IRLANDA: primeras impresiones

Antes de ponernos a escribir los diarios de este viaje hemos pensado que estaría bien esbozar algunas ideas de lo que nos ha aportado a modo de resumen. Estas son las primeras impresiones y reflexiones que podemos hacer.
NATURALEZA
Una de las grandes razones que nos hizo visitar Irlanda es su naturaleza desbordante. Entre verdes pastos donde pace el ganado se intercalan matorrales de brecina, bosques y ciénagas donde se acumula la turba. Por la época que era (abril), las plantas y árboles no habían acabado de despertar de su letargo invernal, pero en sus partes bajas y llanas todo el país tenía su característico color verde.
Irlanda está repleta de paisajes rurales con prados donde pastan los animales, pequeñas granjas y retazos dispersos de bosques. Conforman la postal mas típica del país y para disfrutar de ella basta con adentrarse por carreteras secundarías. En la península de Dingle están los paisajes de este tipo que más nos gustaron, mucho más bonitos que los del famoso Anillo de Kerry (que atrae a mas turistas).
A parte de sus bucólicos paisajes campechanos, Irlanda tiene algunos lugares únicos. Los primeros que nos viene a la cabeza son sus acantilados, de entre los más altos de Europa. Los de Slieve League nos quitaron la respiración, con sus 600 m de desnivel, pero los mas espectaculares son los Acantilados de Moher. También es muy singular la Calzada del Gigante, un afloramiento de columnas hexagonales de basalto con una curiosa leyenda detrás (ya la contaremos en su día!).
Sus montañas y sus lagos también ofrecen muchas posibilidades para unos amantes del senderismo como nosotros. Hicimos varias excursiones cortas para disfrutar al máximo de su naturaleza. Lástima que la falta de tiempo no nos permitiera hacer mas... Tenemos muy buenos recuerdos de las caminatas por Connemara y por los Montes Wicklow.
Una de las preguntas que nos asaltaron cuando decidimos ir a Irlanda fue si sus paisajes serían parecidos a Escocia, donde ya habíamos estado años antes. Y la respuesta es sí. La vegetación es muy parecida entre ambos, aunque nos da la sensación que Escocia es más salvaje y montañosa.
CIUDADES
Irlanda tiene una gran cantidad de ciudades que son un polo de atracción del turismo cultural. Dublín es un destino ideal para un fin de semana: es pequeña, agradable, fácil de descubrir y un día te da para ver sus principales puntos de interés. En nuestra opinión, las otras grandes ciudades como Galway o Cork no están a la altura de la capital por la ausencia de patrimonio histórico (estas dos son mas conocidas como destino del turismo de fiesta y marcha). Belfast y Derry, de Irlanda del Norte, son bastante feas y carecerían de interés si no fuera por la historia del conflicto político del Ulster, que comentaremos después.
Las ciudades pequeñas son las que más nos han gustado a lo largo del viaje. Westport fue toda una sorpresa, no esperábamos nada de ella y nos sorprendió la tranquilidad de sus calles y sus comercios centenarios. Aunque el primer premio se lo lleva Kilkenny, una ciudad preciosa que te lleva a deambular por sus calles y a entrar en sus pubs.
HISTORIA
El patrimonio histórico de Irlanda fue otra de las razones para visitar el país. Desde la edad de hierro hasta la actualidad, su territorio es testimonio de una historia milenaria. En Newgrange visitamos un monumento funerario construido hace 3.000 años, donde se descubrieron piedras decoradas con intrincados motivos geométricos, testimonios de la antigua cultura celta. Esta cultura es bien patente en las cruces celtas repartidas por todo el país y que tuvimos la oportunidad de admirar. Es una buena muestra del sincretismo de las creencias celtas y cristianas de la época de los primeros misioneros como San Patricio. Las cruces que más nos impresionaron fueron las de Monasterboice, en las que se conservan sus relieves bíblicos, aunque también son muy interesantes las de Clonmacnoise.
Antiguas iglesias y monasterios salpican toda la geografía del país. La religión católica fue muy importante como elemento de identidad nacional, sobre todo en la época de confrontación con los británicos, que intentaron extender el protestantismo durante sus 800 años de dominio. Esto hace que las principales catedrales del país sean protestantes (como las de St. Patrick y Christchurch en Dublín) y que muchas iglesias católicas fueran destruidas, como la abadía de Muckross en Killarney. Aún así, todavía quedan testimonios de las primeras iglesias cristianas construidas en estilo románico. Por ejemplo, la de Glendalough, con su característica y alta torre cilíndrica que servía para vigilar las incursiones de los vikingos tan corrientes en el siglo VIII (de hecho, los vikingos fueron quienes fundaron Dublín!).
Uno de las construcciones más interesantes de Irlanda son sus castillos. Hay muchísimos, unos solo son ruinas pero otros están en perfecto estado. En la época medieval, el país estaba gobernado por clanes regionales, y cada uno construía su propio castillo para protegerse de los demás clanes. Uno de los castillos que más nos gustó fue el de Cahir, una auténtica fortaleza testimonio de grandes batallas. Fue una lástima no poder visitar el del rey Juan de Limerick (llegamos demasiado tarde), por fuera parecía muy interesante. El que nos pareció más decepcionante fue el Rock of Cashel, mas que un castillo era una muralla que albergaba una catedral en ruinas y una capilla que estaba en rehabilitación.
EL CONFLICTO EN IRLANDA DEL NORTE
El problema político en Irlanda del Norte (Ulster) nos pareció interesantísimo, y es el principal motivo para visitar Belfast y Derry. Sus raíces se remontan a cientos de años atrás y arrastra una historia terrible, con muchos muertos, terrorismo, represión, segregación religiosa... Básicamente, en el Ulster hay un enfrentamiento entre la comunidad católica (que se considera irlandesa y que cree que deberían formar parte de Irlanda) y la comunidad protestante (mayoritaria y unionista, partidaria de la unión con Gran Bretaña). El terrorismo del IRA irlandés y de los grupos paramilitares unionistas solo agravó el problema y causó mucha violencia. Aunque en los últimos años parece que el conflicto está en vías de solución.
Tanto en Derry como en Belfast hay barrios de mayoría católica y barrios protestantes, y cada uno exhibe símbolos y murales conforme a su ideología. Nos gustaron mucho los murales irlandeses en ambas ciudades (fue una lástima no poder ver los murales unionistas de Belfast). Nos sorprendió ver el muro que separaba ambas comunidades en Belfast, nos recordaba mucho al de Berlín que habíamos visitado meses atrás. En Derry es donde nos pareció mas palpable el conflicto: su barrio católico estaba lleno de murales que recordaban las víctimas del “Bloody Sunday”, y a su lado estaba la ciudadela amurallada, todo un símbolo para los unionistas, con el lema de “No surrender” pintado por todas partes. En resumen, la visita a esta faceta de Irlanda del Norte nos gustó mucho y nos quedamos con ganas de saber mas.
PUBS
Una parte fundamental de la cultura y de la vida cotidiana de Irlanda la conforman sus pubs. Entrar en uno de ellos, saborear una buena pinta de cerveza y mirar como charlan los parroquianos es algo imprescindible. El ambiente que se respira en un pub irlandés es completamente diferente a un bar cualquiera. Sus interiores de madera, su escasa iluminación, su decoración rústica... todo traspúa un ambiente vintage que los hace únicos.
Algunos pubs son muy antiguos y su historia se remonta a cientos de años atrás. En el barrio de Temple Bar de Dublín se pueden ver muchos, incluso el que le da nombre. En Belfast visitamos uno de los mas antiguos, el White Tavern, fundado en el siglo XVII y que conserva todo su encanto (ni siquiera tiene luz eléctrica!). Algunos, como el victoriano Crown Liquor Saloon de la misma ciudad, son considerados monumentos nacionales y son propiedad del estado. Irlanda tiene tantos pubs encantadores que lo mejor es dejarse llevar y entrar en el primero que se encuentre. Es una lástima no haber dispuesto de mas tiempo para poder hacer mas vida de pub.

8 comentarios:

  1. Nosotros estuvimos solo en Dublín, y la verdad es que nos hizo malísimo. La zona de los acantilados y ese paisaje verde debe de ser una auténtica pasada, y lo del conflicto político, es lo que decís, es muy interesante conocerlo de primera mano. De la ciudad que no había oído hablar es Kilkenny.
    Esperaremos más posts!!
    Un saludo!!

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    1. Nosotros tuvimos mucha suerte con el tiempo, incluso volvimos un poco morenos! Lo único malo era el viento, muy fuerte en la zona de la costa.
      Vale la pena visitar todo Irlanda, tiene muchas cosas interesantes!

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  2. Vemos que el viaje ha dado para visitar muchos sitios!! Nosotros le debemos otro viaje a Irlanda, esta vez con más calma y en mejor salud que la primera vez y sobretodo centrándonos en los paisajes rurales que son los que más nos cautivaron. ;)

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    1. A nosotros también nos faltaron días para disfrutar con calma del país. Estábamos mucho tiempo metidos en el coche y con mas días hubiera sido mejor. Aunque hemos aprovechado bastante el tiempo y hemos visto bastantes cosas para los 11 días que hemos ido :)

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  3. Tengo ganas de ir. Sobre todo a irlanda del norte para hacer ruta juego de tronos jeje

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    1. Si, ahora que ya te sentaste en el trono de hierro, es lo que te falta! ;)

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  4. Hola Chicos,
    Fantástico resumen para ponernos en situación, me han entrado unas ganas de conocerlo....
    ¡Si es que no le falta de nada!
    Saludotes!

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    1. Si, solo le falta un sol radiante todos los días! Pero no se puede tener todo... :P

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