ESTOCOLMO 3: Djurgården

9 de diciembre de 2010 Volvía a ser un día oscuro y frío como el anterior, con la diferencia que nos nevaría mucho más si cabía... En esta tercera jornada nuestro objetivo era Djurgården, una gran isla cubierta casi completamente de un parque natural. Una de sus grandes atracciones es el museo al aire libre de Skansen. Hay dos formas para acceder a Djurgården: por tierra por un puente que comunica la parte noroeste de la isla con el barrio de Östermalm; y por agua con un ferry que sale de Gamla Stan (en verano hay otro que sale de Nybroplan).

19 de diciembre de 2010

Volvía a ser un día oscuro y frío como el anterior, con la diferencia que nos nevaría mucho más si cabía... En esta tercera jornada nuestro objetivo era Djurgården, una gran isla cubierta casi completamente de un parque natural. Una de sus grandes atracciones es el museo al aire libre de Skansen.

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Hay dos formas para acceder a Djurgården: por tierra por un puente que comunica la parte noroeste de la isla con el barrio de Östermalm; y por agua con un ferry que sale de Gamla Stan (en verano hay otro que sale de Nybroplan). Elegimos la opción del barco, ya que era mucho más atractiva. A diferencia del día anterior, fuimos a Gamla Stan caminando, recorriendo todo el paseo de Skeppsbron. Al final de Skeppsbrokajen, casi tocando a Slussen, se ubica el ferry Djurgårdsfärjan que nos llevaría a Djurgården. El precio del billete es el mismo que el del sencillo del metro y el ferry sale cada 20 minutos de 9 a 10 h y cada 15 el resto del día.

Djurgårdsfärjan, al final de Skeppsbrokajen

El Djurgårdsfärjan es pequeño y funcional por dentro, ya que el trayecto apenas dura 15 minutos. Pensábamos salir a la cubierta del barco para ver un poco el paisaje, pero el frío y la intensa nevada nos aconsejó lo contrario.

dentro del Djurgårdsfärjan

vista desde el Djurgårdsfärjan, con Djurgården

Llegamos a un pequeño muelle situado al lado del parque de atracciones Gröna Lund. Empezamos a caminar por Djurgårdsvägen, una de las avenidas más importantes de la isla. Estaba totalmente cubierta de nieve y no había ni un alma por la calle. Vimos uno de los tranvías antiguos, que únicamente circulan por esta parte de la ciudad.

travía circulando por Djurgårdsvägen

Fuimos paseando hasta la pequeña isla de Beckholmen, a la que se accede mediante un puente de madera. Antiguamente sede de los astilleros de Estocolmo, hoy en día Beckholmen es un monumento histórico de interés nacional. Mediante unas escaleras y pasarelas de madera se puede dar una vuelta circular a la isla para descubrir su patrimonio histórico. Pero debido a la enorme cantidad de nieve en el camino sólo lo recorrimos en parte.

Beckholmen

Beckholmen

Volvimos a Djurgården y exploramos una de los pocos núcleos de población de la isla, Djurgårdsstaden. Sus tranquilas calles albergan algunas casas de madera muy bellas.

Djurgårdsstaden

Djurgårdsstaden

A continuación nos dirigimos hacia Skansen. En su entrada nos encontramos con hordas de familias suecas que iban a pasar el día allí. Pese a la nevada que estaba cayendo, desde la parada de tranvía que había justo enfrente iba llegando muchísima gente. Skansen es el museo al aire libre más antiguo, creado a finales del siglo XIX para preservar los elementos de la cultura tradicional sueca, que corrían riesgo a perderse tras la revolución industrial.


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Tras pagar la entrada (70 SEK) nos dirigimos hacia la zona de Stora Gungan, donde hay una réplica de un pequeño pueblo sueco del siglo XIX. Se puede entrar a muchas casas, donde hay recreaciones de oficios populares (cristaleros, zapateros, horneros, libreros...). La gente que hay en las casas están ataviadas con trajes de época y te dan las explicaciones de lo que hacen. Es una de las partes más interesantes de Skansen, por el encanto de sus casas de madera, lo bien que están recreados sus interiores y las afables gentes que encuentras en ellas.

Stora Gungan, Skansen

cristalero en Stora Gungan, Skansen

Stora Gungan, Skansen

panadería en Stora Gungan, Skansen

Tras comer un par de deliciosos pasteles de la panadería de Stora Gungan y de calentarnos con glögg, partimos hacia el Julkmarknaden, el mercado de navidad. Se hace en una enorme explanada que hay casi en el centro geográfico de Skansen. Pese a que había muchas paradas, la gran cantidad de espacio hacía que estuvieran más diseminadas. Allí se vendían desde artículos de artesanía a embutidos de reno y alce o ropa de abrigo con la que parecía imposible pasar frío. En un par de lugares estratégicos habían unas hogueras para calentarse un poco que agradecimos mucho!

Julkmarknaden, el mercado de navidad

Julkmarknaden, el mercado de navidad

Justo al lado del mercado estaba la Seglora Kyrka, una iglesia de madera del siglo XVIII construida en un pueblo del oeste de Suecia. El interior está decorado con bonitas pinturas, y nos quedamos un rato para poder entrar un poco en calor, aprovechando que ensayaba un coro.

Seglora Kyrka

Continuando nuestro paseo nos topamos con la Oktorpsgården, la recreación de una granja sueca de finales del XIX. Cuando el tiempo es mejor se pueden ver una gran variedad de animales de granja. Se puede visitar en interior de la vivienda, donde una amable anciana os explicará que cosas se comían en aquella época.

Oktorpsgården

Continuando hacia el norte pasamos junto a Bredablick, una torre de observación de ladrillo rojo, construida en el siglo XIX, antes de la creación de Skansen.

Bredablick

Esta torre está a las puertas de la parte del zoo, una de las más frecuentadas. La mayoría de los animales expuestos son una muestra de la fauna sueca. Pudimos ver focas grises, los típicos renos, un gigantesco alce, un grupo de bisontes (creo que eran bisontes americanos...) y un solitario lince. No pudimos ver la estrella indiscutible del zoo, el oso, ya que en esa época estaba invernando.

foca gris en el zoo de Skansen

alce en el zoo de Skansen

renos en el zoo de Skansen

bisontes en el zoo de Skansen

Vale la pena ir hasta el extremo del zoo para ver el Vasveitloftet, el edificio más antiguo de Skansen. Es una casa de madera construida en el siglo XIV (aunque reconstruida posteriormente) del sur de Noruega.

Vasveitloftet

bosque en la parte del zoo de Skansen

Abandonamos el zoo y fuimos hacia el sur donde encontramos la Väla Skola, la recreación de una escuela de principios del siglo XIX. Junto a ella se halla el Hällestadsstapeln, el campanario de madera de una iglesia sueca del siglo XVIII.

Väla Skola, con el Hällestadsstapeln a la derecha

Dimos por acabada nuestra visita a Skansen y nos dirigimos por Djurgårdsvägen hacia la parte noroeste de la isla, la zona de los museos. Pasamos por al lado del Biologiska Museet o museo de biología, con su curioso edificio inspirado en una iglesia de madera noruega.

Biologiska Museet

Un poco más adelante se encuentra el Nordiska Museet, con su impresionante edificio renacentista. Dentro hay una gran colección de objetos que retratan la vida cotidiana en Suecia desde el siglo XVI hasta nuestros tiempos.

Nordiska Museet

No entramos en el anterior museo, ya que preferíamos visitar el Vasamuseet, uno de los más impresionantes que hemos visitado. Alberga un enorme buque de guerra real del siglo XVII, el Vasa, que iba a ser el mayor de su época. Pero las prisas del rey por estrenarlo hizo que se construyera demasiado rápido, y el día de su inauguración el buque se hundió en la bahía de Estocolmo después de recorrer solo 1.300 m. En 1956 se descubrió el sitio donde se había hundido y se pudo reflotar. Estaba increíblemente bien conservado, incluso sobrevivieron alguna de sus velas. Después de muchos años de restauración, se creó este museo para poder contemplar este majestuoso barco. Simplemente impresionante!!!

Vasamuseet

Vasamuseet

Abandonamos la isla por Djurgårdsbron, el puente más occidental que la une al continente. Fue construido a finales del siglo XIX y esta ricamente adornado con verjas de hierro forjado y esculturas.

Djurgårdsbron

Ya era de noche, pero decidimos dar un paseo por el barrio de Östermalm al tiempo que buscábamos algún sitio para cenar. Caminamos por la ancha avenida de Narvavägen hasta Karlaplan, donde cogimos Karlavägen, otra de las avenidas principales de este barrio. Teníamos la esperanza de encontrar varios restaurantes para escoger, pero este barrio parecía residencial, sin apenas sitios para cenar o bares. Acabamos en un restaurante italiano, el Dell'Attore (Skeppargatan 60), y cenamos un plato de pasta y una pizza a un precio asequible.


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