11 de enero de 2012
Este día era uno de los más esperados de nuestro viaje a Tailandia. Descubriríamos una de sus islas más paradisíacas, Ko Phi Phi. En esta primera jornada haríamos una excursión en barca hacia una de sus dos islas, Ko Phi Phi Leh, donde está la popular playa que aparece en la película homónima de Leonardo di Caprio.
Ver Tailandia 15: Ko Phi Phi Leh en un mapa más grande
A la hora pactada nos vino a buscar una mini-van de PP Family Co, que nos llevó al muelle de Khlong Chilat donde salía el ferry a las Phi Phi. Éste salió puntualmente a las 9 de la mañana y llegó a las Phi Phi una hora y media más tarde. El muelle de Ton Sai era un hervidero de gente a nuestra llegada. Los distintos hoteles tenían personas que venían a buscar sus huéspedes. A nosotros nos esperaban los de Phi Phi Palms Residence (aunque no lo habíamos pedido), que nos ayudaron a llevar nuestro equipaje hasta la residencia. Nuestra habitación era muy espaciosa y se veía muy limpia y nueva. Aunque estaba situada cerca de la zona de bares y discotecas, el ruido por la noche fue asequible y pudimos dormir bien.
Nuestra habitación en Phi Phi Palms Residence
El resto del día lo queríamos pasar haciendo una excursión en long-tail por Ko Phi Phi Leh, la isla menor del archipiélago. Al estar deshabitada su naturaleza está intacta. Cerca del muelle de Ton Sai había una gran cantidad de barqueros que se podían contratar para ir a la isla, muchos nos asaltaron ofreciéndonos sus servicios. Pactamos el precio con uno, 2.200 bahts por 5 horas, que nos pareció caro, pero todo en las Phi Phi era caro...
Navegando en el long-tail
El viaje entre Phi Phi Don y Phi Phi Leh fue corto, enseguida empezamos a ver los altos acantilados de esta última. El primer punto de interés que vimos fue la Viking Cave, una cueva donde anidan muchos pájaros, y cuyos nidos son recogidos por los lugareños para vendérselos a los chinos para preparar su famosa sopa. Pensábamos que el barquero nos haría un poco de guía turístico, pero no sabía mucho inglés y era un poco parado, se limitó a llevarnos a los sitios y ya está.
Acantilados cerca de la Viking Cave
Proseguimos nuestro viaje admirando los espectaculares riscos y las exuberantes selvas de Ko Phi Phi Leh. Al cabo de un rato, nos adentramos en una pequeña bahía, Pi Leh, donde nos dimos un baño, aunque allí no había playa.
Bahía de Pi Leh
Después del baño en la bahía de Pi Leh
Avanzamos un poco más y llegó uno de los momentos de los que mejores recuerdos guardamos del viaje, el snorkeling. Al principio no estábamos muy convencidos ya que nunca habíamos hecho snorkeling, pero muchos viajeros nos lo habían recomendado. El barquero tenía el material necesario, gafas y tubo así como salvavidas. Nos llevó a una pequeña bahía apartada y nos lanzamos al agua. La visión que tuvimos fue inolvidable: había todo tipo de peces multicolores, corales, erizos de mar... Los peces nos ignoraban de tal manera que a veces casi los podíamos tocar. Fue increíble, como ver un documental con nuestros propios ojos. Para haceros una idea, podéis dar un vistazo a este video, aunque no sea nuestro... Recomendamos plenamente hacer snorkeling, ya sea en Ko Phi Phi Leh como en otro sitio.
La siguiente visita no iba a ser menos emocionante. Nos dirigimos hacia Ao Maya, que se hizo famosa por la película de Leonardo di Caprio de "La Playa". Es una pequeña playa rodeada por altos peñones formando una bahía estrecha. Al desembarcar nos hicieron pagar 200 bahts por barba, ya que es parque nacional. Ao Maya era un sitio increíble, con una arena blanquecina y unas aguas turquesas, rodeada por peñascos recubiertos de selva. Un verdadero paraíso si no fuera por las hordas de turistas que invadían la playa. Nos tumbamos un rato sobre la arena y nos bañamos para relajarnos.
Entrando en Ao Maya
Ao Maya
Ao Maya
Panorámica de Ao Maya
Panorámica de Ao Maya
En Ao Maya había un pequeño chiringuito donde pudimos comprar algo de comida. Después de comer paseamos un poco por la parte interior, cubierta por altos cocoteros. Un camino llevaba hacia la bahía de Loh Sama, en la que había mucha gente buceando.
Interior de Ao Maya
Bahía de Loh Sama
Abandonamos Ao Maya y proseguimos nuestra ruta hacia el norte. Como nos había encantado hacer snorkeling, le pedimos al barquero que nos parara en otro sitio. Nos gustó tanto como la primera vez. En este caso el fondo era más rocoso, y pudimos ver algunos peces diferentes. Nos podíamos estar todo el día allí buceando!
Nuestra excursión acabó y el barquero nos llevó al muelle de Ton Sai. Como todavía era un poco pronto, decidimos dar un paseo por allí. Ton Sai es el principal centro habitado de Ko Phi Phi Don, la isla más grande de las Phi Phi. Era una sucesión de hoteles, restaurantes, pubs, agencias de viajes, tiendas... dirigidas exclusivamente al turista. Allí no parecía que estábamos en Tailandia: casi todo el mundo era extranjero, los carteles estaban en inglés...
tiendas en Ton Sai
Ton Sai
Atravesamos Ton Sai y llegamos a Loh Dalum, una larga playa a la que daban una gran cantidad de hoteles y terrazas. A aquella hora no parecía haber demasiada gente, suponemos por que había bajado la marea. Continuamos paseando por la zona interior de Ton Sai, hacia la montaña que empezaba a elevarse al este. En aquella zona abundaban resorts lujosos con bungalows que parecían surgir de la misma selva. Un poco más allá entramos en una zona que parecía el sitio donde vivían los tailandeses que trabajaban en Ton Sai. Incluso había una mezquita, ya que en el sur de Tailandia hay una gran cantidad de musulmanes.
playa de Loh Dalum
playa de Loh Dalum
zona de bungalows en Ton Sai
Llegó la noche y buscamos un sitio típico para cenar. Elegimos el Chao Koh, un concurrido restaurante cerca del puerto. Cenamos un pescado hervido con salsa de limón un poco picante y un buen arroz con pollo con ajo y pimienta.
Chao Koh
0 comentarios:
Publicar un comentario