17 de diciembre de 2010
Queríamos ir a alguna ciudad europea para conocer los típicos mercadillos de Navidad, y como teníamos ganas de nieve, escogimos Estocolmo, la capital sueca. Nos preparamos bien, o eso pensábamos… llevábamos dos maletas grandes con ropa de abrigo y zapatos en previsión al frío que íbamos a encontrar.
Llegamos al aeropuerto de Arlanda con media hora de retraso, sobre las 3 de la tarde… y ya se había hecho de noche. Aprovechamos mientras esperábamos las maletas para cambiar coronas suecas, y no fue muy buena idea. Allí solo había una oficina y el cambio no era muy bueno, a diferencia de fuera en el vestíbulo donde había para escoger.