31 de julio de 2012
Aquel día seriá intenso en emociones, pues visitaríamos uno de los lugares más tristemente famosos de Japón, Hiroshima, una de las dos ciudades arrasadas por la bomba atómica. A la tarde tomaríamos el tren hacia Himeji, conocido por su castillo medieval, que apenas pudimos ver por sus obras. Finalmente haríamos noche en Kyoto.
Ver Japón 14: Hiroshima & Himeji en un mapa más grande
Antes de irnos de Miyajima no nos pudimos resistir a dar un último vistazo al O-torii (sí, uno mas!), esta vez iluminado con el sol de la mañana y cubierto de agua. Fuimos al puerto donde cogimos el ferry JR sobre las 9 de la mañana, donde nos encontramos con las hordas de turistas que venían pronto a la isla. En Miyajimaguchi cogimos un tren de la JR Sanyo Line, que en media hora nos llevó a Hiroshima.
O-torii, Miyajima
La historia de Hiroshima quedó marcada de forma funesta el día 6 de agosto de 1945 a las 8:15 h, cuando la bomba atómica cayó sobre la ciudad y sus habitantes. Cientos de miles de personas murieron (aún hoy en día no se conoce la cifra exacta) y la mayoría de edificios quedaron reducidos a cenizas. Después de que otra bomba cayera sobre Nagasaki, Japón se rindió en la segunda guerra mundial. Pese a todo el horror vivido, los habitantes de Hiroshima comenzaron a reconstruir pronto su ciudad, toda excepto la Cúpula Genbaku, que se dejó en ruinas como recordatorio de ese trágico momento que segó la vida a tantos japoneses.
En la estación de Hiroshima dejamos la mochila y nos dirigimos hacia la oficina de información turística, donde nos dieron un mapa y nos aconsejaron tomar los tranvías 2 o 6 para llegar al Parque Memorial de la Paz, el principal punto de interés. Este parque está dedicado a la ciudad que sufrió el primer ataque nuclear de la historia y a todas sus víctimas. Lo primero que visitamos enseguida nos sobrecogió, era el Genbaku Domu o Cúpula de la bomba atómica. Este edificio es de los pocos que quedó en pie pese a estar a escasos 150 m del lugar exacto donde explotó la bomba atómica. Lo que en su día fue una moderna Sala de Promoción industrial, hoy permanece como unas ruinas de ladrillo y metal testimonio de aquel fatídico día. Por esa razón fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Genbaku Domu
A continuación nos desviamos un poco del parque para ir al hipocentro, el lugar exacto donde explotó la bomba. En ese lugar hoy en día se alza la clínica Shima, que tenía una placa en la fachada donde explicaba el terrible suceso. La sensación de estar en aquel sitio era estremecedora por su simbolismo, aunque allí no hubiera ningún resto de la explosión.
Luego cruzamos el río Motoyasu para acceder al área principal del Parque del Memorial de la Paz. Era una gran extensión de jardines austeros, ya que el protagonismo lo tenían los distintos memoriales que lo salpicaban. Uno de ellos es el Genbaku no Ko no Zo, el Monumento Infantil de la Paz, que representa un niño sosteniendo un origami. Es un recordatorio a Sadako Sasaki, una niña víctima de la bomba que pasaba las horas en el hospital haciendo estas figuras de papel.
Genbaku no Ko no Zo
Otro de los monumentos impactantes del Parque es el Cenotafio del Memorial, una pequeña estructura en recuerdo de todas las víctimas de la bomba. En un arcón de su interior se hallan 77 volúmenes donde están escritos los nombres de las más de 200.000 víctimas registradas. En el Cenotafio solo pudimos permanecer quietos y callados mientras contemplábamos el elegante monumento, con el Genbaku Domu al fondo.
Cenotafio del Memorial
Después fuimos al Museo del Memorial por la Paz, que acabó por entristecernos el día por las cosas terribles que se explican y se muestran. Sin embargo, nos gustó muchísimo por todo lo que aprendimos de lo que sucedió antes, durante y después de la bomba atómica. En el edificio Este del museo hay un recorrido explicativo por los hechos que ocurrieron en la segunda guerra mundial, antes de la bomba. Nos pareció particularmente interesante unos plafones que explicaban por que se eligió a Hiroshima: la ciudad no había sufrido bombardeos durante la guerra y así se podría ver más claramente el efecto de la bomba. Otra de las razones era que la ciudad no tenía campamentos de prisioneros de guerra aliados, que morirían con la bomba. Todas las explicaciones nos parecieron muy objetivas, no se presentaba a los japoneses solo como víctimas, si no que asumían su parte de culpa en lo sucedido. Nos sorprendió encontrar en una pared todas las cartas que envía el alcalde de Hiroshima cada vez que un país hace una prueba de armamento nuclear, señal del compromiso de esta ciudad por la eliminación de este tipo de armas en todo el mundo.
foto de Hiroshima poco después de explotar la bomba atómica
El enorme grado de destrucción que sufrió la ciudad se muestra claramente en dos maquetas: en una se enseña como era la ciudad antes de la bomba. En la otra, como quedó después, una gran extensión de cenizas donde emergían algunas ruinas como las del Genbaku Domu.
maqueta de Hiroshima antes de la bomba
maqueta de Hiroshima después de la bomba
Después fuimos a la exposición del edificio principal, donde hay las imágenes más duras e impactantes, de aquellas que "hieren la sensibilidad de las personas". Aquí se enseñan los efectos dramáticos de la radiación y las quemaduras sobre la gente, testimonios de supervivientes... Se exhibía por ejemplo la escalera de un edificio donde había una mancha oscura: era la silueta de una persona que había estado allí y a la que la bomba había volatilizado! Todo se mostraba con fotos que no evitaban ningún detalle desagradable, algunas eran tan duras que tuvimos que pasar de largo sin mirarlas. Si el anterior edificio ya nos había dejado tristes, este nos acabó de hundir.
Al final estuvimos casi dos horas en el museo, ya que valía mucho la pena ir leyendo con tranquilidad los diferentes plafones informativos. Era cerca del mediodía así que cogimos el tranvía para ir a comer al Okonomimura, un sitio que alberga decenas de restaurantes especializados en lo mismo: el okonomiyaki al estilo Hiroshima. El okonomiyaki es un plato que consiste en una masa con varios ingredientes cocinada a la plancha. En Hiroshima se hace una variante rellena con fideos soba o udon, por lo que son más contundentes. Elegimos uno de los restaurantes (parecían todos muy similares) y pedimos uno con soba y otro con udon. Nos sentamos en la barra, y delante de nosotros la cocinera fue añadiendo los diferentes ingredientes al okonomiyaki encima de una plancha que ocupaba toda la mesa. Era muy bueno, pero también enoooorme y nos quedamos muy llenos!
okonomiyaki en preparación
comiendo nuestros okonomiyakis
Cogimos nuevamente el tranvía hasta la estación de Hiroshima y recuperamos la mochila de la consigna. Nuestro siguiente destino seria el castillo medieval de Himeji. Nos dimos cuenta que tendríamos que haber mirado los horarios de los trenes por la mañana al llegar, ya que para el siguiente tendríamos que esperar una hora y media. Suerte que éste era un Sakura, que tarda una hora hasta Himeji, de haber sido un Kodama hubiéramos tardado el doble!
Llegamos a la estación de Himeji pasadas las 4 de la tarde y el castillo cerraba a las 5 y media. Así que nos dirigimos a la oficina de turismo de la estación, donde nos dijeron que la forma más rápida de ir era cogiendo el Loop Bus. También nos avisaron de que el castillo estaba en obras, enseñándonos una foto en el que se le veía completamente tapado por un armazón metálico. Nos quedamos un poco desilusionados, pero ya que estábamos allí decidimos ir. Así que cogimos el bus y en un momento nos plantamos en el parque que domina el sur del castillo. Desde allí vimos que efectivamente no veríamos nada del exterior del Himeji-jo, pero pensamos que quizás veríamos su interior. Pero una vez dentro del recinto del castillo comprobamos que tampoco sería posible. La única opción era ver la parte de las obras, pagando un suplemento de 200 yens (la entrada ya vale 600!). Aquí explicaban como restauraban el castillo, y mediante una ventana se podía ver una pequeñísima parte de él. Fue todo un chasco! Estará en obras hasta 2014, así que no recomendamos su visita hasta ese año.
Himeji-jo en obras
Dentro de las obras del Himeji-jo
Volvimos a la estación de Himeji caminando desde el castillo, ya que el Loop Bus ya no circulaba. Nuestra idea inicial era pasar lo que quedaba de tarde y la noche en la ciudad industrial de Kobe, que nos venia de camino hacia Kyoto. Pero estábamos tan cansados que decidimos ir directamente a Kyoto. El día siguiente teníamos que levantarnos pronto y seria largo.
La visita al museo es muy dura...pero como ellos dicen: no hay que olvidar!!
ResponderEliminarLos okonomiyakis estan buenisimos,pero llenan un montón!!!
Yo ya sabía que Himeji estaba en obras, así que queda para la próxima...me interesa muchoe l tema samurais y castillos, por eso preferí dejarlo para cuando esté restaurado. A cambio vimos el de Matsumoto...muy bonito!
Nosotros sabiamos que habian unas obras en el castillo, pero no nos imaginamos q fueran tan bestias. Una lastima!
ResponderEliminarHola. Viajamos a finales de Marzo y el castillo lo reabren el día 27. ¿ Creéis que nos dará tiempo a verlo en un par de horas?. Hacemos como vosotros; Miyajima, Hiroshima y finalmente Himeji. Llegaríamos como a las tres y cierran a las cinco pero a las cuatro ya no permiten acceder al castillo.
ResponderEliminarSaludos.
Hola!
EliminarPues que suerte que vais a tener de ver el castillo de Himeji. Del tiempo de la visita no os podemos decir nada, nosotros solo visitamos las obras y no sabemos si se visita muy a fondo el castillo. Lo que sí que te podemos aconsejar es que te informes bien de los horarios de los trenes, ya que hay muy pocos shinkansen que paren en Himeji.
Saludos
Hola pareja.
EliminarMuchas gracias por vuestra información.
Deciros que tenéis un blog fantástico con información muy clara y exacta. Gracias a él hemos modificado algunas ideas de nuestro itinerario inicial.
Un saludito.
Gracias a vosotros por leernos. Comentarios como el vuestro hacen que todo el tiempo que dedicamos al blog compense con creces! :)
EliminarBuen viaje a Japón
Buenoas tardes, somos una pareja que viajamos a Japon en dos semanitas, tengo una pequeña duda, en la consigna de la estacion de Hiroshima, es suficientemente grande como para poder dejar ahi las maletas grandes de viaje ?
ResponderEliminarNuestra intencion es empezar en Tokio y hace una noche en un ryokan en Miyajima, pero sin tener que ir con todas las maletas por tema de comodidad ya que despues acabaremos en Kyoto.
Muchas gracias y enhorabuena por el blog
Hola, como David y neus están de viaje, me tomo la licencia de responderte (espero que no os sepa mal chicos ;) )
EliminarHas pensado en no llevar las maletas?
La mayoría de personas no las llevamos a Miyajima. Se envían del hotel de tokyo al de kyoto (o al revés...¿después vais a kyoto?
Nosotros incluso hicimos la zona de takayama sin las maletas. Con una mochila y listo.
Lo de enviarlas es algo MUY común allí, y funciona de maravilla. Yo preguntaría al hotel si tienen ese servicio de envío (lamayoría lo tienen) y listo (llevad impresa la info del hotel de kyoto a poder ser también en Japonés, en las webs oficiales suelen venir las direcciones en japonés)
Repito, lo hacemos casi todos los viajeros. Es lo mas cómodo y no es nada caro ;)
Un saludo
p.d: hay taquillas grandes, pero pocas...así que es jugársela,por eso opino que es mejor el envío e ir sin ellas allí.
Gracias Vero por responderles! :)
EliminarChicos, espero que la información os haya sido útil y que estáis disfrutando a tope de Japón. Nosotros acabamos de volver de China ^_^