CROACIA 4: Paklenica & Zadar

19 de abril de 2011 En esta jornada íbamos a abandonar nuestro paraíso de los lagos Plitvice para ir hacia el sur por la costa dálmata. Por la mañana exploraríamos los escarpados cañones del parque nacional de Paklenica. Y por la tarde pasearíamos por las calles de la ciudad histórica de Zadar, para finalmente hacer noche en Skradin. Dejamos nuestro alojamiento en Jezerce y salimos en dirección al parque nacional de Paklenica, emplazado en el cañón cárstico del río Paklenica. La entrada principal del parque está cerca de Starigrad, desde donde se visita el Velika Paklenica, el cañón más impresionante de este parque. Y allí fue donde nos dirigimos!
19 de abril de 2011
En esta jornada íbamos a abandonar nuestro paraíso de los lagos Plitvice para ir hacia el sur por la costa dálmata. Por la mañana exploraríamos los escarpados cañones del parque nacional de Paklenica. Y por la tarde pasearíamos por las calles de la ciudad histórica de Zadar, para finalmente hacer noche en Skradin.

Ver Croacia 4: Plitvicka Jezera - Skradin en un mapa más grande
Dejamos nuestro alojamiento en Jezerce y salimos en dirección al parque nacional de Paklenica, emplazado en el cañón cárstico del río Paklenica. La entrada principal del parque está cerca de Starigrad, desde donde se visita el Velika Paklenica, el cañón más impresionante de este parque. Y allí fue donde nos dirigimos!
Para acceder al parque tuvimos que pagar una entrada de 80 kn. Una vez aparcado el coche en el caótico parking, nos calzamos las botas de montaña y nos pusimos a andar. Desde el mismo parking ya nos empezamos a hacer una idea de las dimensiones colosales del profundo cañón de Velika Paklenica: sus paredes se elevan 400 m y algunos tramos el cañón tan solo hacen 50 m de ancho!
Velika Paklenica
Justo al dejar atrás el parking entramos en una de las partes más estrechas del cañón. Y también una de las más frecuentadas! Parece ser que Paklenica era La Meca para los escaladores, debido a su fácil acceso, sus altas paredes verticales y sus rutas de escalada perfectamente marcadas e identificadas. Así que esta zona era un trasiego constante de gente cargando cuerdas, cascos y mosquetones. Incluso familias con niños iban allí a escalar! Eran curiosos los lavabos y la tienda de souvenirs, que estaban situados en unos túneles que el ejército serbio excavó en la roca durante la guerra y que ahora estaban rehabilitando.
Velika Paklenica, con sus miles de escaladores
Velika Paklenica
Velika Paklenica
Velika Paklenica
Al abandonar la zona de escalada más popular (cualquier pared rocosa parecía susceptible de escalarse en aquel sitio), el camino empezaba a hacer subida. A la derecha pudimos ver la imponente presencia del Anića kuk, que con sus 712 m es uno de los picos más emblemáticos para los escaladores del Paklenica.
Velika Paklenica, con Anića kuk al fondo
Anića kuk
Después de unos 40 minutos de agradable excursión dejamos atrás el cañón. Ante nosotros se extendía el inmenso valle de Anića Luka. El sendero discurría por el fondo del valle, cerca del río y entre frondosos árboles.
Anića Luka
Para tener una mejor vista del valle iniciamos la subida hacia Manita Peć, una cueva que en aquella época se encontraba cerrada al público. La subida por la ladera fue un poco dura, pero nos deparó unas bonitas vistas de Anića Luka, sin tener que llegar hasta la misma cueva.
Anića Luka desde Manita Peć
Después de una comida austera en Anića Luka, dejamos el Paklenica y pusimos rumbo a Zadar. Esta ciudad ha recibido la influencia de muchísimas culturas, siendo la romana y veneciana las más importantes. Acceder al centro no nos resultó muy complicado, fuimos siguiendo siempre las indicaciones de "centar" (sin ellas nos hubiera resultado imposible). El casco antiguo de Zadar está en una pequeña península, con lo que las guías recomiendan aparcar fuera y acercarse caminando. Nosotros no tuvimos opción de aplicar esta recomendación, ya que siguiendo los carteles de "centar" fuimos a parar a la zona del puerto, en pleno centro. Como había unos parkings de pago allí, decidimos aparcar. El sistema de pago era un tanto peculiar, habían dos opciones: mandando un sms o comprando una tarjeta en un quiosco cercano llamado "Aquarium"
Empezamos nuestra visita por la parte este de casco antiguo, por la calle Jurja Barakovića. En esta calle encontramos uno de los palacios más importantes de Zadar, el Ghirardini, que se remonta a la época romana.
calleja de Zadar
Al lado del palacio se abre la Narodni trg, la plaza del Pueblo, centro de la vida pública de la ciudad desde el renacimiento hasta nuestros días. Está presidida por la Gradska Strada, el edificio de la Guarda Municipal con su característico reloj. En el extremo de la plaza estaba la Gradska Loža o Logia Municipal, la sede de los antiguos juzgados. Aprovechamos que en la plaza estaba la oficina de información turística para hacernos con un mapa completo de la ciudad.
Narodni trg
A continuación nos desviamos para ver la parte sur de la ciudad. Vimos las bonitas fachadas de los palacios de Petrizio y Krševan, e intentamos sin éxito entrar a la Crkva Sv. Šimuna, la iglesia de San Simón. Al final llegamos a la Trg Pet Bunara o plaza de los Cinco Pozos, que toma su nombre de los 5 brocales instalados encima de un gran depósito de agua construido en el siglo XVI en el antiguo emplazamiento del foso de la muralla.
Trg Pet Bunara
Desde la Trg Pet Bunara nos asomamos a ver la Kopnena vrata o puerta de Tierra Firme, que constituía el punto de entrada al recinto amurallado de la ciudad. El gran león alado de la puerta es el símbolo de los venecianos, que fueron los que fortificaron la ciudad en el siglo XVI.
Kopnena vrata
Bajamos a la Kopnena vrata, por donde suelen empezar las visitas turísticas de la ciudad. Yendo hacia el norte nos encontramos con la Crkva Sv. Mihovila, la iglesia de San Miguel, que tenía unos interesantes relieves en la fachada.
Nos desviamos otra vez hacia el este para ver la Crkva Sv. Krševan, la iglesia de San Crisógono. Este templo prometía mucho leyendo la guía, tanto por su fachada como su interior. Una vez más la mala suerte estuvo con nosotros, ya que todo el exterior estaba en obras y no se podía acceder al interior. Para contentarnos un poco nos acercamos a ver la Morska Vrata, la Puerta de Mar, el punto de entrada oriental a la antigua ciudad.
Finalmente llegamos al sitio más importante de Zadar, el foro romano. Alrededor de esta gran plaza era donde estaban los edificios más importantes de la antigua ciudad romana de Jadera. Pero un gran terremoto en el siglo VI los destruyó casi todos, y sus piedras sirvieron para reconstruir la ciudad. En el lado oeste de la plaza todavía se pueden observar algunos restos romanos, como fragmentos de columnas, capiteles o cornisas.
Foro romano
El edificio que más llama la atención del foro es la Crkva Sv. Donata o iglesia de San Donato. Construida en el siglo IX en estilo románico, tiene una curiosa planta circular. En su base pueden verse restos de antiguas columnas romanas, aprovechadas para la construcción de la iglesia. Lástima que tampoco pudimos entrar, ese día no tuvimos suerte con las iglesias... A su lado había un altísimo campanario que pertenece en realidad a la catedral de Sv. Stošije.
Crkva Sv. Donata
Al lado opuesto de San Donato hay otra iglesia, la de Santa María o Sv. Marija. Fue construida en el siglo XI y pertenece a una comunidad de monjas benedictinas de clausura, las cuales vimos dentro (la única iglesia que pudimos visitar el interior).
Sv. Marija
Detrás de San Donato está la Katedrale Sv. Stošije o catedral de Santa Anastasia. Destaca sobre todo su fachada, del siglo XIII y de estilo románico. El interior apenas lo pudimos intuir, ya que solo se podía ver a través de un cristal situado cerca de la entrada.
Katedrale Sv. Stošije
Katedrale Sv. Stošije, interior
Dejamos el foro romano y nos dirigimos al Riva, el paseo marítimo. Allí había una atracción muy popular y curiosa, el Morske Orgulje u Órgano Marino. Consiste en un sistema de tubos sumergidos, por los que el agua del oleaje entra y produce diferentes sonidos. El resultado era una música muy hipnótica.
Morske Orgulje
Acabamos nuestra visita a Zadar recorriendo el Riva, un tranquilo paseo arbolado a orillas del mar, con vistas a la isla de Ugljan.
Riva
Dejamos Zadar y conducimos hasta Skradin, en la región dálmata de Šibenik, donde estaría nuestra base para los dos próximos días. Nuestro alojamiento era el Hotel Villa Marija, aunque de hotel no tenia nada. Para empezar no tenía recepción propia, tuvimos que ir al bar de al lado para el check-in. Una camarera del bar nos enseñó nuestra habitación, que era muy amplia, pero de mobiliario viejo y descuidado. Pero supongo que por el bajo precio que pagamos no podíamos aspirar a más.
Hotel Villa Marija
Antes de cenar salimos a dar una vuelta por Skradin. Se puede decir que tiene dos caras: una la de un pueblo de los de antes, con sus callejuelas y sus viejecillos en las puertas; y otra, la del puerto, con sus lujosos yates atracados. A la hora de cenar elegimos la Konoba Dalmatino (Sveti Kuzam 17), un restaurante de cocina tradicional donde comimos risotto negro (crni rižot) y tallarines con atún. Nos regalaron unos entrantes y fritules de postre... aunque no los encontramos tan buenos como los de Zagreb. Estuvo muy bien y salimos muy llenos!
cenando en Konoba Dalmatino

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