15 de septiembre de 2015
Aquel día lo dedicamos por completo a hacer una excursión desde Xi’an a las cuevas de Longmen. Este complejo de grutas con tallas budistas fue declarado patrimonio de la Humanidad de la Unesco y es fácilmente accesible en tren desde Xi’an. Aquella fue la primera mañana que desayunábamos en el hotel Toyoo de Xi’an, una de las pocas veces a lo largo de nuestro viaje que estaba incluido en el precio de la habitación. El desayuno era bastante variado, lleno de platos calientes salados (sopa, arroz, fideos, verduras, huevos duros) y algunos platos fríos (fruta, embutido, pan de molde y pastelillos). Tanto la leche como el café eran en polvo, pero nos parecieron bastante decentes.
15 de septiembre de 2015
Aquel día lo dedicamos por completo a hacer una excursión desde Xi’an a las cuevas de Longmen. Este complejo de grutas con tallas budistas fue declarado patrimonio de la Humanidad de la Unesco y es fácilmente accesible en tren desde Xi’an.
Aquella fue la primera mañana que desayunábamos en el
hotel Toyoo de
Xi’an, una de las pocas veces a lo largo de nuestro viaje que estaba incluido en el precio de la habitación. El
desayuno era bastante variado, lleno de platos calientes salados (sopa, arroz, fideos, verduras, huevos duros) y algunos platos fríos (fruta, embutido, pan de molde y pastelillos). Tanto la leche como el café eran en polvo, pero nos parecieron bastante decentes. Después de explorar el
barrio musulmán el día anterior, aquella jornada teníamos pensado hacer una
excursión fuera de Xi’an (nos reservábamos el plato fuerte, los Guerreros de Terracota, para el día siguiente). La llegada del
tren de alta velocidad a Xi’an ha hecho que hacer una excursión fuera de la ciudad sea algo cómodo y rápido. Una de las opciones que barajábamos era pasar el día en el
Hua Shan, una montaña con fabulosos paisajes y que es famosa por tener uno de los senderos mas peligrosos del mundo. Pero al final nos decidimos por una segunda opción, las
cuevas de Longmen, cerca de Luoyang, una antigua ciudad con una gran cantidad de atractivos.
Así que cogimos el metro (3 yuans) hasta Xi’an Bei, la lejana estación de tren de alta velocidad (es casi media hora de metro). Llegamos momentos antes de las 10, y el siguiente tren hacia Longmen salía a las 10:25. Pero cuando fuimos a las taquillas nos indicaron que ya no estábamos a tiempo y que debíamos coger el de las 10:52. Hay muchos trenes rápidos que van de Xi’an hacia Longmen, ya que es la línea que llega finalmente a Shanghai. Pensábamos que sería mas complicado comprar un billete en taquilla, frente a alguien que no sabe inglés, pero no resultó ser difícil, en una pantalla el empleado nos indicaba la hora y los billetes que íbamos a comprar (174,5 yuans cada uno, unos 24 €). El trayecto fue muy cómodo y duró una hora y media.