ISLANDIA 6: Vatnajökull

5 de julio de 2011 Aquel iba a ser uno de los días más excitantes de nuestro viaje a Islandia. Íbamos a hacer una excursión con crampones en el Fallsjökull, una de las lenguas del gran glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa. Y para rematar el día, seguiríamos con el hielo haciendo un paseo en barco por el lago glaciar de Jökulsárlón. Antes de iniciar la excursión, hicimos la maleta para abandonar nuestra granja en Litla-Hof y trasladarnos a la siguiente... a menos de 50 m de distancia, la Hof I. La razón de esto tan raro es que queríamos pasar 3 noches en la región de Skaftafell pero en ningún alojamiento tenían disponibilidad de 3 noches seguidas, así que lo hicimos así.
25 de julio de 2011
Aquel iba a ser uno de los días más excitantes de nuestro viaje a Islandia. Íbamos a hacer una excursión con crampones en el Fallsjökull, una de las lenguas del gran glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa. Y para rematar el día, seguiríamos con el hielo haciendo un paseo en barco por el lago glaciar de Jökulsárlón.

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Antes de iniciar la excursión, hicimos la maleta para abandonar nuestra granja en Litla-Hof y trasladarnos a la siguiente... a menos de 50 m de distancia, la Hof I. La razón de esto tan raro es que queríamos pasar 3 noches en la región de Skaftafell pero en ningún alojamiento tenían disponibilidad de 3 noches seguidas, así que lo hicimos así. Hof I nos pareció infinitamente mejor que Litla-Hof, sus instalaciones parecían bastante nuevas, incluyendo una especie de spa gratuito para los huéspedes. Nuestra habitación estaba en un edificio un poco apartado del principal, pero tenía un salón muy grande y cocina (aunque sin utensilios ni vajilla).
salón-comedor en la Hof I
Como explicamos en el relato del día anterior, la excursión que haríamos era la llamada "Glacier Explorer" de 5 horas con Glacier Guides. El punto de encuentro era el centro de visitantes de Skaftafell, minutos antes de las 9. Allí nos proporcionaron el material necesario: un par de crampones, un piolet, un casco y un arnés. Cuando estuvimos todos listos nos montaron en el típico autobús escolar americano para llevarnos al glaciar.
Hay que decir que las excursiones de Glacier Guides se hacen en el glaciar Fallsjökull, que parece pequeño comparado con el Svínafellsjökull, al que van los de Icelandic Mountain Guides. Nosotros no podemos comparar ya que solo estuvimos en uno, pero sí que podemos decir que la excursión en el Fallsjökull nos gustó mucho y la recomendamos plenamente.
Después de 15 minutos de viaje, el autobús nos dejó en un parking del que salía un sendero hacia el Fallsjökull. Antes de empezar a caminar, nos repartieron los "lunchs" gratis que nos prometieron y nos dividimos en dos grupos. El más numeroso era el que hacía la excursión corta combinada con el paseo en barco en el Jökulsárlón. Nuestro grupo era sólo de 6 personas, junto con nosotros había una pareja de alemanes y otra de franceses. Nuestro guía era un tipo con cara de bonachón llamado Öddi. Cuando se enteró que éramos españoles nos dijo que había estado en la Costa del Sol, y que había aprendido varias palabras en español del nivel de "servessa" y "disscotecca", como decía él.
llegada en el autobús
Nuestro grupo partió hacia el glaciar Fallsjökull a cierta distancia del otro grupo. Después de unos 15-20 minutos de caminar llegamos a la base del glaciar. El guía nos explicó que años atrás el glaciar llegaba mucho más abajo, pero que ahora estaba experimentando un retroceso acrecentado por el cambio climático. También nos indicó como debíamos ponernos los crampones y empezamos la excursión en serio por el hielo.
caminando hacia la base del glaciar
Al principio caminamos por una zona donde el hielo tenía una gruesa capa de arena volcánica, por lo que el avance no fue nada complicado. Cuando llegamos a la zona de hielo más puro hicimos una parada en la que el guía nos explicó unos cuantos consejos para caminar bien con los crampones, sobre todo para no hacernos daño con sus pinchos y para no resbalarnos en las cuestas. Era la primera vez que usábamos unos y la verdad es que no era muy complicado, solo tenias que tener un poco de cuidado en las cuestas o bajadas. Por lo demás, el peso del cuerpo sobre los pinchos de los crampones permitía caminar tranquilamente sobre el hielo sin resbalar.
nuestro grupo en acción, el guía es el de la derecha
Una vez hecho las prácticas y superado el "examen", empezamos a ascender por un tramo de hielo más inclinado. Aquí y allá iban apareciendo grandes agujeros y profundas grietas. El guía nos explicó que el paisaje del glaciar cambiaba mucho a lo largo de los meses, se iban creando nuevos agujeros, etc. En algunos agujeros nos ayudaba a asomarnos para comprobar su profundidad sin sufrir ningún riesgo. Y en las grietas, picaba con su piolet en el borde de ellas para desprender trocitos de hielo, para que pudiéramos oír como caían por ellas hasta el agua.
grieta con el Fallsjökull al fondo
totalmente equipado!
Encima del hielo encontramos unas curiosas piedras redondas recubiertas de musgo en toda su superficie. Según el guía, llegaron allí provenientes de erupciones volcánicas y empezaron a cubrirse de musgo; como son redondas, iban rodando hacia abajo y según lo hacían iban cubriéndose de musgo en toda su superficie.
piedras volcánicas con musgo encima del volcán
Después de superar un pequeño repecho, llegamos a un punto donde pudimos contemplar la belleza del Fallsjökull. La lengua glaciar bajaba de la montaña por un talud formándose unas grandes agujas o torres de hielo muy espectaculares. Nos detuvimos ante un riachuelo que bajaba del glaciar para beber un poco de agua purísima y fresquísima.
subiendo hacia el Fallsjökull
subiendo...
al final llegamos enfrente de la pared de hielo!
bebiendo agua pura del glaciar
panorámica del Fallsjökull
fascinante Fallsjökull!
Cuando llegamos a la zona de las torres de hielo hicimos una parada para descansar un poco y comernos el lunch que nos dieron, una especie de sándwich acompañado de un zumo. Pocos minutos después reemprendimos el camino y exploramos la zona sur de estas torres de hielo. Eran impresionantes! Una de ellas era altísima y estaba tan inclinada que parecía a punto de caerse.
agujas de hielo del Fallsjökull
Fallsjökull
Fallsjökull
enorme torre de hielo del Fallsjökull
Fallsjökull
Fallsjökull
Fallsjökull
Fallsjökull
panorámica del Fallsjökull
Dejamos a nuestras espaldas las torres de hielo y bajamos para ver una cosa curiosa. Era una cueva de hielo, tan pequeña que teníamos que entrar y salir de uno en uno. No era muy fonda, debía tener uno 3 o 4 m de profundidad, pero allí el hielo parecía casi puro, de color blanco azulado y sin arena negra. Fue todo un espectáculo. El guía nos contó que estas cuevas no suelen durar mucho, en pocos meses se van derritiendo y acaban desapareciendo.
saliendo de la cueva de hielo
dentro de la cueva de hielo
saliendo de la cueva bajo la atenta mirada del guía
Después iniciamos el camino de vuelta del glaciar hacia el aparcamiento donde nos esperaba el autobús que nos llevaría al centro de visitantes de Skaftafell. La verdad es que nos gustó mucho la excursión, fue una gran experiencia caminar por encima del glaciar. Además, no era nada difícil caminar con los crampones. También tuvimos suerte de ser un grupo muy reducido, de manera que la excursión fue muy ágil y se nos pasó volando el tiempo. 100 % recomendable y una de las actividades imprescindibles en Islandia!!
conseguido!
dejamos atrás el Fallsjökull...
En Skaftafell cogimos el coche y conducimos hacia la parte este del Vatnajökull, donde hay un par de lagos glaciares. El primero que encontramos fue el Fjarsárlón, al que se accede por una pista fatal llena de baches. Es un pequeño lago lleno de icebergs provenientes del glaciar Fjarjökull. Precisamente por ser pequeño se ve muy cerca el glaciar del que se desprenden los trozos de hielo. Además, como no es tan conocido como el popular Jökulsárlón está muy poco frecuentado. La verdad es que encontramos el Fjarsárlón más bonito, vale mucho la pena!
panorámica del Fjarsárlón
Fjarsárlón
Fjarsárlón
Fjarsárlón
Muy cerca de éste está el famoso Jökulsárlón, que tenía un aparcamiento lleno de autocares de turistas. Había muchísima gente por todos lados, vaya diferencia con el lago anterior... Enseguida buscamos donde salían los barcos anfibios que navegaban por el lago. Los billetes los vendía una persona con un peto amarillo que iba para arriba y para abajo. Después de cobrarnos las 3000 ISK por persona, nos dijo que nos tendríamos que esperar unos 15 minutos, ya que tenían preferencia las personas con reserva. Aprovechamos para subir a una pequeña colina para darle un vistazo al Jökulsárlón. Es un lago enorme, con unos grandes icebergs que provienen del glaciar Breiðamerkurjökull. Como curiosidad, el Jökulsárlón es muy joven, solo tiene 75 años, ya que el glaciar antes llegaba hasta la ring road y su retroceso provocó la aparición del lago.
barco anfibio que navega por el Jökulsárlón
Nos llegó el turno de subir al barco anfibio que nos iba a dar un paseo por el Jökulsárlón. Un par de minutos después de circular por tierra, el barco llegó a la orilla y se zambulló en el agua. Iba trazando un recorrido pasando por los icebergs más grandes o más bellos, aunque la gran cantidad de gente que había en él a veces no nos permitía verlos bien. Ante nosotros iban desfilando trozos de hielo con las más diversas formas y con unos colores que variaban entre grisáceo, blanco y azul.
icebergs en el Jökulsárlón
icebergs en el Jökulsárlón, con el Breiðamerkurjökull al fondo
A medio viaje el barco se paró y una guía nos explicó algunos aspectos del lago. Al final, un tipo con una zodiac se acercó al barco y le dio a la guía un gran trozo de hielo que había cogido en el lago. Nos dio la oportunidad de cogerlo para contemplar su pureza, y partió un trozo para preparar y repartir unas "tapitas de hielo de glaciar". Estaban... muy frías!
trozo de hielo de un iceberg
Después de 40 minutos acabó nuestro paseo en barco por el lago. Luego nos dedicamos a pasear por la orilla sur del Jökulsárlón para acabar de verlo. Curiosamente, cerca de la orilla era donde más icebergs había y donde más cerca se veían, más que desde el barco! Y es que en aquella zona, al ser menos profunda, los icebergs quedaban varados y se acumulaban. A decir verdad el paseo en barco nos decepcionó un poco, pensábamos que veríamos más icebergs. Con lo caro que es, recomendamos más un paseo por la orilla, que se ve todo mucho mejor.
orilla del Jökulsárlón
orilla del Jökulsárlón
orilla del Jökulsárlón
Después de este día de glaciares y de lagos llenos de icebergs, volvimos a nuestro alojamiento. Aprovechamos que tenía un spa para relajarnos un rato en la sauna. Estábamos solos allí, fue una gozada! Usamos la cocina para preparamos una cena casera como broche final a aquel intenso día.

2 comentarios:

  1. Hola!
    lo de la caminata por el glaciar con crampones me atrae mucho. Pero nunca lo hemos hecho y lo de subir lo veo mas o menos asequible pero lo de bajar lo veo mas complicado. ¿es fácil es descenso? he entrado en la web y publicitan una excursion de 3 horas,por lo visto han acortado el paseo

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    Respuestas
    1. Hola,

      Tanto el ascenso como el descenso son fáciles, nosotros no teníamos experiencia en el tema y no nos costó. El tour con el que nos cruzamos en el glaciar tenía niños y personas más o menos mayores, así que no te preocupes por el tema.

      Si, esta compañía ofrecía excursiones mas cortas, muchas veces incluían la visita al lago de Jökulsárlón. Aunque a nosotros la de 5 horas se nos pasó volando! Por lo que he visto siguen ofertando este tour de 5 horas

      Saludos

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