9 de abril de 2012
Aquella jornada dejaríamos Gent para ir a otra de las ciudades más turísticas de Flandes, Brugge. Su casco antiguo, lleno de edificios de origen medieval, es patrimonio de la humanidad de la Unesco. Pero aquel día hizo muy mal tiempo, así que no gozamos de la ciudad plenamente.
Después de dar cuenta del buen desayuno que nos sirvieron en el B&B Alphabed de Gent salimos hacia la estación. Aunque había trenes que salían hacia Brugge desde la estación de Dampoort, que nos quedaba mucho más cerca, decidimos ir a la de St. Pieters, ya que la frecuencia de trenes era mucho mayor. Esta estación está alejada del centro, y aunque se puede ir en tranvía nosotros fuimos andando. Nos apetecía pasear un poco, pero se nos hizo eterno, tardamos casi tres cuartos de hora. No fue una solucion acertada, ya que yendo en tranvía hubieramos ahorrado mucho tiempo y fuerzas para la caminata que nos esperaba en Brugge. Una vez en la estación compramos los billetes a Brugge solo de ida, que nos costaron 6,20 € cada uno.
Ver Bélgica 6: Brugge I en un mapa más grande
Era tarde, sobre las 11 h, cuando llegamos a la estación de Brugge, también alejada del centro. Aquí la ventaja es que de camino hacia al centro hay varios puntos turísticos a visitar. El primero de ellos es Minnewater, conocido como "el lago del amor". La verdad es que el lago es muy bucólico, rodeado por árboles y con algunos cisnes aquí y allá.
Minnewater
Justo después de dejar atrás el lago, atravesamos un puente que nos llevó al Begijnhof Ten Wijngaerde. Este beguinaje fue fundado en el siglo XIII, y aún alberga una comunidad de monjas benedictinas. Era muy pintoresco y tranquilo, con todas las casas encaladas alrededor de un patio repleto de narcisos. Aunque era muy parecido al de Gent, nos gustó más.
entrada del Begijnhof
Begijnhof
Begijnhof, Begijnhuisje
Dejamos el Begijnhof y nos internamos por el entramado de calles camino hacia el centro. Pasear por estas calles y pequeñas plazas es muy agradable, especialmente por Wijngaardplein y Walplein, aunque había que esquivar las hordas de turistas y las calesas tiradas por caballos. En esta zona empezó a llover, algo fatídico en una ciudad que se descubre paseando. Y la lluvia no nos dejó en todo el día.
Wijngaardplein
Wijngaardstraat
Walplein
Atravesamos el canal, desde el que había grandes vistas del St. Jaanshospitaal, uno de los edificios hospitalarios más antiguos de Europa (siglo XII). El recinto del antiguo hospital es enorme, lleno de edificios de ladrillo rojo y de jardines botánicos de hierbas medicinales. Como el aguacero arreciaba, entramos a una de sus salas donde había una exposición temporal de dibujos de Picasso y de Miró. La exposición fue un poco decepcionante, nos esperábamos mas.
St. Jaanshospitaal
Justo delante del St. Jaanshospitaal estaba la imponente OL Vrouwekerk, una iglesia del siglo XIII. Su fachada está presidida por su alta torre, que lo convierte en el edificio más alto de Brujas, además de ser la segunda torre de ladrillos más alta del mundo.
OL Vrouwekerk
La entrada a la iglesia era gratuita, pero para poder contemplar la mayor parte de sus obras de arte había que pagar una pequeña entrada. Una de ellas era la "Virgen con el niño", una estatua de mármol del artista italiano Miguel Ángel. Conviene también destacar la capilla Lanchals, donde están las tumbas profusamente decoradas de Carlos el Temerario y su esposa María de Borgoña. Nos gustó mucho el interior de la Vrouwekerk, valió mucho la pena.
OL Vrouwekerk, "Virgen con el niño"
OL Vrouwekerk, capilla Lanchals
A continuación, nuestra intención era ir al hotel para dejar las mochilas e ir mas ligeros. Pero después de dar muchas vueltas por el entramado de calles de Brujas sin encontrarlo, tuvimos que rendirnos ante la evidencia: nos habíamos perdido. Ni siquiera podíamos situarnos en alguno de nuestros mapas! Y las diferentes personas a las que preguntamos tampoco conocían la calle del hotel. Al final conseguimos situarnos: nos habíamos desviado mucho hacia el oeste hasta la plaza de 't Zand, la cual habíamos confundido con el Grote Markt, cercana a nuestro hotel. Que ilusos! Cansados y empapados por la lluvia, nos resguardamos en un Subway para almorzar unos bocadillos y descansar un poco.
Finalmente llegamos a nuestro alojamiento, el Hotel Cavalier, un pequeño hotel con una ubicación muy buena (es lo que más valoramos a la hora de escoger alojamiento). Las habitaciones estaban bien, aunque la decoración era un tanto rústica, y el desayuno de la mañana bastante correcto. En resumen, un sitio recomendable para estar en pleno centro de Brujas.
nuestra habitación en el Hotel Cavalier
Nos despedimos de Eulalia, nuestra compañera de viaje durante un día y poco, y fuimos a visitar una de las plazas más emblemáticas de Brugge, el Grote Markt. Aunque seguía lloviendo, dimos una vuelta para contemplar los hermosos edificios del siglo XVIII que la rodeaban. Uno de los que más destacaba era el Provinciaal Hof, la sede del gobierno provincial de finales del siglo XIX. A su lado había un edificio de ladrillo rojo, el Postgebouw, de la misma época.
Grote Markt, Provinciaal Hof
Grote Markt
Pero sin duda, el edificio más importante de la plaza y de la ciudad estaba en el lado sur: el Hallen, un antiguo mercado construido en el siglo XIII. Lo más importante de este mercado es el Belfort, un alto campanario octogonal que es todo un emblema de la ciudad. Las formas finas y elegantes de la torre la hacen el más hermoso de los "belfort-beffroi" de Bélgica.
Grote Markt, Hallen y Belfort
Al lado del Grote Markt encontramos otra de las hermosas plazas de Brujas, el Burg, rodeada también de edificios interesantes. Los lados norte y este están ocupados por la Proosdij o Probostia barroca del siglo XVII, y por el Gerechtshof, el Palacio de Justicia del siglo XVIII, respectivamente. Los otros dos lados son más espectaculares, sobre todo el sur, monopolizado por el Stadhuis, el ayuntamiento gótico del siglo XV, el más antiguo de Bélgica. A parte de admirar su fachada, también quisimos visitar el interior, pero era demasiado tarde y estaba cerrado. Decidimos visitarlo el día siguiente a primera hora, antes de irnos. Al lado del Stadhuis también destaca el Civiele Griffie, un palacio renacentista con decoraciones doradas, que hoy en día alberga dependencias judiciales.
Burg, Civiele Griffie (izquierda) y Stadhuis (derecha)
Burg, Stadhuis
El lado oeste de Burg está ocupado por la Heilig-Bloedbasiliek, la basílica de la Santa Sangre. Se llama así por que alberga una importante reliquia cristiana, un trozo de tela manchada con la sangre de Jesucristo. La basílica, que está subiendo unas escaleras, nos pareció pequeña, aunque su fachada gótica era muy espectacular. El interior también era muy interesante, lleno de frescos de vivos colores. La famosa reliquia se encontraba en una capilla lateral, donde los feligreses la podían venerar.
Burg, con la Heilig-Bloedbasiliek a la izquierda
Burg, Heilig-Bloedbasiliek
Después fuimos a visitar la St. Salvatorskathedraal, habíamos ido al mediodía pero estaba cerrada (cerraba de 12 a 14 h). Es una catedral gótica del siglo XIII, con una fachada bastante sobria presidida por un macizo campanario con aspecto de fortaleza. Por dentro no es tan espectacular como la Vrouwekerk, pero valía la pena darle un vistazo. Pagando entrada se accedía al tesoro, que tenía varias obras de arte, pero nosotros no entramos.
St. Salvatorskathedraal
St. Salvatorskathedraal, interior
Cerca de la catedral encontramos la Simon Stevinplein, una placita dedicada a un matemático nacido aquí, con una bonita vista de la Vrouwekerk.
Simon Stevinplein
Dejamos lo mejor para el final, la zona de los canales, aunque aquel día lluvioso no fuera el mejor para visitarla. Paseamos un rato por el canal Groenerei, asomándonos en cada uno de sus puentes para contemplar las hermosas vistas. El otro canal, el Dijver, también tenía algunas vistas interesantes, como la que hay cerca de Huidenvettersplein, donde el canal hace una curva. La zona de los canales vale mucho la pena pero, no sabemos si fue por el tiempo o que, a nosotros nos gustaron más los de Gent.
puente sobre un canal
canal de Brugge
Al sur de los canales nos asomamos a dar un vistazo al Vismarkt, el mercado del pescado del siglo XIX. Por las mañanas se vende pescado, pero a aquellas horas de la tarde estaba ocupado por puestos ambulantes. Muy cerca está la Huidenvettersplein, una pequeña plaza medieval que fue ocupada en sus orígenes por los curtidores, pero después se transformó en un mercado de pescado en el que se vendía el de menor tamaño y calidad (la mejor pesca se vendía en el Vismarkt).
Para hacer un poco de tiempo antes de la hora de cenar, decidimos perdernos un poco por las callejuelas del norte del casco histórico de Brujas: la zona de St. Jakobstraat, llena de casitas que daban una apariencia rural al barrio. Fue un agradable paseo.
St. Jakobstraat
Para descansar un poco antes de la cena fuimos a tomar unas cervezas al Café de Kuppe. Parecía un sitio bastante auténtico, con un catálogo de más de 100 cervezas belgas. Nosotros escogimos una Brugse Zot, una cerveza producida en Brujas y una Bourgogne de Flandres, la única negra que probamos.
tomando unas cervezas en el Café de Kuppe
Como era nuestra última cena en Bélgica, decidimos ir a probar otra de las especialidades que se nos habían escapado hasta entonces, los espárragos o asperges. Con tal fin entramos a Bistro 't Lammetje, un local de bastante categoría donde servían este plato. La comida estaba bien, pero fue un poco cara...
cenando en el Bistro 't Lammetje
Hola. He visto vuestro blog. Yo también me voy con mi marido este agosto unos días a Bélgica, también 6 noches y queremos visitar prácticamente los mismos lugares que vosotros. Pero tengo la duda si al final se hace pesado el viaje, porque todas las ciudades se parecen un poco por lo que he visto. Lo único, nosotros dormimos siembre em Bruselas.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarPues a nosotros no se nos hizo nada pesado! Naturalmente, todas las ciudades de un pais siempre se acaban pareciendo, y mas en uno tan pequeño como Bélgica. Pero cada ciudad siempre tiene algo que la destaca sobre las demás: los canales de Brujas y Gante, las obras de Rubens en Amberes, el ayuntamiento de Lovaina, la catedral de Malinas, la plaza mayor de Bruselas... Quizás lo que se te pueda hacer pesado es tener que volver siempre a Bruselas, pero tampoco es una cosa tan rara, muchos viajeros lo hacen y vuelven encantados.
Saludos
Gracias por la informacion!! Esperamos disfrutar del viaje tanto como vosotros!! Un saludo.
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