AMSTERDAM 3: Alkmaar y Zaanse Schans

2 de abril de 2010 Este día íbamos a realizar una excursión en tren fuera de la ciudad de Amsterdam. Nuestro objetivo fue el famoso mercado de queso de Alkmaar y los molinos del museo al aire libre de Zaanse Schans. Salimos del hotel bien temprano ya que el mercado empezaba a las 10. Cogimos el tren en la Centraal Station y en media hora llegamos a Alkmaar. Nos dirigimos caminando hasta el centro, habían unos 20 minutos buenos desde la estación. Como íbamos con tiempo nos paramos a desayunar. Error!!! En pocos minutos la plaza se abarrotó de gente y costaba encontrar un sitio para ver algo de lo que sucedía.

2 de abril de 2010

Este día íbamos a realizar una excursión en tren fuera de la ciudad de Amsterdam. Nuestro objetivo fue el famoso mercado de queso de Alkmaar y los molinos del museo al aire libre de Zaanse Schans.

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Salimos del hotel bien temprano ya que el mercado empezaba a las 10. Cogimos el tren en la Centraal Station y en media hora llegamos a Alkmaar. Nos dirigimos caminando hasta el centro, habían unos 20 minutos buenos desde la estación. Como íbamos con tiempo nos paramos a desayunar. Error!!! En pocos minutos la plaza se abarrotó de gente y costaba encontrar un sitio para ver algo de lo que sucedía.

En la plaza Waagplein había una cantidad colosal de enormes quesos. El mercado (Kaasmarkt)empieza con una explicación en diferentes idiomas (no en castellano) de lo que iban a hacer. Primero se realiza una inspección de los quesos, para comprobar su calidad. A partir de aquí, los compradores negocian el precio por quilo; el acuerdo se escenifica con un “choque” de manos.

Kaasmarkt de Alkmaar

compradores y vendedores, cerrando un trato

A continuación, el queso subastado ha de transportarse hasta la báscula (waag). Esto lo hacen dos porteadores que llevan colgando una especie de trineo de madera donde se depositan los quesos. Estos porteadores van trotando alegremente con su carga hacia la báscula mientras van diciendo “Hop, hop, hop!”.

mozos cargando el queso en los "trineos"

porteadores llevando queso

Al llegar a la báscula, los porteadores depositan el queso en ella y los compradores pagan el precio acordado previamente.

el queso llega a la balanza...

...donde se pesa

Nuevamente los porteadores vuelven a coger los “trineos” con los quesos, esta vez para llevarlos hasta el final de la plaza, donde son cargados en carros de madera. Cuando éstos están llenos, abandonan la plaza. Fuera de la vista de la gente, los quesos son cargados en camiones frigoríficos.

Los quesos pesados se llevan...

...hacia el fondo de la plaza,...

...donde son cargados en carros.

Al final los cargaran...

...en un camión frigorificoa

El proceso de transportar el queso hasta la báscula, pesarlo y llevarlo a los carros ocupa mucho tiempo, casi dos horas. Así que se puede ver con tranquilidad.

Waagplein

Cuando terminó el mercado, decidimos dar un paseo turístico por Alkmaar. Primero dimos una vuelta por los puestos ambulantes de la Waagplein. La gran mayoría eran de quesos, y te dejaban probar grandes trozos de los que vendían. El típico es el queso de bola o Gouda, del que hacen muchas variedades con ingredientes extra (pesto, pimienta, frankfurts, etc). Nosotros aprovechamos para comprar un par de quesos, que nos salió bastante bien de precio comparado con las tiendas de Amsterdam.

puesto ambulente en la Waagplein

Waag

También había un puesto de aperitivo nacional: los arenques. La presentación típica son los arenques en salmuera con limón y abundante cebolla. Nos quedamos con las ganas de probarlo.

puesto con arenques

Salimos de la plaza por la animada Langestraat, la calle principal del centro, donde hay el Ayuntamiento (Stadhuis). Al final de la calle se encuentra la Grote Kerk, la iglesia mayor. Actualmente no funciona como una iglesia si no más bien como sala de conciertos de órgano. El interior no vale mucho la pena...

Langestraat

Bajamos por la Koorstraat, que cuando cruza el canal Lindengracht se convierte en la calle Ritsevoort. Justo al inicio de Ritsevoort a mano derecha nos encontramos con un hofje medio-escondido. Se trata del bonito van Splinter hofje.

van Splinter Hofje

Al final de la calle se puede apreciar el molino van Piet. Era nuestro primer molino pero no lo visitamos por dentro, ya que por la tarde íbamos a ver muchos más.

molino van Piet

Nos dirigimos a la estación de tren por la calle Clarissenbuurt, donde hay unas casas unifamiliares muy bonitas. Antes de subirnos al tren compramos comida en una panadería para comérnosla en el tren. Teníamos que coger un tren que fuera a Amsterdam y que hiciera parada en Koog Zaandijk, la más cercana a Zaanse Schans. Pero la taquillera nos informó mal y cogimos sin saberlo un tren que iba hacia Haarlem. Suerte que preguntamos al revisor, que nos hizo bajar en Beverwijk e ir hacia atrás hasta Uitgeest, para volver a coger el tren correcto. En total, cogimos tres trenes. Suerte que no tuvimos que pagar de más.

Finalmente llegamos a Koog Zaandijk un poco más tarde de lo previsto. Desde la estación hasta Zaanse Schans hay un cuarto de hora a pie. Antes de llegar ya llegar se puede ver el primer molino, De Bleeke Dood; aunque lo que más sorprende es el fuerte olor de chocolate (el que se come, eh!) de una gran industria chocolatera.

molino De Bleeke Dood

Desde el puente que cruza el río Zaan hay una gran vista de las casas de madera y los molinos de Zaanse Schans. Entrar al recinto es gratuito, aunque para visitar muchas de las casas y molinos hay que pagar.

Zaandijk y Zaanse Schans

Entre las casas gratuitas está el museo de los zuecos y el de los quesos. En el primero hay una exposición sobre la historia de los zuecos, y una tienda donde se puede comprar de todos los colores. En el de quesos hacen una explicación de como se fabrican artesanalmente, y hay una tienda para comprarlos (mucho más caros que en Alkmaar!). Había muchísimos tipos de quesos y podías probarlos todos tantas veces como quisieras. Nos pusimos las botas!

tienda museo de zuecos

tienda de quesos

Dimos un paseo por las casas de madera que hay junto al río Zaan y un vistazo a los diferentes molinos. A esas horas el único abierto era Het Jonge Schaap, un molino de serrar madera. Pagamos la entrada y no valió mucho la pena.

casas de madera en Zaanse Schans

molinos en Zaanse Schans

más molinos en Zaanse Schans

Después de este duro día llegamos a Amsterdam hambrientos y cansados. Decidimos cenar en la habitación del hotel un plato de fideos del Wok & Walk y unas kroketten del Febo. Ambas cosas nos gustaron, y las recomendamos para presupuestos bajos.

Febo


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