TAILANDIA 1: Bangkok I

28 de diciembre de 2011 Nuestro viaje a Tailandia empezó de hecho el día anterior, el 27. El vuelo salía de Barcelona a las 10:40 h, y después de hacer escala en Doha, llegaba a Bangkok a las 7 de la mañana. Tendríamos todo el día por delante! Bien puntuales llegamos a Bangkok a las 7 de la mañana. Después de recoger las maletas tuvimos que hacer largas colas ante los mostradores de Inmigración. Una vez "fichados" por las autoridades tailandesas, fuimos a cambiar dinero. Para ir desde el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok al centro de la ciudad teníamos varias opciones. Nosotros elegimos el tren "Rail link", ya que nos pareció más económico y rápido. Tardaba 20 minutos y costaba 150 bahts por persona. El tren salía desde la planta subterránea del mismo aeropuerto, por lo que no hacía falta salir fuera.
28 de diciembre de 2011
Después de un largo viaje en avión llegamos a Tailandia y a su capital, Bangkok. Para empezar a entrar en contacto con la cultura del país, en ese primer día visitamos los templos de Wat Phra Kaeo, Wat Pho y Wat Arun, los mas importantes de la ciudad.
Nuestro viaje a Tailandia empezó de hecho el día anterior, el 27. El vuelo salía de Barcelona a las 10:40 h, y después de hacer escala en Doha, llegaba a Bangkok a las 7 de la mañana. Tendríamos todo el día por delante!
Bien puntuales llegamos a Bangkok a las 7 de la mañana. Después de recoger las maletas tuvimos que hacer largas colas ante los mostradores de Inmigración. Una vez "fichados" por las autoridades tailandesas, fuimos a cambiar dinero. Para ir desde el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok al centro de la ciudad teníamos varias opciones. Nosotros elegimos el tren "Rail link", ya que nos pareció más económico y rápido. Tardaba 20 minutos y costaba 150 bahts por persona. El tren salía desde la planta subterránea del mismo aeropuerto, por lo que no hacía falta salir fuera.
Nos bajamos en Phaya Thai, la última estación del Rail Link. Aunque nos habíamos despojado de parte de nuestras ropas europeas invernales, el shock térmico al salir del tren fue considerable. El calor era intenso, y eso que todavía era bastante pronto por la mañana. Abandonamos la estación y nos encontramos de repente en una calle en medio de un tráfico caótico. Nuestra intención era ir en taxi desde Phaya Thai al barrio de Silom, donde estaba nuestro alojamiento, el Hotel Narai. Los taxis de Bangkok son fáciles de identificar, estan pintados de vistosos colores dependiendo de su compañía. Nos cobraron algo menos de 70 bahts por llevarnos hasta el hotel. El trayecto nos sirvió para hacer una primera toma de contacto con la ciudad, que nos pareció hiperpolucionada y caótica.
El hotel Narai nos pareció un establecimiento lujoso a primer golpe de vista, comparado con lo que estamos acostumbrados. Tiene un gran hall muy cuidado donde está la recepción, y un botones te lleva el equipaje hasta la habitación. Ésta era correcta, sin llegar a ser tan ostentosa como la recepción. Tenía una gran cama de matrimonio, armarios para la ropa y una pequeña nevera, donde había unas botellas de agua cortesía del hotel (después vimos que eso es algo muy corriente en el país).
Nuestra habitación en el hotel Narai
Nos tomamos el tiempo indispensable para ponernos ropa más veraniega y salir a descubrir la ciudad, pese a que todavía estábamos cansados del vuelo. La intención era visitar el barrio real, donde están el Gran Palacio Real y los principales templos de la ciudad, el Wat Phra Kaeo, el Wat Pho y el Wat Arun.

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Al salir del hotel nos asaltaron media docena de atentos taxistas dispuestos a llevarnos donde quisiéramos. Como la idea era ir en taxi hasta el Gran Palacio, elegimos uno de ellos. El taxista nos explicó que a esa hora había mucho tráfico y que era mejor ir por el río. Nosotros sabíamos que había una línea de barcos que circulaban por el río como transporte público, el Chao Phraya Express, y pensábamos que nos llevaría a algún muelle para cogerlo. Pero en vez de eso, nos llevó a un pequeño muelle escondido donde había una agencia de viajes donde nos ofrecieron un tour por el río, que acababa en el Gran Palacio. Estaba claro que el taxista tenía comisión de la agencia y que nos había intentado engañar. Vaya buena forma de aterrizar en la ciudad! Rechazamos el tour y nos enfadamos con el taxista, que nos ofreció llevarnos al Gran Palacio en su taxi, pero a cambio de 200 bahts, todo un atraco! Como en el sitio donde estábamos no pasaba ningún taxi, decidimos aceptar, al mismo tiempo que nos convencíamos de que la próxima vez teníamos que ser más desconfiados.
Lo más destacado del trayecto es que atravesamos el barrio de Chinatown, lugar donde vive la gran minoría china de la ciudad. Si las calles de Bangkok soportan un tráfico caótico, en Chinatown era infernal. Decenas de vehículos de todas clases trataban de abrirse paso por unas carreteras congestionadas. Las aceras estaban colmadas de tiendas que exhibían allí mismo sus productos, en medio de una gran marea humana. Realmente, si se visita este barrio a pie, hay que armarse de paciencia.
El taxista nos dejó delante de la puerta del Barrio Real. Era cerca del mediodía y la zona era un hervidero de turistas que iban a ver uno de los puntos más visitados de la ciudad. Enfrente de la entrada había unas tiendas donde se podían alquilar unos pareos para cubrirse las piernas u hombros, ya que está prohibido exhibirlos en los templos.
Lo primero que nos sorprendió al atravesar la entrada del Barrio Real fueron los tejados de los templos del Wat Phra Kaeo que se alzaban hacia la izquierda. Eran los primeros templos que veíamos y ya de lejos nos parecieron majestuosos. Este conjunto de templos budistas ("wat") fue construido a finales del siglo XVIII, en la época en la que la capital del reino se trasladó desde Thonburi (en la orilla occidental del Chao Phraya) a Bangkok. El "Templo del Buda Esmeralda" debe su nombre a una pequeña figura de buda custodiada en su interior, la más venerada del país.
Tejados del Wat Phra Kaeo
Al entrar en el recinto observamos que había dos colas, una para los tailandeses y otra para turistas, ya que los autóctonos no pagan entrada (algo bastante habitual a lo largo del país). La entrada incluía la visita al palacio Vimanmek, que visitaríamos el día siguiente. Al entrar, lo primero que encontramos fue una especie de claustro ricamente decorado con pinturas murales, la galería del Ramakien. Los murales eran impresionantes! Narran las peripecias del rey Rama durante la defensa de Ayutthaya, la antigua capital del reino (que sería finalmente destruida por los camboyanos). Nos quedamos absortos contemplando las diferentes escenas.
galería del Ramakien
galería del Ramakien
Tras flanquear las puertas del claustro entramos dentro del recinto del Wat Phra Kaeo, y la verdad es que la primera visión de los templos nos dejó maravillados. Ante nosotros se alzaban un conjunto de edificios ricamente decorados, muchos de ellos deslumbrantes debido a sus ornamentos dorados. Este estilo de templos se conoce como "Rattanakosin", y el Wat Phra Kaeo es su máximo exponente. Buscaba recuperar los antiguos tiempos de esplendor del imperio siamés después de la destrucción de Ayutthaya en el siglo XVIII.
Wat Phra Kaeo
El edificio más espléndido era el ubosot, donde se ordenan los monjes y que alberga la principal imagen de buda. El exterior estaba muy decorado, sin duda era el edificio más espectacular del wat. A las puertas, entre riadas de turistas, los fieles miraban de depositar ofrendas en un pequeño altar.
ubosot
entrada del ubosot
ubosot
ubosot
El interior era mas espectacular si cabe, una lástima que no dejaran hacer fotos. Las paredes estaban decoradas con fantásticas pinturas, que reflejaban distintas épocas de la vida de buda. Pero lo que atraía la atención de todos los visitantes era el Buda Esmeralda, una pequeña figura de jade del siglo XV. Aunque era de escaso tamaño, el buda estaba situado en un gran altar lleno de figuras y esculturas doradas, lo que le daba a todo el conjunto gran majestuosidad.
Al lado del ubosot había una serie de tres edificios imponentes. Lo que más nos llamó la atención fue el chedi dorado (Chedi Si Phra Ratana), en el que se dice que se conserva un esternón de buda. A su lado estaba Phra Mondop, una biblioteca donde se conservan libros sagrados del budismo. Por último encontramos el Panteón Real (Prasat Phra Thepbidom), que alberga estatuas a tamaño real de la dinastía Chakri, los reyes que construyeron todo el complejo.
chedi dorado
pequeño chedi cerca del panteón Real
Panteón Real
En ninguno de esos edificios se podía entrar, así que decidimos acabar de dar el paseo por el Wat Phra Kaeo. Había otras edificaciones menos importantes, como una curiosa maqueta de los templos de Angkor de Camboya.
Salimos por una puerta que daba directamente a la zona del Gran Palacio (Phra Borom Maha Ratcha Wang), la residencia oficial del rey de Tailandia desde el siglo XVIII hasta mediados del XX. De los diferentes edificios, el palacio Chakri Maha Prasat destacaba especialmente. Tenía una mezcla de arquitectura tailandesa y neoclásica europea, y albergaba las habitaciones del rey.
Chakri Maha Prasat, Gran Palacio
Muy cerca se alzaba el Dusit Mahat Prasat, que servia como salón del trono para las audiencias oficiales del rey. Al lado había una pequeña construcción de madera, el Aphon Phimok Prasat, donde el rey se preparaba antes de las audiencias públicas. Las dos estructuras fueron construidas para representar los arquetipos ideales de la arquitectura tailandesa.
Dusit Mahat Prasat
En menos de tres horas habíamos acabado la visita, así que abandonamos el recinto por la misma puerta por la que entramos inicialmente. El próximo punto de interés era el templo de Wat Pho, pero antes decidimos recuperar fuerzas comprando algo de comida en un puesto callejero. En un parque próximo saboreamos las brochetas de pollo rebozado y el plátano frito que compramos. Delicioso y baratísimo!
Enseguida llegamos al Wat Pho (Wat Phra Chetuphon), el templo más grande y antiguo (siglo XVI) de Bangkok. Una vez dentro, no daba la impresión de estar en un templo, por la gran cantidad de estudiantes que iban de arriba para abajo y los grandes árboles que proporcionaban sombra. Y es que el Wat Pho alberga la escuela de medicina y masajes tradicionales y varias dependencias universitarias. Eso le quitaba un poco de encanto al lugar... Los diferentes edificios no eran tan espectaculares como en el Wat Phra Kaeo. Pero tenía algunas cosas curiosas, como unas estatuas chinas en posturas de yoga y otras representando los primeros europeos que llegaron a Tailandia, con sus trajes y sus sombreros de copa. También nos sorprendieron los Chedis de los Cuatro Reyes, cuatro enormes chedis recubiertos de azulejos multicolores.
entrada del Wat Pho
Chedis de los Cuatro Reyes
Pero sin duda el edificio más importante es el wihan que alberga el Buda Reclinado. Es una gran estatua de buda dorado, de 43 m de largo, tan grande que ocupa todo el recinto del wihan. Su bello rostro y su sonrisa reflejaban una gran serenidad. En los pies de la estatua hay 108 preciosos paneles hechos de incrustaciones de nácar, que muestran las diferentes características de buda.
Buda Reclinado
incrustaciones de nácar del Buda Reclinado
Cerca del Wat Pho está el muelle desde donde se puede cruzar hasta el otro lado del río. El barco que cogimos estaba lleno de estudiantes que volvían de la escuela y gente trabajadora, además de algunos turistas, que se dirigían hacia el Wat Arun, el siguiente punto de nuestra visita. El "Templo del Amanecer" fue acabado en el siglo XVIII y su principal característica es su prang, una gran torre central de estilo khmer (pueblo camboyano eterno enemigo de los tailandeses).
El Wat Arun nos pareció el templo más original que habíamos visto hasta entonces. Sus prangs estaban recubiertos por una gran cantidad de azulejos multicolores. A veces estaban acompañados por motivos florales o por figuras humanas, representadas aguantando en sus espaldas la estructura.
Wat Arun
detalle del Wat Arun
Wat Arun
Wat Arun
El prang central era una estructura de 114 m de altura, que se podía "escalar" hasta cierto punto mediante unas escaleras muy empinadas (el verbo "escalar" está usado con todo el sentido!). Una vez arriba había una gran panorámica de Bangkok, dominada por el río Chao Phraya; también se apreciaban los tejados de los templos del Gran Palacio y del Wat Pho.
escalando el prang del Wat Arun
panorámica desde el Wat Arun
Ya oscurecía, así que después de este tan largo día, decidimos volver hacia el hotel. Volvimos a coger el barco para regresar a la ribera oriental del Chao Phraya. Para regresar al hotel decidimos coger el Chao Phraya Express, una línea de ferrys que actúa como transporte público a través del río. Teniendo en cuenta lo congestionado del tráfico de la ciudad, nos pareció una buena idea para ir de norte a sur. El muelle del barco de Wat Arun estaba al lado de una parada del Charo Phraya Express llamada Tha Tien. Esperamos en el muelle a que llegara un ferry, pero al parecer, media ciudad tuvo la misma idea que nosotros. El muelle estaba atestado de personas, y el primer barco que llegó estaba tan sobrecargado de gente, que no permitieron que subiera nadie. El siguiente estaba algo más vacío, pero esperábamos tanta gente que enseguida se llenó, así que nos tuvimos que embutir en su interior como pudimos. Nos vinieron a la memoria noticias que a veces se oyen de "ferry sobrecargado de pasajeros naufraga en las quimbambas"...
Bajamos como pudimos en la parada de Oriental Pier, una de las últimas. Solo teníamos que andar un cuarto de hora por la Thanon Silom para llegar al hotel Narai, donde nos dimos una merecida ducha. Para nuestra primera cena en la ciudad queríamos comer algo típico, pero estábamos cansados así que decidimos buscar algún sitio por "nuestro" barrio, Silom. Este es el distrito financiero de la ciudad, con muchos rascacielos y grandes hoteles, así que no teníamos muchas esperanzas de encontrar algún restaurante típico tailandés. Pero tuvimos suerte! Mientras andábamos por Thanon Silom, vimos un callejón donde estaban desmontando un mercado y nos acercamos a mirar. Y al lado había un pequeño restaurante llamado Suzy, donde cenaba un montón de gente local (y algún turista). Entramos y pedimos una sopa de noodles con pescado y arroz con pollo, acompañado de un refresco y una Singha, una de las cervezas más conocidas de Tailandia. Nos pareció todo buenísimo, y el sitio parecía muy auténtico. Un buen broche final para nuestro primer e intenso día en Tailandia.

cenando en el restaurante Suzy

6 comentarios:

  1. Hola viajeros, ahora me encuentro organizando nuestro viaje a Tailandia y acabo de descubrir que vuestro recorrido es muy parecido al que tenemos pensado hacer, aunque nosotros estaremos más dias y supongo que no será tan frenético como el vuestro. Bueno, conforme más voy cerrando el viaje me salen alguna dudillas y no sé si me las podríais solucionar. Un saludo

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  2. Hola Sergio!

    Cuando estuvimos organizando nuestro viaje nos dimos cuenta que nuestra ruta es muy común entre los que viajan a Tailandia un par de semanas. Como estais mas dias que nosotros podreis dedicar mas tiempo al sur, os parecera un pais totalmente diferente!

    Si tienes alguna duda, nos encantará intentar ayudaros!

    Saludos

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  3. Hola chicos!
    pues de las preguntas que me hago antes de iniciar el viaje es sobre vacunas y profilaxis, vosotros os vacunasteis?
    También os pediría consejo con respecto al dinero, obviamente llevaremos dinero para cambiar alli, pero me pregunto si alli será facil sacar dinero de los cajeros (nunca lo he hecho)Me aconsejais llevar dinero suficiente o sacarlo de un cajero no supone un hándicap importante. Por cierto las comisiones son muy altas?
    Os iré preguntando poco a poco. Muchas gracias!

    Saludo

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  4. Hola Sergio,

    Fuimos a informarnos en un centro de vacunación internacional y nos dijeron que para Tailandia no había ninguna vacuna obligatoria. Pero nos pusimos la de la hepatitis y la de la fiebre tifoidea.

    Nosotros llevabamos euros, no recuerdo cuantos, que cambiamos en el aeropuerto. Cuando íbamos por Chiang Mai vimos que ibamos escasos de efectivo y sacamos en un cajero automatico que no nos costó de encontrar.
    Respecto a las comisiones no tenemos ni idea, dependera del banco y del tipo de tarjeta, quizas tu banco te pueda facilitar esa informacion.
    Saludos

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  5. Increíbles tus diarios!! Tailandia es uno de los destinos que más ansío conocer, los seguiré leyendo :)

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    1. Pues nunca nos cansaremos de recomendar este pais, la verdad es que para nosotros fue un antes y un despues en nuestros viajes.
      Gracias por leernos :)

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