Del 21 al 24 de octubre de 2014
Como ya explicamos en un
post anterior este será un viaje que yo,
David, narraré en primera persona. Hacía tiempo que me atraía mucho ver estas dos ciudades italianas, pero como Neus ya había estado de pequeña no era un destino prioritario para nuestros viajes. Y como ahora tengo mas tiempo, me lancé a hacer un
viaje en solitario, el primero que hago. Iba a ser una experiencia totalmente nueva para mi, ya que comencé a viajar cuando conocí a Neus y siempre lo he hecho con ella. Preparar el viaje no me suponía ningún problema, es algo que me encanta. De lo que no estaba tan seguro era de si iba a disfrutar el viaje estando solo.
Pero Florencia es una ciudad llena de turistas, y quizás por eso en ningún momento me sentí solo. Siempre que visitaba algún monumento me encontraba con muchísimos turistas. Supongo que la cosa hubiera sido muy diferente si hubiera elegido una ciudad en la que se tiene que patear mas las calles (como Amsterdam o Londres) y no visitar tanto lugares determinados. El único problema llegaba cuando acababa la jornada turística sobre las 19 h, no tenía nada que hacer y no me atraía nada ir a tomar algo solo. Entonces hacía cenas tempranas y volvía pronto al hostal. Allí no me faltaba el trabajo: hacer una lista de los lugares donde había hecho fotos, colgar algunas de ellas en las redes sociales, contarle a Neus todas las maravillas que estaba viendo... En general fue una experiencia positiva, así que puede que repita el año que viene!
Una de las ventajas de visitar esta parte de Italia desde Barcelona es la gran cantidad de opciones de vuelos baratos que hay, es otro de los motivos que me empujaron en esta aventura. Para la ida fui desde Girona a Pisa con Ryanair (¡solo 26 €!) y para la vuelta desde Florencia a Barcelona usé Vueling (55 €). Aunque el billete de vuelta era mas barato con Ryanair, lo descarté ya que el precio total del trayecto subía sumando estos gastos: el tren de vuelta de Florencia a Pisa y el viaje en coche desde Girona a casa.
El viaje lo preparé a conciencia, en Pisa y Florencia se visitan sobre todo
monumentos, y por tanto, te limitan mucho sus
horarios de apertura. Me informé de ellos en las
páginas oficiales para hacer mi planning (en las guías de viaje y en webs de turismo estos no suelen estar actualizados). Siguiendo el consejo de algunos viajeros,
compré por adelantado las entradas para los
museos de los Uffizi y de la
Accademia. Aunque salen un poco mas caras, compensa por las colas que te ahorras, con lo que se gana mucho tiempo.
PISA
Llegué a la ciudad a las 20:30 y solo me dio tiempo de coger el bus 21, llegar al hotel y meterme en la cama.
Dediqué la primera parte de la mañana a visitar Pisa. Como los monumentos no abrían hasta las 9 h como mínimo, fui paseando hasta ellos en vez de coger el bus. Pasé junto a las bonitas casas de las orillas del Arno, aunque lo que más me gustó fue la Piazza dei Cavalieri y su interesante palacio. Después llegué a la Piazza dei Miracoli, donde están los monumentos más importantes. La belleza de todo el conjunto es única, aunque sobresale la archiconocida Torre Inclinada. De todo el conjunto solo visité por dentro el Doumo, que es impresionante y el Battisterio, que me decepcionó un poco.
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Piazza del Miracoli, con el Battisterio enfrente |
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El Duomo y la Torre Inclinada |
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FLORENCIA
A media mañana cogí el tren de Pisa a Florencia. Al llegar a la capital de la Toscana fui a mi hostal a dejar mi escaso equipaje y me lancé a visitar la ciudad. Empecé por lo más cercano a mi alojamiento, la iglesia de Santa María Novella y sus fabulosos frescos, que me impresionaron mucho. Después paseé por la señorial Via Tornabuoni, uno de los mejores lugares para pasear por las mansiones medievales que la rodean.
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Fresco de Santa Maria Novella |
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Via Tornabouni |
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Después de deambular por el centro medieval de Florencia llegué a la monumental Piazza della Signoria, donde me empecé a empapar del arte que rezumaba la ciudad por doquier. Aunque uno de los recuerdos que más tengo grabados fue cuando me asomé a la orilla del río Arno y vi el Ponte Vecchio. ¡Me pareció increíble! Aunque pensaba verlo mejor otro día, mandé el planning al carajo y me acerqué, fue maravilloso!
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Piazza della Signoria |
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Ponte Vecchio |
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Luego fui rápidamente a ver la iglesia de la Santa Croce, sabía que faltaba poco para que cerrara. Una vez más me quedé embelesado admirando sus frescos y las demás obras de arte. Por último volví a la Piazza della Signoria para visitar el magnífico Palazzo Vecchio. Me gustó mucho por sus fastuosos salones y sus habitaciones llenas de arte. Y con esto acabó el primer día en serio del viaje, que me cundió mucho.
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Santa Croce |
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Palazzo Vecchio |
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A primera hora me acerqué al Mercato Centrale para ver el bullicio de su actividad, pero me pareció un mercado demasiado turístico, poco auténtico. Después visité San Lorenzo y las Capillas Mediceas, éstas últimas me gustaron pero la iglesia es francamente prescindible.
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Mercato Centrale |
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Capillas Mediceas, San Lorenzo |
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Luego fui a uno de los principales objetivos de aquel día, la catedral o Duomo, y la verdad es que me quedé impresionado por su magnificencia y por su fachada de mármol blanco. Su interior no sería gran cosa de no ser por los increíbles frescos de la cúpula, de los mejores de Florencia. Después subí precisamente a la cúpula de Brunelleschi, con una vista fabulosa de la ciudad. Después fui al Battisterio, en el que mucha gente se contenta con ver sus magnificas puertas, pero su interior también vale mucho la pena. Como estaba incluido en la entrada del Duomo, subí al Campanile, con una vista muy similar a la de la cúpula. ¡Aquel iba a acabar con agujetas!
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El Duomo y la cúpula |
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Vistas desde la cúpula del Duomo |
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El final de la tarde lo dediqué a la Gallería Uffizi, uno de los pocos museos de arte que visité de Florencia (no fui ni al Bargello ni al Palazzo Pitti). El museo es enorme y si no vas con una guía que te explique que es lo mas importante puede llegar a saturar a los profanos en la materia. Lo que mas me gustó fueron las salas dedicadas a Botticeli y a Caravaggio. El museo estaba en obras y la mayoría de pinturas estaban en lugares diferentes, lo que me hizo la visita un poco mas complicada. Con los Uffizi acabé el día, no parece tan completo como el anterior por que le dediqué mucho tiempo a la zona del Duomo, la verdad es que vale la pena hacerlo, es de lo mejor de la ciudad.
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El Nacimiento de Venus (Botticelli), G. Uffizi |
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Cabeza de medusa (Caravaggio), G. Uffizi |
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A primera hora fui a la Galería de la Accademia, un museo donde admiré la escultura del David de Miguel Ángel. Pocas veces una obra de arte me ha causado tanta impresión, aunque el resto del museo me pareció poco interesante. Luego visité la iglesia de San Marco para ver los frescos de Fra Angelico, que me decepcionaron un poco, me esperaba un poco más. Completé la visita a la parte norte de la ciudad dando un vistazo a la iglesia de la Santissima Annunziata y su bonita plaza.
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El David de Miguel Ángel en la Accademia |
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Fresco de Fra Angelico en San Marco |
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A continuación atravesé andando todo el casco histórico, crucé el Arno y subí hasta el Piazzale Michelangelo, el mirador mas famoso de la ciudad. La panorámica que hay desde allí me encantó, fue como hacer un resumen de todos los lugares que había visitado los días anteriores. Después estuve callejeando un poco por el barrio de Oltrarno, que me sorprendió muy gratamente. Sus callejuelas rodeadas de casas medievales eran encantadoras para pasear. El único sitio que visité de este barrio fue la Capilla Brancacci de Santa Maria del Carmine, aunque era muy pequeña sus frescos eran interesantísimos. Después de estar en esta iglesia ya partí hacia el aeropuerto de Florencia para dar por acabado este viaje.
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Mirador del Piazzale Michelangelo |
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Calleja en Oltrarno |
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ALOJAMIENTOS
Para el alojamiento, busqué habitaciones individuales con desayuno incluido en hostales baratos pero bien situados. Me sorprendió lo caro que era el alojamiento en esta zona de Italia, especialmente en Florencia. Estos fueron los que reservé:
- Pisa: Hotel Moderno, 39 € la noche. El impulso inicial cuando te alojas en Pisa es hacerlo cerca de la Piazza dei Miracoli, donde esta la Torre Inclinada y el resto de monumentos. Pero yo iba a visitarlos la mañana siguiente después de llegar, y vi que en esa época abrían bastante tarde (entre las 9 y las 10). Así que no tenía sentido dormir cerca de los monumentos y sí en los alrededores de la estación de tren, donde está el hotel que elegí. Mi habitación era bastante básica pero se veía mas o menos nueva y limpia. El baño era compartido, pero había un lavamanos dentro para asearse por la mañana. El desayuno era quizás lo peor, unas pocas tostadas y café aguado. Pero en general me gustó, lo recomendaría a todo el mundo que se quiera alojar en esta zona.
- Florencia: Hotel Esperanza, 55 € la noche. En Florencia quería alojarme en una zona suficientemente céntrica para poder ir a todas partes a pie, pero tampoco demasiado para que no me saliera muy caro. En este sentido, la zona sur de Santa Maria Novella me pareció ideal, además de tener la estación de bus y de tren muy cerca. Elegí este hostal básicamente por el precio, dentro de lo caro que es pernoctar en Florencia este hostal cutre era de lo mas barato en la zona que quería. Y puedo decir que precisamente lo mejor de él es su ubicación. Aunque está situado en un callejón un poco sórdido, está a menos de 10 minutos caminando del Duomo. La habitación estaba en la línea del hostal, cutre y descuidada, con los típicos muebles que la gente abandona en los contenedores de basura. Al menos tenía baño, aunque la ducha solo estaba separada del resto por una cortinilla mohosa. El desayuno no estaba mal comparado con el de Pisa, era a base de bollería industrial (te la daban contada, solo te podías comer tu ración); lo mejor era el café expreso que te hacía al momento el propietario del lugar. Es un sitio que solo recomendaría a alguien que solo busca un sitio céntrico para dormir sin ningún tipo de lujo ni manías.
genial los lugares que lindo es la toscana
ResponderEliminarcreo que es un lugar para no cansarse repetiría siempre
Si, tengo claro que volveré a Florencia algún día para enseñarle a Neus algunos de los sitios tan únicos que tiene. Y también para hacer una buena ruta por la Toscana, que también tiene lugares muy auténticos!
EliminarUn abrazo
Tengo la suerte de vivir varias semanas al año en la ciudad de Florencia y tengo que decir que cada vez que voy me hace la misma ilusión y disfruto lo mismo de poder pasear por sus calles y disfrutar de su ambiente único.
ResponderEliminarPues si que es una verdadera suerte poder vivir en Florencia. Estamos deseando poder hacer un viaje por las Cinque Terre o la Toscana para poderle enseñar a Neus durante un día todas las maravillas de Florencia
EliminarSaludos