CHINA 17: bancales de arroz de Longji II, Ping’an

23 de septiembre de 2015 Nuestro segundo día en los bancales de arroz de la Columna del Dragón (Longji) lo dedicamos a los miradores mas cercanos al pueblo de Ping’an. Al mediodía cogimos una minivan de vuelta a Guilin, donde no nos quedó mucho tiempo para nada e hicimos noche. Aquel día no madrugamos demasiado, necesitábamos recuperarnos de la gran caminata de la jornada anterior. A las 9 de la mañana habíamos quedado con los israelíes (habíamos pasado el día anterior con ellos) para explorar los alrededores de Ping’an.
23 de septiembre de 2015
Nuestro segundo día en los bancales de arroz de la Columna del Dragón (Longji) lo dedicamos a los miradores mas cercanos al pueblo de Ping’an. Al mediodía cogimos una minivan de vuelta a Guilin, donde no nos quedó mucho tiempo para nada e hicimos noche.
Aquel día no madrugamos demasiado, necesitábamos recuperarnos de la gran caminata de la jornada anterior. A las 9 de la mañana habíamos quedado con los israelíes (habíamos pasado el día anterior con ellos) para explorar los alrededores de Ping’an. Primero nos dirigimos hacia el mirador nº 1, que tiene el poético nombre de “nueve dragones y cinco tigres”. Desde el pueblo había que subir una empinada ladera que nos dejó hechos polvo de buena mañana. Y para colmo, cuando llegamos al mirador comprobamos con estupor que sobre el valle se estaba cerniendo una densa niebla y estaba engullendo los arrozales, con lo que no se veía casi nada. Era una lástima, pero como era pronto pensamos que quizás podríamos regresar mas adelante, a ver si había mejorado el tiempo (como nos pasó el día anterior).
Niebla sobre el mirador nº1
La niebla alcanzaba justo el pueblo de Ping'an
Nos dirigimos entonces hacia el mirador nº 2 (“siete estrellas y la luna”). El sendero que conecta los dos miradores es muy chulo, va atravesando arrozales y pequeños bosquetes, con unos paisajes muy bonitos. Además, no tiene casi desnivel, vas casi todo el rato por encima de la montaña, dejando abajo Ping’an. Y tuvimos la suerte que el tiempo empezó a mejorar un poco, disipándose lentamente la niebla. El camino no fue muy largo, pero nos lo tomamos con calma disfrutando a tope de los paisajes que nos encontrábamos.
Bajando del mirador nº1, el día empieza a aclararse
En la colina del fondo es donde está el mirador nº1
Bosque de bambús atravesado por el sendero
Yendo hacia el mirador nº2
Terrazas justo al lado del sendero
Terrazas de arroz cerca de Ping'an
El mirador nº 2 de Ping’an es el mas grande que vimos en Longji, incluso tenía una gran zona con tiendas de souvenirs. La vista no nos decepcionó: ante nosotros se extendían laderas enteras cubiertas de terrazas de arrozales, con su típico verde tan alegre. Aunque la vista era bastante lineal, no tenías panorámica como en el caso del mirador nº3 de Dazhai (que vimos el día anterior), y tampoco tenía tanta variedad en el paisaje. Pero sin duda, era un imagen de postal. Tenemos que decir que este mirador tiene dos niveles, existe uno inferior a la zona de las tiendas de souvenirs que tiene mucha mejor vista.
En el mirador nº2
Con Dan y Lena, los israelíes
Gran contraste de verdes de los arrozales
Panorámica desde el mirador nº2
Como vimos que el tiempo parecía mejorar por momentos, decidimos volver al mirador nº1. En el camino nos cayó un buen chaparrón y temimos volver a tener poca visibilidad al llegar, pero todo el contrario. Parecía que la lluvia se había llevado la niebla, por lo que gozamos de una maravillosa vista en el mirador nº1. La vista era mucho mas bonita que en el anterior mirador, pues ante nosotros teníamos un bonito mosaico con las terrazas de arroz, las casas de madera de Ping’an, retazos de bosque y las montañas de fondo. Nos quedamos un buen rato haciendo fotos y disfrutando de unas vistas casi mágicas. La verdad es que en conjunto los arrozales de la Columna del Dragón nos habían encantado, su perfección geométrica, sus vivos colores y su bello entorno los convierten en uno de los sitios mas espectaculares que vimos en nuestro viaje a China.
Vista desde el mirador nº1, una vez que desapareció la niebla. 
Parecía que una nueva cortina de niebla subía valle arriba
Arrozales desde el mirador nº1
Mirador nº1, con Ping'an al fondo
En ese momento eran las 12 h y todavía faltaban un par de horas para irnos de Ping’an (el día anterior habíamos contratado un transporte colectivo hacia Guilin desde el alojamiento por 50 yuans cada uno). No nos daba tiempo de ir caminando hacia el último sector con terrazas, la Longji Old Village, así que decidimos volver a Ping’an y comer algo tranquilamente. ¡Habían sido un par de días de intensas caminatas y nos merecíamos algo de descanso! Acabamos en un pequeño y tranquilo restaurante llamado Jin San Jiao. Nosotros pedimos jiaozis y arroz cocido en bambú, este último muy bueno y aromático. Como curiosidad, los israelíes pidieron te para beber y les trajeron una tetera enorme (aprovecharon y llenaron con te un pequeño termo que llevaban). Nuestra parte de la comida nos costó 84 yuans (unos 11 €).
Puesto de verduras en Ping'an
Nuestro arroz en bambú (izq.) y jiaozis (dcha.)
A las 14 h fuimos hasta el parking situado camino abajo de Ping’an, donde estaba aparcada la minivan que nos llevaría de vuelta a Guilin. El viaje fue pesado, ya que los asientos eran muy incomodos y en la minivan subió una señora que se pasó todo el viaje hablando con el conductor (el volumen de las conversaciones entre los chinos suele ser muy alto). Tras 3 horas de trayecto, el conductor nos dejó en la estación de tren de Guilin. Desde allí fuimos caminando hacia nuestro alojamiento para aquella noche, el Guilin Riverside Inn. De hecho, ya habíamos pernoctado allí dos noches antes, cuando llegamos procedentes de Fenghuang, y nos habían guardado la gran mayoría de nuestro equipaje al irnos hacia Longji. Los israelíes tenían habitación en el Riverside Hostel, situado en el edificio contiguo, así que nos despedimos de ellos. La habitación que nos tocó era mejor que la anterior vez, ya que tenía un lavabo mucho mas grande. Nos costó 126 yuans (17,50 €), un gran precio teniendo en cuenta lo que recibimos a cambio.
Nuestra habitación, con el baño tras una mampara
Después de descansar un buen rato en la habitación, salimos a cenar por Guilin. Decidimos regresar a la zona de Zhengyang Lu, donde ya habíamos estado dos días atrás. Buscamos un sitio para comer una de las especialidades locales, los caracoles de Guilin o Guilin tianluo. Acabamos en un sencillo restaurante del callejón Renmin Lu, que tenía una buena oferta a precios asequibles. Además de los caracoles, pedimos carne de ternera a la pimienta, acompañados de sendos boles de arroz hervido. Las dos cosas eran picantes, especialmente la carne, que tenía pimienta para aburrir (suerte que con el arroz pasaba bien). Pero en general la cena estuvo buena, y solo nos costó 119 yuans (16 €).
Cenando y escribiendo nuestras experiencias del día en el diario

3 comentarios:

  1. Hola viajeros,
    Me gustaría preguntaros qué me recomendaríais, si Dazhai o Ping'nan, teniendo en cuenta también la gente que pueda haber. ¿Qué os gustó más? Solo tengo un día para dedicarle a los arrozales (que ya me imagino que será un poco paliza ida y vuelta en el mismo día).
    Muchas gracias por la ayuda y enhorabuena de nuevo por el blog :)
    Elena

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    1. Hola Elena,
      Pues si tuviéramos que recomendar solo uno de los dos lugares, este seria sin duda Dazhai. Los paisajes son mas bonitos y hay mucha mas variedad de ellos. Aunque es verdad que en Dazhai encontramos mucha mas gente, pero en ningún momento resulta agobiante.
      Verlos en un dia ida y vuelta debe ser pesado, pero mucha gente lo hace así, saliendo de Guilin. Encontrareis muchas agencias que os ofreceran la excursion de un dia. Aunque si teneis tiempo, siempre es mejor hacer noche alli para disfrutar mas de los paisajes.
      Saludos

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  2. Muchas gracias por la rápida respuesta, así lo haré :)
    Saludos.

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