ALEMANIA 8: Fürth y regreso

21 de agosto de 2019 Solo teníamos unas pocas horas por la mañana antes de regresar a casa, que dedicamos a pasear por la vecina ciudad de Fürth. A última hora de la mañana nos dirigimos en metro al aeropuerto de Núremberg donde cogimos el vuelo de vuelta a casa. Aquel día tratamos de madrugar un poco para apurar las pocas horas que nos quedaban en Alemania (nuestro vuelo de vuelta salía a las 14:40 h). Después de hacer el check-out dejamos las mochilas en el hotel. Para aquella mañana habíamos planificado pasar un par de horas en la cercana localidad de Fürth, una ciudad con una dilatada historia pero que siempre estuvo a la sombra de la gran metrópoli de Núremberg. Pero ambas ciudades quedaron unidas al ser las primeras en Alemania en estar conectadas por ferrocarril en 1835.
21 de agosto de 2019
Solo teníamos unas pocas horas por la mañana antes de regresar a casa, que dedicamos a pasear por la vecina ciudad de Fürth. A última hora de la mañana nos dirigimos en metro al aeropuerto de Núremberg donde cogimos el vuelo de vuelta a casa.
Aquel día tratamos de madrugar un poco para apurar las pocas horas que nos quedaban en Alemania (nuestro vuelo de vuelta salía a las 14:40 h). Después de hacer el check-out dejamos las mochilas en el hotel. Para aquella mañana habíamos planificado pasar un par de horas en la cercana localidad de Fürth, una ciudad con una dilatada historia pero que siempre estuvo a la sombra de la gran metrópoli de Núremberg. Pero ambas ciudades quedaron unidas al ser las primeras en Alemania en estar conectadas por ferrocarril en 1835. Precisamente la mejor forma de llegar a Fürth actualmente es en tren; aunque hay una línea de metro (la U1), es mucho mas rápido ir en tren ya que casi todos los trenes que van al norte o al oeste paran en Fürth y es la primera parada. En cuanto a precios, nosotros compramos un bono de un día para dos personas (12,30 €), ya que después teníamos que ir al aeropuerto, y nos salía algo mas barato que comprar billetes sencillos (3,20 € cada uno).
Llegamos a la estación de tren de Fürth a las 10 de la mañana, y fuimos directamente a la cercana oficina de información turística para que nos proporcionaran algo de información (es una ciudad poco turística y no salía en nuestras guías). La estación queda a unos 15 minutos caminando al sur del centro histórico, pero sus calles eran tan tranquilas que eran agradables para pasear. Enseguida llegamos a uno de sus lugares mas famosos, su Ayuntamiento (Rathaus), construido en el siglo XIX inspirado en el Palazzo Vecchio de Florencia. A continuación nos dirigimos a la que es sin duda la calle mas bonita de Fürth, Gustavstraße. Estaba flanqueada por bonitas casas de entramado de madera fantásticamente bien conservadas. Pese a la proximidad de Fürth con Núremberg, tuvo la gran suerte de librarse de los bombardeos que asolaron esta ciudad en la 2ª Guerra Mundial, por lo que su casco histórico está muy bien conservado. Pasear por aquella calle era una gozada, era como estar en un pueblecito de la campiña.
El Ayuntamiento de Fürth
Paseando por Gustavstrasse
Gustavstrasse
Muy cerca de la calle se encuentra la iglesia mas antigua de la ciudad, la de S. Miguel (Sankt Michael), aunque por dentro nos pareció que estaba muy remodelada y no se veía el paso del tiempo. Nuevamente fuera llegamos al epicentro del casco histórico, Marktplatz, rodeado por bucólicas casas de entramado de madera. Nos estuvimos un rato allí disfrutando del fenomenal ambiente que se respiraba, muy tranquilo y apacible. Volvimos hacia la estación por la Hirschenstraße, la principal calle de la parte nueva de la ciudad. Estaba flanqueada por bonitas mansiones del siglo XIX y sobre todo estaba llena de vida, con muchos comercios y gente paseando. Finalmente nos estuvimos una hora y media en Fürth, una ciudad que nos gustó para dar un paseo corto, aunque tampoco diríamos que es imprescindible de ver.
Marktplatz
La iglesia de S. Miguel (izq.) y Martkplatz (dcha.)
Hirschenstrasse
Tomamos un tren a las 11:40 h y regresamos a la estación central de Núremberg. Había sido una gran elección que nuestro hotel estuviera tan cerca, así que fue un momento recoger nuestro equipaje y volver a la estación. Ir al aeropuerto es muy sencillo en transporte público, solo hay que coger la línea U2 del metro que pasa por la misma Hauptbahnhof. Solo hay que fijarse que el metro que cojas vaya hasta el final, donde está el aeropuerto, ya que algunos finalizan su recorrido antes. Llegamos en unos 15 minutos al aeropuerto y pasamos los controles enseguida. El aeropuerto de Núremberg es relativamente pequeño, así que después de los controles solo hay un restaurante, con lo que a la hora de comer no pudimos elegir demasiado. Nuestro vuelo con Vueling salió puntualmente rumbo a Barcelona, poniendo fin a aquel fantástico viaje.

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