BERLÍN 5: Berliner Unterwelten & Charlottenburg

13 de enero de 2014 Nuestro último día en Berlín! Solo nos quedaba una mañana, en la que visitamos un refugio antiaéreo con Berliner Unterwelten y paseamos por los jardines del palacio de Charlottenburg. A primera hora de la tarde ya cogeríamos el vuelo de vuelta a Barcelona. Para esa mañana dudábamos si visitar el palacio de Charlottenburg, pero al ser lunes estaba cerrado. Así que nos decidimos por hacer el tour “mundos en tinieblas” de Berliner Unterwelten. La visita guiada (no hay otra opción) en español empezaba a las 10:30 h (en su web hay información sobre horarios, estos cambian a menudo), así que ese día no madrugamos mucho y fuimos directamente para allá.
13 de enero de 2014
Nuestro último día en Berlín! Solo nos quedaba una mañana, en la que visitamos un refugio antiaéreo con Berliner Unterwelten y paseamos por los jardines del palacio de Charlottenburg. A primera hora de la tarde ya cogeríamos el vuelo de vuelta a Barcelona.

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Para esa mañana dudábamos si visitar el palacio de Charlottenburg, pero al ser lunes estaba cerrado. Así que nos decidimos por hacer el tour “mundos en tinieblas” de Berliner Unterwelten. La visita guiada (no hay otra opción) en español empezaba a las 10:30 h (en su web hay información sobre horarios, estos cambian a menudo), así que ese día no madrugamos mucho y fuimos directamente para allá. Como al mediodía teníamos que ir al aeropuerto, compramos una Tageskarte de zonas ABC (7,20 € por persona); nos salía más barato que comprar billetes sencillos AB para la mañana y otro ABC para ir al aeropuerto.
Cogimos el metro hasta la estación S-Gesundbrunnen, junto a la cual está la taquilla de Berliner Unterwelten. Esta es una ONG que se dedica a recuperar y conservar refugios antiaéreos, búnkeres, ... de la segunda guerra mundial. Tras la derrota alemana, los aliados y los soviéticos pactaron la desmilitarización del país, y eso incluía refugios y búnkeres, pues tenían cierta utilidad militar. Así que la mayoría de ellos fueron destruidos... o posteriormente convertidos en discotecas techno. Esta asociación descubrió unos pocos intactos, y son los que dedica a divulgar y conservar actualmente.
taquilla de B. Unterwelten y estación de Gesundbrunnen
La taquilla abrió 40 minutos antes del tour y ya había una nutrida cola de españoles esperando cuando nosotros llegamos. Cada entrada costaba 10 € y la visita duraba 90 minutos. Nosotros llevábamos a cuestas las mochilas para no tener que volver al hotel y después de pedirlo educadamente, nos negaron de malas maneras la posibilidad de dejarlas en la recepción.
La visita empezó puntualmente a las 10:30 h. Nuestro guía fue Christian, un chico que hablaba castellano con acento sudamericano. Nos avisó que durante la visita no se podían hacer fotos, así que las que os enseñamos estas sacadas de su web. La entrada al refugio estaba en la misma estación de metro de U8 Gesundbrunnen. Y es que la línea U8 de metro, se construyó en la época del crack del 29, que generó una enorme crisis mundial; en Berlín esto comportó que no se acabaran completamente las estaciones de la U8, dejando en el subsuelo grandes espacios vacíos, que años más adelante el régimen nazi aprovechó para hacer refugios.
escaleras que bajan al refugio antiaéreo
cartel con pintura fluorescente
Christian también nos avisó que la visita no era apta para personas claustrofóbicas, al estar todo el tiempo bajo tierra. Pero después vimos que la sensación no era nunca agobiante. Nos explicó muchas cosas interesantes acerca de la historia del Berlín de los años de la guerra. En este sentido, nos fue muy bien hacer el tour al final de nuestro viaje, por que así nos sonaban muchas de las cosas que nos explicaba o las podíamos comprender mejor. Fuimos explorando las diferentes salas del refugio, que tenían mobiliario de la época, aunque no originales (éstos fueron saqueados tras la guerra). Una de las cosas más curiosas era que algunas partes de las paredes estaban pintadas con una pintura fluorescente, de forma que cuando se iba la luz todavía se podía ver un poco unos minutos más (por eso se usaron como discotecas techno). En algunas salas había vitrinas con algunos objetos de la época; nos sorprendió ver un casco de la primera guerra mundial en una, y es que en los últimos meses del conflicto se reclutaron a ancianos veteranos de la primera guerra mundial que fueron al frente con lo que tenían en sus baúles. Uno de los hallazgos mas importantes de la asociación fue un armario con un archivo de todos los “trabajadores extranjeros” de las fábricas. Y lo decimos entre comillas por que en realidad eran esclavos, que no tenían ni derecho a protegerse de los bombardeos en los refugios. Actualmente, el archivo está sirviendo para seguir el rastro de esas personas con el fin de indemnizarlas.
literas del refugio
sala con objetos de época
El tour de Berliner Unterwelten nos gustó mucho, el guía lo hacía muy bien, haciendo participar a la gente y dejando preguntas en el aire a modo de reflexión. Sí que tenemos que decir que la gran mayoría de cosas que se explican es sobre la historia en general de la ciudad, no tanto de las instalaciones que estábamos visitando. En cierto modo, podemos considerar que la visita al refugio es una excusa para hablar de la historia de la ciudad. Aun así, lo recomendamos plenamente para todo quien le guste la historia.
A las 12 h salimos del tour, y como todavía nos quedaban unas pocas horas hasta coger el vuelo, cogimos un S-bahn hasta la estación de Westend. Ésta está a poca distancia del palacio de Charlottenburg, al que le queríamos dar un vistazo por fuera (aquel día, lunes, estaba cerrado). El Schloss Charlottenburg fue construido en el siglo XVIII como sede de la monarquía prusiana, tomando como modelo el palacio de Versalles. Por suerte, el Schlossgarten o jardín del palacio sí que estaba abierto, así que dimos un paseo para verlo. Aún siendo invierno, el jardín estaba muy bien cuidado, en primavera debe ser una auténtica delicia!
Schloss Charlotenburg
Schloss Charlottenburg
Schlossgarten
Belvedere
Todavía teníamos una horita antes de ir tirando hacia al aeropuerto, así que decidimos ir a comer a la zona de Kurfürstendamm. Un nuevo trayecto en metro, y en un santiamén ya estábamos allí! En la Lonely Planet habíamos visto que allí había un buen sitio de currywrust, Witty’s, famoso por sus ingredientes 100 % naturales. La currywrust no era nada del otro mundo, pero las patatas eran buenísimas (de hecho, mucha gente acudía allí a comer solo patatas). Eso sí, es mucho mas caro que los otros puestos de currywrust... Acabamos dando una vuelta por la zona, para bajar la comida. Así pudimos ver a plena luz del día la Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis-Kirche, que dos días atrás habíamos visto casi de noche.
comiendo en Witty's
Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis-Kirche
Llegó la hora de partir. De entre las diferentes combinaciones de transportes para ir al aeropuerto de Schönefeld, nos decidimos por coger el metro hasta Rudow y después el bus X7 hasta el aeropuerto. El día que llegamos ya usamos esta combinación y nos pareció rápida y cómoda. La mayor parte del aeropuerto estaba ocupado por mostradores de EasyJet, la compañía con la que volábamos a Barcelona. A diferencia de la vuelta, los empleados de EasyJet sí que fueron escrupulosos con la norma de llevar solo un equipaje de mano. Sobre todo, se fijaban en la gente que llevaba maleta, a la que hacían meter el bolso en ella. Y los que no pillaban en un primer control, después los cogían en el de la puerta de embarque. A nosotros no nos afectó, aunque en las mochilas llevábamos espacio para los bolsos, en previsión de problemas. El avión salió a las 16:55 y llegamos a Barcelona al la hora, dando por acabada nuestra escapada a Berlín.

6 comentarios:

  1. Ese tour lo tengo mas que fichado!!! ^_^ seguro que nos gusta mucho!
    Un saludo

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  2. A cinco días de irme a Berlin me viene de maravilla esto! :)
    Muy interesante el tour, puede que esta vez no me de tiempo de hacerlo pero volveré seguro, así que algún día caerá. El palacio precioso también!
    http://recorramoseuropa.blogspot.de/

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    1. Que bien, ya veras como te gustará la ciudad! ¿Cuantos días vas? Si vas corto de tiempo, Berlín tiene mil y un lugares que visitar, así que el tour lo puedes dejar para otra ocasion
      Saludos

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    2. Voy cuatro días, visita a Potsdam incluída, así que supongo que habrá que dejarlo para otra vez, pero siempre está bien saber que está ahí por si la lluvia nos fastidia algún día :P
      Saludos!

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    3. Potsdam fue una de las cosas que nos quedó en el tintero. Incluso pensamos en un inicio de ir este día, pero al ser lunes estaba cerrado. Está bien tener Unterwelten en la recámara, aunque mira bien los horarios.
      Ya veremos en tu blog como os va! ;)
      Saludos

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