ESTOCOLMO 5: Södermalm

21 de diciembre de 2010 Nuestro último día en Estocolmo iba a ser el más frío de nuestra estancia. Sólo disponíamos de unas horas antes de partir hacia el aeropuerto, así que decidimos emplearlas en volver a visitar Södermalm. Ya habíamos estado en su parte oeste la tarde del segundo día, pero nos apetecía ver su zona este y de día. Popularmente conocido con el nombre de Söder, este barrio-isla se eleva decenas de metros sobre el nivel del agua, ofreciendo buenas vistas del resto de la ciudad. En muchas de sus calles perduran casitas de madera, lo que convierte a Södermalm en el barrio más característico de Estocolmo.

21 de diciembre de 2010

Nuestro último día en Estocolmo iba a ser el más frío de nuestra estancia. Sólo disponíamos de unas horas antes de partir hacia el aeropuerto, así que decidimos emplearlas en volver a visitar Södermalm. Ya habíamos estado en su parte oeste la tarde del segundo día, pero nos apetecía ver su zona este y de día.

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Popularmente conocido con el nombre de Söder, este barrio-isla se eleva decenas de metros sobre el nivel del agua, ofreciendo buenas vistas del resto de la ciudad. En muchas de sus calles perduran casitas de madera, lo que convierte a Södermalm en el barrio más característico de Estocolmo.

Dejamos las maletas en la guardarropía del hotel y cogimos el metro hasta Slussen para aprovechar al máximo el poco tiempo de que disponíamos. Al salir fuimos directamente al Katarinahissen, un ascensor que conecta Slussen con el barrio elevado de Mosebacke; además, este elevador es interesante por las buenas vistas que ofrece. Pero cuando fuimos estaba cerrado y faltaba una hora para abrir, así que decidimos subir a pie.

Katarinahissen, que marcaba la gélida temperatura de -12 ºC

Slussen

Al final de Slussen había unas escaleras que subían hacia Mosebacke, que nos dejaron justo al final de la pasarela que proviene de Katarinahissen. A pesar de que el ascensor estaba cerrado, no lo estaba la pasarela, en la que se contemplaban unas bonitas vistas. Hacia el oeste se veía el enorme nudo de comunicaciones que constituye Slussen. Al fondo, está Gamla Stan, de donde sobresalían los campanarios de Riddarholmskyrkan, Storkyrkan y Tyska Kyrkan. Más al fondo incluso se apreciaba la torre de Stadshuset en Kungsholmen. También hay vistas interesantes del propio Mosebacke.

vista oeste del Katarinahissen

Slussen y Gamla Stan al fondo

Mosebacke

Hacia el otro lado de la pasarela, la vista este no es menos interesante. Enfrente del paseo Skeppsbron de Gamla Stan, se extienden las islas de Skeppsholmen y Kastellholmen. Al fondo se intuyen las islas de Djurgården y Beckholmen.

vista este del Katarinahissen

Gamla Stan y Skeppsholmen

Kastellholmen, Djurgården y Beckholmen

Abandonamos el Katarinahissen y paseamos por Mosebacke. Este barrio es conocido como "las alturas de Södermalm", y se construyó tras un gran incendio a finales del siglo XIX. Cruzamos por Mosebacke Torg, una de las plazas más céntricas de este barrio.

Mosebacke Torg

Tras caminar un rato llegamos a la imponente iglesia de Katarina Kyrka, situada en una enorme plaza con el mismo nombre. Es una de las iglesias más grandes de Estocolmo y fue construida en el siglo XVIII. A su alrededor había un cementerio donde hay enterradas varias celebridades, entre ellas Anna Lindh, la ministra de exteriores sueca asesinada en 2003. Fuimos al interior de la iglesia a calentarnos un poco, y encontramos el ensayo de una representación de escolares del barrio.

Katarina Kyrka y su cementerio

A continuación enfilamos hacia Fjällgatan, una pintoresca zona con bonitas casas de madera. Empezamos por la calle Stigbergsgatan, en cuyo principio hay las casas de madera más bucólicas.

Stigbergsgatan

Stigbergsgatan

Por el callejón Sista Styverns Trappor bajamos a la calle Fjällgatan, literalmente "calle de la montaña", ya que discurre por el eje de un acantilado. Sus hermosas casas del siglo XVIII te transportan a otra época.

Sista Styverns Trappor

Fjällgatan

Esta calle también es muy conocida por ser un espectacular mirador sobre la bahía de Saltsjön y el resto de Estocolmo. Pese a lo pronto que era, había algunos autobuses llenos de turistas parados en la calle para que éstos hicieran las fotos de rigor. Las mejores vistas están hacia al final, junto a un café: justo enfrente queda Kastellholmen, la pequeña isla que está junto a Skeppsholmen. A su derecha se ve Djurgården, donde destaca el parque de Gröna Lund, e incluso se pueden ver algunos edificios altos de Skansen (Bredablick y Hällestadsstapeln). Junto a esta isla se ven los barcos de Beckholmen. A su izquierda, está la isla de Skeppsholmen y se intuye parte de Norrmalm, donde se alzan los rascacielos Hötorgsskraporna. Un poco más a la izquierda se ve la majestuosa Gamla Stan, donde destacan sus iglesias, al lado de las cuales surge la torre del Stadhuset, ya en Kungsholmen.

vista de Djurgården y Beckholmen desde Fjällgatan

vista de Skeppsholmen y Kastellholmen desde Fjällgatan

vista de Gamla Stan desde Fjällgatan

panorámica desde Fjällgatan

Dejamos la zona de Fjällgatan y bajamos hacia Slussen por Katarinavägen. En esta calle también hay buenas vistas, sobre todo de Gamla Stan.

vista de Gamla Stan desde Katarinavägen

Volvimos a coger el metro en Slussen y bajamos en Hötorget. Fue el único día que vimos el mercado que se instala diariamente en la plaza de Hötorget ya que siempre pasábamos por allí cuando se instalaba o se recogía.

Hötorget

Después de recoger las maletas en el hotel fuimos andando a la Cityterminalen para coger el Flygbussarna, el autobús que nos llevaría al aeropuerto de Arlanda. Llegamos a él con mucho tiempo por delante, así que aprovechamos para comer unos bocadillos que nos habíamos hecho en el buffet del desayuno. Nuestro vuelo de Spanair a Barcelona se retrasó un poco, salimos sobre las 16 h, poniendo fin a nuestra aventura invernal!

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