CHINA 16: bancales de arroz de Longji I, Dazhai

22 de septiembre de 2015 Aquel día iniciaríamos un viaje de dos días por los arrozales de Longji, también conocidos como arrozales de la Columna del Dragón. En la primera jornada, viajamos de Guilin a la zona de Dazhai, donde subimos a uno de sus espectaculares miradores. Después hicimos la excursión que nos llevaría a la zona de Ping’an, donde hicimos noche. Los bancales de la Columna del Dragón son uno de los lugares mas espectaculares que se pueden visitar desde Guilin. Mucha gente los visita en un tour de un día, pero a nosotros nos parecía poco a tenor de las maravillas que habíamos leído de este sitio.
22 de septiembre de 2015
Aquel día iniciaríamos un viaje de dos días por los arrozales de Longji, también conocidos como arrozales de la Columna del Dragón. En la primera jornada, viajamos de Guilin a la zona de Dazhai, donde subimos a uno de sus espectaculares miradores. Después hicimos la excursión que nos llevaría a la zona de Ping’an, donde hicimos noche.
Los bancales de la Columna del Dragón son uno de los lugares mas espectaculares que se pueden visitar desde Guilin. Mucha gente los visita en un tour de un día, pero a nosotros nos parecía poco a tenor de las maravillas que habíamos leído de este sitio. Además, en un día solo daría tiempo de ir a una de las dos zonas principales en las que hay arrozales, Ping’an o Dazhai, así que decidimos hacer noche en uno de los pueblos para poderlo ver todo bien. Y como queríamos visitarlos a nuestro aire, contratamos solo el transporte hasta Dazhai (nuestro alojamiento de Guilin lo ofrecía por 50 yuans por persona). Pensamos que no valía la pena ir en transporte público, ya que no había un modo directo de ir (había que coger dos buses).
Aquella mañana nos pasaron a buscar puntualmente a las 8:30 h, y teníamos por delante unas dos horas y media de trayecto hasta Dazhai. Nosotros habíamos dejado casi todo nuestro equipaje en el alojamiento (al que volveríamos un día después), y solo llevamos a los arrozales una mochila pequeña con lo mínimo. Compartimos la furgoneta con una pareja de israelíes, Dan y Lena, con los que al final pasamos los dos días (y que nos encontramos varias veces durante el viaje). El tráfico de la mañana era infernal en Guilin, tardamos una buena hora solo en salir de la ciudad. Nos pareció que aquella ciudad no era una buena base para explorar la región, aunque esté bien comunicada. Durante el trayecto ya vimos que no iba a ser un buen día meteorológicamente, y según nos acercábamos a la zona de las terrazas cada vez se fue tapando mas. En el camino el conductor nos pidió 100 yuans a cada uno (unos 14 €) para comprar las entradas a los arrozales (en China, se paga por entrar a cualquier lugar turístico, sea el que sea). Finalmente llegamos a la entrada de los arrozales de Dazhai, donde el conductor se despidió de nosotros.
No nos esperábamos encontrar tantísima gente por allí, ya que se suponía que el sector de Dazhai era menos turístico ya que estaba un poco mas lejos que el de Ping’an. Hablamos con los israelíes de los respectivos planes, y como eran los mismos (estar casi todo el día por allí, caminar hacia Ping’an a primera hora de la tarde y hacer noche allí) decidimos juntarnos con ellos. Reconocemos que cuando viajamos solemos ser bastante asociales, vamos siempre a nuestro rollo, a consecuencia sobre todo de nuestro pésimo nivel de inglés. Pero a ellos nos costaba poco entenderlos, sobre todo a Dan (Lena tenía un nivel “demasiado” bueno). Decidimos ir andando hasta el mirador nº 3, el mas lejano, situado en la cima del pico del Buda Dorado (también se puede llegar mediante un cómodo telecabina). Los arrozales tienen una buena red de senderos excursionistas, que permiten llegar a todos los lugares, aunque a menudo están mal señalizados. Por ejemplo, en el pueblo de Xinzhai una mujer nos tuvo que indicar el camino correcto. Tardamos alrededor de una hora en llegar al mirador nº 3, salvando un desnivel bastante importante. Pero nos llevamos un buen chasco, ya que arriba el tiempo había empeorado, con muy mala visibilidad y lluvia. Solo alcanzábamos a ver los arrozales mas cercanos, los que quedaban un poco mas lejos quedaban ocultos tras una neblina.
Primeros arrozales de la zona
La dura subida hacia el mirador
Primeras vistas desde el mirador nº3
Panorámica desde el mirador nº3, hacia donde se veía un poco mas...
Pero, como si de un milagro se tratase, el tiempo empezó a mejorar súbitamente. Además, fuimos hasta donde estaba el mirador mas importante (el primero estaba en la salida del telecabina), con unas vistas orientadas a otro valle con mucho mejor visibilidad. La vista que pudimos apreciar nos dejó sin palabras: ante nosotros teníamos un espectáculo de verdes imposibles que brotaban de los bancales de arroz, los cuales parecían seguir diseños geométricos perfectos. En algunas zonas se alzaban pequeños pueblos, con sus características casas de madera de tejados oscuros, alternándose con pequeños bosques o poblaciones de bambús. ¡Era uno de los paisajes mas bonitos que habíamos visto! En ese momento pensamos en lo mucho que vale la pena viajar, cuando descubres lugares tan sorprendentes como aquel. Nos acordamos de los arrozales de Indonesia que habíamos visto el año anterior, pero estos eran mucho mas bonitos con esa combinación de campos de arroz, bosques y pueblecitos.
Vistas con un tiempo mas claro, donde se ve el telecabina
Fantástica vista de los arrozales
¡Los arrozales parecían perfectos!
Arrozales, con el pueblo de Dazhai en el centro
Panorámica de los arrozales desde el mirador nº3
Arrozales de los alrededores de Dazhai
Aprovechamos que en el mirador había unas mesas para hacer un almuerzo frugal, a base de frutos secos y barritas energéticas. Los israelíes se lo habían montado mejor, por la mañana habían “asaltado” una panadería y traían de todo. En poco tiempo nos volvimos a poner en marcha; en aquel sector había dos miradores mas y todavía teníamos que hacer la excursión a Ping’an. Bajamos de la colina de Buda Dorado entre algunos bonitos arrozales y con el pueblo de Dazhai al fondo. A medio camino cruzamos el pequeño pueblo de Damaojie. A partir de aquí la cosa se empezó a complicar, ya que al estar al fondo de un valle había una gran infinidad de caminos, muchos de ellos sin señalizar. Nos costó mucho tiempo y energías llegar a Tiantou, el pueblo de donde salían los senderos hacia los otros dos miradores. Como eran las 15 h y teníamos aún 3-4 h de caminata hasta Ping’an decidimos no ir a los miradores (a las 18 h empezaba a oscurecer). Visto en perspectiva, nos lo habíamos montado muy mal aquel día. Al llegar por la mañana pensábamos que teníamos todo el tiempo del mundo y nos fuimos caminando al mirador mas lejano (el nº 3), pero eran mas de las 11, así que teníamos que haber cogido el telecabina. También podíamos haber ido a los otros miradores, que están mas cercanos unos de otros. O incluso dormir en la zona de Dazhai e ir a Ping’an a la mañana siguiente con algún transporte. Así que si alguien está planeando un viaje a la zona, que valore estos consejos.
Bajando del pico del Buda Dorado
Metiéndonos en uno de los arrozales
Bosque de bambús camino de Tiantou
Arrozales camino de Tiantou
Arrozales subiendo a Tiantou
Las guías que teníamos describían la excursión de Dazhai a Ping’an como una de las mejores que se pueden hacer en la zona. Había gente que la hacía con guía, pero nosotros habíamos leído que el sendero estaba señalizado, así que no pensamos que hiciera falta ningún guía. El sendero hacia Ping’an debía salir desde Tiantou, pero no vimos ningún cartel. Le preguntamos a la gente local, pero cuando alguien nos indicaba hacia una dirección, el siguiente lugareño al que preguntábamos nos señalaba la contraria. Estuvimos dando vueltas como unos tontos en aquel pueblo, el cual está diseminado ladera arriba por una montaña, así que subimos y bajamos un par de veces. Al final, la buena dirección nos la dio... un viajero francés, que había cogido el camino el día anterior. Aunque encontrar el sendero no iba a ser tan fácil. Una vez que salimos de Tiantou con la dirección correcta, no hubo forma de dar con él. Después de un buen rato dimos con un letrero medio caído en el suelo que señalaba Zhongliu, la aldea que hay antes de Ping’an. Aquello estaba resultando mas difícil de lo que nos pensábamos.
Mujeres yao en Tiantou. Muchas se ganan la vida de porteadoras
Dando vueltas en Tiantou, buscando el sendero a Ping'an
Letrero que indica hacia Zhongliu y Ping'an, ¡muy difícil de encontrar!
Desde el punto de vista del paisaje, la excursión no mataba. Pasamos por algunos campos de arroz chulos, pero casi todo el trayecto discurrió debajo de frondosos bosques con muy poca vista del entorno. El sendero a menudo discurría encima de piedras que, con la gran humedad del ambiente, eran muy resbaladizas, y mas de una vez estuvimos a punto de rompernos la crisma. Además, los israelíes imprimieron un ritmo alto a la caminata, seguramente temían que nos enganchara la noche caminando. Después de algo mas de 1 hora de intensa caminata llegamos a las primeras casas de Zhongliu. Allí encontramos a dos señoras que insistieron en hacernos de guía, pero no les hicimos mucho caso pensando que ya habíamos pasado el tramo complicado. Nos siguieron y pronto empezamos a encontrar bifurcaciones sin ningún cartel o señal. Al final nos dimos por vencidos y Dan regateó para que nos indicaran el camino (5 yuans cada una, parecía que formaban un “pack indivisible”). Aquella zona parecía que estaba totalmente patas arriba, estaban construyendo una nueva carretera y todo estaba removido (quizás por eso no había carteles). La carretera se emparraba hacia el centro de Zhongliu, pero las señoras nos indicaron que cogiéramos un empinado sendero que bajaba por una vertiente, flanqueando el pueblo por su parte este. Antes de coger este sendero, nos dijeron que por un módico precio nos podrían acompañar a Ping’an, pero declinamos la oferta y le dimos a cada una su paga. Sin duda, sin la ayuda de aquellas señoras no habríamos podido encontrar el sendero.
Arrozales entre Tiantou y Zhongliu
Arrozales cerca de Zhongliu, justo después de dejar atrás a nuestras "guías"
El resto de la excursión transcurrió sin problemas, en medio de un paisaje sobre todo forestal. Nos encontramos varios lugareños por el camino, que nos confirmaron que aquel era el sendero que llevaba a Ping’an. Tras una hora y media mas de camino llegamos a un collado, bajo el cual vimos Ping’an y sus arrozales. ¡Por fin, lo habíamos conseguido! Ya había empezado a oscurecer y si hubiéramos tardado un poco mas hubiéramos tenido que tirar de las linternas. Desde que habíamos cogido el camino correcto desde Tiantou, tardamos unas dos horas y media.
¡Que alegría que sentimos al ver Ping'an!
Nuestro alojamiento para aquella noche era el Countryside Hotel que, para no perder la costumbre en aquel día, nos costó encontrar. La única indicación que daban en Booking era simplemente “enfrente de la escuela”, y la pregunta era “¿Dónde está la escuela?”. Después de preguntar en varios hostales, dimos con nuestro dichoso alojamiento. Nuestra habitación era muy espaciosa, toda tapizada de madera; sin embargo, el baño era minúsculo y cutre (una tónica en China). Aunque tampoco podíamos pedir demasiado por 118 yuans (16 €). Los israelíes no tenían alojamiento reservado, y tras examinar una de las habitaciones de nuestro hotel, decidieron quedarse allí también.
Nuestra habitación
Estábamos reventados de tanto caminar, así que nos dimos una buena ducha y nos tiramos un rato en la cama. Lena nos picó en la puerta para ver si queríamos ir a cenar, pero le dijimos que queríamos quedarnos un rato mas. Los israelíes eran muy simpáticos, pero también queríamos descansar la mente de tanto hablar inglés. Al cabo de un rato salimos a buscar un sitio para cenar, pero en Ping’an no había mucho ambiente, parecía que éramos los únicos extranjeros en el pueblo. Buscando restaurante nos encontramos con ellos que estaban haciendo lo propio, así que unificamos los esfuerzos. Al final dimos con un restaurante abierto (relativamente cerca del hotel), aunque al principio pensábamos que no lo era ya que solo había un grupo de hombres jugando a las cartas. Nosotros pedimos arroz frito con huevo y jamón y fideos con verduras, regados con sendas cervezas. Los platos eran muy abundantes, sobre todo los fideos (cosa usual en China, mas de una vez comimos los dos con un solo plato). Nuestra parte de la cena nos salió por 69 yuans (9,50 €).
Nuestra cena, fideos y arroz

6 comentarios:

  1. Que paisajes mas bonitos! Y menuda odisea al final del día!!
    Seguro que vuestros consejos serán de ayuda para futuros viajeros ;)
    Un saludo

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    1. Si, los paisajes son muy chulos y los podríamos haber disfrutado mas planificándolo de otra forma. Esperamos que nuestra experiencia sirva para que otra gente no repita nuestros errores.
      Saludos

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  2. Hola, en septiembre viajo a china y estoy preparando mi itinerario.
    Como seria la planificación ideal de esta parte del viaje según vuestra experiencia??
    Dispongo en total de cuatro días completos para la zona de Yangshuo y esta de los arrozales, pero nose como planificarlas.
    Para los dias del rio Li tenia pensado pernoctar en Xingping pero he leído que no lo recomendáis.
    Por cierto me esta sirviendo mucho vuestro diario, dar por seguro que muchos apuntes que dais viajaran conmigo. Y posiblemente tenga que haceros alguno que otra pregunta mas.
    Muchas gracias y Un saludo!!!!

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    1. Hola Javi,

      Muchas gracias, nos alegra que te haya gustado el blog y que te esté siendo útil para preparar tu viaje a China. Pocos países nos han gustado tanto como China, ya verás como te encantará ;)

      Si solo estás 4 días en la región, haría lo mismo que hicimos nosotros (2 días arrozales, 1 día crucero río Li y 1 día bicis por Yangshuo) eliminando el día de Xingping. Respecto a nuestro viaje, cambiaría la noche en los arrozales, la haría en Dazhai en vez de Ping'an. Nosotros solo vimos una pequeña parte del valle de Dazhai y nos quedamos con ganas de mas. La única precaución es que dejéis mas o menos apalabrado el trasporte desde Ping'an de retorno a Guilin.

      Pernoctar en Yangshuo tiene muchas ventajas practicas: la oferta de alojamientos y de restaurantes es mucho mas amplia y los transportes a Guilin son mucho mejores en tiempo y frecuencia. En Xingping solo hay unos pocos sitios y no se si hay rutas de buses directas a Guilin. Y para los pocos días que tienes, mejor ir a lo práctico.

      Si tienes alguna otra duda, ya sabes donde estamos ;)

      Saludos

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  3. Hola! Me ha encantado el post! Nosotros iremos en Julio 3 noches a Guilin. Estoy valorando alojarme en Dazhai y hacer los trekkings que decís. Cuánto se suele tardar en hacer los 3 trekkings? Dan vértigo? Creéis que es necesario un guía para no perderse?

    La idea sería hacer:
    Día 1: Guilin - Dazhai (trekkings)
    Día 2: Trekkings - vuelta a Guilin
    Día 3: crucero hasta Yangshuo
    Día 4: ver Yangshuo y volver a Guilin en bus.

    ¿Cómo lo véis?

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    1. Hola!

      Que quieres decir con los 3 trekkings? Si te refieres a los caminos que hicimos ese día, tardamos una hora en subir al mirador nº 3, otra hora mas a Tiantou y 2 horas y media desde allí a Ping'an. Tiempo de caminar no es mucho, pero a esto hay que sumar el tiempo que nos perdimos y el de disfrutar las vistas.

      El camino no da ningún vértigo, no tienes que preocuparte de ello. De la orientación sí, ya que es fácil perderse. Puedes ir con algún tipo de mapa off-line para el gps (nosotros usamos maps.me que va muy bien y es gratis) y también preguntar a los lugareños (por poco dinero te indicaran el camino correcto), te cruzaras constantemente con gente.

      El planning es genial, es como el nuestro y lo repetiríamos otra vez. Aunque siempre nos ha quedado la duda si hubiera sido mejor dormir en la zona de Dazhai y verla mejor. Sobre todo porque el trekking de Dazhai a Ping'an no vale mucho la pena. Puedes valorarlo, quizás hay opciones para coger algún transporte a primera hora de la mañana de Dazhai a Ping'an para estar la mañana por allí (se ve mas rápido). Están cerca, así que en taxi no seria muy caro.

      Saludos

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