5 de octubre de 2013
Ese día no tuvimos tiempo de nada, el vuelo llegaba tarde a Estambul y después de 2 horas en transporte público conseguimos llegar a nuestro hotel, con tiempo de instalarnos y cenar. El día siguiente empezaríamos la visita a la ciudad!
Volamos a Estambul con la compañía low-cost Pegasus que salió puntual, a las 14:05. Aprovechamos el vuelo para comer nuestros bocadillos caseros, ya que al ser una compañía barata no dan nada para comer. El vuelo fue bien y llegamos a Estambul a la hora prevista, a las 18:35 h. El aeropuerto al que llegamos fue el Sabiha Gökçen, situado en la parte asiática a 50 km del centro.
Una vez en el aeropuerto habíamos leído que teníamos que pagar un visado. Pero la verdad es que no estaba nada bien explicado y cuando nos tocó nuestro turno en la cola de comprobación de los pasaportes nos hicieron volver atrás a pagarlo! Fueron 15 € cada uno. No todos los turistas tienen que pagar, depende del país de origen, vimos por ejemplo que suizos y noruegos no pagaban. Suerte que no tuvimos que volver a hacer la cola y nos dejaron colar una vez comprado el visado! La verdad es que era todo un poco caótico.
Nada más salir buscamos una oficina de cambio, necesitábamos algunas liras turcas para poder llegar al hotel. Encontramos solo una oficina con un cambio de 2,61 TL por euro. Cambiamos solo 100 euros porque no sabíamos si luego en el centro nos darían mejor cambio, pero la verdad es que este se ajustaba bastante al cambio oficial (2,72 TL).
Existen varias opciones para desplazarse desde el Sabiha Gökçen al centro. Si no os importa pagar más, aparte del taxi, existen varias compañías que ofrecen traslado privado a la hora deseada. Las opciones baratas son el bus público E3 o las lanzaderas. Lo más práctico son estas últimas, hay de dos tipos: las Havaş que salen cada media hora, llegan a la plaza Taksim y cuestan 13 TL (5 €), y la Airport Shuttle y la Istanbul Shutle Services que tienen horarios fijos, llegan hasta Sultanahmet y cuestan 10 €. Estas dos se pueden reservar por internet.
Como no teníamos prisa ya que ese día no nos daba tiempo de visitar nada, fuimos con las lanzaderas Havaş que llevan a la plaza Taksim. Además, los horarios de las otras lanzaderas no nos iban muy bien (el de las 19 h nos parecía muy justo y el de las 20:30 h demasiado tarde). Los Havaş salen justo delante del aeropuerto y el billete se compra una vez esta todo el mundo sentado y a punto de salir. Había mucho tráfico y al final tardamos más de una hora en llegar.
En la plaza Taksim nos costó un poco orientarnos. Es muy grande y el autobús te deja en un lateral donde no se ve ningún cartel del metro, que se encuentra en el parque. Además, justo delante teníamos una gran avenida y no encontrábamos la forma de cruzarla. Después de un par de vueltas conseguimos llegar al metro. La idea era comprar una tarjeta recargable (la Istanbulkart) pero las taquillas estaban cerradas y en las máquinas no se podía comprar. Tuvimos entonces que comprar jetons, unas fichas rojas que cuestan 3 TL y que funcionan como un billete sencillo y sin posibilidad de transbordo. En la plaza Taksim cogimos el funicular hasta Kabataş. Allí volvimos a comprar 2 jetons más para coger el tranvía hasta Sultanahmet, el barrio donde teníamos nuestro hotel. El tranvía iba muy lleno de gente que volvía a casa después del trabajo. En general nos sorprendió que la mayoría de gente que vimos en el funicular y el tranvía vistiera de forma occidental, se notaba que estábamos en la parte moderna de la zona europea.
Cuando llegamos a Sultanahmet eran más de las 9 h de la noche! Habíamos tardado más de 2 horas en llegar y nos había costado en total 19 TL cada uno (7,3 €). Aunque a lo mejor en las otras lanzaderas hubiéramos llegado antes más cómodamente nos gustó movernos por nuestra cuenta y ver gente local.
Encontramos sin problemas nuestro hotel, el Anadolu Hotel, situado en la calle Salkımsöğüt, muy cerca de la mezquita de Santa Sofía. Es un hotel sencillo y sin muchas pretensiones. Nuestra habitación estaba en un edificio nuevo, era pequeña y con baño. La calefacción funcionaba mal y no se podía regular, pero se estaba bien. Se agradecía el calorcito ya que fuera en la calle hacía bastante frío.
nuestra habitación en el Anadolu Hotel
Como era tarde, enseguida bajamos a la calle a buscar algún sitio para cenar. No quisimos complicarnos mucho la vida y al final terminamos en el restaurante Baran 2 situado en Divanyolu Caddesi muy cerca de la parada del tranvía de Sultanahmet. Es un tipo de restaurante que nosotros denominamos “ranchoide”, hay muchos de este estilo en Estambul, se trata de restaurantes que ya tienen la comida hecha, expuesta en bandejas y tu pides lo que quieres solo señalándolo. Es una forma fácil y rápida de comer! Y la verdad es que estaba bastante bueno… Comimos patata rellena de pollo, calabacín relleno de verduras y gratinado, albóndigas con patatas y arroz. Todo por 42 TL (16 €).
el escaparate del restaurante, donde se podía ver la comida de aquel día
nuestra primera cena en Estambul
Bueno burno, aquí me tenéis como siempre!!! otro país que no conozco, así que dispuesta a aprender mucho ;)
ResponderEliminarsaludos!
Pues esto acaba de empezar... en los próximos días más ;)
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