LISBOA 3: Bélem

5 de agosto de 2010 Nos levantamos pronto ya que iba a ser nuestro último día en Lisboa. Después de desayunar recogimos las maletas, pagamos el hotel y fuimos al parking a buscar nuestro coche; con el que nos dirigimos hacia el barrio de Bélem. Como era tan temprano no tuvimos problemas en aparcar en la Praça do Império. Aunque un amable aparcacoches nos ayudó y le dimos propina. Llegamos al Mosteiro dos Jerónimos que estaba cerrado porque aún no eran las 10, pero la cola ya empezaba a ser considerable. Mientras esperábamos nuestro turno pudimos aprovechar para contemplar la amplia fachada del monasterio así como el Portal Sul de la Igreja de Santa Maria de Bélem.

5 de agosto de 2010

Nos levantamos pronto ya que iba a ser nuestro último día en Lisboa. Después de desayunar recogimos las maletas, pagamos el hotel y fuimos al parking a buscar nuestro coche; con el que nos dirigimos hacia el barrio de Bélem. Como era tan temprano no tuvimos problemas en aparcar en la Praça do Império. Aunque un amable aparcacoches nos ayudó y le dimos propina.


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Llegamos al Mosteiro dos Jerónimos que estaba cerrado porque aún no eran las 10, pero la cola ya empezaba a ser considerable. Mientras esperábamos nuestro turno pudimos aprovechar para contemplar la amplia fachada del monasterio así como el Portal Sul de la Igreja de Santa Maria de Bélem. Se trata de una entrada lateral de la iglesia profusamente decorada y con una estatua de la Virgen María en su centro. Es espectacular.

Mosteiro dos Jerónimos

Portal Sul de la Igreja de Santa Maria de Bélem

Más pequeño pero igual de bonito es el Portal Principal. Situado justo antes de entrar en el Monasterio en la parte oeste constituye la entrada principal de la iglesia.

Entramos que ya eran las 10:30 después de comprar un billete conjunto Mosteiro dos Jerónimos / Torre de Belém por 10 €. Nada más entrar ya nos encantó la gran decoración del claustro y las tonalidades que cogía con la luz del sol. Se trata de piedra calcárea donde se ha esculpido infinidad de formas marinas, botánicas o zoológicas siguiendo el estilo manuelino. Te podrías estar horas allí y no te cansarías nunca...

claustro del Mosteiro dos Jerónimos

claustro del Mosteiro dos Jerónimos

claustro del Mosteiro dos Jerónimos

claustro del Mosteiro dos Jerónimos

Recorrimos toda la planta baja del claustro junto con el jardín central donde hay una gran fuente. En este piso es donde está el Refeitório (sala donde comían los monjes), una amplia sala decorada con azulejos.

En esta planta baja también se encuentra la Sala do Capítulo o sala capitular. En su centro se puso en el siglo XIX la tumba de Alexandre Herculano, primer alcalde de Bélem. Aunque originalmente fue pensada como sala capitular para la reunión de los monjes, nunca tuvo tal utilidad ya que no fue abovedada hasta el siglo XIX (cuando el monasterio es del siglo XVI).

Después de estar media hora dando vueltas por la planta baja y haciendo miles de fotos subimos al primer piso. En este piso, lo primero que hicimos fue entrar al Coro-alto de la Igreja de Santa Maria de Bélem. Desde aquí se tiene una buena perspectiva de la nave de la iglesia. También son bonitas la sillería de madera y las pinturas de los apóstoles.

vista desde el Coro-alto de la Igreja de Santa Maria de Bélem

Al salir del coro recorrimos todo el piso superior, viendo los distintos colores que cogía la piedra calcárea por el sol.

claustro del Mosteiro dos Jerónimos

claustro del Mosteiro dos Jerónimos

Finalmente dejamos el claustro para entrar en la Igreja de Santa Maria de Bélem por el Portal Principal. En la entrada lo primero que se ve son las tumbas de Vasco de Gama y de Luís de Camões, situadas bajo el coro. El interior es muy amplio y destaca sobretodo la bóveda con nervios que convergen en las altas columnas.

Igreja de Santa Maria de Bélem

Saliendo del monasterio cruzamos la enorme Praça do Imperio, que contiene un hermoso jardín con una gran fuente en medio.

Praça do Imperio

Nuestro siguiente punto de visita fue el Padrão dos Descubrimentos. Se trata de un monumento construido en 1960 para conmemorar el V aniversario de la muerte de Enrique el Navegante. La verdad es que es bastante espectacular ya que esta realizado al máximo detalle. Enrique el Navegante se sitúa en la proa y al lado hay estatuas de héroes portugueses, navegantes, cartógrafos y reyes. Aunque se puede entrar y subir no lo hicimos.

Padrão dos Descubrimentos

Padrão dos Descubrimentos

Andando a orillas del Tajo se llega a la Torre de Bélem construida a principios del siglo XVI. Originalmente se encontraba en medio del río y servía como defensa de la ciudad. El terremoto de 1755 desplazó el curso del agua así que ahora la torre se encuentra cerca de la orilla. Al igual que el Mosteiro dos Jerónimos es de estilo manuelino.

Torre de Bélem

Había bastante cola, pero como nosotros llevamos la entrada comprada en el monasterio pudimos entrar más rápido. Aunque nos gustó mucho tiene un gran problema: las escaleras son muy estrechas y sirven tanto para bajar como para subir, así que se crean colas importantes y es un poco claustrofóbico.

El piso inferior sirvió como prisión y no tiene mucho interés. En la planta baja por donde se entra hay una sala con cañones en las ventanas. Hacia arriba la torre tiene un total de 5 pisos y en el primero es donde esta la terraza.

Torre de Bélem

Torre de Bélem

Al llegar al piso superior hay unas buenas vistas del Padrão dos Descubrimentos, el Tajo, el Cristo Rei y la parte nueva de la ciudad.

Al terminar la visita nos dirigimos a la Rua de Belém para comer algo antes de emprender el viaje de vuelta. Escogimos la famosa pastelería Antiga Confeitearia de Belém. No sabíamos si habría sitio para sentarnos y comer y nos sorprendió gratamente la inmensidad de salas que tiene en su interior. Pedimos pizzas y pasteles salados para comer y de postre probamos la especialidad de la casa: los Pasteis de Belém. Hechos de una pasta similar a la de hojaldre y rellenos de crema, son deliciosos! Lástima que el viaje ya llegaba a su fin y teníamos que volver…

Pasteis de Belém


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