Del 7 al 10 de enero de 2018
El inicio de 2018 empezó muy viajero para nosotros. Y es que una semana después de empezarlo ya hicimos la primera escapada. Los que seguís nuestras andanzas por el mundo recordareis que hacía unas pocas semanas que habíamos vuelto del gran viaje del 2017, Camboya. Los vuelos para esta escapada los compramos antes de ir al sudeste asiático, durante el famoso Black Friday. Con la mente abierta exploramos las mejores ofertas para programar una escapada justo después de Reyes. Y vimos la oportunidad de ir a Nápoles por unos 20 € el trayecto, así que no nos lo pensamos. La verdad es que Italia es un país que nos encanta por su buen clima, su rica gastronomía, su interesante patrimonio histórico y sus bulliciosas gentes. De hecho, ha sido la quinta vez que hayamos ido a este país, después de nuestro paso por Roma en 2008, Cerdeña en 2013, Pisa y Florencia en 2014 y Venecia, Véneto y Emilia-Romaña en 2016.
Nunca hemos leído opiniones tan encontradas respecto a un destino como con Nápoles. Como se suele decir, o la odias o la amas. Quizás por eso no nos ha sorprendido el caos del tráfico o la suciedad de las calles, y hemos disfrutado mucho descubriendo sus rincones. Entre las callejas con ropa tendida en los balcones se esconden una infinidad de tesoros artísticos muy interesantes. Seguramente los que hayan estado estarán de acuerdo que no es una de las ciudades mas bonitas de Italia, pero tiene un encanto que bien merece una escapada
Uno de los reclamos mas famosos de Nápoles está en sus alrededores, a un corto trayecto en tren. Se trata de Pompeya, quizás uno de los lugares arqueológicos mas importantes del mundo. Nosotros siempre hemos soñado con visitar estas ruinas y esta escapada nos brindaba la ocasión perfecta. Estuvimos unas cuantas horas deambulando por sus calles congeladas en el tiempo y visitando algunas de sus villas romanas que todavía albergan incalculables obras de arte. La verdad es que cumplió nuestras grandes expectativas. Aprovechamos para visitar las vecinas ruinas de Herculano, una ciudad romana mas pequeña que corrió la misma suerte que Pompeya.
Pese a que solo teníamos cuatro días, decidimos dedicar uno a hacer una escapada por la Costa Amalfitana en coche de alquiler. Es un tramo costero con abruptos acantilados que albergan una gran cantidad de pueblecitos sencillamente encantadores. El hecho de visitarlos en esta época (enero) hizo que apenas encontráramos gente en ellos (en temporada alta la zona es famosa por los atascos de tráfico que se forman y la masificación turística). Fue un día en que cambiamos el trasiego de la gran Nápoles por la tranquilidad de los pueblos amalfitanos.
Por último no podemos olvidarnos de otra de las buenas razones de visitar Nápoles, su gastronomía. La ciudad presume de cocinar la mejor pizza de Italia (¡palabras mayores!). Aunque hemos hecho pocas comidas en condiciones (básicamente cenas), hemos podido saborear sus platos de pasta y la famosa pizza napolitana. Una cosa que nos ha encantado de Nápoles es que muchas “pasticceria” y pequeños restaurantes tienen mostradores en la calle donde venden sus productos, ya sean dulces, pizzas o paninos. Así que al mediodía es posible comer barato y rápido a base de suculentas especialidades napolitanas.
Algunas especialidades napolitanas e italianas |
A continuación os dejamos el resumen de lo que hemos hecho día a día (todas las noches dormimos en Nápoles):
- Día 1 - Nápoles I (centro histórico): cogimos el avión de buena mañana y aterrizamos en Nápoles a las 10. Empezamos paseando por la Via dei Tribunali, donde visitamos los templos de Pio Monte della Misericordia, Duomo, San Lorenzo Maggiore y la espectacular Cappella Sansevero. Continuamos paseando por las callejas que forman Spaccanapoli, visitando la iglesia de San Domenico Maggiore y la calle S. Gregorio Armeno, que alberga los famosos pesebres napolitanos.
Diferentes lugares del centro histórico de Nápoles |
- Día 2 - Pompeya y Herculano: por la mañana fuimos en tren a las ruinas en Pompeya. Estuvimos unas cuatro horas explorándolas en profundidad y todavía nos faltó tiempo para ver algunos lugares. Después nos desplazamos en tren a Herculano, donde una hora y media fue suficiente para ver todo el conjunto arqueológico. Volvimos en tren a Nápoles, donde llegamos sobre las 5 de la tarde.
Ruinas de Pompeya |
Ruinas de Herculano |
- Día 3 - Nápoles II (Toledo, Barrios Españoles, Santa Lucía y Chiaia): empezamos el día visitando el bonito monasterio de Santa Clara, que nos había quedado pendiente el primer día. Después paseamos por la agradable via Toledo, donde visitamos Sant'Anna dei Lombardi, una iglesia repleta de obras de arte, y el bullicioso mercado de Pignasecca. A continuación nos internamos por las caóticas callejuelas de los Barrios Españoles, acabando en la Piazza del Plebiscito. Luego fuimos al barrio marinero de Santa Lucia, donde visitamos el Castel dell'Ovo, un formidable castillo construido en una pequeña isla, y acabamos paseando por las tranquilas calles de Chiaia. Habíamos previsto ir a última hora de la tarde al Museo Arquelógico, pero estaba cerrado (¡no abre los martes!).
Diferentes lugares de Nápoles que vimos aquel día |
- Día 4 - Costa Amalfitana: nos levantamos pronto y fuimos al aeropuerto a buscar nuestro coche de alquiler. Nuestra primera parada fue en Salerno, una ciudad con un agradable casco histórico situada en el extremo este de la Costa Amalfitana. Una vez en ella, recorrimos su serpenteante carretera parando en los pueblos de Cetara, Ravello, Atrani, Amalfi y Positano. Por la tarde volvimos al aeropuerto a devolver el coche y a la noche tomamos nuestro vuelo de vuelta a casa.
Pueblos de la Costa Amalfitana |
Presupuesto
2 vuelos Ryanair Barcelona > Nápoles | 47,31 € |
2 vuelos Vueling Nápoles > Barcelona | 50,98 € |
Alojamiento | 151,20 € |
Transporte público | 34,20 € |
Entradas | 102,00 € |
Coche de alquiler | 17,46 € |
Peajes & Parkings | 16,20 € |
TOTAL | 419,35 € |
POR PERSONA | 209,68 € |
En general Nápoles no nos pareció una ciudad muy cara, quizás estaría un poco por debajo de Madrid o Barcelona. Como podéis ver, una escapada de 4 días puede salir por unos 200 € por persona. El capítulo que supuso mayor gasto fue el alojamiento, algo habitual. Dormimos en el bed and breakfast Funikuli Funikula por unos 50 € la noche (incluido el desayuno); un sitio que sin duda recomendaríamos. Hay que tener en cuenta que siendo temporada baja se notaba que los precios de los alojamientos eran mas baratos (nuestro B&B cuesta 75 en temporada alta).
Como explicamos antes, los vuelos nos salieron bastante baratos al comprarlos en el Black Friday, casi 20 € por trayecto. Pero hay decir que Nápoles es un destino donde es fácil conseguir vuelos baratos desde varias ciudades españolas. Siguiendo con el transporte, coger un tren o el metro en la ciudad es muy asequible (no llegamos a coger ningún bus, pero seguramente también lo es). Por ejemplo, un billete sencillo para un trayecto corto en metro cuesta 1,10 €. El coche de alquiler también nos salió bien de precio debido a la época. Eso sí, el gasto de parkings en la zona de la Costa Amalfitana es a tener en cuenta: todos los pueblos tienen zonas azules carísimas, sobre todo en verano (por ejemplo, en Ravello vale 5 €/hora).
No hemos contabilizado en el presupuesto el gasto en comida, ya que entendemos que es un capítulo muy personal, en el que se puede gastar mas o menos. Afortunadamente, disfrutar de la gastronomía napolitana es bastante barato. Los platos de pasta suelen valer unos 8 €, y las pizzas unos 6. Como hemos comentado antes, al mediodía es fácil comer barato en los puestos callejeros de restaurantes y pastelerías. Así que el dinero no es excusa para disfrutar de la buena gastronomía napolitana.
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