TAILANDIA 13: Ao Phang-nga

9 de enero de 2012 En nuestro primer día en el sur íbamos a hacer un tour organizado en barco por la bahía Phang-nga, todo un espectáculo de escarpadas islas e islotes calizos. El resto del día lo pasaríamos de camino a Krabi, donde estaríamos las dos noches siguientes. El tour que haríamos ese día es el más clásico desde Phuket: consiste en un recorrido por la bahía de Phang-nga que acaba en la famosa isla de James Bond. Como llegábamos a Phuket muy tarde, ya traíamos contratado el tour desde aquí a través de Phuket All Tours, aunque al final el tour fue realizado con Amazing Canoeing.

9 de enero de 2012

En nuestro primer día en el sur íbamos a hacer un tour organizado en barco por la bahía Phang-nga, todo un espectáculo de escarpadas islas e islotes calizos. El resto del día lo pasaríamos de camino a Krabi, donde estaríamos las dos noches siguientes.

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El tour que haríamos ese día es el más clásico desde Phuket: consiste en un recorrido por la bahía de Phang-nga que acaba en la famosa isla de James Bond. Como llegábamos a Phuket muy tarde, ya traíamos contratado el tour desde aquí a través de Phuket All Tours, aunque al final el tour fue realizado con Amazing Canoeing.

Nos levantamos después de haber dormido unas pocas horas y fuimos a desayunar. El desayuno-buffet del I-Pavilion era curioso, dominaban los arroces y fideos de los desayunos tailandeses. A la hora convenida pasó a recogernos por el hall del hotel un hombre con una mini-van. Después de más de media hora de viaje, llegamos al muelle de Ao Por, donde nos "clasificaron" junto a otros turistas dependiendo del tour que teníamos contratado. Finalmente nos llevaron a nuestro barco, una gran embarcación con dos pisos, uno inferior con las canoas y uno superior con asientos para los turistas.

Primeras islas de la bahía de Phang-nga

El barco se fue adentrando en Ao Phang-nga, de la que se podían distinguir agrestes islas que se iban elevando en el horizonte. Al cabo de un rato hicimos nuestra primera parada en Ko Panak, una isla muy boscosa rodeada por altos acantilados. Íbamos a ir en canoa a explorar una cueva que se abría en uno de los acantilados. Las canoas eran neumáticas, tipo zodiac, y las llevaba un monitor. Al principio la gente tenía miedo de caer al agua (por las cámaras, documentos y demás), pero después ya se vio que eran del todo seguras.

Ko Panak

Ko Panak

Desde la canoa la isla Panak se veía más espectacular, sobre todo conforme nos íbamos acercando. A la entrada de la cueva había un grupo de monos esperando la comida de los turistas. La cueva era interesante, tenía algunas estalactitas bonitas que nos iba enseñando el monitor. En algunos techos de ella un gran grupo de murciélagos esperaba que se hiciera de noche. Más adelante, la cueva se iba haciendo tan estrecha que había algunos pasos en los que nos teníamos que tumbar en la canoa para pasar. El recorrido por la cueva fue un emocionante paseo que nos gustó mucho.

Cueva de Ko Panak

Monos en Ko Panak

Murciélagos dentro de la cueva

Paso estrecho en la cueva

Formación kárstica de la cueva

Continuamos nuestro viaje bordeando Ko Panak. Como la isla era alargada, mientras avanzábamos podíamos ir contemplando sus increíbles paisajes. Toda la isla estaba cubierta de una selva intacta que se esforzaba por crecer sobre el agreste terreno. Solo por ver aquello ya valía la pena el tour!

Ko Panak

La siguiente parada fue en Ko Hong, una isla en la que también hacía parada una gran cantidad de compañías de tours, en aquella hora estaba abarrotada. Aquella vez nos iban a hacer un paseo en las canoas por una bahía cerrada que había en la isla. El recorrido fue bonito, entre los escarpados acantilados y rodeados en todo momento de los bosques de la isla, era un gran escenario. Lástima que era un sitio muy concurrido por otras compañías, que a esas horas también tenían sus canoas en el agua.

Ko Hong

Ko Hong

Ko Hong, en nuestra canoa

Ko Hong, con mucho tráfico de canoas

Ko Hong

Reemprendimos nuestro viaje con el barco, durante el cual se sirvió la comida. Era una especie de buffet de comida tailandesa. Sin ser nada del otro mundo estaba buena. Al acabar de comer el barco paró en una pequeña isla para que se bañara la gente que quisiera. Nosotros no lo hicimos ya que según el programa del tour, la última parada era en una playa para bañarse.

Reposando la comida a bordo del barco

Un rato después llegamos a Ko Tapu, más conocida como isla de James Bond, ya que sale en una escena de la película "El hombre de la pistola de oro" de la famosa saga (protagonizada por Roger Moore). Mediante unas barcas long-tail nos acercaron a la isla que era muy pequeña. Desde la playa opuesta a donde nos dejó el long-tail había la famosa vista de la isla, donde un estrecho peñasco calizo sale del mar. Entre la vista y el atracadero, toda una batería de tiendas de souvenirs intentaba vender sus mercancías, quitándole encanto al lugar. Y a parte de la vista no había mucho más. Un camino subía entre las rocas y permitía tener una perspectiva un poco diferente del peñasco. Veinte minutos eran suficiente para ver el sitio, la verdad es que nos defraudó un poco.

Ko Tapu

Ko Tapu

Abandonamos Ko Tapu e iniciamos el regreso hacia Phuket. Según el planning, teníamos que parar en Ko Lawa para bañarnos en su playa. Pero habíamos perdido tanto tiempo después de comer que ya no lo había para parar en la playa. Nos llevamos un buen chasco, ya que no nos avisaron en ningún momento que no haríamos esta última parada. Así que nos quedamos sin baño! Mucha gente que iba en el barco se quedó igual de atónitos que nosotros. Y para colmo, durante el regreso ocurrieron otras dos cosas que no nos gustaron nada. Primero, la speaker del tour se paseó con una caja para recoger propinas por su trabajo. El problema es que EXIGÍA una propina, si no se la dabas en un principio te la pedía con una insistencia un poco fea. Lo segundo fue que para amenizar la vuelta no se les ocurrió otra cosa que vestir a un gay de la tripulación de putón verbenero y que cantara canciones en playback, mientras se acercaba insinuante a los hombres del pasaje. Realmente fue un espectáculo de dudoso gusto, rozando lo bochornoso.

En general el viaje nos gustó, los paisajes son increíbles y los paseos con la canoa son muy agradables. La isla de James Bond nos decepcionó un poco, nos parecieron más bonitas las islas que habíamos visto antes. No nos gustó que no paráramos en la playa y sobre todo que no nos avisaran que no lo iban a hacer. Lo peor de todo fue la mala organización de la compañía Amazing Canoeing, nada recomendable.

Como estaba estipulado, la mini-van nos dejó nuevamente en nuestro hotel. Contratamos un taxi del hotel para que nos llevara a la estación de autobuses de Phuket, ya que veíamos que el tráfico era denso y no había mucho transporte. Además, era tarde y teníamos miedo que ya no salieran autobuses hacia Krabi. Según la web de turismo de Phuket, el último salía a las 18:30, pero nosotros cogimos un first class a las 19:30 y había otros más tarde.

El trayecto hasta Krabi duró dos horas y media, y el bus nos dejó a las afueras, no en la estación de autobuses. Era tarde y el sitio estaba muy solitario, por lo que el songthaew de turno nos cobró una fortuna por llevarnos a nuestro hotel para los siguientes dos días, el City Hotel. Era un hotel sencillo, pero con una buena relación calidad-precio. Lástima que no incluía desayuno.

Nuestra habitación en el City Hotel, Krabi

Ya era bastante tarde y no habíamos cenado aún, así que nos acercamos al mercado nocturno de Khong Kha. Consistía en una hilera de puestos callejeros con un gran grupo de mesas y sillas de plástico al lado. Cenamos unos buenos fideos con pollo y arroz con cerdo asado con pimienta y cebolla. Como siempre, bueno, bonito y barato!

mercado nocturno de Khong Kha


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