CHINA 11: parque nacional de Zhangjiajie I

17 de septiembre de 2015 Aquella jornada dejamos Zhangjiajie city para ir a uno de los lugares con los paisajes mas espectaculares de China, el parque nacional de Zhangjiajie. Accedimos al parque por su entrada suroeste, a la que llegamos en bus desde Wulingyuan, nuestra base en la zona. El resto del día lo dedicamos a explorar el sector de Huangshi village y volvimos a casa caminando por la ruta del Torrente Dorado. Antes de iniciar el relato debemos aclarar algo sobre la toponimia de esta zona: hay tres lugares diferentes que se llaman Zhangjiajie. Primero, la gran ciudad en la que habíamos dormido la noche anterior provenientes de Xi’an, nos referimos a ella como Zhangjiajie city. Después está el parque nacional, la verdadera atracción de la zona, que también se llama Zhangjiajie.
17 de septiembre de 2015
Aquella jornada dejamos Zhangjiajie city para ir a uno de los lugares con los paisajes mas espectaculares de China, el parque nacional de Zhangjiajie. Accedimos al parque por su entrada suroeste, a la que llegamos en bus desde Wulingyuan, nuestra base en la zona. El resto del día lo dedicamos a explorar el sector de Huangshi village y volvimos a casa caminando por la ruta del Torrente Dorado.
Antes de iniciar el relato debemos aclarar algo sobre la toponimia de esta zona: hay tres lugares diferentes que se llaman Zhangjiajie. Primero, la gran ciudad en la que habíamos dormido la noche anterior provenientes de Xi’an, nos referimos a ella como Zhangjiajie city. Después está el parque nacional, la verdadera atracción de la zona, que también se llama Zhangjiajie. Y por último, existe un pequeño pueblo en una de las entradas del parque que también se llama así, nos referiremos a él con el nombre de Zhangjiajie village.
El parque nacional de Zhangjiajie es una de las bellezas naturales de China. Sus paisajes de afilados acantilados cubiertos de espesos bosques inspiraron los de la exitosa película Avatar. Es tan grande que se necesitan como mínimo 3 días para verlo bien. La entrada al parque es la mas cara que vimos en todo nuestro viaje a China, 251 yuans (casi 35 €), pero es válida durante 4 días. Con el precio está incluido los trayectos en bus internos, pero no los telecabinas y ascensores, que son muy caros y muchas veces inevitables si se quieren evitar un par de horas de ardua subida. El parque tiene tres puntos de entrada, pero los mas populares son los de Wulingyuan (hacia el este) y el del Zhangjiajie National Forest Park (en el suroeste), ya que albergan además hoteles y restaurantes. Para mas información práctica, es muy útil este post de China Highlights.
Nos despertamos relativamente temprano de nuestro hotelillo de Zhangjiajie city para aprovechar bien el día. A la recepcionista (que no hablaba inglés) le preguntamos hacia donde quedaba la estación de bus, ya que habíamos elegido aquel hotel porque quedaba cerca. Ya nos dimos cuenta que se extrañó un poco, y nos dijo que cogiéramos un taxi. Como se suponía que estaba cerca decidimos seguir las indicaciones de nuestra aplicación de mapas móvil y acercarnos caminando. Pero enseguida nos dimos cuenta que algo marchaba mal, allí no había ninguna estación de bus. A lo largo del viaje vimos que en China las cosas cambian rápidamente y la información de las guías y los blogs se vuelve obsoleta en poco tiempo. Como era evidente que había una flamante nueva estación en algún sitio, paramos un taxi para que nos llevara (7 yuans). Tardamos unos diez minutos en llegar a la estación de bus, que estaba situada al sur del río Lishui (nuestro hotel estaba al norte).
De aquella estación salía el bus a Wulingyuan, nuestra base en el parque nacional de Zhangjiajie. Pero antes fuimos a comprar el billete del bus entre Zhangjiajie city y Fenghuang, la siguiente parada en nuestra ruta viajera tres días después. Decidimos comprarlo con tanta antelación porque habíamos leído que las plazas se acababan con facilidad, y solo había 6 buses al día (8:30, 9:30, 12:30, 14:30, 15:30 y 17:20 h). Además, nosotros queríamos coger el último bus, ya que así aprovecharíamos el día al máximo. No tuvimos problemas para comprar los billetes para tres días después, los cuales nos costaron 80 yuans cada uno (unos 11 €).
El bus a Wulingyuan era un minibús pequeño, de esos que van saliendo conforme se llenan y que se paga a bordo (12 yuans). Tardamos alrededor de una hora en llegar a la estación de bus de Wulingyuan, la última parada. Fuimos andando hacia nuestro alojamiento, el Wulingyuantuniu Youth Hostel (abreviado, Tu Niu). Lo elegimos básicamente por su ubicación, a menos de 10 minutos caminando de una de las entradas del parque, y por el precio (140 yuans la noche con desayuno incluido, 20 €). La habitación era amplia y confortable, con lo básico y sin lujos. El desayuno estaba bastante bien, era un bufete que se servía en una cafetería cercana. La gente de alojamiento fue muy amable con nosotros, nos dieron un mapa completo y nos diseñaron unos itinerarios para los días que íbamos a estar allí. Y además nos dejaron usar su lavadora sin pagar nada a cambio. Lo único malo es que, por lo que vimos, realmente no es un “youth hostel”, casi toda la clientela es china (de esos que van en grandes grupos ruidosos) y apenas había otros extranjeros.
Nuestra habitación en el Tu Niu
Para aquel día en el hostel nos diseñaron una ruta muy completa. Iríamos a la entrada suroeste y subiríamos a la zona de Huangshi village, donde se podía hacer un circuito circular de 2 horas. Después bajaríamos (1,5 horas) y recorreríamos el Torrente Dorado (2,5 horas) hasta la parada del bus que nos devolvería a Wulingyuan. De forma que nos dirigimos nuevamente hacia la estación de bus de Wulingyuan y cogimos el bus que iba a Zhangjiajie village (10 yuans). En el bus conocimos una pareja de mexicanos, Marco y Victoria, con los que hablamos de nuestros respectivos viajes por China y el mundo. Como nosotros, ellos habían inspirado su ruta en la de Viajeros Callejeros. Y nos dieron un consejo que quizás le podría ayudar a mucha gente a ahorrar dinero en China: se habían hecho un carnet de estudiante falso (lo habían comprado por internet) con el que se beneficiaban de importantes descuentos en las caras entradas de los lugares turísticos de China.
Tras pagar la entrada, entramos al parque nacional de Zhangjiajie. Aunque estábamos en un extremo de su territorio, ya empezábamos a entrever lo que nos depararía: altos picos rocosos cubiertos de frondosos bosques, acompañados de una neblina que les daba cierto misticismo. Nada mas entrar nos encontramos con un nutrido grupo de monos, a priori uno de los habitantes mas simpáticos del viaje; pero después comprobamos que allí los monos eran animales agresivos que no dudaban en utilizar la violencia para quitarle la comida a los pobres turistas (incluso se avisa con carteles en las zonas donde hay mas). Nuestro primer objetivo era una zona conocida como Huangshi Zhai (Huangshi village o Yellow Stone Village en los mapas en inglés), una pequeña meseta que se eleva de entre las montañas circundantes, con grandes vistas de los alrededores. Un sendero con muchos miradores bordea toda la meseta, tardándose dos horas en recorrerlo. Se puede subir a la meseta mediante un cómodo telecabina (65 yuans ida) o caminando durante una hora y media por un sendero muy duro lleno de escalones (el cual supera mas de 300 m de desnivel).
Paisajes cerca de la entrada
Uno de los monos que abundan por todo el parque
Nuestra intención era subir con el telecabina, recorrer todo el sendero de Huangshi village y bajar caminando. Así que nos despedimos de los mexicanos, que querían ahorrarse los 65 yuans del telecabina (unos 9 €), y cogimos uno de los buses internos gratuitos para llegar hasta la estación inferior del telecabina. El sistema de los buses del parque es muy cómodo, permitiendo trasladarte con facilidad en grandes distancias, lo único malo es que los letreros de los buses solo están en chino, y siempre hay que ir preguntado por tu destino. En un plis llegamos al telecabina y tras una corta cola, subimos a una de ellas. Empezamos a subir y a subir hasta la misma cima de la meseta. En ese momento pensamos en la larga subida que les esperaba a los pobres mexicanos. Al llegar allí enseguida encontramos un mirador en el que no pudimos contener un “ooooh!”ante el gran paisaje que veíamos: altos pináculos rocosos, bosques verdes, acantilados abruptos… Lástima que el día no era claro del todo, había una tenue neblina que evitaba tener vista a gran distancia.
Paisaje de Zhangjiajie
En uno de los miradores
Disfrutando de las vistas
Detalle de un par de pináculos rocosos
Iniciamos el sendero que recorre Huangshi village, que tiene una gran cantidad de miradores desde donde se pueden ver las vistas. Al principio había mucha gente, ya que en el telecabina subían muchos grupos de chinos, pero conforme nos alejábamos de él cada vez estábamos mas solos. Algunos miradores tenían nombres muy poéticos, como les gusta a los chinos, evocando las figuras de los acantilados que veíamos. Lo bueno de aquella meseta es que es circular, y según íbamos avanzando los paisajes iban cambiando. Y la ubicación de los miradores era siempre la ideal para contemplar lo mejor posible las vistas. La verdad es que disfrutamos mucho de ellas, sobre todo una vez desaparecieron las hordas de grupos organizados.
Panorámica en Huangshi village
Mas paisajes espectaculares... con un poco de niebla
Sendero que recorre toda la meseta
Mirador en Huangshi
Mirador en Huangshi
Al final, entre paradas para admirar las vistas y las fotos de rigor tardamos unas 2,5 horas en hacer todo el sendero de Huangshi village. Fue una experiencia fantástica, las vistas son de lo mejor del parque, y el subir en el telecabina fue todo un acierto, ya que nos permitió ahorrarnos fuerzas para la caminata por encima de la meseta (que no es plana, tiene algún que otro desnivel). De hecho, al final del sendero nos encontramos con los mexicanos que acababan de subir desde abajo y estaban hechos polvo.
Gran vista en Huangshi
Otra gran vista
Pináculo rocoso aislado
Acantilados frente a Huangshi
A continuación iniciamos el descenso hacia el Torrente Dorado, nuestro siguiente objetivo. Casi todo el primer tramo de bajada, el de mas desnivel, estaba formado por escalones de piedra de esos que cargan las piernas. Después el descenso se hizo mas suave y fue mas llevadero. A lo largo del camino había unos pocos miradores, pero sus vistas no eran gran cosa comparadas con las de Huangshi village. Como casi todo el camino discurre bajo un denso bosque, los miradores eran la única oportunidad de saber cuanto habíamos bajado y lo que nos quedaba. Tardamos alrededor de una hora en bajar.
Camino de bajada al Torrente Dorado
Vistas según bajábamos
Una vez abajo nos esperaba la ruta panorámica del Torrente Dorado (Golden Whip Stream), un curso de agua que atraviesa el parque de oeste a este. Es una de las pocas rutas senderistas de Zhangjiajie que va por las tierras bajas, ya que su gracia es precisamente ver las famosas formaciones rocosas del parque desde abajo. Se tarda unas dos horas en hacerlo por completo y acaba a pocos kilómetros de Wulingyuan, donde empiezan las rutas de bus ya que por el torrente no hay carretera. Al iniciar el sendero por el Torrente Dorado nos dimos cuenta de lo altos que eran los pináculos rocosos que habíamos visto desde la meseta. Teníamos que alzar mucho la vista para verlos completamente, haciéndonos sentir muy pequeños. Al principio de la ruta hay muchos grupos organizados, pero conforme nos alejábamos del parking y nos internábamos por ella iban desapareciendo. Aunque la visibilidad no era muy buena, disfrutamos mucho de los paisajes, aunque a menudo los árboles del río nos impedían apreciar bien las vistas.
Ruta del Torrente Dorado
Torrente Dorado
Torrente Dorado y sendero que lo atraviesa
Hicimos la ruta en las 2 horas preceptivas y nos resultó muy agradable. Las vistas son muy diferentes a las que te encuentras a lo largo de Zhangjiajie, ya que en la mayoría de sus mas famosos lugares subes a montañas y las ves desde arriba y en este caso es al revés. Al final del sendero había una parada de los buses internos, que cogimos hasta la entrada del parque de Wulingyuan. Cuando llegamos a ella ya había oscurecido y empezaba a llover, pero en 5 minutos caminando estuvimos de vuelta a nuestro hostel. Allí preguntamos por alguna lavandería, y nos ofrecieron usar la lavadora del mismo hostel gratis. Fue un poco difícil de usar, tenía un funcionamiento un poco complicado y nos tuvieron que ayudar.
Después de una reparadora ducha, salimos a cenar por Wulingyuan. En la calle paralela a la de nuestro hostel había algunos restaurantes sencillos y probamos en uno de ellos. Pedimos braised pork (que resultó ser panceta asada con una salsa un poco picante), pescado al vapor (como era costumbre lo sacaron vivito de un acuario) y unos cuencos con arroz hervido, acompañados de una cerveza (de una marca rara, Shan Quan Lang) y un zumo de kiwi. Fue una buena cena (aunque el pescado es difícil de comer con palillos) y nos salió por 106 yuans (unos 14 €). Tras ella nos fuimos rápidamente a dormir, el día siguiente nos esperaba otro día lleno de aventuras.
Nuestra cena

4 comentarios:

  1. Chicos no sabemos como Marco Y Victoria se atrevieron a subir andando! Nosotros, al estar el telecabina cerrado y el ascensor con una cola de más de 2 horas, dudamos durante unos minutos el hacer el ascenso a pie...suerte que al final nos decidimos por la cola en el ascensor! Cuando por la tarde lo recorrimos de bajada acabamos muertos, así que si lo llegamos a hacer de subida creo que nos hubiésemos encontrado con vosotros en Zhanjiajie :)

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    1. Hola chicos,
      El ascensor Bailong ya lo habían cogido el día anterior, y suponemos que les debió parecer poca cosa y por eso subieron a patita a Huanghsi (el telecabina que estaba cerrado era el de Tianzi :P). Los dos tramos los hicimos de bajada y nos parecieron infernales.
      Saludos

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  2. Respuestas
    1. La verdad es que sí, y por las fotos no se llega a apreciar toda su grandiosidad :P

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