INDONESIA 16: viaje de Gili Air a Tana Toraja (Sulawesi)

11 de agosto de 2014 Este fue un día en el que nos pasamos toda la jornada viajando, llegando a coger cinco transportes diferentes: con el fast boat fuimos de Gili Air a Padangbai en Bali, con microbús hasta el aeropuerto de Denpasar, con avión al aeropuerto de Makassar en Sulawesi, en taxi hasta la estación Daya y en bus nocturno a la región de Tana Toraja. De esta forma llegamos a la fascinante isla de Sulawesi, la última que descubriríamos en nuestro viaje a Indonesia. Aquella mañana nos levantamos pronto para desayunar con tranquilidad, el dueño de Gilinta Villa nos había permitido hacerlo antes de la hora. El fast boat salía del puerto de Gili Air a las 8... mejor dicho, de la playa. Tuvimos que meternos en el agua hasta las rodillas para subir.

11 de agosto de 2014

Este fue un día en el que nos pasamos toda la jornada viajando, llegando a coger cinco transportes diferentes: con el fast boat fuimos de Gili Air a Padangbai en Bali, con microbús hasta el aeropuerto de Denpasar, con avión al aeropuerto de Makassar en Sulawesi, en taxi hasta la estación Daya y en bus nocturno a la región de Tana Toraja. De esta forma llegamos a la fascinante isla de Sulawesi, la última que descubriríamos en nuestro viaje a Indonesia.

Aquella mañana nos levantamos pronto para desayunar con tranquilidad, el dueño de Gilinta Villa nos había permitido hacerlo antes de la hora. El fast boat salía del puerto de Gili Air a las 8... mejor dicho, de la playa. Tuvimos que meternos en el agua hasta las rodillas para subir. Para nosotros no fue problema, pero había gente urbanita que no iba nada preparada. Igual que a la ida, el viaje fue tranquilo, aunque antes nos habíamos tomado las pastillas anti-mareo para prevenir.

Al cabo de 3 horas llegamos al puerto de Padangbai en Bali, tan caótico como a la ida. Allí nos dividieron a los turistas en grupos dependiendo del destino al que viajábamos. Llenaron dos microbuses con gente que, como nosotros, se dirigía al aeropuerto de Denpasar. Nuestro vuelo a Makassar no salía hasta las 16:25, así que íbamos muy bien de tiempo. Pues menos mal! Al poco de partir de Padangbai, el otro microbús de los dos que íbamos tuvo un accidente: estando parado en un semáforo, el coche de atrás salió demasiado rápido y le golpeó la parte trasera. Nuestro conductor bajó para ayudar, sobre todo a una chica que parecía haberse hecho un poco de daño. Al cabo de unos minutos, dejamos el microbús accidentado y sus ocupantes (esperamos que no tuvieran prisa por coger algún vuelo) y reanudamos el viaje.

Desembarcando en Padangbai

Accidente de camino al aeropuerto

Al cabo de una hora llegamos al aeropuerto de Denpasar, que tenía unas instalaciones enormes, con una curiosa mezcla de acero y vidrio y decoración balinesa. Nos costó un poco encontrar la terminal de vuelos domésticos, pequeña y un poco escondida. Después de facturar el equipaje, fuimos a comer algo. La zona de restaurantes de la terminal doméstica no era muy grande, y allí comimos una de las peores pizzas que hemos probado nunca, se notaba que era congelada! El vuelo de Garuda Indonesia salió con algo de retraso, suerte que el aeropuerto de Denpasar tenía Wifi 100 % gratis (muchos aeropuertos europeos deberían tomar nota).

Aeropuerto de Denpasar (Bali)

Al final aterrizamos con media hora de retraso en el aeropuerto de Makassar en Sulawesi. A eso hay que añadirle la eternidad que tardaron en salir nuestras mochilas en las cintas de equipaje. Eran las 7 de la tarde, y una hora y media mas tarde salía el autobús nocturno que queríamos coger. Para no perder tiempo usando el transporte público, cogimos un taxi que nos llevó a la terminal de autobuses Daya por 80.000 rupias (unos 5 €, era una tarifa fija). Nada mas llegar fuimos a la oficina de la compañía Kharisma, una de las varias que hacen el trayecto nocturno entre Makassar y Rantepao en Tana Toraja. Teníamos miedo que, faltando tan poco tiempo para que saliera el bus, no hubiera plazas. Pero tuvimos suerte! Pagamos 130.000 rupias por persona (casi 9 €), un precio que puede parecer caro, pero habíamos leído que esa era la compañía más cómoda y queríamos estar bien descansados al día siguiente.

Terminal de autobuses Daya en Makassar

En la terminal Daya había algunos puestos callejeros y quioscos donde buscamos algo para cenar. En uno compramos una especie de fritos y de empanadillas por 7.000 rupias (50 céntimos!). Después de cenar nos subimos al bus de Kharisma, y la verdad es que sus comodidades no nos defraudaron: los asientos eran muy amplios, tenían reposapiés y se podían poner casi en posición horizontal. Además, había mantas y cojines para hacer mas fácil el sueño. El bus se llenó y salió a las 20:30 h de Makassar.

Puesto de fritos en la terminal Daya

Asientos del bus Kharisma

El viaje hacia Tana Toraja fue un poco movido. Aunque el bus tenía un sistema de suspensión de primera, la carretera estaba llena de baches que impidieron a David pegar ojo. Además, la carretera tenía muchas curvas, subidas y bajadas. Finalmente el bus llegó a las 6 de la mañana a Rantepao, nuestra base para descubrir la fascinante región de Tana Toraja.

Puedes leer el resto de entradas de este viaje aquí