Los viajes de David y Neus: COSTA OESTE DE EEUU 21: Mojave

23 de octubre de 2018

Necesitamos un par de horas de coche para llegar hasta el desierto de Mojave, en el que hicimos básicamente las breves excursiones de las Kelso Dunes y el Teutonia Peak, donde descubrimos un curioso bosque de Joshua Trees. Por la tarde nos dirigimos a Barstow (donde haríamos noche), no sin antes hacer una parada en el típico restaurante de los años 50 Peggy Sue’s.

La Mojave National Preserve protege una pequeña parte del desierto de Mojave, una vasta región que va desde el este de California hasta el suroeste de Utah (incluyendo el Death Valley). Se trata de lo que se conoce como un desierto alto, pues casi todo está situado a mas de 1000 m de altitud. Una buena red de carreteras atraviesa el parque permitiendo llegar a la mayoría de lugares de interés. También hay una buena red de senderos por la que se pueden hacer algunas excursiones, la mejor forma de disfrutar de sus paisajes desérticos.

Aquella mañana fuimos a desayunar sin prisa en nuestro motel de Kingman. Ya llevábamos 3 semanas de viaje y muchos kilómetros a la espalda, así que no teníamos ganas de ir con prisas. Sobre las 9 salimos de allí, y al poco tiempo de viaje atravesamos la frontera estatal y entramos en California, el estado donde empezamos el viaje. Entramos en el parque de Mojave por el sur, por Kelbaker Road, la principal carretera que lo atraviesa de norte a sur. Paramos en un mirador llamado Granite Pass, donde tuvimos la primera toma de contacto con el desierto. La verdad es que nos esperábamos encontrar un lugar mas inerte, sin apenas vida; por el contrario habían bastantes arbustos y grandes cactáceas que le daban un cierto manto verde al paisaje. De entre todos destacaba el cactus cholla, con largos tallos recubiertos completamente de pinchos amarillentos, que le daban al desierto una pinta casi extraterrestre.

Granite Pass, Mojave

La primera excursión corta la haríamos a las Kelso Dunes, un gran campo de dunas de arena. En el parking solo había un par de coches, y al salir del nuestro supimos la razón: hacía un calor sofocante. Menos mal que de vez en cuando soplaba una brisa que nos daba un poco de respiro. Aquel paisaje no podía ser mas diferente que el de la primera parada: teníamos delante un verdadero desierto de arena (un erg), con pequeñas dunas moldeadas por el viento. En realidad era una gran montaña de arena, y el sendero llevaba a su cima. Fuimos avanzando con dificultad, ya que el sustrato arenoso entorpecía la subida. Nos cruzamos con una pareja de excursionistas que caminaban descalzos, una buena opción si la arena no estuviera tan caliente… Cuando llevábamos la mitad de camino decidimos no seguir mas (hay que tener en cuenta que para llegar hasta la cima hay que superar 150 m de desnivel). Desde aquel punto teníamos una buena vista del erg, que contrastaba vivamente con el resto del desierto. Aquella corta excursión nos gustó bastante.

Subiendo por las Kelso Dunes

Contraste entre el desierto de arena y el resto de Mojave (al fondo, de un color mas marronoso)

A continuación fuimos al Kelso Depot, donde se encuentra el centro de visitantes del parque. Éste está emplazado en una antigua estación de tren construida en estilo colonial español a principios del siglo XX, adornado con frondosos jardines que hacen que parezca que estés en un oasis. Al ser temporada baja, el centro estaba cerrado los martes y los miércoles, así que no pudimos ver su interesante museo. Como el calor apretaba, decidimos comer algo en unas mesas a la sombra que había en el jardín.

Antigua estación de tren de Kelso Depot, hoy en día centro de visitantes

Luego cogimos la Cima Road hasta el comienzo del sendero al Teutonia Peak. Esta es otra de las excursiones populares del parque, ya que se atraviesa el mayor bosque del mundo de Joshua trees (Yucca brevifolia), una especie de yuca arborescente que puede llegar a los 10 m de altura. Al comenzar la excursión ya pudimos ver estas curiosas yucas, con unas formas tan extrañas que parecían de otro planeta. Se dice que su nombre se lo pusieron los primeros mormones que arribaron a estas tierras, por la similitud de sus ramas con los brazos implorantes de Josué. El sendero al principio va subiendo muy progresivamente, en medio de un paisaje espectacular. Mas tarde va trepando por una montaña granítica, donde los Joshua trees dan paso a una especie de enebro. Finalmente acaba en un espectacular mirador donde se aprecia todo el bosque de la gran llanura desértica. Aunque no nos cansamos mucho, el desnivel total fue de unos 200 m. La excursión nos encantó por lo original de sus paisajes, y sobre todo por los fotogénicos Joshua trees.

Joshua trees de camino al Teutonia Peak

Joshua trees

Ascendiendo al Teutonia Peak y vistas desde la cumbre (abajo)

Con esto dimos por acabado nuestro paso breve por el parque de Mojave, que nos gustó al ser algo diferente a lo que habíamos visto hasta entonces. Salimos del parque por el norte, y pusimos rumbo a Barstow, donde íbamos a hacer noche. Antes de llegar a la ciudad hicimos una parada en Peggy Sue’s, uno de los diners de los años 50 mas famosos. Llegar hasta allí no tiene pérdida, ya que hay miles de letreros anunciando el lugar desde la interestatal 15. El sitio es bastante grande, y cuenta con varias salas ambientadas en la época, todas con una decoración algo diferente. Nosotros nos sentamos en la barra y degustamos un buen batido de fresa (5,20 $). Lo que mas nos gustó del sitio era su autenticidad: no parecía un lugar muy turístico, y la gran mayoría de clientela era gente local (camioneros y viajeros de paso).

Peggy Sue's

Después de descansar un rato allí nos fuimos a nuestro alojamiento, un Budget Inn, un motel de carretera americano de toda la vida. La habitación era básica, pero tenía todo lo necesario y para nosotros fue mas que suficiente. El desayuno estaba incluido, y era un buffet bastante correcto para ser de un motel. La noche nos salió por 45 €, un gran precio por lo que tuvimos a cambio. Lo peor de aquel sitio fue la ubicación, en una zona algo sórdida del norte de la ciudad, lejos de todo, pero la ubicación no era una prioridad en aquel caso.

Nuestra habitación

Estuvimos mirando por internet algún sitio para cenar. Como teníamos que coger el coche de todas formas, nos fuimos al Idle Spurs Steakhouse, situado fuera de la ciudad, al norte. Pedimos una prime rib y un rib steak, con acompañamientos de ensalada y sopa. La carne se notaba que era excelente y estaba deliciosa. Para acompañarla pedimos un par de vinos californianos, un cabernet y un merlot bastante buenos. Al final la cena nos salió cara, 69 $, pero sin duda nos pareció un sitio muy recomendable para una cena especial.