INDONESIA 8: Bali I, alrededores de Ubud

3 de agosto de 2014 En nuestro primer día en Bali nos dedicamos a visitar los puntos de interés mas cercanos a nuestra base, Ubud. De esta forma también fue una primera toma de contacto con el coche que condujimos esos días y con la circulación por las carreteras balinesas. Primeros fuimos a ver el templo de Goa Gajah y las ruinas de Yeh Pulu. Después visitamos las espectaculares terrazas de Tegallalang y los templos de Gunung Kawi y Tirta Empul. Luego nos alejamos un poco de Ubud para descubrir el templo de Taman Ayun y por último nos acercamos hasta el de Tanah Lot, donde llegamos ya de noche. Un primer día bien completo! Aquel día, como todos los siguientes, nos despertaron los gallos que abundaban por ese barrio. El desayuno del Rumah Madechra era muy bueno y recién hecho, pancakes de plátano y lima.

3 de agosto de 2014

En nuestro primer día en Bali nos dedicamos a visitar los puntos de interés mas cercanos a nuestra base, Ubud. De esta forma también fue una primera toma de contacto con el coche que condujimos esos días y con la circulación por las carreteras balinesas. Primeros fuimos a ver el templo de Goa Gajah y las ruinas de Yeh Pulu. Después visitamos las espectaculares terrazas de Tegallalang y los templos de Gunung Kawi y Tirta Empul. Luego nos alejamos un poco de Ubud para descubrir el templo de Taman Ayun y por último nos acercamos hasta el de Tanah Lot, donde llegamos ya de noche. Un primer día bien completo!

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Aquel día, como todos los siguientes, nos despertaron los gallos que abundaban por ese barrio. El desayuno del Rumah Madechra era muy bueno y recién hecho, pancake de plátano y lima y tortilla de verdura. Aunque al ser recién hecho, tardaban mucho en servirlo y eso nos hacía salir muy tarde. Esa mañana, en la sala del desayuno coincidimos con dos chicas que viajaban solas, María (una valenciana) y Maite (una catalana), que llevaban varios días en Bali y nos contaron como les iba en sus respectivos viajes.

Nuestro desayuno en Rumah Madechra

Antes de las 9 vino una persona a entregarnos nuestro coche de alquiler, el medio de transporte que íbamos a usar para descubrir la isla. De las muchas compañías de alquiler de coches que hay, escogimos Madu Sari Car Rental, que nos dejó un Karimun Estilo por 16 USD/día (en total, 800.000 rupias, unos 53 €).

El coche que condujimos en Bali

Habíamos leído mucho sobre conducir en Bali, y casi todo negativo aunque, dicho sea de paso, escrito por gente que jamás había conducido por allí. Casi todo el mundo elige la moto o el coche con conductor, pero nosotros no sabemos ir en moto y queríamos tener libertad para movernos por donde quisiéramos. Y en general la experiencia ha sido buena. Conducir por la izquierda o los imprudentes conductores balineses no son lo que mas nos ha causado problemas, sino la mala señalización de las carreteras. Y es que en Bali es imprescindible usar gps. Una vez mas, nos salvó la vida la app para móvil MapsWithMe, que permite bajarse mapas, consultarlos offline y posicionarte en ellos mediante gps.

Después de desayunar, nos acercamos con el coche al centro de Ubud para comprar un mapa de carreteras detallado. En la librería Ganesha Bookshop compramos el de Periplus travel maps por 85.000 rupias. Nos convenció por lo detallado que era, ya que salían hasta las carreteras mas secundarias. Y sobre todo, por las ampliaciones que tenía de diferentes zonas (Ubud, Denpasar, Kuta y Seminyak,...). Aún así, y como hemos comentado antes, el mapa fue un complemento para orientarnos, sin el gps no hubiera sido posible llegar a muchos de los sitios.

No tuvimos problemas para encontrar el primer lugar al que fuimos, Goah Gajah o la cueva del Elefante. En el parking compramos un sarong (la típica prenda balinesa que usan a modo de falda tanto hombres como mujeres) a unas vendedoras que nos asaltaron. Pagamos la novatada, ya que nos costó 70.000 rupias cuando después vimos que eso era el triple de lo normal (es el problema de no saber el valor de las cosas). Y es que el sarong es indispensable para entrar a la mayoría de los templos de Bali, aunque normalmente te los dejan o te los alquilan. Llevar uno propio es un buen sistema para ahuyentar a los vendedores que hay en las entradas de los templos y que a veces son un poco pesados.

Goah Gajah (entrada, 15.000 rupias) es un templo construido en el siglo IX en torno de una cueva. Se la llama “del Elefante” por que su entrada está custodiada por la cara de un demonio a la que alguien le encontró parecido con un elefante. La cara era muy espectacular, estaba muy bien labrada sobre la roca, y hacía la sensación que el demonio pugnaba por salir de ella. Dentro de la cueva había varias esculturas budistas, entre ellas una de ganesha, con las típicas ofrendas de flores a sus pies. A parte de la cueva, en Goah Gajah no había mucho mas que ver. Había varios santuarios desperdigados por la zona a los que se puede acceder por un agradable sendero que discurre bajo la selva. Aquel paseo fue bonito como primera toma de contacto con la naturaleza de Bali, mas que por los propios templos en si.

Entrada de la cueva

Estatua de Ganesha en el interior de la cueva

Los entornos selváticos del templo

Otra vista de la cueva de Goa Gajah

Muy cerca de la cueva estaba el siguiente lugar que visitamos, Yeh Pulu (entrada, 15.000 rupias). Es un pequeño acantilado cubierto de interesantes relieves. A diferencia de Goah Gajah, en aquel lugar no había nadie, éramos los únicos visitantes. Tras atravesar un vergel con algunos arrozales llegamos a la zona de los relieves. Éstos estaban antiguamente dentro de un templo excavado en la roca que se derrumbó. Al haber quedado a la intemperie estaban muy desgastados, pero continuaban siendo fascinantes. Muchas de las figuras humanas estaban esculpidas a tamaño real, lo que les daba mas realismo. Una anciana custodiaba un altar que había allí, y nos bendijo con agua al hacer una ofrenda económica.

Campos de arroz alrededor de Yeh Pulu

Relieves de Yeh Pulu

Yeh Pulu

A continuación fuimos hacia al norte hasta las terrazas de Tegallalang (entrada, 5.000 rupias). Nos sorprendió que fuera un sitio tan turístico, había guiris y coches por todas partes. La ladera por donde discurría la carretera estaba llena de restaurantes y cafés con vistas a las terrazas. Y la verdad es que la vista nos pareció impactante: era la primera vez que veíamos las típicas terrazas donde se cultiva el arroz y nos parecieron muy bonitas. Parecía que en aquella época éstas estaban inundadas de agua, la fase previa a la plantación del arroz. Varios caminos bajaban hasta las terrazas y nos permitieron verlas de cerca. Pese a que se notaba que era un lugar muy turístico, nos gustó mucho.

Terrazas de Tegallalang

Para llegar al siguiente lugar, el Gunung Kawi, empezamos a tener problemas de orientación. No estaba indicado en ninguna parte y los desvíos que partían de la carretera principal tampoco lo estaban. Al final dimos con él (entrada, 15.000 rupias), pero cuando iniciamos la visita nos dimos cuenta que algo iba mal: teníamos que ver unas ruinas antiguas excavadas en la roca y allí no había nada de eso, solo un templo hindú. Después nos dimos cuenta que aquello era el Gunung Kawi Sebatu, un sitio diferente al Gunung Kawi “a secas”. Al menos, el templo era bonito; giraba en torno de un manantial de aguas sagradas y estaba lleno de altares con impresionantes esculturas de deidades hindús.

Estanque del Gunung Kawi Sebatu

Candi bentar

Estatua hindú

Estanque sagrado

Teníamos la esperanza de encontrar el Gunung Kawi “auténtico” cerca del Tirta Empul, uno de los templos mas importantes de la zona. Pero encontrarlo también fue difícil, aún preguntando a varios lugareños. Solo pudimos hacerlo activando el gps del movil y mirando el mapa de Mapswithme (a partir de entonces, lo tendríamos siempre activo). Antes de entrar en el templo aprovechamos para comer un plato de soto ayam, una sopa de pollo especiado muy rica (25.000 rupias).

Tirta Empul (entrada, 15.000 rupias) es un manantial sagrado cuyas aguas se creen curativas, y atraen a miles de devotos que se bañan en ellas. Había muchísimos balineses yendo y viniendo hacia las piscinas donde salían los chorros de agua purificadora. Los fieles depositaban al lado de ellos sus ofrendas y se bañaban de forma ritual. Fue muy interesante poder contemplar una ceremonia popular de este estilo, se notaba que la gente acudía allí convencida de las propiedades del agua. El resto del templo también estaba bien, con muchas esculturas y relieves, y con las típicas puertas candi bentar (formadas por dos triángulos que dejan un espacio entre si).

Tirta Empul

Balineses bañándose en las aguas sagradas del Tirta Empul

Con el gps no nos costó nada localizar el Gunung Kawi “bueno” (entrada, 15.000 rupias). Este es uno de los lugares mas antiguos de Bali, construido en el siglo X. Se trata de una decena de santuarios excavados en la roca dedicados a un rey y sus esposas. Los santuarios en si no eran gran cosa, no estaban muy decorados, pero sus dimensiones eran enormes y se habían excavado en un gran acantilado bastante espectacular. Fue interesante deambular entre aquellas curiosas construcciones, son el tipo de sitio que te hace parecer muy pequeño. Antes de regresar al coche, nos cayó encima una descomunal tromba de agua, la típica tormenta balinesa que cae de improviso y que sufrimos varias veces durante nuestra estancia en la isla.

Gunung Kawi

Ya habíamos visto lo mas importante que había en los alrededores de Ubud, así que decidimos ir al Taman Ayun, un templo que quedaba un poco mas lejos. Llegamos pocos minutos antes de las 6 de la tarde, la hora a la que cerraba, así que lo visitamos rápido (entrada, 15.000 rupias). El Pura Taman Ayun fue uno de los templos principales del reino Mengwi, que dominó Bali hasta finales del siglo XIX. El templo es enorme, con muchas candi bentar o puertas balinesas finamente decoradas. En este templo fue el primero donde vimos los típicos santuarios balineses en forma de pagoda llamados meru, compuestos de varios tejados superpuestos de paja. Nos parecieron fascinantes! No se podía entrar en la zona donde se alzaban al ser la mas sagrada del templo, pero pudimos verlos desde fuera. A pesar de que estaba atardeciendo y cada vez se veía menos, disfrutamos mucho del Taman Ayun!

Pura Taman Ayun

Ya estaba anocheciendo cuando salimos del templo. Aunque éramos conscientes que llegaríamos de noche, decidimos acércanos a ver otro templo, el Tanah Lot. Es uno de los mas famosos de Bali y está construido en un pequeño islote. Teníamos la esperanza de que estuviera iluminado de noche, pero cuando llegamos no se veía nada. En el lugar donde estaba el templo solo había una gran oscuridad impenetrable. Fue una lástima! Los aledaños estaban totalmente ocupados por tiendas de souvenirs y restaurantes para turistas que a esa hora empezaban a cerrar. Nos consolamos comiendo un buen helado por 20.000 rupias.

Decidimos volver a Ubud a cenar, lo cual no fue fácil desde allí. Parecía que solo estaban en buenas condiciones las carreteras que iban o venían de Denpasar. En el centro de Ubud era muy difícil aparcar, al final dejamos el coche en el aparcamiento de un spa que había cerca. Aquella zona, al sur del centro de la ciudad, había bastantes restaurantes de categoría. Pero llevábamos muchos días comiendo en sitios cutres y nos merecíamos una alegría! Elegimos el restaurant Pundi-Pundi, donde pedimos dos platos de pato típicos de Bali: bebek panggang (especiado) y bebek pundi (a la brasa). Los dos estaban muy buenos; el especiado era muy sabroso, pero el otro sabía mucho mas a pato. Junto con un zumo de zanahoria y espinaca y una cerveza nos costó 303.610 rupias (unos 20 €), un precio algo caro, pero hay que tener en cuenta que estábamos en la zona “pija”.

Plato de bebek panggang

Antes de irnos hacia el alojamiento tuvimos un pequeño susto. El parking del spa donde habíamos aparcado el coche lo habían cerrado con unas cadenas. No sabíamos como íbamos a sacar el coche de allí, pensábamos que tendríamos que dejarlo hasta el día siguiente! Suerte que encontramos la forma de quitar las cadenas y sacar el coche.

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