TURQUÍA 4: Estambul IV, Beyoğlu

Aquella jornada abandonamos la parte antigua y exploramos el distrito de Beyoğlu, que representa el Estambul moderno. Primero callejeamos por la zona de Karaköy, famosa por la Torre Galata, que ofrece unas vistas increíbles de Sultanahmet y de Haliç. Después paseamos por su calle más popular, İstiklal Caddesi, que nos llevó a la plaza Taksim, el auténtico corazón de la parte moderna. Aquel día nos levantamos más tarde de lo que planeábamos, todavía nos duraba el cansancio del día anterior. A las 9 pasadas salimos del hotel y caminamos hasta el Puente Galata (Galata Köprüsü), desde donde vimos una de las principales atracciones del día, la Torre Galata.
8 de noviembre de 2013
Aquella jornada abandonamos la parte antigua y exploramos el distrito de Beyoğlu, que representa el Estambul moderno. Primero callejeamos por la zona de Karaköy, famosa por la Torre Galata, que ofrece unas vistas increíbles de Sultanahmet y de Haliç. Después paseamos por su calle más popular, İstiklal Caddesi, que nos llevó a la plaza Taksim, el auténtico corazón de la parte moderna.

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Aquel día nos levantamos más tarde de lo que planeábamos, todavía nos duraba el cansancio del día anterior. A las 9 pasadas salimos del hotel y caminamos hasta el Puente Galata (Galata Köprüsü), desde donde vimos una de las principales atracciones del día, la Torre Galata. Atravesamos el puente y llegamos al distrito de Beyoğlu, y en concreto a Karaköy, nombre moderno del antiguo barrio de Galata, uno de los lugares con más historia de Estambul. Es una zona con pocos monumentos interesantes, pero está bien pasear por las calles para ver la vida de la gente. Uno de los pocos edificios históricos que hay es el Bedesten Fatih, el antiguo bazar de Galata, al que no llegamos a entrar. Empezamos a subir por la estrecha Perşembe Pazarı Caddesi que tiene algunas casas antiguas bonitas pero mal conservadas, hoy en día con modestas tiendas en los bajos. Esta calle desemboca en la Bankalar Caddesi, que alberga las sedes de los bancos más importantes del país. El contraste entre las dos calles no puede ser más grande.
Galata Köprüsü
puesto de simits en Karaköy
Bedesten Fatih
Perşembe Pazarı Caddesi
Nos internamos por las callejuelas para visitar la Arap Camii o mezquita de los Árabes, cuya entrada nos costó de encontrar. Es una antigua iglesia bizantina que fue transformada en mezquita para el culto de los musulmanes expulsados de España por los Reyes Católicos. De su exterior poco pudimos ver, el templo estaba muy encajonado en la trama urbana, pero es bien visible su campanario que decidieron conservar los otomanos. La alargada nave de su interior recordaba mucho a una iglesia. Lo poco que estuvimos dentro nos dio la sensación que en los últimos tiempos habían remodelado tanto la mezquita que la habían despojado de su historia. Desde luego, hay mezquitas más bonitas e interesantes en Estambul.
Arap Camii
Arap Camii, interior
Después de abandonar la mezquita fuimos hasta el sitio más interesante de Karaköy, la Torre Galata o Galata Kulesi. Fue construida por los genoveses en el siglo XIV, como parte de la colonia que tenían al norte de Sultanahmet. Pero a parte de su historia, lo que atrae a todos los visitantes a la torre son las fantásticas vistas que hay desde lo alto. Unos ascensores suben casi hasta la cima de la torre, y para acceder al mirador solo hay que subir un pequeño tramo de escaleras. Éste da toda la vuelta a la torre, por lo que se tiene una panorámica de 360º de la ciudad. La verdad es que las vistas son espectaculares, valen mucho la pena. Como los días anteriores ya habíamos visitado Sultanahmet y el resto de Fatih, distinguíamos muchos edificios y mezquitas que se veían desde allí: el palacio de Topkapı, Santa Sofía, la Mezquita Azul, la de Solimán... Prácticamente podíamos ver todo el Haliç, el famoso Cuerno de Oro. Nos encantó! Lo peor es que el mirador es muy estrecho, y cuando se acumula un poco de gente puede llegar a ser un poco agobiante.
Galata Kulesi
en el mirador de la Galata Kulesi
admirando las vistas
Galata Kulesi, vista norte
Galata Kulesi, vista este, con la parte asiática al fondo
Galata Kulesi, vista sur, con Sultanahmet al fondo
Galata Kulesi, vista oeste, con el recorrido del Haliç
Después de abandonar la Torre Galata seguimos subiendo por Galip Dede Caddesi, una antigua calle judía donde hay muchas tiendas especializadas en la venta de instrumentos musicales. Al final de esta calle llegamos a İstiklal Caddesi, la avenida más importante de Beyoğlu. Antes de empezar a pasear por ella, nos acercamos a la estación del funicular de Tünel a comprar la Istanbulkart. Habíamos intentado comprarla los días anteriores pero había sido imposible, unas veces por encontrar la oficina de venta cerrada o por que ésta tenía una cola kilométrica. La tarjeta nos costó 20 TL, de las cuales 14 se incorporaron al saldo de la tarjeta y 6 eran de depósito, te las devolvían al retornarla.
Galip Dede Caddesi
A continuación empezamos a caminar por la İstiklal Caddesi, la avenida que recorre gran parte de Beyoğlu, atravesando una de sus zonas más históricas. Pasear por aquí fue una gozada, la calle es peatonal y está flanqueada por algunos edificios del siglo XIX. Y para añadirle más encanto, un tranvía histórico recorre İstiklal Caddesi, con sus característicos vagones rojos que se remontan a los años 50. De entre los edificios históricos hay que destacar la Iglesia de Santa María Draperis o Meryem Ana Draperis Kilisesi, uno de los templos católicos más antiguos de la ciudad. Su entrada desde la avenida está tan integrada por los edificios colindantes, que solo la vimos por una estatua de la virgen que había.
İstiklal Caddesi
tranvía histórico
İstiklal Caddesi
También observamos la gente que paseaba por İstiklal Caddesi: su apariencia era totalmente occidental, apenas veíamos chicas tapadas con el pañuelo islámico, tan normal en otras zonas mas conservadoras como Fatih. Como empezábamos a tener hambre tiramos nuevamente de döner kebap, esta vez pide et kebap, pan de pita relleno de verduras y ternera (6 liras), delicioso! De postre compramos un paquete de castañas asadas (150 g, 10 TL), los puestos donde las vendían estaban extendidos por toda la ciudad.
comiendo pide et kebap
puesto de castañas asadas
İstiklal Caddesi
İstiklal Caddesi
Luego nos desviamos de İstiklal Caddesi para ir a ver la Çukur Cuma Caddesi, el corazón del barrio de los anticuarios. Encontramos algunas tiendas que exponían sus antigüedades en la acera, pero el ambiente no estaba muy animado. Volvimos hacia el centro por Ağa Hamamı Sokak, una calle mas residencial.
anticuario en Çukur Cuma Caddesi
Ağa Hamamı Sokak, con la Torre Galata al fondo
Nuevamente en İstiklal Caddesi fuimos a ver la iglesia de San Antonio de Padua o Sn. Antuan Katolik Kilisesi, una de las basílicas católicas más importantes de la ciudad. Se construyó a principios del siglo XX para albergar los rezos de la comunidad italiana, testimonio del origen genovés de esta parte de Beyoğlu. El interior era muy amplio, con grandes vidrieras de colores, allí dentro se hacía difícil pensar que estábamos en Estambul.
Sn. Antuan Katolik Kilises
Después entramos a ver un sitio que nos gustó mucho, el Mercado de Pescado o Balık Pazarı. Aquí se vende y se compra el mejor pescado de Estambul. No nos pareció muy grande, por que además de pescado también se venden frutas, verduras y otros alimentos. Además, hay unos cuantos pasajes que tienen personalidad propia. El primero que exploramos fue el Pasaje Europa o Avrupa Pasajı, con coquetos puestos de complementos y joyería en medio de un ambiente selecto. Después pasamos por Nevizade, abierto al exterior y que estaba lleno de restaurantes de cierta categoría, un poco soñolientos a aquella hora de la tarde. Y por último, el Pasaje de Pera o Çiçek Pasajı, con elegantes cafés dignos de ver.
Balık Pazarı
Avrupa Pasajı
cafés y restaurantes de Nevizade
Çiçek Pasajı
Seguimos la avenida hasta el final, la plaza Taksim o Taksim Meydani, el verdadero centro de Beyoğlu. Es una plaza inmensa y, todo hay que decirlo, no demasiado bonita. El único elemento histórico que hay es el monumento de la República, que conmemora el nacimiento de la república turca y muestra los padres de la patria turca, entre ellos el venerado Atatürk. Los edificios que rodean la plaza son modernos y feos. En el centro hay una gran parte ajardinada un tanto descuidada, el Taksim Gezi Parkı. Precisamente este parque fue el detonante de la gran manifestación de finales de mayo de 2013 reprimida con violencia por el gobierno islamista del presidente Erdoğan. El origen del conflicto era el proyecto de construcción de un centro comercial en el parque. Pero lo que se inició como una protesta ecologista, derivó en manifestaciones en contra de la islamización llevada a cabo del gobierno y la laminación de las libertades ciudadanas. De hecho, esta inestabilidad hizo suspender muchos viajes organizados a Estambul y muchos viajeros se preguntaron si era seguro viajar allí. Hoy Taksim es el símbolo de la resistencia de la sociedad turca más laica en contra del gobierno islamista. De todo lo sucedido en Taksim nosotros no vimos nada, como mucho alguna que otra pintada o pancarta. Paseamos un poco por el Gezi Parkı y el resto de la plaza, pero no había mucho para ver. Aunque todavía quedaba algo de luz solar, nos metimos a un bar a tomar un café y un te (7,5 liras).
monumento de la República, Taksim
Taksim Meydani
Taksim Meydani, con el parque Gezi a la izquierda
Taksim Meydani
aglomeración de puestos de döner kebap en Taksim
Al salir ya casi había anochecido, así que empezamos a buscar sitio para cenar. Había muchas opciones al sur de İstiklal Caddesi, pero nos pareció que muchos eran locales de moda con unos precios bastante altos. Al final acabamos en el Mercado de Pescado (Balık Pazarı). Al lado de las paradas de pescado había algunos restaurantes sencillos y baratos. Entramos en el Mercan Restaurant, y pedimos sardinitas fritas y pinchos de pollo (tavuk şiş), regado con agua y cerveza Efes, en total 30 TL (11 €).
cenando en el Mercan
Regresamos andando hasta Tünel y cogimos el funicular y luego el tranvía para regresar a Sultanahmet. Como era pronto, decidimos dar una vuelta por la zona, que estaba muy bonita con Santa Sofía y la Mezquita Azul iluminadas. Paseando encontramos una pastelería con unos dulces la mar de apetitosos. Eran las famosas delicias turcas o lokum, un dulce de forma cúbica y consistencia de gominola. Están hechos a base de almidón y azúcar gelificados, tienen diferentes sabores de frutas y se cubren con azúcar glas por encima. Pedimos que nos pusieran unos pocos, uno de cada sabor, pero el vendedor se emocionó y nos llenó una bandeja con 17 lokums. Nos costó un poco caro, 20 TL, pero estábamos en pleno centro de Sultanahmet (días después compramos unos mucho mas baratos en un supermercado). Aún así eran muy buenos, blandos y no demasiado dulces.
Santa Sofía de noche
Mezquita Azul de noche
en la pastelería posando junto con los lokums
también vendían baklava!

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