COSTA OESTE DE EEUU 20: Ruta 66 (Arizona)

22 de octubre de 2018 Dedicamos todo aquel día a recorrer un tramo de la mítica Ruta 66 a su paso por Arizona. Hicimos principalmente paradas en los pueblos de Williams, Seligman, Hackberry y Oatman. Como colofón, cenamos en un típico diner de los años 50 en Kingman, donde hicimos noche. La Ruta 66 es una de las carreteras mas famosas de todo EEUU. Atraviesa casi todo el país, desde Chicago a Los Ángeles. Esta era la ruta que usaban los emigrantes que viajaban hacia el oeste en busca de nuevas oportunidades en los años 30. La carretera logró también revitalizar las zonas por donde pasaba, ya que se construyeron una infinidad de servicios para los viajeros.
22 de octubre de 2018
Dedicamos todo aquel día a recorrer un tramo de la mítica Ruta 66 a su paso por Arizona. Hicimos principalmente paradas en los pueblos de Williams, Seligman, Hackberry y Oatman. Como colofón, cenamos en un típico diner de los años 50 en Kingman, donde hicimos noche.
La Ruta 66 es una de las carreteras mas famosas de todo EEUU. Atraviesa casi todo el país, desde Chicago a Los Ángeles. Esta era la ruta que usaban los emigrantes que viajaban hacia el oeste en busca de nuevas oportunidades en los años 30. La carretera logró también revitalizar las zonas por donde pasaba, ya que se construyeron una infinidad de servicios para los viajeros. Con el progreso, grandes tramos de la Ruta 66 fueron convertidos o substituidos por autopistas, hasta su total desaparición en los años 80. En algunos estados todavía quedan algunos tramos originales de la Ruta 66, en los que sobreviven gasolineras, restaurantes y tiendas con estética de los años 50, ajenos al paso de los años. Éstos han podido sobrevivir debido al turismo, ya que en muchos estados estos tramos se han convertido en la Ruta Histórica 66. Precisamente, uno de los tramos mas largos que se conservan está en Arizona, entre Seligman y Kingman. Para mas información, recomendamos este post de Viaje Costa Oeste, un blog imprescindible para preparar cualquier viaje por esa zona.
Aquel día no madrugamos demasiado y fuimos a desayunar con la calma en nuestro motel de Sedona. Nos pusimos en marcha y nuestra primera parada fue Williams, una pequeña ciudad que conserva un pequeño tramo de la Ruta 66 que se ha transformado en su calle principal. El ambiente en Williams era muy agradable. La calle está rodeada por casa bajas llenas de tiendas que vendían todo tipo de artículos relacionados con la ruta. Aunque se veía todo muy turístico, nos gustó mucho pasear por allí curioseando los escaparates de las tiendas y fijándonos en sus decoraciones. En algunos lugares había reproducciones que te lograban transportar a los años 50, como el restaurante Cruiser’s, con una estética muy lograda. No nos estuvimos mucho rato, ya que el tramo de calle interesante es corto y fuera de ella no encontramos nada de interés.
Recreación de una gasolinera de los años 50 en Williams
Williams
Tienda de souvenirs en Williams
Luego cogimos el coche y nos fuimos hasta Seligman, el pueblo donde empieza el tramo mas largo de la Ruta Histórica 66. A primera vista, nos pareció un pueblo medio abandonado, con muchas casas desvencijadas y tiendas abandonadas. En algunos puntos encontramos algunos negocios que habían sobrevivido a la creación de la autopista Interestatal 40, que había dejado a aquella carretera prácticamente sin tráfico. Al este del pueblo paramos cerca del Delgadillo’s, un restaurante muy típico de la ruta 66 con todo tipo de elementos de la época, como coches de época o antiguos surtidores de gasolina. Al lado había una barbería que se había transformado en museo de la ruta, y algunas tiendas de souvenirs que exhibían coches antiguos en la puerta para atraer la clientela. Los únicos que nos movíamos por allí éramos turistas, parecía que ni siquiera había gente local.
Seligman, frente al museo de Delgadillo's
Diversos lugares de Seligman
Mas tiendas de souvenirs de Seligman, con sus coches antiguos
El resto del pueblo nos pareció anodino, pero paramos cerca de su extremo oeste, donde encontramos algo interesante. Parecía ser la recreación de una serie de edificios históricos de madera, incluyendo una oficina de Wells Fargo y una pequeña cárcel. Nos pareció bastante auténtico y nos estuvimos haciendo unas fotos por allí. Finalmente, Seligman también nos gustó bastante, aunque carecía de la vida de ciudad que tenía Williams.
Edificios históricos reconstruidos en Seligman
Dejamos atrás Seligman y circulamos por fin por la Ruta Histórica 66 en dirección oeste. La ruta fue un poco pesada, ya que es recta, no había casi tráfico y apenas pasamos por ningún pueblo. Tardamos casi una hora en llegar a la siguiente parada, Hackberry. Este no es un pueblo sino una especie de pequeña área de servicio congelada en los tiempos de los años 50. En el exterior había algunos surtidores antiguos de gasolina y varios coches de época, que parecían abandonados allí sin mucho sentido. Dentro había una tienda de souvenirs y un pequeño restaurante con la decoración bastante auténtica. El aire decadente de Hackberry nos gustó bastante.
Hackberry y sus surtidores de gasolina antiguos
Hackberry
Continuamos nuestro recorrido por la Ruta Histórica 66 hacia el oeste. Justo cuando empezábamos a tener hambre pasamos por un lugar llamado Antares, donde había otra área de servicio. Pretendía ser como Hackberry, con decoración de época y algunos coches antiguos, pero se quedaba como una mala copia. En el pequeño restaurante éramos los únicos clientes, y pedimos un hot dog para compartir, por el que nos sablearon 10 $.
Nuestro almuerzo de aquel día
Proseguimos la ruta y llegamos finalmente a Kingman, donde se acaba este tramo de la Ruta 66. Mas al oeste hay algunos puntos interesantes asociados a esta ruta, aunque la carretera no pase físicamente por ellos. Decidimos ir a uno de ellos, Oatman, un antiguo pueblo minero abandonado en los años 60. Se convirtió en un pueblo fantasma, pero sus edificios antiguos de madera fueron conservados y restaurados. Aunque lo mas famoso de Oatman son los burros salvajes que campan a sus anchas por las calles, descendientes de los que se usaban en las minas como animales de carga y que tras el abandono de la minería fueron liberados. Llegar hasta Oatman es un poco complicado, ya que hay que recorrer una sinuosa carretera que sube por las montañas con tramos muy estrechos.
La primera sensación que tuvimos en Oatman fue muy positiva, parecía que estábamos en un pueblo del far west con sus típicas casas bajas de madera. Todas estaban ocupadas por tiendas de souvenirs, pero respetaban la estética del lugar, lo que le daba cierta autenticidad al pueblo. Los burros paseaban por allí como unos habitantes mas, y en algunas tiendas vendían comida para alimentarlos. La verdad es que nos pareció muy curioso ver a aquellos animales sueltos por un pueblo. Uno de los puntos mas famosos es el Oatman Hotel, donde se dice que pasaron su luna de miel Clark Gable y Carole Lombard. En realidad funciona como un museo/tienda de souvenirs, y se puede ver la habitación donde se supone que se alojaron ambos actores. La vistita a Oatman nos encantó por lo bien cuidado que tienen el antiguo pueblo minero, que han sabido conservar como un museo y no lo han transformado en un parque temático.
Oatman y sus burros
El famoso Oatman Hotel
Oatman
Oatman
Regresamos nuevamente a Kingman, donde esperábamos dar un vistazo a su museo de la Ruta 66, pero al llegar ya era tarde y estaba cerrado. Con esto dimos por concluido nuestro paso por la Ruta 66 de Arizona, que nos gustó mucho, aunque hay que decir que íbamos con expectativas bajas. Hay mucha gente que le decepciona ya que le da la sensación que todo lo que rodea a la Ruta 66 es un poco de cartón piedra, muy orientado a turistas y con poca autenticidad. Y sí, nosotros estaríamos bastante de acuerdo, hay pocos lugares auténticos y abundan los que únicamente apilan coches antiguos en sus puertas para vender souvenirs. También hay que tener en cuenta que el tramo entre Seligman y Kingman tiene mas de 120 km, en los que hay pocos pueblos. Así que no hay que pensar que podrás ir parando cada dos por tres para ver lugares interesantes, ya que la mayor parte del tiempo se pasa en la carretera. Pensamos que si se tiene todo esto en cuenta, se disfrutará de la ruta, si no es fácil que decepcione.
Con la faena del día hecha, nos fuimos a nuestro alojamiento, precisamente en Kingman. Era un típico motel de carretera, de la cadena Quality Inn. Como buen motel, estaba en medio de la nada, en una zona de nadie entre el centro de Kingman y su parte mas nueva. La habitación estaba bastante bien, tenía todo lo necesario sin ningún lujo. El desayuno estaba incluido y constaba de un buffet sencillo, pero con lo básico para empezar bien el día. Lo mejor de todo fue el precio, 43 € la noche, toda una bendición para nuestro presupuesto.
Nuestra habitación
Después de descansar un rato cogimos el coche para ir a cenar. No nos pudimos resistir la tentación de ir al Mr. D'z Route 66 Diner, uno de los “diners” mas populares de la Ruta 66. Por dentro estaba perfectamente ambientado en los años 50, con una decoración bastante auténtica. Pedimos una hamburguesa y algo que resultó ser un sándwich (aunque se llamaba Patty Burger), que estaban acompañados por unas patatas fritas exquisitas. Junto con un batido de fresa, la cena nos salió por 25,50 €, en lo que nos pareció una fantástica relación calidad-precio.
Cenando en un típico diner

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