24 de julio de 2017
Cogimos el avión sobre las 11 h y llegamos a primera hora de la tarde al aeropuerto de Venecia-Treviso (Italia), donde recogimos el coche de alquiler. En un par de horas atravesamos la frontera de Eslovenia y nos dirigimos a las espectaculares cuevas de Škocjan. Después apuramos el día en Koper, una ciudad de origen veneciano poco conocida pero muy bonita, donde hicimos noche.
Aquel viaje empezó por la mañana, momento en el que cogimos nuestro vuelo de Ryanair entre Barcelona y Venecia-Treviso. El pasaje estaba alborotado, ya que hacía poco que la compañía irlandesa había instaurado su nueva política de cobrar por sentarte junto a tus compañeros de viaje. Y todo el mundo buscaba quien le cambiara su sitio, hasta que una de las azafatas se puso firme y puso fin al mercadeo de asientos.
24 de julio de 2017
Cogimos el avión sobre las 11 h y llegamos a primera hora de la tarde al aeropuerto de Venecia-Treviso (Italia), donde recogimos el coche de alquiler. En un par de horas atravesamos la frontera de Eslovenia y nos dirigimos a las espectaculares cuevas de Škocjan. Después apuramos el día en Koper, una ciudad de origen veneciano poco conocida pero muy bonita, donde hicimos noche.
Aquel viaje empezó por la mañana, momento en el que cogimos nuestro vuelo de
Ryanair entre Barcelona y Venecia-Treviso. El pasaje estaba alborotado, ya que hacía poco que la compañía irlandesa había instaurado su nueva política de cobrar por sentarte junto a tus compañeros de viaje. Y todo el mundo buscaba quien le cambiara su sitio, hasta que una de las azafatas se puso firme y puso fin al mercadeo de asientos. Llegamos sin problemas al
aeropuerto de Treviso-Venecia. A alguien le puede parecer raro que viajando a Eslovenia aterricemos en una ciudad italiana. Pero Treviso se encuentra a menos de dos horas en coche de la frontera eslovena. Y desde España no hay apenas vuelos directos a este país, así que beneficiarse de las buenas tarifas de los vuelos a Venecia es una opción que escogen muchos viajeros. Lo primero que hicimos fue ir a recoger nuestro
coche de alquiler, que habíamos reservado a través de
Rentalcars con la compañía local
Locauto (para el tema precios, consultad la sección del
presupuesto del viaje). Una cosa importante al alquilar coche en Italia para hacer una ruta por Eslovenia es asegurarse que la compañía no te aplique ningún sobrecargo al sacar el coche fuera del país. Nosotros cogimos el coche mas económico, un Fiat Panda, pensando que llevábamos poco equipaje y que no necesitábamos mas. Pero fue un gran error, ya que el coche no llevaba aire acondicionado y durante el viaje nos asamos de calor.
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Nuestro coche de alquiler |
Para no perder tiempo decidimos coger la autopista de peaje que va hacia Eslovenia (peaje 9,70 €), saliendo del país desde la ciudad italiana de
Gorizia. Habíamos leído que en esta ciudad habían convivido históricamente italianos y eslovenos, pero después de la 2ª Guerra Mundial ésta pasó de Yugoslavia a Italia; y para no quedar fuera de su país, los eslovenos de Gorizia fundaron la ciudad moderna de Nova Gorica justo al otro lado de la frontera. Justo al atravesar la frontera eslovena paramos en un puesto para comprar la
viñeta, necesaria para poder circular por sus carreteras. Nuestro pequeño problema era que íbamos a estar en Eslovenia 8 días, con lo que no nos servía la viñeta de una semana (te expones a fuertes multas si circulas sin ella o estando caducada), así que nos tuvimos que gastar 30 € en la mensual.
Solo tuvimos que conducir una horita mas hasta la primera visita del viaje, las cuevas de Škocjan (entrada, 16 €). Es un enorme sistema kárstico de unos 6 km de extensión que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Las visitas son guiadas (en esloveno o inglés) y se realizan cada hora, y en nuestro caso fue a las 16 h. A esa hora los guías nos condujeron por un camino a la entrada de la cueva, donde nos congregamos mas de 100 personas, aunque los guías fueron haciendo grupos mas pequeños. El tour dura una hora y media y el guía explica datos interesantes sobre la cueva y la geología kárstica. A lo largo del paseo fuimos viendo una gran cantidad de formaciones kársticas, aunque si habéis visitado otras cuevas de este estilo no os sorprenderán. Lo que sí es impresionante de verdad es la parte final del paseo, ya que se entra en una enorme oquedad que ha excavado el río Reka durante milenios. La grandiosidad de la gruta nos pareció impresionante, es de esos sitios que hacen que te sientas pequeño. Además, la iluminación de la cueva acrecentaba la espectacularidad de esta zona, y era fácil meterte en la piel de un aventurero explorando por primera vez aquel lugar. Se sale al exterior por una no menos bonita garganta del río cubierta de exuberante vegetación. Nosotros no la pudimos disfrutar apenas, ya que al poco de salir de la cueva nos cayó encima el diluvio universal y tuvimos que ir rápido al coche. La visita a las cuevas de Škocjan nos encantó; hay que tener en cuenta que también son muy populares en la región las cuevas de Postojna, pero como son totalmente diferentes, conviene visitar las dos.
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Formaciones kársticas de la cueva |
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Enorme gruta de Škocjan |
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Garganta del río Reka a la salida de la cueva |
Al salir de las cuevas pusimos rumbo a
Koper, una pequeña ciudad histórica por la que daríamos un pequeño paseo y haríamos noche. Tenemos que reconocer que pernoctamos en Koper contra nuestra voluntad, ya que la idea inicial era hacerlo en Piran, la ciudad mas popular y turística de la costa eslovena. Pero cuando buscamos alojamiento por internet un mes antes de irnos estaba casi todo lleno, y solo quedaban alojamientos súper caros. Decidimos hospedarnos en la vecina Koper, y visto en perspectiva fue un acierto, como os explicaremos mas adelante. Nuestro alojamiento, el
Hotel Vodišek, tenía algunas grandes ventajas, como su ubicación (situado a 5 minutos andando del casco histórico), su parking gratuito y un desayuno incluido mas que aceptable. Lo peor nos pareció su precio, 81 €, muy caro para ser Eslovenia, aun siendo en temporada alta. Pero en general lo recomendaríamos.
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Nuestra habitación en Koper |
Koper también es conocida por su nombre italiano, Capodistria, ya que la ciudad es el hogar de una importante comunidad italiana. Estas raíces se remontan al periodo de esplendor de Koper durante los siglos XV y XVI, en que la ciudad perteneció a la República de Venecia. De hecho, toda la costa de Eslovenia y la península de Istria de Croacia tenían importantes poblaciones de origen italiano a comienzos del siglo XX. Pero las grandes guerras y la redefinición de las fronteras hicieron que muchas quedaran en la antigua Yugoslavia. Hubo importantes éxodos de italianos de todas esas zonas, pero en Koper la mayoría se quedaron. Y esta herencia italiana se observa fácilmente en la ciudad, se nota en muchos nombres de establecimientos o en carteles oficiales, que están escritos tanto en esloveno como en italiano.
Entramos al casco histórico por el sur, por la Puerta Muda, la única puerta de entrada al antiguo recinto amurallado de Koper que se conserva. Al flanquearla nos quedamos maravillados, ya que nos encontramos en uno de los lugares más bucólicos de Koper, la plaza Prešernov, donde se encuentra una bonita fuente de estilo veneciano. Desde allí hicimos lo mejor que se puede hacer en Koper: callejear. Koper no tiene grandes monumentos, pero el ambiente de su casco histórico peatonal es muy auténtico, mucho más que Piran, que tiene mas fama. Una de las calles mas pintorescas es Čevljarska (via Calegaria en italiano), tan estrecha que es toda una delicia para pasear.
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Plaza Prešernov |
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Calle Čevljarska |
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Pequeño rincón en el casco histórico de Koper |
Aunque Koper no tiene grandes monumentos, sí que tiene un par de lugares muy interesantes, llenos de historia. El mas importante es la plaza Titov, rodeada por bonitos edificios medievales de estilo veneciano. De hecho, allí se encuentra el Palacio Pretoriano, un impresionante edificio renacentista sede del poder local, en cuya fachada se puede ver el emblema de la República de Venecia (el león alado). La vecina plaza Brolo también tiene un buen número de edificios medievales, pero carece del encanto de la plaza Titov.
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Plaza Titov (izq. y arriba dcha.) y plaza Brolo (abajo dcha.) |
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Palacio Pretoriano |
Continuamos nuestro paseo hacia el oeste del casco histórico, y allí la calle mas interesante es Kidričeva, una de las mas bonitas de la ciudad. Allí hay varias casas señoriales con pórticos que se estaban restaurando en ese momento. Pero lo que mas nos gustó fue el agradable ambiente y la tranquilidad que se respiraba por todos lados. Apenas estuvimos algo mas de una hora paseando por Koper, pero fue tiempo suficiente para que nos enamoráramos de ella. Al ser una ciudad menos turística que la archipopular Piran se respira un ambiente muy auténtico, lejos del turismo de masas. Al final, fue todo un acierto hacer noche allí y poder pasear por sus bonitas calles sin prácticamente ningún visitante mas.
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Calle Kidričeva |
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Pequeña plaza en el centro de Koper |
Como se empezaba a hacer tarde, decidimos ir a cenar sin pasar por el hotel. Escogimos el
Istrska Klet Slavček, un pequeño restaurante de comida casera tradicional. Pedimos un gulash con sepia y polenta, y unas salchichas con una especie de revuelto de patata y cebolla. Los dos platos nos parecieron muy sabrosos, y los regamos con una cerveza y un buen vino blanco. La cena nos salió por 26,80 €, un gran precio por lo que recibimos a cambio. Por cierto, había un pequeño grupo de parroquianos departiendo con el dueño, y nos hizo gracia escuchar que lo hacían en italiano.
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Nuestra cena en Koper |
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