los billetes para el que sería el gran viaje de verano para meses después, China, y no nos podíamos permitir un destino demasiado caro. Entonces pensamos que sería una gran idea visitar Francia, un país lleno de lugares interesantísimos a menos de dos horas de coche desde casa. De entre ellos está la ruta de los cátaros, que siempre habíamos tenido la idea de hacer pero nunca habíamos encontrado el momento. Y ese momento por fin llegó.
Del 20 al 24 de junio de 2015
En el
puente de San Juan habían pasado ya un par de meses de nuestro último viaje a
Malta. Hacía poco que habíamos comprado los billetes para el que sería el gran viaje de verano para meses después,
China, y no nos podíamos permitir un destino demasiado caro. Entonces pensamos que sería una gran idea visitar
Francia, un país lleno de lugares interesantísimos a menos de dos horas de coche desde casa. De entre ellos está la
ruta de los cátaros, que siempre habíamos tenido la idea de hacer pero nunca habíamos encontrado el momento. Y ese momento por fin llegó.
Así pues hicimos la maleta, nos montamos en el coche y empezamos el viaje. Era una sensación rara, ya que los viajes siempre los habíamos empezado yendo al aeropuerto. Pero fue una experiencia genial, ya que pudimos empezar y acabar el viaje cuando quisimos, sin depender de horarios de vuelos. Seguro que en el futuro volveremos a Francia para seguir descubriendo mas zonas de su geografía.
El resumen de todo lo que hicimos en el viaje fue el siguiente:
- Día 1 - llegada: salimos a primera hora de la tarde y teníamos por delante unas pocas horas de coche hasta nuestra primera base en Francia, St. Paul de Fenouillet, donde hicimos noche.
- Día 2 - castillos de Corbières: dedicamos casi todo el día a ver alguno de los castillos más imponentes de la región, muchos de ellos cátaros. Empezamos atravesando las gargantas de Galamus, un escarpado desfiladero atravesado por una carretera casi excavada en la roca. Después visitamos el castillo de Peyrepertuse, sin duda mas impresionante de la región, aunque no es cátaro. Después fuimos al castillo de Quéribus, que sí que lo es, menos espectacular que el anterior pero con unas vistas espectaculares del Rosellón.
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Gargantas de Galamus |
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Castillo de Peyrepertuse |
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Castillo de Peyrepertuse |
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Castillo de Quéribus |
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El siguiente castillo, el de Puilaurens, solo lo vimos de lejos. Sí que subimos al de Montségur, muy conocido por ser uno de los últimos reductos del catarismo. Su simbolismo es muy importante, pero como castillo en si no nos gustó mucho. Acabamos el día en Toulouse, donde hicimos noche.
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Castillo de Montségur |
- Día 3 - Rocamadour y Toulouse: por la mañana hicimos una excursión a Rocamadour, un pueblo encantador con un monasterio que parecía estar esculpido en la roca. Fueron casi 4 horas de trayecto entre ida y vuelta, pero fue un palizón que valió la pena. Aunque quizás teníamos que haber planeado su visita de otra forma, por ejemplo durmiendo la noche anterior en aquella zona.
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Vista de Rocamadour |
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Rocamadour, con el monasterio colgado en el acantilado |
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Por la tarde, regresamos a Toulouse para pasear por el centro, la mejor forma de descubrir sus agradables calles y animadas plazas, sin duda lo mejor de la ciudad. Aunque Toulouse no tenga grandes monumentos, nos gustó pasar la tarde por sus calles. La noche la volvimos a pasar en Toulouse.
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Toulouse, place Saintes-Scarbes |
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Toulouse, rue du Taur |
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- Día 4 - Carcassonne: por la mañana nos desplazamos a esta ciudad, donde dedicamos el resto del día a descubrir su fantástica ciudadela medieval. Dedicarle casi todo un día fue un acierto, ya que recorrerla a fondo requiere su tiempo. Fue de lo mejor de aquel viaje, es una ciudad que recomendaríamos a cualquiera.
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Carcassonne, entrada a la ciudadela medieval |
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Carcassonne, entrada al castillo |
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Acabamos el día paseando por La Bastille, el barrio situado a pies de la fortaleza. Es mas moderno, pero no estuvo mal dar un paseo. Cenamos el plato típico de la zona, la cassoulet, el típico guiso de pato. Esa noche dormimos en Carcassonne.
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La Bastille, Carcassonne |
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Cassoulet |
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- Día 5 - Fontfroide y regreso: dedicamos el día a regresar hacia casa, parando en la Abadía de Fontfroide, un interesante monasterio cisterciense fundado en el siglo XI. También paramos en el último pueblo francés, Le Voulou, para comprar productos franceses (caros o difíciles de encontrar en España).
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Abadía de Fontfroide |
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Claustro de Fontfroide |
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Hemos vuelto encantados de esta región de Francia, sobre todo por su rico patrimonio histórico, especialmente el medieval. El mejor recuerdo que nos llevamos es el de Carcassonne y su ciudadela, que debería ser una visita imprescindible para cualquier visitante del país. De los muchos castillos que vimos, nos quedaríamos con el de Peyrepertuse, tanto por lo bien conservado que está como por los paisajes que se divisan desde él. Y por no hablar de la gastronomía, sin duda otra de las razones de ir, todavía recordamos la fantástica cassoulet que comimos en Carcassonne. Todo el sureste de Francia es muy recomendable, nosotros solo hemos visto una pequeñísima parte de forma que tiene mucho mas que ofrecer. Y a nuestros lectores de Catalunya hay que decirles que tienen una tierra maravillosa a solo dos horas de coche, ¡como para perdérsela!
PRESUPUESTO
El hecho de ir con nuestro propio coche hizo que el presupuesto estuviera muy contenido. Los
peajes han representado un gran gasto en el viaje: en Catalunya ya estamos acostumbrados a ellos, pero en Francia los hay incluso mas. Y siempre priorizábamos el circular por vías rápidas, así que nos tocó pagar. En cuanto a los
alojamientos, en un viaje de este tipo siempre es el principal gasto, y nos costó encontrar opciones económicas. En este sentido, fue una buena idea de alojarse en un
hotel F1, una cadena francesa de hoteles low cost, con habitaciones sencillas y muy baratas (menos de 40 € la doble); el hándicap es que suelen estar alejados del centro de las ciudades, que también es una ventaja cuando se va en coche, ya que tienen parking gratis. Aquí os dejamos el presupuesto con los principales gastos.
Presupuesto simplificado
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Combustible:
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90,51 €
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Peajes:
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80,20 €
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Alojamiento:
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198,40 €
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TOTAL:
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369,11 €
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TOTAL POR PERSONA:
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184,56 €
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Un viaje la mar de interesante. En 2010 con unos amigos organizamos algo parecido. Recuerdo con carino la visita a la catedral de Toulouse que era en forma de "S". Recomiendo también la Ciudad de Albí que queda relativamente cerca.
ResponderEliminarHola Jordi,
EliminarEl día de Toulouse estuvimos a punto de ir a Albi, también nos lo habían recomendado otras personas. Pero al final nos "encaprichamos" de Rocamadour... aunque también valió la pena
Saludos