8 de enero de 2012
Ese día combinaríamos los parques nacionales con los templos. Primero haríamos una pequeña excursión por el cañón de Ob Luang. Después nos acercaríamos a ver el gran templo de Lampang Luang. Y antes de coger el avión que nos llevaría al sur, haríamos una pequeña visita a la ciudad de Lamphun.
Ver Tailandia 12: Ob Luang NP & Lampang Luang en un mapa más grande
Nos fuimos pronto de Hot y enseguida llegamos al centro de visitantes del parque nacional de Ob Luang. Es conocido como el "Gran Cañón de Tailandia", ya que su gran reclamo es un profundo cañón excavado por el río Mae Jaem. Desde el centro de visitantes partía un sendero señalizado de una hora y media donde se podían ver algunos de los principales puntos de interés.
El sendero empezaba por la parte más espectacular del parque, allí donde el río formaba un estrecho desfiladero. Un puente de hierro comunicaba los dos lados del cañón, y desde él había unas grandes vistas.
Cañón de Ob Luang
Puente que atraviesa el cañón de Ob Luang
Justo al cruzar el puente, empieza un sendero señalizado circular, que va uniendo diferentes puntos, cada uno con su plafón explicativo en inglés. En los primeros había unos restos de asentamientos prehistóricos, de los que se conservaban algunas tumbas. Un poco más adelante, en una gran roca extraplomada había unas discretas pinturas rupestres de 28.000 años de antigüedad.
Pinturas rupestres en Ob Luang
El sendero iba avanzado bajo el bosque caducifolio de dipterocarpáceas típico de la región. Como era estación seca, los árboles dejaban caer sus hojas y éstas adquirían un color marronoso. No era la idea que teníamos de una selva tropical... A mitad de camino había un mirador señalizado, desde donde había unas grandes vistas de las montañas, totalmente cubiertas de bosques. La subida fue un poco difícil y extenuante, pero valió la pena por las vistas.
Panorámica de Ob Luang
Bosques de Ob Luang
Bosque caducifolio de Ob Luang
Completamos el recorrido en algo menos de una hora y media. Era interesante lo que se explicaba en los plafones, pero el cañón en si tampoco era muy espectacular, nos esperábamos algo más.
Cogimos el coche e hicimos un largo trayecto para ver el templo de Wat Phra That Lampang Luang. Está situado cerca de Ko Kha, a unos 20 km de Lampang Luang, por lo que es difícil llegar en transporte público. Fue construido en el siglo XV en el emplazamiento de una antigua fortaleza, lo que lo convierte en un wiang, un templo fortificado. Una de las cosas que lo hacen único es que no ha sufrido cambios como otros templos para adaptarse a los tiempos modernos: por ejemplo, su patio sigue siendo de arena mientras la gran mayoría se han pavimentado.
Los aledaños del templo estaban llenos de gente, había muchos autobuses que traían a cientos de turistas tailandeses. El templo estaba en lo alto de una pequeña colina, y se accedía a él subiendo una escalera custodiada por dos espectaculares esculturas de nagas. La puerta que limitaba el recinto fortificado también estaba muy decorada con bellos relieves.
Entrada del Wat Phra That Lampang Luang
Una vez cruzamos la puerta, nos encontramos con el wihan Luang, considerado el edificio de madera más antiguo del país, del siglo XV. En la fachada se apreciaba la madera vieja, decorada con motivos florales. Era un edificio impresionante, diferente al resto de wihans que habíamos visto (lo mas parecido sería el Wat Pan Tao de Chiang Mai). Dentro había un gran buda dorado encerrado por una especie de prang, situado en una sala de oraciones abierta por los cuatro costados (otros templos fueron adaptados para dejar una sola entrada).
Wat Phra That Lampang Luang, wihan Luang
Wat Phra That Lampang Luang, interior del wihan Luang
Detrás del wihan había un chedi que medía 45 metros y estaba recubierto de paneles de cobre y bronce. Una gran cantidad de fieles daban vueltas al chedi mientras recitaban sus plegarias. Mucha gente grapaba billetes a una cuerda que un señor iba izando hacia el chedi. En un rato recaudaron un montón de dinero para el templo!
Wat Phra That Lampang Luang, chedi
Wat Phra That Lampang Luang, ofrendas del chedi
En un pequeño wihan en obras se podía observar un curioso fenómeno: la luz se reflejaba en el chedi, entraba por una rendija y formaba una imagen especular del chedi encima de una mesa blanca. Muy chulo!
Dimos por concluida la visita al templo y nos acercamos a curiosear al mercado que había al lado. Eran sobre las 4 de la tarde, pero todavía no habíamos comido, así que compramos algo de comida callejera y nos la comimos mientras contemplábamos el templo a lo lejos.
El vuelo hacia Phuket no salía hasta la noche, así que todavía nos sobraban un par de horas. Nos acercamos a Lamphun a visitar el Wat Phra That Hariphunchai. Este templo data del siglo IX, pero fue restaurado a comienzos del siglo XX. Sirvió de modelo para la construcción del Wat Phra That Doi Suthep, sobre todo su chedi. El wihan principal se veía muy restaurado, en estilo Rattanakosin. Dentro había un conjunto de seis budas, muy venerados por una gran cantidad de fieles.
Wat Phra That Hariphunchai
Wat Phra That Hariphunchai, interior
Detrás del wihan había el gran chedi dorado, con nueve parasoles hechos de oro auténtico, formando un conjunto casi idéntico al del Doi Suthep. Junto con otros wihans, había un gran gong de bronce considerado uno de los más grandes del mundo. Si se tocaba tres veces concedía un deseo, así que no nos pudimos resistir a la tentación...
Wat Phra That Hariphunchai, chedi
Wat Phra That Hariphunchai, gong
Ya oscurecía, así que fuimos tirando hacia el aeropuerto de Chiang Mai, donde también tendríamos que devolver el coche. Para sorpresa nuestra, no había ninguna oficina de North Wheels allí. Le preguntamos a una chica de Thai Rent y nos confirmó que no tenían oficina, pero amablemente se ofreció a llamarlos para que vinieran a recoger el coche. Como siempre, los tailandeses enseguida ayudaban!
Mientras esperábamos al vuelo aprovechamos para cenar en uno de los restaurantes del aeropuerto. Elegimos el Khao Soi House, para volver a degustar este plato de fideos típico del norte. Lástima que esta vez fue muy picante y no nos gustó mucho.
El vuelo de Air Asia se retrasó un poco y llegamos de madrugada al aeropuerto de Phuket. A esas horas ya no había taxis, así que nos acoplamos a una de las decenas de mini-van que, por 150 bahts, te llevaban a tu hotel. Antes, pero, pararon en una agencia de viajes donde nos preguntaban por nuestro alojamiento, cuantos días íbamos a estar en Phuket y que íbamos a hacer, para ver si te podían colar algún tour. En nuestro caso tenían poco que hacer, solo estaríamos aquella noche en Phuket y el día siguiente ya teníamos pagado el tour.
Eran más de las 2 de la mañana cuando llegamos a nuestro alojamiento de Phuket, el Island Pavilion o I-Pavilion. Estaba algo alejado del centro, pero no era problema para nosotros, ya que nos vendrían a buscar el día siguiente a las 8 de la mañana. Nuestra habitación estaba muy bien y era muy amplia, lástima que la disfrutáramos durante tan poco tiempo...
Nuestra habitación en I-Pavilion
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