2 de enero de 2015 Dedicamos todo el día a descubrir la rica fauna de la península Valdés en coche de alquiler. Visitamos la lobera de Puerto Pirámides, la pingüinera de Caleta Valdés y Punta Cantor con sus elefantes marinos. La experiencia fue un poco decepcionante, los animales estaban muy lejos y costaban de ver. Por la noche cogimos el bus nocturno de Trelew a Bariloche, la siguiente etapa del viaje.
Aquella mañana nos forzamos a madrugar, teníamos un día muy largo por delante. Nos pusimos en marcha después del espartano desayuno del hotel y en una hora y media llegamos a las puertas del Parque Nacional península Valdés. Allí nos hicieron pagar 180 pesos por persona (unos 16 €) mas 12 pesos por el coche. Hicimos una breve parada en el Centro de Visitantes, con interesante información sobre la fauna, flora y vegetación. Había una torre de observación en la que pudimos empezar a hacernos una idea del paisaje general de la península Valdés, casi enteramente recubierta de una estepa semiárida.
2 de enero de 2015
Dedicamos todo el día a descubrir la rica fauna de la península Valdés en coche de alquiler. Visitamos la lobera de Puerto Pirámides, la pingüinera de Caleta Valdés y Punta Cantor con sus elefantes marinos. La experiencia fue un poco decepcionante, los animales estaban muy lejos y costaban de ver. Por la noche cogimos el bus nocturno de Trelew a Bariloche, la siguiente etapa del viaje.
Aquella mañana nos forzamos a madrugar, teníamos un día muy largo por delante. Nos pusimos en marcha después del espartano desayuno del hotel y en una hora y media llegamos a las puertas del Parque Nacional península Valdés. Allí nos hicieron pagar 180 pesos por persona (unos 16 €) mas 12 pesos por el coche. Hicimos una breve parada en el Centro de Visitantes, con interesante información sobre la fauna, flora y vegetación. Había una torre de observación en la que pudimos empezar a hacernos una idea del paisaje general de la península Valdés, casi enteramente recubierta de una estepa semiárida.
|
Estepa típica de la península Valdés |
En el Centro de Visitantes preguntamos por los mejores sitios para visitar con el tiempo de que disponíamos. Nos dijeron que las distancias eran muy grandes y que nos centráramos en la zona de Caleta Valdés y Punta Cantor. Nos quedaría pues en el tintero Punta Norte, con una importante colonia de lobos marinos. Por eso nos aconsejaron pasar por Puerto Pirámides, donde hay otra colonia de estos animales. Y hay que decir que mas tarde comprobamos que acertaron al 100 % con sus consejos. Siempre se agradece que en un sitio de este estilo te ayuden tanto
La primera parada fue en Puerto Pirámides, el único pueblo de la península. Allí llenamos el depósito del coche, ya que aquí está la única gasolinera de la península. En una panadería aprovechamos para comprar 6 empanadas para la hora de comer (60 pesos), y también fruta y bebida en un supermercado cercano (56 pesos). Luego fuimos a la colonia de lobos marinos, a solo 5 km por una pista de ripio infernal. Aquí llegó la primera decepción: los lobos marinos estaban en una playa rocosa a tanta distancia del mirador donde estábamos que se hacía difícil verlos bien. Además, estaban bastante inactivos, simplemente estaban tumbados en la playa sin moverse lo mas mínimo.
|
Vista del pueblo de Puerto Pirámides |
|
Vista de los lobos marinos desde el mirador |
|
Lobos marinos |
Este primer desencuentro no nos importó, los principales sitios de avistamiento de fauna vendrían mas tarde. Tomamos la pista de ripio que se internaba por la península, en la que nos dimos cuenta que no se exageraba nada cuando se recomendaba no circular a mas de 60 km/h. El ripio estaba compuesto por una gruesa capa de gravilla, y tenía las marcas de las roderas de los dos supuestos carriles de circulación; a la que te salías de estas roderas, el coche empezaba a dar bandazos, por la poca estabilidad que tenía la gravilla. Al final tardamos dos horas en hacer unos 80 km de ripio. La verdad es que fue un camino muy pesado, en medio de una estepa sin ninguna gracia ni animal viviente.
Finalmente llegamos a
Caleta Valdés, donde hicimos una parada para ver su
pingüinera. ¡Segunda decepción! Esta pingüinera es mucho mas pequeña que la que vimos el día anterior en
Punta Tombo. Está extendida sobre todo por un acantilado y la playa que hay debajo. Pero desde el mirador habilitado para los visitantes solo puedes ver los pocos nidos de pingüinos que hay en el acantilado. El grueso de la colonia queda fuera de la vista o muy lejos. Un poco mas adelante paramos en otro mirador para ver la curiosa forma de la Caleta Valdés, donde las barras de arena que la integran van cambiando de forma año tras año en función de las corrientes y los temporales.
|
Panorámica de la pingüinera |
|
Pingüinos de Magallanes |
|
Pingüinos de Magallanes |
|
Barras de arena de caleta Valdés |
Un poco más al sur llegamos a Punta Cantor, uno de los lugares mas importantes de la península y con una famosa colonia de elefantes marinos. ¡Y tercera decepción! Cuando llegamos al mirador vimos que los animales estaban lejísimos, mas que en el caso de Puerto Pirámides. Y además estaban igual de inactivos, podían pasar perfectamente como elementos de atrezzo. Hubiéramos necesitado unos buenos prismáticos para ver algo... Mas tarde nos dijeron que los elefantes marinos normalmente descansan cerca del mirador, así que a lo mejor aquel día decidieron hacerlo en otro sitio para desgracia nuestra.
|
Vista de los elefantes marinos desde el mirador |
|
Elefantes marinos |
En
Punta Cantor había un corto sendero para ver pequeña fauna terrestre. A lo largo de él encontramos sobre todo muchas lagartijas, aunque en los plafones decía que se podían ver también serpientes. Pero lo mejor de todo fue al encontrar un pequeño
armadillo peludo. ¡Nunca habíamos visto semejante animal! Nos pareció muy curiosa la coraza que tienen para proteger su dorso. Lo gracioso del asunto es que seguimos al armadillo hasta un sitio donde había un plafón informativo sobre estos animales.
|
Lagartija |
|
El armadillo nos llevó a "su" plafón informativo |
|
Armadillo peludo |
Como hacía mucho viento en Punta Cantor comimos nuestras empanadas dentro del coche. Eran sobre las 15 h y teníamos que devolver el coche en Trelew a las 19 h, así que no nos iba a dar tiempo de mucho mas. En el camino de vuelta tuvimos la suerte de ver algunos animales, como la martineta común o una gran manada de guanacos. Antes de salir del parque nos acercamos a dar un vistazo a la Isla de los Pájaros. Es un islote que hay frente a la costa que está totalmente colonizado por aves marinas. Obviamente, desde aquella distancia las aves solo eran puntitos blancos y negros. En una torre de observación había un catalejo de esos que funcionan con monedas. Gracias a él pudimos ver algo, aunque la vista tampoco era fantástica.
|
Manada de guanacos |
|
Martineta común |
|
Isla de los pájaros |
Como
valoración general tenemos que decir que la
península Valdés nos
defraudó mucho. Los animales marinos estaban a una distancia mas que considerable de los miradores y era difícil verlos a simple vista. No sabemos si fue mala suerte y los animales descansaran ese día lejos de los miradores, como nos apuntaron mas tarde. También es cierto que veníamos un poco condicionados por el día anterior, que habíamos visto tan de cerca a los pingüinos de Punta Tombo y con los que habíamos disfrutado tanto. Además, por la época que era no pudimos ver el mayor atractivo del parque, las ballenas, y creemos que eso también le resta interés a la península Valdés. Por último mencionar que el blog de
Naturaleza y viajes tiene un post interesantísimo de esta zona, con mucha información práctica e incluyendo el avistaje de ballenas.
Necesitamos unas dos horas mas de coche para regresar al aeropuerto de Trelew, donde teníamos que devolverlo. La oficina de Hertz estaba desierta y el empleado llegó 15 minutos tarde. A la hora de pagar, el empleado se hizo el enrollado y nos dijo que nos haría una rebaja en el precio cobrándonos un par de horas menos de alquiler. Pero al abandonar el aeropuerto en taxi nos dimos cuenta que nos había puesto mas kilómetros de los que realmente habíamos hecho. La diferencia entre el ahorro de una cosa y el sobrecoste de la otra eran de 200 pesos de mas que pagamos!!! No sabemos si fue un error o lo hizo a propósito para engañarnos. Si no hubiéramos tenido tanta prisa le hubiéramos dicho al taxista que regresara al aeropuerto.
Teníamos que ir rápidamente a la estación de Omnibus de Trelew para coger el bus nocturno a Bariloche que salía a las 21:45 h. Al contrario de lo que nos pensábamos, se trataba de dos buses: el primero iba de Trelew a Esquel, y el segundo de Esquel a Bariloche. La diferencia entre ambos buses era de solo 5 minutos, así que sería a la práctica como bajar de un bus y subir inmediatamente a otro. Los billetes los habíamos comprado días atrás en Ushuaia, ya que pensábamos que por esas fechas podría ser que los buses se llenaran fácilmente (aunque al final vimos que quedaban varios asientos disponibles). Los billetes con la compañía Don Otto nos costaron 960 pesos (unos 93 €) ya que escogimos “semi-cama” (asientos que se reclinan casi como si fueran una cama). En este tipo de trayectos nocturnos no solemos escatimar en dinero, ya que se trata de dormir bien para estar descansados al día siguiente y poder estar al 100%. Los asientos del Don Otto eran comodísimos, reclinables casi horizontalmente y con unos reposapiés muy prácticos.
|
Acomodados en el bus |
Antes de subir al bus fuimos a comprar algo para cenar en los alrededores de la estación. Compramos un par de milanesas y una botella de agua (178 pesos). Al poco de arrancar el bus cenamos media milanesa cada uno ya que eran enormes! Vimos la película que pasaban (Lego Movie) y luego nos pusimos a dormir. Hemos de decir que dormimos muy bien, pocas veces habíamos descansado tan bien en un bus nocturno.
Uooo pero lo del armadillo esuna pasada!!! a mi es que me fascinan mas esos animales raros jeje
ResponderEliminarPero bueno, entiendo que el resto haya decepcionado al compararlo con el día anterior ;)
Por cierto, me sigue pareciendo caro U.U pago por coche, persona...me alegra de que en USA haya el passe de los parques y que en otros lados solo se pague por coche :S
un saludo!
Si, el armadillo fue lo que nos alegró el día, fue todo un puntazo verlo aparecer de entre la estepa. Neus empezó a gritar cuando lo vio y había unos argentinos cerca que vinieron a ver que pasaba y comentaron "un simple peludo", para ellos debía ser lo más normal del mundo
EliminarLo del coche en Argentina es incomprensible, es tan caro... Mira que hemos alquilado coches en muchos países, pero nunca hemos pagado tanto por ello.
Saludos
Jajajaja un simple peludo... xD madre y a nosotros nos hace ilusión, como son las cosas jaja
EliminarExcelente relato y fotos, me intriga saber que cámara y lentes usas ya que tienes muchos acercamientos y me imagino que no viajaras con varios lentes por lo poco practico.
ResponderEliminarSaludos.
Hola!
EliminarUsamos una Olympus OMD-E10 con un objetivo normalillo (14-42 mm). Su zoom no es muy bueno, pero como las fotos salen con tan buena definición que se pueden recortar para acercar los objetos que se fotografían.
Saludos
lo mas importante y alo que va la mayoria de gente a peninsula valdes es para ver el avistamiento de ballenas y por las fechas que fuisteis, no era temporada, por eso no es raro que os decepcionara.
ResponderEliminarDe hecho, ya sabíamos que no íbamos a ver ballenas. Nuestro objetivo era ver colonias de los otros mamíferos marinos, elefantes y lobos marinos, y las de pingüinos. Pero en el caso de lobos y elefantes los miradores estaban tan lejos que era casi imposible verlos bien. En el caso de los elefantes, habíamos visto fotos hechas desde un mirador mas cercano, con los animales muy cerca. Suponemos que debieron cerrarlo... Por todo eso nos decepcionó, no por no ver ballenas.
EliminarSaludos