26 y 27 de julio de 2014
El primer día de un viaje de este estilo significa muchas horas metidos en un avión. Llegamos Jakarta por la tarde, con solo tiempo de llegar a nuestro hotel, cenar algo y acostarnos pronto. Al día siguiente tomaríamos otro vuelo bien temprano hacia Yogyakarta.
Preparados con nuestras mochilas en el aeropuerto de Barcelona
Nuestro vuelo de Qatar Airways salió puntualmente al mediodía de Barcelona. Era de esos aviones que tienen pantallas multimedia para cada pasajero. No sabemos como soportaríamos un vuelo tan largo sin ellas! A nuestro lado estaba sentada una chica llamada Julia y su novio, que también iban a Indonesia vía Singapur. Nos sorprendió que no llevaran ninguna guía para su viaje, aunque decía que se habían documentado mucho con blogs. Se nota lo importantes que se han vuelto los blogs... Blogger power! La comida que nos dieron en el vuelo fue bastante aceptable, una especie de pollo en salsa de tomate acompañado de ensalada de mozzarella. Después de 6 horas bastante entretenidas llegamos al aeropuerto de Doha, donde teníamos una escala de 3 horas. Dimos una vuelta por las terminales, pero todo estaba bastante muerto al ser de noche. Nos sorprendió gratamente comprobar que había wifi gratis en el aeropuerto e incluso unos macs con internet también gratuitos. El siguiente vuelo (9 horas) iba a ser nuestra “noche” y la verdad es que en Qatar Airways se cuidan mucho que puedas dormir bien: mantas, almohadas, antifaces, tapones, calcetines... Afortunadamente conseguimos dormir unas horas. Las siguientes comidas que nos trajeron no las probamos apenas. ¿Eran un desayuno, un almuerzo, una cena...? Nuestro metabolismo empezaba a confundirse con tanto cambio de hábitos y horas. Parte de lo que nos trajeron lo guardamos para comerlo en otra ocasión.
Nuestra comida de Qatar Airways
Aeropuerto de Doha, con una curiosa escultura en forma de peluche
Aterrizamos en el aeropuerto de Jakarta sin problemas a las 3 de la tarde. Lo primero que hay que hacer al llegar a Indonesia es hacer los trámites de inmigración, entre los que está conseguir el visado. Primero hay que pagarlo (35 USD por persona) y después hacer la cola de inmigración, aunque no estaba muy bien señalizado. La oficina para pagar era muy pequeña y mucha gente pasaba de largo, teniendo que volver mas tarde a pagar. Nosotros pagamos el visado con euros sin problemas (30 € cada uno), y nos dieron el cambio en rupias indonesias. Tardamos tanto en hacer los trámites que al llegar a la cinta del equipaje nuestras mochilas y otras estaban en el suelo fuera de la cinta.
Con el visado pagado y sellado, ya podemos entrar en Indonesia!
Justo al atravesar la puerta de salida de la terminal nos topamos con cuatro o cinco casas de cambio cuyo personal salió instantáneamente de su letargo para captar nuestra atención. Todos querían que cambiáramos nuestro dinero en su oficina! El cambio oficial estaba a unas 15.500 rupias por cada euro, pero en todas las oficinas solo ofrecían 14.800 rupias. El empleado de una de ellas hizo una jugada maestra y nos mostró una calculadora con una cifra, 15.000. No sabemos como supo que mirábamos el cambio del euro, por que no lo hablamos entre nosotros para no dar pistas al “enemigo”. Obviamente, escogimos su oficina. Cambiamos 800 €, ya que pensábamos que usaríamos bastante dinero en efectivo. Al cambio eran 12 millones de rupias. Al principio nos quería dar casi toda la cantidad en billetes de 50.000, y eso era un enorme fajo. Íbamos a parecer narcos con tanto billete! Como nos costaba comprobar que no se hubiera dejado ninguno, al final nos dio la mayor parte en billetes de 100.000 (que ya hacían un buen fajo) y algunos de 50.000.
Al salir del aeropuerto, nos asaltaron un montón de taxistas ofreciendo sus servicios. Aunque nuestro hotel estaba muy cerca del aeropuerto nos pedían 150.000 rupias (10 €). Una fortuna! Para haceros una idea del precio, en nuestro último día en Indonesia viajamos desde el centro de Jakarta al aeropuerto por menos dinero. Como nuestro hotel tenía servicio de transfer gratuito decidimos esperarlo, total no teníamos prisa. Pero la frecuencia de paso no era ninguna una maravilla y teníamos que esperar al siguiente bus mas de media hora. El tiempo pasaba y pasaba y nuestro bus no aparecía. Valoramos la opción de ir andando, pero nos dijeron que sería media hora y no sabíamos seguros en que dirección. Nos aseguramos de estar en el lugar correcto, delante del restaurante Hoka Hoka tal y como explicaban por mail. Teníamos que llamar al hotel para saber qué pasaba. Y como no queríamos gastarnos un dineral en la llamada, buscamos un alma caritativa que lo hiciera. Se lo pedimos a unos policías que había en la entrada, que rápidamente se ofrecieron a ayudarnos. Después de llamar al hotel nos llevaron a la primera planta del aeropuerto. Y allí también había un restaurante Hoka Hoka. Nos dimos cuenta nos habíamos equivocado de lugar! Vaya pérdida de tiempo! No nos habíamos leído bien el mail donde indicaba que era el restaurante de la primera planta. Allí nos “transfirieron” a otros policías, que volvieron a llamar al hotel. Nos dio la sensación que los polis les recriminaban a los del hotel que nos hubieran dejado abandonados, pero el fallo había sido nuestro al equivocarnos de lugar de recogida. Aunque en ningún momento se nos ocurrió que pasara una carretera por la primera planta.
Finalmente a las 6 y media llegó el minibus. Pese a que el hotel estaba a unos 3 km del aeropuerto tardamos unos 20 minutos en llegar, atravesando un enorme barrio chabolista (nota mental: no caminar por allí por la noche!). Se llamaba Pop! Hotel Airport Jakarta, un enorme hotel pensado para quien necesita coger un vuelo pronto, como era nuestro caso: al día siguiente lo cogeríamos a las 5:50 h hacia Yogyakarta, en Java central. Al ser tan pronto no circulaba el bus gratuito del hotel, pero en la recepción nos ofrecieron reservar un taxi para que nos llevara al aeropuerto por 60.000 rupias, cosa que aceptamos (tampoco tendríamos ninguna otra opción por la hora y por la zona donde nos encontrábamos...). Nuestra habitación estaba muy bien, era muy espaciosa y limpia, todo parecía bastante nuevo. El baño estaba separado en una especie de cápsula y también estaba muy bien. En definitiva, un buen sitio para simplemente pasar la noche cerca del aeropuerto. La habitación nos costó 428.000 rupias (unos 28 €).
Nuestra habitación en el Pop! Hotel
Después de ducharnos estábamos tan cansados que no teníamos ganas de salir a cenar. Cominos algunas cosas que habían sobrado de las comidas del avión, tampoco teníamos mucha hambre. Nos acostamos pronto ya que teníamos que madrugar mucho al día siguiente, pero no conseguimos dormir apenas. Fuera del hotel se oía mucho ruido: fuegos artificiales y megafonía de una mezquita cercana (que no paró en toda la noche). Y es que era el último día del ramadán y parecía que todo Jakarta lo estaba celebrando. Entre eso y el jet-lag no pudimos pegar ojo...
Ais el desajuste de comidas! A nosotros nos pasa igual jeje y mas de una vez hemos cenado como vosotros xD
ResponderEliminarQuizás si hubiéramos estado en una zona mas céntrica si que hubiéramos salido a cenar. Pero entre que estaba en un barrio chavolista, lo cansados que estábamos y lo que teníamos que madrugar al día siguiente...Uf!
EliminarJo he arribat recentment d'Indonèsia i el tema del visat ha canviat. Fins a 30 dies, no es paga res (extraordinari) en anar a la taquilla, em van dir que només es paga per una estança superior als 30 dies el que em fa suposar, que també es pot tramitar allà mateix en arribar
ResponderEliminarDoncs ha de ser una normativa molt nova, ja que al web de l'embaixada d'Indonesia a Madrid encara hi diu que s'ha de pagar el visat. Però millor per tu, una despesa menys! ;)
EliminarSalut!
Hemos vuelto de Indonesia y nos alojamos en este hotel porque nos convecieron vuestros comentarios.
ResponderEliminarEs tal cual lo contáis, gracias por la recomendación ;)
Hola! Nos alegra que te fuera útil la recomendación. Esperamos con ganas los posts de vuestro viaje, esperamos que todo fuera bien y disfrutarais a tope de este gran país.
EliminarSaludos