13 de enero de 2020
Dedicamos la jornada entera para visitar los principales puntos de interés del centro de la ciudad de Ho Chi Minh, entre ellos el mercado de Ben Thanh, el Ayuntamiento, la basílica de Notre-Dame, la Oficina de Correos, el Palacio de la Reunificación y el Museo de los Vestigios de la Guerra.
Aquel día nos levantamos sin prisas y fuimos a desayunar con tranquilidad. Hacía días que notábamos el cansancio acumulado del viaje y no nos apetecía estresarnos. Sumando con los días que habíamos pasado en Laos, ya llevábamos un mes de viaje, el mas largo que habíamos hecho nunca. Para aquel día habíamos planeado una ruta a pie por los puntos turísticos más populares de la ciudad de Ho Chi Minh. Cerca de nuestro hotel estaba el primero de ellos, el mercado de Ben Thanh.
13 de enero de 2020
Dedicamos la jornada entera para visitar los principales puntos de interés del centro de la ciudad de Ho Chi Minh, entre ellos el mercado de Ben Thanh, el Ayuntamiento, la Catedral de Notre-Dame, la Oficina de Central de Correos, el Palacio de la Reunificación y el Museo de los Vestigios de la Guerra.
Aquel día nos levantamos sin prisas y fuimos a desayunar con tranquilidad. Hacía días que notábamos el cansancio acumulado del viaje y no nos apetecía estresarnos. Sumando con los días que habíamos pasado en Laos, ya llevábamos un mes de viaje, el mas largo que habíamos hecho nunca. Para aquel día habíamos planeado una ruta a pie por los puntos turísticos más populares de la ciudad de Ho Chi Minh. Cerca de nuestro hotel estaba el primero de ellos, el mercado de Ben Thanh. Es uno de los mercados más importantes de la ciudad y se vende prácticamente de todo. Como fuimos a media mañana, su actividad ya había decaído bastante y había pocos compradores. Nos pareció menos caótico que otros mercados que habíamos visitado en Vietnam, y la mayoría de puestos estaban pulcramente dispuestos y se veía todo bastante limpio. Pero nos gustó al menos darle un vistazo, siempre es buena idea visitar un mercado en el sudeste asiático.
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Mercado de Benh Thanh |
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Sección de complementos del mercado |
A continuación fuimos paseando a ver alguno de los edificios más notables del periodo colonial francés. Empezamos por el Ayuntamiento, sin duda uno de los edificios mas bonitos y mejor conservados de este periodo. Se construyó a principios del siglo XX, cuando el país entero estaba dominado por los franceses y la ciudad se llamaba Saigón; con la reunificación del país se le cambió el nombre en honor al famoso líder norvietnamita y el edificio pasó a llamarse Comité Popular de Ho Chi Minh. Precisamente delante de él hay una gran estatua de Ho Chi Minh, con su típica perilla y expresión amigable. Cerca hay otro edificio colonial notable, el de la Ópera, el cual curiosamente se usó de parlamento de Vietnam del Sur durante el periodo previo a la reunificación. Toda aquella zona estaba llena de obras, y vimos que era por la futura construcción del metro de la ciudad, financiada en su mayor parte por Japón. Una ciudad de más de 10 millones de habitantes donde casi todo el mundo se mueve en moto y sin un sistema de transporte público eficiente lo necesita urgentemente.
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El Comité Popular de Ho Chi Minh y la estatua del padre de la patria |
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La Ópera de Saigón |
Luego fuimos a la Catedral de Notre-Dame, otra de las herencias del periodo colonial francés. Construida en el siglo XIX, es uno de los edificios más antiguos de esa época. Desgraciadamente su interior estaba en obras y no pudimos entrar. Justo al lado está la Oficina Central de Correos, que se construyó unos años después. Su interior está perfectamente restaurado, y se conservan unas taquillas de madera y dos grandes mapas del sur de Vietnam y de la ciudad, todo original. Como otros edificios públicos, actualmente su interior está presidido de un gran retrato de Ho Chi Minh, figura omnipresente en cualquier parte del país. Nos quedamos un rato allí dentro, disfrutando tanto de su historia como de su aire acondicionado (aquel día era especialmente caluroso).
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Catedral de Notre-Dame |
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Oficina Central de Correos |
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Su interior está presidido por un gran retrato de Ho Chi Minh |
El siguiente lugar que visitamos fue el Palacio de la Reunificación (entrada combinada, 65.000 VND), uno de los lugares históricos más fascinantes de la ciudad. El edificio original fue construido por los franceses en el siglo XIX como sede del gobernador de la Indochina francesa. Luego, con la independencia y partición del país, fue la residencia del presidente de Vietnam del Sur, Dinh Diem. Fue tal su impopularidad, que dos pilotos survietnamitas que habían desertado bombardearon el palacio para intentar asesinarle. El presidente sobrevivió, pero el palacio fue destruido casi por completo y tuvo que ser reconstruido en los años 60, dejando atrás el estilo colonial francés y usando uno más acorde con su época. En 1975 se convirtió en uno de los símbolos de la reunificación del país, cuando las tropas del Vietcong conquistaron el último reducto del Vietnam de Sur, derribaron la valla del palacio con un tanque y entraron en él para hacer ondear su bandera en lo mas alto.
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Palacio de la Reunificación |
En el Palacio de La Reunificación se puede visitar un gran número de sus salas. En los primeros pisos vimos las salas de reunión y de audiencia que usaba el presidente de Vietnam del Sur. Lo mejor es que hay plafones explicativos con interesantes informaciones de cada sala que visitas. La tercera planta estaba ocupada por la residencia oficial del presidente, que estaba organizada alrededor de un bonito patio ajardinado abierto al exterior. También era interesante el sótano, una especie de búnker con todo tipo de salas donde se podía resguardar el presidente y seguir el transcurso de la guerra frente al Vietnam del Norte. Como compramos la entrada combinada, pudimos visitar una exposición montada en un edificio aledaño. En ella se explica la historia del palacio, con fotos del antiguo palacio colonial francés y de los bombardeos que lo destrozaron. También hay un par de salas dedicadas al antiguo presidente survietnamita Dinh Diem, donde se explica su extenso clan familiar que gobernó con mano de hierro Vietnam del Sur. La verdad es que se notaba mucho que era una exposición “de parte”: dibujaba un régimen autoritario y corrupto que era necesario derrocar por parte del Vietcong. El Palacio de la Reunificación nos pareció muy recomendable, es uno de esos lugares que no es muy espectacular en si mismo pero encierra una historia muy interesante.
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Patio de la residencia del presidente, situada en el tercer piso |
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Diferentes salas del palacio, tanto públicas como para el uso privado del presidente |
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Bunker del palacio, con mapas de Vietnam del Sur |
La última visita del día fue a otro museo histórico, el Museo de los Vestigios de la Guerra. Se trata de un lugar donde se muestra, sin censura y con todo tipo de elementos gráficos, las atrocidades cometidas por los estadounidenses durante la Guerra de Vietnam. En la primera planta se presenta la ola de solidaridad internacional que suscitó la causa vietnamita tras la invasión de EEUU, incluyendo la de un grupo de marines que se oponían a la guerra arriesgándose a castigos militares. En la segunda planta se exhiben un buen número de fotos de las atrocidades de los estadounidenses: barrios de Hanoi arrasados por los bombardeos, matanzas de civiles como la de My Lai o la famosa niña con la piel quemada de napalm (en una de las salas se proyecta un mini-documental sobre su figura, en el que sale aquella niña en la actualidad y el fotógrafo que captó la instantánea). La tercera planta es mas dura si cabe, ya que se ilustran los efectos del agente naranja, un arma química que usaron los estadounidenses para defoliar la selva y dejar al descubierto al Vietcong, que posteriormente se vio que era muy tóxica, causando miles de muertes y deformaciones congénitas. Como puede verse, es un museo muy duro que ilustra una parte muy dura de la historia de Vietnam. Dicho esto, también hay que tener en cuenta que es un museo “de parte”, se obvian las atrocidades cometidas por el Vietcong durante la guerra civil contra el Vietnam del Sur y la represión que sufrió el “bando perdedor” al final de ella. Aun así, es un museo imprescindible para conocer un poco más de este oscuro periodo histórico.
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Fotos de diferentes masacres de civiles inocentes perpetradas por marines |
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La famosa foto de la niña quemada por el napalm tiene un lugar destacado |
Abandonamos el museo cuando empezaban a cerrar, a las 17:30, hora a la que también empieza a anochecer. Regresamos caminando hacia nuestro hotel y nos dimos una merecida ducha. Como era relativamente pronto nos acercamos a dar una vuelta por el
mercado nocturno que se instala en los aledaños del mercado de Ben Thanh. Pensábamos que quizás habría puestos callejeros para cenar algo, pero no había apenas oferta. Así que nos fuimos a cenar al cercano restaurante
Bep Me In, de cocina tradicional vietnamita con un toque moderno. El ambiente es muy informal, con largas mesas que se comparten con otros comensales. Pedimos cerdo asado en caña de bambú y pescado rebozado en sésamo, y no estaban nada mal. Junto con una cerveza y un zumo, la cena nos salió por 275.000 VND (11 €), un precio fantástico por la calidad de la comida.
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Nuestra cena |
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