PERÚ 9: valle del Colca II

20 de junio de 2013 En nuestro segundo y último día en el valle del Colca fuimos a la Cruz del Cóndor, donde pudimos ver varios majestuosas cóndores, una de las aves más sagradas para los incas. De vuelta paramos en varios miradores con vistas magníficas del valle del Colca. Después de recoger nuestro equipaje, iniciamos la ruta hacia Puno donde dormimos aquella noche. El despertador sonó a las 5 de la mañana, esa jornada teníamos que ir a ver cóndores y son muy madrugadores! El desayuno-buffet del hotel era muy bueno y variado, con fruta, cereales, mantequilla, mermeladas... aunque nosotros no teníamos hambre. David se había levantado un poco mejor que el día anterior, aunque todavía estaba algo “sorochado”. Una hora después ya estábamos en marcha!
20 de junio de 2013
En nuestro segundo y último día en el valle del Colca fuimos a la Cruz del Cóndor, donde pudimos ver varios majestuosas cóndores, una de las aves más sagradas para los incas. De vuelta paramos en varios miradores con vistas magníficas del valle del Colca. Después de recoger nuestro equipaje, iniciamos la ruta hacia Puno donde dormimos aquella noche.

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El despertador sonó a las 5 de la mañana, esa jornada teníamos que ir a ver cóndores y son muy madrugadores! El desayuno-buffet del hotel era muy bueno y variado, con fruta, cereales, mantequilla, mermeladas... aunque nosotros no teníamos hambre. David se había levantado un poco mejor que el día anterior, aunque todavía estaba algo “sorochado”. Una hora después ya estábamos en marcha!
sección de cereales del desayuno-buffet
De camino a Cruz del Cóndor hicimos unas pocas paradas para admirar las vistas del valle del Colca, entre otras cosas. Hicimos la primera en Achoma, donde había mujeres ataviadas con trajes tradicionales y pequeñas alpacas para que los turistas se hicieran fotos con ellas. En Maca paramos a ver su fascinante iglesia, donde se podían ver muestras del sincretismo entre la fe católica y las antiguas creencias andinas (era curioso ver una virgen con el típico sombrero del valle). Por último, hicimos una parada rápida cerca de Pinchollo, con grandes vistas del valle del Colca. Un poco más allá de ese pueblo empezaba el Cañón del Colca, uno de los más profundos del mundo.
Achoma
iglesia de Maca
iglesia de Maca, interior
Maca
cerca de Pinchollo
panorámica cerca de Pinchollo
Tras casi dos horas de viaje (contando las paradas) llegamos a Cruz del Cóndor. En este mirador se pueden ver fácilmente grupos de cóndores bien pronto por la mañana, cuando el sol calienta las rocas de las vertientes de las montañas y se generan corrientes ascendentes que aprovechan las aves. El sitio en si también es espectacular, se aprecia una parte del Cañón del Colca, que con más de 3.000 m de desnivel, es uno de los más profundos del mundo.
Cruz del Cóndor
cañón del Colca
miradores al pie del cañón del Colca
cañón del Colca
cañón del Colca
Eran cerca de las 8 de la mañana, pero allí ya había una gran cantidad de turistas que, cámaras en mano, esperaban ansiosamente la aparición de los cóndores. Éstos se hicieron de rogar, estuvimos un buen rato allí sin ver ninguno. Por eso Jessica nos dijo que nos quedaríamos más tiempo del previsto allí para que pudiéramos verlos. Al cabo de media hora vimos una pareja a lo lejos que emergía del fondo del cañón. Fueron subiendo, subiendo... hasta que pasaron justo por encima de nuestras cabezas! Eran difíciles de fotografiar, a veces atravesaban de improviso el cielo sin que tuviéramos la cámara a punto. Al final pudimos divisar un grupo de 5 cóndores, aunque de lejos... todo era cuestión de suerte con el sitio que elegías para esperar los cóndores. Pero la experiencia nos gustó, y además el lugar es increíble.



cóndores
Cuando ya nos íbamos de Cruz del Cóndor nos encontramos nuevamente con Alba y Ruth, las viajeras que habíamos conocido de camino a Huacachina. Ellas habían optado por visitar el Colca con 4M Express, una compañía de buses que hacía paradas turísticas, pero para ir hasta Cruz del Cóndor tuvieron que contratar un tour aparte. Nosotros pensamos que a la larga esta opción acababa resultando más cara, ya que solo los trayectos Arequipa-Chivay-Puno ya cuestan 70 USD, a lo que hay que sumar el alojamiento y el tour del Cóndor (nuestro tour completo costó 107 USD). Aunque seguro que ellas gozaron de más libertad de nosotros.
Abandonamos definitivamente Cruz del Cóndor y regresamos hacia el alojamiento. Por el camino paramos en dos miradores con muy buenas vistas del valle del Colca. El primero fue el mirador de Wayra Punku, al poco de salir del cañón, con una gran panorámica del valle con el pueblo de Madrigal al fondo. El segundo, el mirador de Tunturpay, todavía nos deparó mejores vistas: para acceder a él tuvimos que ascender una larga escalera de piedra que subía por la colina. La corta caminata, extenuante por la falta de oxígeno, tuvo recompensa, con una de las vistas más fabulosas del valle.
mirador de Wayra Punku
mirador de Wayra Punku
panorámica desde Wayra Punku
mirador de Tunturpay, vista W
mirador de Tunturpay
mirador de Tunturpay, vista E
paisaje lleno de cactus en Tunturpay
panorámica del valle desde Tunturpay
mirador de Tunturpay
foto de grupo: los franceses (izq.), Jessica (centro) y los holandeses (dcha.)
A continuación pasamos por el hotel a recoger nuestro equipaje e iniciar el largo camino hacia Puno. Antes paramos en Chivay a comer en un restaurante, donde nos sirvieron un buffet muy bueno, con platos típicos como bistec de alpaca o chicharrones de cuy. Recién comidos nos montamos en la furgoneta para hacer las 5 o 6 horas de viaje hasta Puno. A parte de nuestros cuatro compañeros de tour, se nos unieron cuatro holandeses mas con lo que íbamos un poco más estrechos en la furgoneta. Deshicimos todo el camino que habíamos hecho el día anterior hasta la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca, donde hicimos una pequeña parada a tomar mate de coca. Cerca estaban las curiosas formaciones rocosas de Pata Wasi, que nos tuvimos que conformar con mirar desde la distancia.
formaciones rocosas en Pata Wasi
Un poco más adelante nos paramos en un enorme lago, Lagunillas, que alberga aves propias del altiplano. Pero desde el mirador en el que paramos estábamos demasiado lejos para ver aves, solo conseguimos ver un grupo de vicuñas. Aquí David comenzó a encontrarse mal, estaba mareado y vomitó un poco.
Lagunillas
Todavía quedaban unas cuantas de horas de viaje hasta Puno, y David cada vez se encontraba peor y vomitó algunas veces más. Seguramente no todo eran efectos del mal de altura, si no también el mareo de las curvas, el contraste del calor dentro de la furgoneta con el fresco exterior (el día anterior tenía algo de fiebre)... Jessica le cedió su asiento en la parte de delante que era más amplio, pero la cosa no mejoró. Llegamos a Puno sobre las 18 h, y tuvieron el detalle de llevarnos a nosotros primeros a nuestro alojamiento, el Camino Real Turístico. Nuestra habitación era muy amplia, con baño incluido. Pese a que Puno es una ciudad especialmente ruidosa, las tres noches que estuvimos en la habitación pudimos dormir bien, el ruido de la calle era asumible. El hostal tenía varios servicios extra, como el de lavandería (aprovechamos para lavar algo de ropa, pues no llevábamos mucha) o la posibilidad de reservar tours (como el de Sillustani, como hicimos el día siguiente). Es un sitio que recomendamos, aunque es algo caro (40 USD la noche).
nuestra habitación en el Camino Real Turístico
Al llegar al hostal le habían dado a David un mate de coca, pero no le ayudó a encontrarse mejor. Nada más entrar a la habitación, se metió a la cama a dormir sin cenar, no tenía el cuerpo para nada. Neus también estaba cansada así que también se durmió aquella noche sin cenar. El mal de altura es una buena dieta para perder peso!

2 comentarios:

  1. Masqué coca durante todo el ascenso. Me fijé en lo que hacía nuestro guía y también el chofer. Mascar tres o cuatro hojas hasta convertirlas en una bola. Escupirla, beber un poco (muy poco) y de nuevo mascar. Tenía mucho miedo al sorocho, he padecido migraña y por ello fue difícil convencerme para hacer ese viaje. A los que leáis el blog -magnífico- de David y Neus, os aconsejo que hagáis lo que yo hice.

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    1. Lo del soroche al final nos dio la sensación que era un poco cuestión de suerte. Nosotros tomamos todas las precauciones y recomendaciones de nuestra guía: mascamos hojas de coca, caramelos de coca, mate de coca e incluso galletas de coca. Pero el caso es que David lo padeció y Neus no, ¿por que razón? Un auténtico misterio
      Saludos

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