3 de enero de 2012
Ese día desayunamos muy pronto, a las 7 de la mañana, para aprovechar al máximo todas las horas del día. Las íbamos a necesitar si queríamos visitar las dos ciudades tal y como pretendíamos. El Parque Histórico de Sukhothai está a unos 12 km de la ciudad moderna, por lo que teníamos que coger el autobús lanzadera para llegar. Tuvimos la suerte de coger el autobús justo cuando iba a marcharse, así que llegamos a las puertas del Parque Histórico sobre las 8 de la mañana. Enfrente había un par de sitios donde se alquilaban las indispensables bicis para visitar el parque.
nuestras bicis en Sukhothai
El reino de Sukhothai se independizó del imperio khmer a principios del siglo XIII y se considera el germen de la actual Tailandia, no solo territorialmente, si no también cultural y religiosamente. Por ejemplo, durante el reinado de uno de sus monarcas más respetados, Ram Khamhaeng, se inventó el actual alfabeto tailandés y se adoptó el budismo theravada, el más extendido en Tailandia. La capital de este reino se fue convirtiendo en una de las urbes asiáticas más modernas y ricas. Pero rápidamente cayó en declive, quedando incorporado en el siglo XIV como una mera provincia en el incipiente reino de Ayutthaya.
Ver Tailandia 7: Sukhothai & Kamphaeng Phet en un mapa más grande
Empezamos la visita por uno de los templos más extensos, el Wat Mahathat, situado tras un foso lleno de nenúfares. Se construyó en el siglo XIII como templo reservado a la familia real. Teniendo en cuenta que las ruinas tienen casi 800 años de antigüedad, estaba bastante bien conservadas, y nos permitieron hacernos una idea de cómo fue este templo.
Wat Mahathat
Uno de los edificios principales de este complejo es el Si Mahathat, un chedi con forma de capullo de loto, conocido como estilo Sukhothai. Estaba muy bien conservado, incluso había un friso con unos monjes en procesión que parecía intacto. El chedi estaba flanqueado por dos mondop que albergaban unos budas enormes llamados Phra Attharot.
Si Mahathat, Wat Mahathat
Phra Attharot, Wat Mahathat
Wat Mahathat
Wat Mahathat
Wat Mahathat
Wat Mahathat
Cogimos las bicis y pedaleamos un rato hasta el Wat Si Sawai, completamente diferente al anterior. Aquí había tres prangs de estilo khmer, construidos durante el siglo XII. Aunque era un templo menos importante, valió la pena desviarse para verlo.
Wat Si Sawai
El siguiente templo que vimos fue el Wat Traphang Ngoen, situado a orillas de un gran lago. Estaba presidido por un gran buda blanco, que tenía un chedi con forma de capullo de loto detrás. No era un templo tan espectacular como los demás.
Wat Traphang Ngoen
lago al pie del Wat Traphang Ngoen
Uno de los templos más bellos es sin duda el Wat Sa Sri. El lago que lo rodea y sus jardines convierten la visita en una experiencia muy agradable. Los chedis que hay son en forma de campana, de estilo cingalés, muy estilizados. Como curiosidad, hay una escultura de buda caminando, un tipo de representación muy rara. También hay un gran buda de estuco restaurado, una de las imágenes más conocidas de Sukhothai. Este era uno de los templos que recibían más visitantes.
Wat Sa Sri
Wat Sa Sri
Wat Sa Sri
En un par de horas ya habíamos visitado los templos que había dentro de la ciudad amurallada. Además hay cuatro conjuntos de templos situados extramuros, uno en cada punto cardinal. Como no pretendíamos verlos todos, elegimos los de la parte norte, empezando por el Wat Phra Pai Luang. Se construyó en el siglo XII y tenía tres grandes prangs, de los cuales solo se conserva uno. Aún así, en este prang se podían ver unos magníficos relieves de estuco. Por lo demás, el resto del complejo estaba en un estado muy ruinoso.
Wat Phra Pai Luang
Pedaleamos un rato más hasta el Wat Si Chum, otro de los templos imprescindibles de Sukhothai. Consiste en un mondop que alberga una gran escultura de buda. El mondop estaba abierto al exterior por una pequeña ranura, así que conforme nos fuimos acercando, íbamos viendo cada vez más el buda. Y una vez que se entra dentro, la sensación de estar enfrente de un buda sentado de casi 15 m es impresionante. Su mano derecha es dorada, debido a los panes de oro pegados en su superficie por los fieles. Todo un buen broche final para nuestra visita de Sukhothai.
Wat Si Chum
Wat Si Chum
La visita a Sukhothai la hicimos a ritmo tranquilo en menos de 4 horas, así que nos quedaban bastantes más para visitar Kamphaeng Phet (al principio del día no estábamos seguros que poder hacerlo). Devolvimos las bicis en la entrada del parque y montamos en el bus que llevaba a New Sukhothai. Gracias a unos turistas italianos nos enteramos que el bus también hacía una parada en la terminal de autobuses de Sukhothai. Allí preguntamos por el bus que llevaba a Kamphaeng Phet, pero nos indicaron que solo iban allí songthaews. Así que montamos en uno, lo cual se iba a convertir en toda una experiencia: íbamos embutidas en él 15 personas, incluyendo a dos o tres que, como no cabían sentadas, iban de pie en la parte exterior, con medio cuerpo fuera. El trayecto fue incomodo y duró una hora y media, durante la cual el songthaew iba haciendo diferentes paradas.
bus lanzadera entre la ciudad y las ruinas de Sukhothai
Cuando llegamos a Kamphaeng Phet, intentamos bajarnos lo más cerca posible de los templos (cosa difícil, por que la camioneta estaba cubierta por una lona opaca y no veíamos casi nada de lo que había en el exterior). Acertamos bastante el lugar, y solo tuvimos que caminar unos minutos para llegar a los templos.
Ver Tailandia 7: Sukhothai & Kamphaeng Phet en un mapa más grande
El nombre de la ciudad "murallas de diamantes" es debido a las grandes fortificaciones que la rodeaban, ya que era un importante punto defensivo avanzado, cerca de las fronteras con el imperio birmano. Su gran desarrollo quedó barrido cuando el ejército birmano destruyó la ciudad en el siglo XVIII en su avance hacia Ayutthaya.
Empezamos la visita por los templos de la ciudad fortificada, que eran los más cercanos a la ciudad moderna. A la hora que entramos no había literalmente ningún visitante, así que fue un paseo muy tranquilo. El primer templo que encontramos fue el Wat Phra That, donde destacaban dos grandes chedis de estilo cingalés.
Wat Phra That
Contiguo al anterior, estaba el Wat Phra Kaeo, sin duda, el más interesante que vimos en Kamphaeng Phet. Tiene el mismo nombre que el templo de Bangkok por que habría albergado durante un tiempo el famoso Buda Esmeralda. El templo estaba en un estado bastante ruinoso, su piedra laterita se veía muy erosionada, pero permitía hacernos una idea de su magnitud. Lo más famoso de este templo son tres budas, dos sentados y uno tumbado en unos cojines, que estaban mucho mejor conservados que el resto. Más adelante había un chedi que conservaba su decoración de elefantes de estuco.
Wat Phra Kaeo
los tres budas del Wat Phra Kaeo
decoración de elefantes en el Wat Phra Kaeo
En media hora habíamos visto los dos templos de la cuidad fortificada. El resto de templos, los Aranyik, estaban situados en una colina boscosa a un par de kilómetros de allí. Aunque solo eran las 4 de la tarde, estaba todo bastante muerto y nos entró la duda de cómo llegar hasta allí. Mientras nos lo pensábamos vimos que por la carretera se acercaba un tuk-tuk, tuvimos mucha suerte! Decidimos pararlo y le pedimos que nos llevara a los templos. Al principio, el conductor no nos entendía, hasta que mencionamos el Wat Chang Rob, el templo Aranyik más importante. Fue una buena solución, por que este templo era el que quedaba más arriba de la colina, así que el resto los veríamos de bajada andando.
El Wat Chang Rob era sin duda el más espectacular de los templos Aranyik. Destacaban sobre todo sus 68 elefantes de estuco que rodean un gran chedi, que estaba derruido en parte. Una empinada escalera permitía subir a la base del chedi, pero arriba la vista no era muy buena.
Wat Chang Rob
Descendimos el camino y llegamos al siguiente templo, el Wat Phra Si Iriyabot. Lo más destacado era un mondop que tenía cuatro budas en las cuatro posiciones canónicas, tumbado, de pie, sentado y caminando. El único que se conservaba era el buda de pie, en los demás casos solo se intuía su silueta.
Wat Phra Si Iriyabot
Por último, encontramos el Wat Phra Non, con ruinas de edificios donde los fieles se purificaban antes de acudir al santuario. Se conservaban restos del ubosot, con sus grandes columnas, y sobre todo, del wihan, con altos muros de ladrillo. Como en los otros dos templos, no vimos ningún otro turista, por allí solo había autóctonos haciendo deporte por la carretera que conectaba los templos. Nos sorprendió mucho ya que era la primera vez que veíamos tantos tailandeses sin transporte motorizado.
Wat Phra Non
En total tardamos una hora y media en hacer la visita de todos los templos de Kamphaeng Phet. En ese momento tocaba volver hacia Sukhothai. Fuimos hasta la carretera principal con la esperanza de encontrar un transporte hacia la estación de autobuses de Kamphaeng Phet. No vimos ninguno, así que arrancamos a caminar hacia la ciudad. Hasta que no llegamos a ella, no encontramos un tuk-tuk que nos llevara.
En la estación nos encontramos que todos los carteles que señalaban los destinos de los autobuses estaban escritos solo en tailandés. Pero enseguida apareció gente para ayudarnos, como siempre. Nos indicaron en que andana salía nuestro bus hacia Sukhothai, y que tendríamos que esperar una media hora. Pero cuando hacia cinco minutos que esperábamos, nos vinieron a buscar para avisarnos que había llegado un bus que iba hacia Uttaradit, pero que también paraba en Sukhothai.
Tras dos horas de viaje llegamos a la estación de autobuses de Sukhothai. Un tuk-tuk nos dejó en nuestro bungalow, en el que pudimos descansar un poco antes de salir a cenar. Decidimos repetir el lugar de la cena, JR en el mercado nocturno. Cenamos las sabrosas costillitas de cerdo, arroz con ternera y pollo con nueces. Estábamos muy satisfechos de cómo había salido el día, no sabíamos si iba a ser posible visitar el mismo día Sukhothai y Kamphaeng Phet. Pero una vez más, las facilidades para moverse en transporte público lo habían hecho posible.
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