9 y 10 de enero de 2020
En este post os resumiremos los dos días que pasamos en la famosa localidad playera de Nha Trang. Dedicamos casi todo el primer día en hacer un tour de snorkeling por las islas cercanas a la ciudad. Al día siguiente, por la mañana nos acercamos a ver las torres cham de Po Nagar. Después estuvimos paseando por la playa de Nha Trang antes de coger por la tarde un bus hasta Mui Ne, donde llegamos de madrugada.
Como hemos dicho antes, el primer día en Nha Trang lo dedicaríamos a hacer un tour de snorkeling por sus islas cercanas. A parte de ser un destino top de playa, Nha Trang es uno de los mejores lugares de Vietnam para practicar submarinismo y buceo. El día anterior estuvimos mirando alternativas de tours en diferentes agencias cercanas a nuestro alojamiento, y al final elegimos uno que incluía tres paradas de snorkeling con el almuerzo incluido por 400.000 VND cada uno (unos 16 €).
9 y 10 de enero de 2020
En este post os resumiremos los dos días que pasamos en la famosa localidad playera de Nha Trang. Dedicamos casi todo el primer día en hacer un tour de snorkeling por las islas cercanas a la ciudad. Al día siguiente, por la mañana nos acercamos a ver las torres cham de Po Nagar. Después estuvimos paseando por la playa de Nha Trang antes de coger por la tarde un bus hasta Mui Ne, donde llegamos de madrugada.
Como hemos dicho antes, el primer día en Nha Trang lo dedicaríamos a hacer un tour de snorkeling por sus islas cercanas. A parte de ser un destino top de playa, Nha Trang es uno de los mejores lugares de Vietnam para practicar submarinismo y buceo. El día anterior estuvimos mirando alternativas de tours en diferentes agencias cercanas a nuestro alojamiento, y al final elegimos uno que incluía tres paradas de snorkeling con el almuerzo incluido por 400.000 VND cada uno (unos 16 €). A las 9 h nos pasaron a recoger por el hotel con una mini-van, con la que también recogieron el resto del pasaje del tour. Luego nos llevaron al muelle de Nha Trang, que está situado a algunos kilómetros al sur de la ciudad. Aquello era un hervidero de gente, ya que todos los tours turísticos en barca salen de allí. Embarcamos en un pequeño barco bastante cochambroso y partimos hacia las islas. Después de un buen rato de navegación llegamos a la pequeña isla de Hon Mun, la primera de las paradas. Allí el responsable del tour nos dijo que solo haríamos dos de las tres paradas, pero que serían mas largas (no sabemos por qué razón, las condiciones climáticas eran buenas…). Aunque el tiempo era caluroso, el agua estaba congelada, y nos costó meternos en ella. Al menos el agua era bastante transparente, y enseguida empezamos a disfrutar de la fauna marina. Como pasa en muchos otros lugares, el coral estaba en gran medida muerto, pero aquí y allá sobrevivían todavía pequeños arrecifes. En ellos la vida brillaba, en forma de infinidad de peces de colores y de otros animales. Aquella primera parada nos gustó mucho, nos encantó bucear en busca de la diversa vida marina del lugar.
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Disfrutando del snorkeling |
Se nos fue el tiempo sin darnos cuenta y fuimos los últimos en regresar al barco. Mientras estábamos haciendo snorkeling habían transformado los bancos de madera de la cubierta en una gran mesa donde sirvieron el almuerzo. Era una especie de buffet libre servido en pequeños platos con una gran variedad de comida: fideos, rollitos fritos, tortilla, atún, verduras, carne… No esperábamos demasiado de la comida pero hay que decir que estaba bastante buena. Después nos dirigimos hacia el segundo punto de snorkeling, que finalmente haríamos en la gran isla de Hon Tre. Aquí el snorkeling no estuvo demasiado bien, ya que había menos visibilidad y el fondo marino estaba cubierto de algas que todavía dificultaban más la observación de la fauna marina. No nos estuvimos mucho tiempo en el agua y fuimos a descansar a la cubierta superior del barco. Al poco éste inició el regreso hacia el puerto de Nha Trang. La verdad es que el tour se nos hizo un poco corto y el snorkeling no fue nada del otro mundo, pero como actividad alternativa al clásico sol y playa no estuvo mal.
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Navegando entre las islas de Nha Trang |
Después de ducharnos y hacer una pequeña siesta, salimos a cenar por Nha Trang. La zona en la que estábamos está llena de restaurantes, pero había relativamente pocos vietnamitas. Barajando opciones acabamos en uno mexicano, el restaurant
Cactus Bogosov. Mas de uno estará pensado que es arriesgado ir a un restaurante mexicano en Vietnam, y precisamente por eso no teníamos unas grandes expectativas de la comida. Pero no podíamos estar más equivocados, ya que la encontramos deliciosa: pedimos quesadilla de pollo y tacos de ternera, ambos con el toque justo de picante y muy sabrosos. Junto a una cerveza y un agua, la cena nos salió por 278.000 VND (unos 11 €), un súper-precio para un restaurante muy recomendable para quien quiera descansar de la comida vietnamita.
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Nuestra cena mexicana |
El
siguiente día nos levantamos tarde ya que nos esperaba un día muy tranquilo. El lugar que no nos queríamos perder de Nha Trang eran las
torres de Po Nagar. Para ir hasta allí lo mejor es usar un taxi, un medio de transporte que va muy bien en Nha Trang, ya que en el exterior de los vehículos viene especificada la tarifa que aplican, que varía más o menos entre 12.000-17.000 VND/km (a nosotros nos costó 83.000 VND por 5 km). Parecía que todos los turistas de Nha Trang estaban en Po Nagar (entrada 20.000 VND), y sobre todo estaba lleno de grupos enormes de chinos. Po Nagar fue un lugar religioso construido por los
cham, un pueblo hinduista que dominó el sur de Vietnam durante siglos y cuyo reino, el reino de Champa, fue uno de los más importantes del sudeste asiático. Días antes ya habíamos visitado uno de los lugares mas fascinantes de esta cultura, el
santuario de My Son. Los vietnamitas fueron conquistando sus territorios poco a poco, y hacia el siglo XVIII los cham solo resistían en su último reducto, precisamente aquí, en Nha Trang. Actualmente, los cham son solo una de las muchas minorías étnicas que habitan el país.
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Torres cham de Po Nagar |
Al templo se accedía mediante una sala de meditación de la que hoy solo se conservan sus robustas columnas. De ella partía una empinada escalera hacia las torres, de las cuales solo se conservan cuatro de las ocho originales. Intentamos hacernos un sitio para contemplarlas entre el enjambre de turistas chinos. Las cuatro torres estaban excelentemente bien reconstruidas, y en la entrada de la mas grande se podía contemplar un fabuloso relieve de una figura religiosa: representaba Yan Po Nagar, una diosa con muchas similitudes con la diosa hindú Durga y muy especial para los cham, ya que sus leyendas dicen que fue su fundadora. En el interior había un pequeño santuario budista, y para acceder a él había que cubrirse con unas togas que facilitaban en la entrada. Aunque Po Nagar se ha transformado en un templo budista, habíamos leído que muchos chams también vienen aquí a rezar. Tras las torres había un pequeño museo donde se mostraban algunas réplicas de esculturas cham de las torres y, lo que nos interesó más, fotos antiguas del mal estado en el que estaban las torres antes de su reconstrucción. Las torres de Po Nagar nos parecieron fascinantes, la lástima es que la gran masificación que hay impide que puedas verlas con tranquilidad y disfrutarlas como merecen.
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Salas de meditación, con las torres al fondo |
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Torre con el relieve de Yan Po Nagar (izq.) e santuario del interior de la torre (dcha.) |
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Torres vistas desde atrás |
Al salir de las torres cogimos un taxi (50.000 VND) hasta la Catedral de Cristo Rey, un templo neogótico construido en pleno siglo XX. Desgraciadamente al llegar estaba cerrado, así que nos quedamos con las ganas de verlo por dentro, fallo nuestro de no consultar el horario… Decidimos ir andando hacia la playa de Nha Trang y dar un paseo por ella. Pese a que el día era muy caluroso, en la playa hacía una brisa bastante agradable. Pensábamos que encontraríamos multitudes en ella, pero la verdad es que estaba bastante desierta. No sabemos dónde estaban a aquellas horas los cientos de turistas rusos que cuando caía la tarde tomaban la ciudad (muy acertadamente, alguien llamó a Nha Trang “la playa de los rusos”). Para combatir un poco el calor tomamos algo en uno de los pocos bares de la playa (86.000 VND), curiosamente en el trozo por el que paseamos no vimos ningún chiringuito playero.
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Catedral de Cristo Rey |
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Playa de Nha Trang |
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Paseando por la playa |
Luego buscamos un restaurante para hacer un almuerzo-cena, ya que aquella tarde la íbamos a pasar en el bus de Mui Ne donde no llegaríamos hasta bien entrada la noche, así que preferíamos llegar ya cenados. Elegimos el
Mix, un restaurante griego con muy buenas referencias en Tripadvisor. Pedimos una moussaka (de berenjena y patata) y un souvlaki (la típica brocheta de carne, solo que esta vez estaba dentro de una tortita, así que sería mas bien un gyros…). La comida fue regular, ya que la moussaka era bastante insípida, y aunque el souvlaki llevaba un buen tzaziki, había tan poca cantidad que costaba saborearlo. Junto con un cerveza y una limonada, el almuerzo-cena nos salió por 305.000 VND (unos 12 €).
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Nuestro almuerzo griego |
Nuestro bus a Mui Ne no pasaba a buscarnos hasta las 18:30 h y como teníamos algo de tiempo, nos fuimos a hacer un masaje relajante. En el centro de Nha Trang proliferan los centros de masajes, así que pudimos elegir uno y regatear un poco la tarifa. Finalmente elegimos un masaje de pies de media hora por 90.000 VND (casi 4 €). El masaje estuvo bien, pero a veces los masajistas apretaban demasiado… A la hora acordada regresamos al hotel a esperar el bus. Pero el tiempo fue pasando y pasando y nadie aparecía por allí. Cuando llevábamos casi una hora esperando le pedimos a la recepcionista del hotel que les llamara a preguntar, y nos dijo que estaban viniendo. Pero no llegaron hasta las 19:45, una hora y cuarto tarde. Por lo visto a otros viajeros les había pasado lo mismo y llegamos a la conclusión que era un timo: casi todos los buses de Nha Trang a Mui Ne salen a las 20 h, pero en una agencia vimos que ofrecían un bus a las 18:30 h, y compramos allí los billetes ya que así no llegaríamos tan tarde a Mui Ne (el trayecto dura unas 5 h). Quizás no habían vendido suficientes billetes y decidieron juntarnos con el bus de las 20 h. Por cierto, esa agencia se llamaba True Friends Easy Riders (está especializada en tours en moto, pero también venden billetes de bus).
Al menos el bus resultó ser de tipo “sleeper”, con asientos abatibles en los que te puedes casi tumbar. Como en los otros trayectos largos que hicimos, el bus se suponía que debía tener Wifi, pero en aquella ocasión tampoco funcionaba. El trayecto se hizo largo y pesado, y solo hicimos una breve parada para ir al lavabo. Finalmente no llegamos a
Mui Ne hasta la 1 de la madrugada. El sitio donde nos dejarían era una incógnita; teníamos miedo que nos dejaran lejos de nuestro alojamiento y que a aquellas horas no hubiera taxis, así que bajamos en medio de la carretera aprovechando que un par de chicas lo habían solicitado. Tuvimos que retroceder en medio de la noche un cuarto de hora hasta nuestro alojamiento, el
Sunrise Village Hotel. Nuestra habitación estaba bastante bien, e incluso tenía un balconcito para tomar el sol. El desayuno estaba incluido y consistía en una extensa carta con un buen surtido de platos calientes para elegir, acompañados siempre de una buena baguette recién hecha, ¡deliciosa! La ubicación era bastante buena, muy cerca del Arroyo de las Hadas y de la playa, aunque algo lejos del centro (cosa que no nos importaba demasiado). La habitación nos salió por 20 € la noche, un precio fantástico para lo que nos ofrecieron.
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Nuestra habitación en Mui Ne |
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