TAILANDIA 4: Death Railway

31 de enero de 2011 Ese día haríamos un tramo del tren histórico del Ferrocarril de la Muerte (Death Railway), entre Kanchanaburi y Nam Tok. Por la noche regresaríamos a Bangkok donde celebraríamos un fin de año diferente. El Ferrocarril de la Muerte fue una vía de tren que hicieron construir los japoneses desde Tailandia hasta Birmania, después de la invasión de éste último país. Para construir sus 415 km trabajaron forzosamente 275.000 personas, de las cuales murieron 94.000 debido a las penosas condiciones de trabajo. 14.000 eran prisioneros de guerra aliados (británicos, australianos y holandeses principalmente) y el resto eran asiáticos.
31 de enero de 2011
Ese día haríamos un tramo del tren histórico del Ferrocarril de la Muerte (Death Railway), entre Kanchanaburi y Nam Tok. Por la noche regresaríamos a Bangkok donde celebraríamos un fin de año diferente.
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El Ferrocarril de la Muerte fue una vía de tren que hicieron construir los japoneses desde Tailandia hasta Birmania, después de la invasión de éste último país. Para construir sus 415 km trabajaron forzosamente 275.000 personas, de las cuales murieron 94.000 debido a las penosas condiciones de trabajo. 14.000 eran prisioneros de guerra aliados (británicos, australianos y holandeses principalmente) y el resto eran asiáticos.
Después de tomar un parco desayuno en la Pongphen Guesthouse, cogimos un tuk-tuk hacia la estación de tren. Nuestra intención era coger un tren especial turístico que solo opera los fines de semana, pero estaba lleno, así que nos tuvimos que conformar con el normal. Como teníamos tiempo nos acercamos al cementerio militar de Kanchanaburi, que guarda los restos de algunos prisioneros de guerra aliados muertos durante la construcción del Death Railway. Era un sitio muy visitado por turistas y la gente era respetuosa con la solemnidad del lugar.
cementerio militar de Kanchanaburi
Justo al lado había un cementerio chino muy diferente al anterior. Sorprendía la enorme cantidad de colores usados y la mezcla de estilos chino y tailandés de algunos chedis.
Volvimos a la estación de Kanchanaburi a esperar el tren que nos llevaría a Nam Tok. Al llegar tuvimos la sorpresa de encontrar en las vías el famoso Eastern and Oriental Express, un tren de lujo que conecta principalmente Bangkok con Singapur. Nos "colamos" en el vagón restaurante y pudimos corroborar lo lujoso que era.
El Eastern and Oriental Express en la estación de Kanchanaburi
El tren a Nam Tok salió con casi dos horas de retraso, lo que nos complicó el planning del día. A los turistas nos pusieron en los vagones delanteros, más rústicos, de ventanas más grandes y con los asientos de madera. Al poco de salir de Kanchanaburi llegamos a uno de los puntos más emblemáticos, el puente del Río Kwai. La noche anterior ya lo habíamos visto, pero la sensación de atravesarlo en tren fue totalmente diferente.
puestos en Kanchanaburi desde el tren
cruzando el puente del río Kwai
Los paisajes que atravesaba el tren eran básicamente agrícolas, nada del otro mundo. Para amenizar un poco el trayecto iba pasando gente vendiendo comida y souvenirs como camisetas y gorras. Al lado teníamos un grupo de italianos que compraban de todo, que despilfarro!
interior del tren
tren a Nam Tok
Más adelante un tailandés empezó a hacer fotos a los turistas, a nosotros no se porque pero no nos hicieron. Fue curioso ver como de pronto tiró la tarjeta de memoria de la cámara por la ventana y una persona la recogía. Después de la siguiente parada, pasaron a vender un souvenir en forma de billete de tren con la foto de cada turista. Tenían el sistema muy bien organizado.
La parte más interesante, la que esperaba toda la gente, era la que se acerca más al río Kwai. El tren pasaba encima de unos viaductos de madera a escasos metros del río, con unas vistas espectaculares. Lástima que la parte buena del viaje apenas duraba cinco minutos de todo el trayecto, el resto era poco interesante.
vista del río Kwai desde el tren
vista del río Kwai desde el tren
vista del río Kwai desde el tren
bosques de bambú en el río Kwai
Llegamos a Nam Tok después de tres horas de viaje, aunque en teoría eran solo dos. Eso sumado a las dos horas de retraso nos acabaó por desmontar el día. La estación de Nam Tok no es más que un sitio de paso, con un par de restaurantes y nada más. Enseguida todos los grupos organizados se fueron yendo y quedamos solo unas chinas y nosotros que íbamos por libre.
estación de Nam Tok
Cogimos un songthaew que nos acercó al pueblo (Tha Sao), muy cerca de la cascada de Sai Yok Noi. Nos acercamos a verla, pero no era muy espectacular. Había una gran cantidad de tailandeses bañándose y haciendo picnic.
Sai Yok Noi
Nuestra intención inicial era acercarnos al parque nacional de Sai Yok que se encuentra a las afueras del pueblo. Según la guía se podían visitar unos antiguos talleres del ferrocarril y la bonita cascada Sai Yok Yai. Pero con tantos retrasos eran cerca de las 4 de la tarde, y todavía teníamos que regresar a Kanchanaburi y después a Bangkok. Así que preguntamos a unos policías donde podíamos coger un bus a Kanchanaburi. En ese mismo momento pasaba uno y lo pararon para que pudiéramos subir.
Bajamos cerca del cementerio de Kanchanaburi, y nos acercamos a Pongphen a buscar el equipaje. Desde allí cogimos un tuk-tuk hasta la estación de autobuses de Kanchanaburi, donde cogimos el bus first class hacia Bangkok.
Unas cuantas horas después llegamos a la Southern Bus Station de Bangkok, donde tuvimos que hacer cola para coger un taxi. Nuevamente nos hospedamos en el Hotel Narai, donde tuvimos el tiempo justo para ducharnos y salir a coger el Skytrain rumbo al Central Plaza. Allí nos habían explicado que había una gran celebración multitudinaria de fin de año. Bajamos en Siam, donde ya se empezaba a notar el ambiente festivo. Se había cortado el tráfico para que una enorme riada humana pudiera caminar por las calles. Cerca de Siam había unos templos improvisados donde se veía mucha gente rezar junto con monjes. La celebración del año nuevo es muy religiosa, y tiene lugar sobre todo en los templos y otros sitios de culto.
Nos acercamos a los puestos de la Thanon Ratchadamri para comprar algo de comida callejera mientras esperábamos a las 12 de la noche. También vendían diademas luminosas que la gente compraba con muchas ganas! Cuando faltaba poco nos acercamos al Central Plaza, que ya estaba abarrotada de gente. En las últimas plantas del Centara Gran Hotel había un reloj con una cuenta atrás. Cuando llegamos al año nuevo se desató la locura, todo eran gritos de alegría. Hubo un castillo de fuegos artificiales que duró unos pocos minutos y ya está. Nos supo a poco, pensábamos que iban a durar más los fuegos artificiales, o que iban a hacer otra celebración allí, pero nada. A las 12:05 ya nos marchábamos a pie hacia el hotel. Ya nos venía bien llegar más o menos pronto al hotel, estábamos muertos después de aquel día en el que habíamos usado 7 medios de transporte diferentes (a pie, tren, tuk-tuk, songthaew, bus, taxi y skytrain).
cercanías del Central Plaza
cenando en la Thanon Ratchadamri
fuegos artificiales del fin de año

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