LONDRES 5: Open State

18 de noviembre de 2009 Este día ya volvíamos para casa, pero al menos teníamos la mañana para acabar nuestra visita de Londres. Así que nuestra idea era volver a primera hora a la catedral de St. Paul para visitarla por dentro (el día anterior no habíamos podido entrar) y después dedicarnos a pasear por diferentes parques (Hyde Park, Kensington Gardens, Regent’s Park). Pero los acontecimientos del día cambiaron este planning completamente. Todo empezó a ir mal desde el principio: no pudimos entrar por segunda vez a St. Paul’s, había una boda.

18 de noviembre de 2009

Este día ya volvíamos para casa, pero al menos teníamos la mañana para acabar nuestra visita de Londres. Así que nuestra idea era volver a primera hora a la catedral de St. Paul para visitarla por dentro (el día anterior no habíamos podido entrar) y después dedicarnos a pasear por diferentes parques (Hyde Park, Kensington Gardens, Regent’s Park). Pero los acontecimientos del día cambiaron este planning completamente.

Todo empezó a ir mal desde el principio: no pudimos entrar por segunda vez a St. Paul’s, había una boda. Así que cogimos un bus londinense típico para ir hacia Hyde Park, hasta entonces no habíamos subido a ninguno. Fue otro error: a esas horas el tráfico era terrible, y tardamos una eternidad en llegar.

Una vez llegamos a Hyde Park, nos dio la impresión de ser un parque desolado, ya que no había un alma por allí y hacía mucho frío y viento. Es un parque con grandes extensiones de césped, que seguramente rebosa de vida cuando hace buen tiempo.

Hyde Park

Cuando paseábamos por la parte sur de Hyde Park vimos todo un ejército de la caballería real! Iban hacia Buckingham Palace, y como sentimos curiosidad seguimos su dirección. Al llegar a Green Park vimos que había una banda de música militar tocando. De repente llegó al parque una unidad de caballería que llevaba unos carros que resultaron ser cañones. De los caballos bajaron los soldados y se situaron al lado de cada cañón.

Caballería real hacia Buckingham

Banda militar

Cañoneros reales

Nos dimos cuenta que una multitud de gente se congregaba frente al palacio. Cuando nos acercamos pudimos ver que había un escuadrón de la guardia real apostado enfrente. De vez en cuando, un gaitero escocés amenizaba el evento. Cuando hacía un buen rato que esperábamos y no sabíamos si tenía que pasar algo, se empezaron a oir unas fuertes explosiones. Eran los disparos de los cañones, que hacían una especie de salva. Así que nos acercamos al parque a verlo un poco más de cerca.

Guardia real en Buckingham

Kaboom!

Cuando acabaron los cañonazos, intuimos que algo pasaría pronto, así que volvimos hacia el palacio de Buckingham. Y pasó! Al cabo de unos minutos, se hizo un gran silencio y se empezó a escuchar el “God save the Queen”, el himno nacional. Pudimos ver desde la distancia como se acercaba la caballería real por the Mall en dirección al palacio, escoltando una carroza ricamente decorada, que solo podía transportar a la reina de Inglaterra! A continuación entraron también a palacio otras pocas carrozas (suponemos que con otros miembros de la realeza), la guardia real y los cañoneros. Fue una ceremonia impresionante, es como si nos hubieran transportado al siglo XVIII.

Entrada de la carroza real

Caballería real

Días después nos enteramos que habíamos asistido a lo que se conoce como “Opening State”, una ceremonia anual en el que la Reina inaugura el año parlamentario. Ésta se desplaza desde Buckingham hasta el parlamento de Westminster en su carroza, lee un discurso y luego vuelve. Y es esta vuelta lo que vimos.

Ya nos quedaba poco tiempo, pero aún así decidimos tomar el metro y hacer nuestro último intento para entrar en la St. Paul’s Cathedral. Dicen que a la tercera va la vencida! Y pudimos entrar, admirando su espectacular interior. Pero la suerte no iba a ser completa, ya que no nos dejaron subir a la última terraza de la catedral (por el fuerte viento que hacía), desde donde deben haber unas vistas impresionantes de la ciudad. Solo pudimos asomarnos a la Stone Gallery, una terraza intermedia que ya es bastante chula.

Stone Gallery, St. Paul's Cathedral

La catedral la vimos a paso rápido, y salimos pitando para el hotel para recoger las mochilas e ir hacia el aeropuerto de Luton. Menos mal que el tren llegó puntual y efectuó pocas paradas... Aún así, llegamos al aeropuerto media hora antes que saliera el vuelo. Unas carreras por las terminales y pudimos coger el vuelo sin problemas!


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